miércoles, 9 de junio de 2021

Toda luz, hacia su décimo aniversario

Junio, mes de sus Festivales

Para el Grupo Toda luz y toda mía, de Sancti Spíritus, junio es el mes de la casi totalidad de sus siete Festivales realizados, aunque el primero de ellos se celebró en mayo del año 2013. Junio del 2021, además, inicia la recta final hacia su aniversario 10, pues la agrupación nació en noviembre del 2011

 El primer Festival Internacional de la Décima Toda luz y toda mía, donde participó como invitada la poetisa chilena Bárbara Calderón, quien aparece en la imagen cuando sostenía una contralectura con Luis Paz Esquivel, Papillo.


Pero un año antes de que naciera aquel Primer Festival, Toda luz había dado a luz su concurso de igual nombre. Por eso, uno y otro no coinciden en número. La siguiente relación puede ayudar a comprender los vínculos entre uno y otro eventos:

CUADERNOS PREMIADOS EN LOS CONCURSOS TODA LUZ Y TODA MÍA (APARECEN EN EL ORDEN EN QUE SE REALIZARON ESTOS CERTÁMENES) Y LOS FESTIVALES TODA LUZ EN QUE SE PREMIARON
1.- 2012.- Espacio exterior, de Diusmel Machado Estrada. En noviembre, en el primer aniversario de la agrupación.
2.- 2013.- Los trabajos distantes, de Pedro Péglez González. En noviembre, en el segundo aniversario de la agrupación.
3.- 2014.- Amar, temer, partir, de Junior Fernández Guerra. En junio, en el II Festival Internacional Toda luz y toda mía.
4.- 2015.- Fugas, de Elizabeth Reinosa Aliaga. En junio, en el III Festival.
5.- 2016.- Colmillos de costa, de Alexander Jiménez del Toro. En junio, en el IV Festival.
6.- 2017.- Pan nuestro de lo inasible, de Luisa Oneida Landín. En junio, en el V Festival.
7.- 2018.- Infancia, bautismo y partida, de Miguel Mariano Piñero. En julio, en el VI Festival.
8.- 2019.- El mar es el bar de un par, de Roly Ávalos. En junio, en el VII Festival.


Fiel a su lema —Toda luz y toda mía, diferente cada vezla agrupación de decimistas espirituanos se mantiene activa on line. A continuación, galería de imágenes y un comentario de su presidenta, Merari Mangly Carrillo, Premio Ala Décima 2015 y miembro de nuestra agrupación desde ese año, publicado en su página de Facebook y en Cubadebate, sobre el fraterno e imprescindible vínculo entre la agrupación y Ediciones Luminaria, sello editorial espirituano.

 Diusmel, Premio Toda luz del primer concurso.

 Péglez, Premio Toda luz del segundo concurso.

 Junior, Premio Toda luz del tercer concurso.

 Elizabeth, Premio Toda luz del cuarto concurso.

 Alexander, Premio Toda luz del quinto concurso.

 Oneida, Premio Toda luz del sexto concurso.

 Miguel Mariano, Premio Toda luz del séptimo concurso.

 Roly, Premio Toda luz del octavo concurso.

 

TODA LUZ Y TODA MÍA: UN FLORECER
EN EDICIONES LUMINARIA

 Foto: Facebook de Ediciones Luminaria.


Por Merari Mangly Carrillo


Ediciones Luminaria es una institución cultural donde no solo se publican libros. Allí han nacido proyectos como La hora de Luminaria y La calle, además de haber favorecido la germinación de aquella semilla del otrora Grupo Provincial de la Décima, proyecto diseñado desde 1999 y cuyo escrito rodó y rodó por múltiples burós.

No fue hasta doce años después que lo auspició el Centro Provincial del Libro y la Literatura en Sancti Spíritus. Y allí estuvo la casa editora yayabera, desde el 24 de noviembre de 2011, con sus recursos técnicos y humanos en el estreno de la primera exposición de libros de décimas publicados por Luminaria hasta aquel año, y protagonista en el momento de constituirse oficialmente Toda luz y toda mía, un proyecto cubanísimo. Fue la primera de otras que llegaron luego bajo el gabán del sello editorial. Así comenzó a legitimarse, desde una institución cultural y de literatura, este proyecto sociocultural y comunitario.

