Desde Mayabeque
Otra de las voces muy jóvenes y talentosas de la décima actual, Anamarys Gil Méndez, publicó en su Facebook este conmovedor poema, el pasado domingo Día de los Padres
Tenía dudas de si escribir algo o no por el día de los padres pero es inevitable que de las penas salgan versos. Papito, donde sea que estés, te sigo amando.
Hoy el que
cuidó las viejas
costuras de mi vestido
está en un lugar dormido
donde no siente las quejas.
Yo, prisionera sin rejas
por el juicio de un adiós.
¿Qué tanto le debo a Dios?
¿Qué deuda no fue saldada
para vivir condenada
a no recordar su voz?
Yo tuve un
padre. Ni anciano
el tiempo me dejó verlo.
Tal vez por tanto quererlo
me lo llevaron temprano.
Recé oraciones en vano
para que un día volviera.
Pero una niña en espera
aún junta esperanzas rotas
por dentro muriendo a gotas
y estrujando el llanto afuera.
Si usted que lee
este llanto
en estrofa convertido
lo tiene en carne y latido
ámelo, y ámelo tanto
que la angustia y el quebranto
no entren en su lado izquierdo.
Quiéralo en sutil acuerdo
porque el día que se va
volver a decir papá
te duele más que el recuerdo.
Béselo si
está a su lado
hasta verlo de amor roto
que después besar la foto
llega a doler demasiado.
Si flores nunca le ha dado
dele flores con color
porque el día que el error
de su adiós sientas y llores
verás las únicas flores
que nunca tendrán olor.
La poetisa Anamarys
Gil Méndez (1999, Central Héctor Molina, San Nicolás de Bari,
Mayabeque) es alumna de la Licenciatura en Español y Literatura, y trabaja en la
Casa de la Décima de
Mayabeque.
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