Al reconocer la décima como el complejo artístico literario que es, Ediciones Luminaria ha sido la casa trinchera de este empeño. Allí realmente floreció Toda luz y toda mía, con un trabajo de equipo que propició la materialización de ideas, propuestas y varias acciones, incluidas las de vínculos literarios.

Al paso de un año de constituido, ya había aparecido su concurso nacional homónimo de décima escrita, auspiciado directamente por la casa editora, que puso a disposición del proyecto el equipo de edición, corrección, diseño e impresión del ya hoy habitual plaquete impreso que, desde entonces y con carácter anual, permitió la publicación con tirada reducida que ha sido obsequiada a los galardonados como parte de su premio. El reconocimiento también incluía dotación de libros del sello editorial a modo de promoción, junto a la obra plástica de pintores como Luis Enrique García Hourruitinier —el primero en donar su obra para este fin—, Nelson Wenceslao García, pintor de miniaturas, y el proyecto Alas de Mariposa, de artesanas espirituanas.

Al segundo año de constituido el proyecto que salvaguarda la décima en sus múltiples formas de expresión, emergió en el panorama cultural del país con su primer Festival Internacional de la Décima Toda luz y toda mía. Desde entonces ha mantenido un variado programa de actividades que incluye la premiación del concurso nacional, junto a lecturas y presentaciones de libros, la dotación de publicaciones al premiado y la pequeña donación de libros dirigidos al público infantil y juvenil a bibliotecas de escuelas rurales y urbanas; así como extensiones de ventas de libros.

El ICAP se ha sumado con la entrega del premio colateral Solidaridad, que reconoce a escritores de décima residentes en otras tierras del mundo. Desde el 2013, amigos cultores de la estrofa han llegado desde Chile, Argentina, Estados Unidos y España. Se comenzó a incluir un espacio teórico, unido al taller de estudios de cultura campesina de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, con el invaluable aporte de sus recursos económicos y humanos a estos festivales, en unión con el proyecto universitario de la décima, representado por la investigadora Saylí Alba Álvarez y con el inestimable apoyo del Dr. Martín Santana, profesor y poeta que hoy se desempeña en el cargo de relaciones internacionales del centro de educación superior.

A estos eventos de Toda luz y toda mía se atribuye su carácter inclusivo, por lo que se han materializado espacios culturales puntuales con carácter mensual fijo y con diversidad temática y etaria, como las exposiciones de décimas escritas e ilustradas por niños, en coordinación con el sistema de Casas de Cultura; el vínculo con alumnos desde la Cátedra de Laúd y Tres de la Escuela de Música Ernesto Lecuona de Sancti Spíritus; la interacción con otros proyectos integrados por niños como Mi Cuba es así y Espíritu de Ismaelillo, o el profesional Piramidal, junto a quienes han llevado la estrofa a hospitales, escuelas o, sencillamente, a una céntrica calle, marcando el carácter itinerante de la agrupación.

Se suma la interacción con el taller de literatura de la ANCI y sus aficionados al punto cubano; así como también con el coro de la Cátedra del Adulto Mayor. No existe una relación de afiliados, pues a él pertenecen no solo quienes escriben o cantan décimas, sino los investigadores, profesores, músicos, pintores, antologadores, actores o bailarines que la aúpan y colaboran con la expresión.

 Encuentros con agrupación de la ANCI, niños de la casa de Cultura Osvaldo Mursulí Recarey y el Coro de la Cátedra del Adulto Mayor.

Cuando surgió la idea de las Cubiertas decimadas, sin titubeos Ediciones Luminaria se encargó de materializarla. Esta modalidad consiste en escribir décimas a cubiertas de libros publicados por intelectuales a quienes se les dedicaban en el año la Feria Internacional del Libro; y nuestro catálogo, en tirada reducida, incluye las décimas escritas junto a las imágenes de las cubiertas de los libros elegidos. No solo eso, durante los encuentros, poetas repentistas les han improvisado sus versos a los autores y sus publicaciones.

 Muestra de cubiertas decimadas a Pedro Pablo Rodríguez, Daniel Chavarría y Eduardo Heras León.


Algunas actividades de los encuentros han sido atractivas para los diversos públicos, como varias exposiciones de artes visuales. Entre ellas están las de décimas escritas a fotografías, a discos musicales, en homenaje a La Edad de Oro o al Museo de Arte Colonial espirituano. Guateques, tertulias y diversos encuentros han tenido lugar en municipios del territorio tras puntuales acontecimientos históricos o culturales.

En coordinación con otras agrupaciones de decimistas del país y, dada la espontánea articulación que existe entre ellas, Toda luz y toda mía también ha entregado su premio colateral en concursos como Ala Décima (La Habana), Décima al filo (Guáimaro, Camagüey) y Martín Colorín, por el que llegamos hasta la habanera Casa del Alba Cultural. También en el concurso de repentismo Justo Vega, que convoca la Casa Iberoamericana de la Décima Cucalambé, en Las Tunas.

Y con la mirada constante en salvaguardar las tradiciones en general, no solo se han diseñado galas culturales con la décima, la trova y el punto espirituanos, sino con otras aristas del patrimonio inmaterial como la rumba. Una noche se dedicó un espectáculo de rumba en décimas en el bulevar espirituano, junto al grupo OkanaIrawuo, del municipio de Yaguajay.

Las acogidas noches de serenata en décimas y punto cubano —sorpresa realizada a medianoche a personalidades de la cultura y de otros ámbitos— han sido jolgorio esperado en cada festival. Toda luz y toda mía ha sido considerado necesario y único en sus características dentro del territorio espirituano, al decir de varias voces autorizadas que han participado en algunos de nuestros encuentros, como las de los prestigiosos intelectuales Miguel Barnet, Ernesto Limia, Virgilio López Lemus, Pedro Péglez y Fernando Rodríguez Sosa, por citar algunos ejemplos.

 Algunas personalidades que han asistido a nuestros encuentros. De izquierda a derecha: Miguel Barnet, Virgilio López Lemus, Ernesto Limia junto a Pedro Péglez, Fernando Rodríguez Sosa y Daniel Chavarría.


Es notoria la integración del equipo editorial con Toda luz y toda mía. Además de tareas puntuales asumidas desde la producción; nuestro logo inicial y actual, así como los diseños de diplomas manufacturados y digitales para entrega de premios del concurso, han sido diseñados por dos especialistas: Yainel Matías Echemendía y Carlos Manuel Águila Sierra, Serra. En el caso de Serra, además de crear exposiciones personales y conjuntas propuestas por Toda luz…, confeccionó un ejemplar único, hecho a mano, de un cuaderno de décimas ilustradas por él y escritas por niños, como premio en un concurso nacional, donde se otorgó premio colateral.

Asimismo, el impresor de la conocida Riso, Orelvys Muro Fandiño, ha sido actor del proyecto, desde la propuesta que hicimos sobre un concierto con su banda de rock Gatillo, que incluyó este género musical, con letra en décimas, las que habían sido publicadas por Luminaria a Ramón Díaz Medina, poeta, profesor e investigador y a quien se le dedicó uno de nuestros festivales, junto al poeta improvisador Luis Rodríguez.

Estos eventos anuales han estado dedicados a un poeta escritor y a un improvisador de décimas, lo cual ha servido para realizar contralecturas, acto que une al escritor y al repentista frente al público. En ellas, el escritor lee o declama su décima y, seguidamente, el improvisador le responde a la décima escrita.

En tiempos de pandemia, continúa la promoción virtual y, añadido a esto, contamos con una sección en la emisora Radio Vitral cada mañana de domingo. En ella, también se interactúa con el público oyente con variedad temáticas y de invitados.

Toda luz y toda mía, diferente cada vez, como dice su eslogan, construye un puente en décimas entre la cultura y la historia. Este 2021 el proyecto cumple 10 años con nuevos sueños. Venga el Espíritu Santo sobre decisores para materializar el proyecto Casa de la Décima, institución cultural pensada en interacción con las manifestaciones artísticas en su vínculo con la décima y de cara al turismo nacional e internacional; así, este proyecto seguirá su andar itinerante como espacio fijo mensual. De este modo se podrá expresar quiénes somos, de dónde hemos venido y hacia dónde vamos, porque no se puede olvidar el protagonismo de la décima en el proceso de conformación de la identidad poética de la nación cubana, que todavía está en evolución.

Toda luz y toda mía es parte del acontecer cultural y dentro de su panorama sostiene la labor de salvaguardar nuestro patrimonio intangible, una manera de proteger la identidad del pueblo. Es otra forma de no dejar nuestra historia sin memoria.


Original en Cubadebate:

Toda luz y toda mía: Un florecer en Ediciones Luminaria

1 comentario:

Unknown dijo...

Orgullosa estoy de mi proyecto como gestora; de muchos, por estar siempre;de la sonrisa de tanta gente feliz y de la luz de mi identidad.