miércoles, 19 de febrero de 2014

Pinar: Del amor y otras estampas


Los vecinos de la comunidad
reencontraron a Cupido


Nos reporta el querido hermano poeta Lorenzo Suárez Crespo la cita de febrero en la pinareña Casa de la Décima Celestino García, donde el más universal de los sentimientos se mezcló al recuerdo de Polo Montañez



Esta tarde de domingo 16 de febrero, quizás aún sin marchitarse las flores que motivaron con sus colores y su fragancia el Día del Amor, los vecinos de la comunidad reencontraron a Cupido en el espacioso salón de la Casa de la Décima Celestino García, de Pinar del Río.

Una balada de amor evocadora no solo del más universal de los sentimientos, sino de uno de los más recordados poetas de la canción pinareña, Polo Montañez, El Guajiro Natural, fue el tema escogido para abrir las cortinas vespertinas con el título Flor pálida y que fuera interpretado por Gerardo Povea.

Los improvisadores llegaron a la escena con una prolongación de este tema en sus voces repentistas acompañados por las cuerdas de Fulgor Campesino.

En el momento literario se dieron a conocer los nuevos textos recibidos desde el Frente de Afirmación Hispanista de México y que además de enriquecer la documentación de nuestros archivos, se pone a disposición de los lectores. En este caso muy especialmente atendiendo a que en ella aparecen publicados numerosos poetas pinareños que abordan en sus obras a la estrofa mágica.

Otra estampa interesante la protagonizó el poeta repentista Jesús Serrano Esquijerosa al recitar un conjunto de décimas humorísticas tituladas El ajo. El Mantuano, que es como le llaman a este poeta, sostuvo varios diálogos con nuestros bardos.

Los espacios de las tonadas, del pie forzado y el piropo cantado dieron brillo a la continuidad del programa dominical.

Como colofón, para deleite de los paisanos y visitantes, el salón acogió la música bailable, expresión inequívoca de las preferencias de todo aquel que sabe y siente lo que es un guateque.

Del amor y otras estampas disfrutamos este domingo invernal bajo el techo de guano con un agradable clima matizado por la frescura de la tarde y el saludo acuático, sereno y amoroso del Guamá.

Y si de amor tratamos, vayamos a nuestros archivos para regalarles a los lectores lo que dicen los poetas pinareños al respecto, no solo los del ranchón, sino de lo más rico de la oralidad y que atesoramos con tanto respeto y devoción como expresión de conservación y promoción para todos los tiempos.


DEL AMOR, SELECCIÓN POÉTICA


TRANQUILINO SANDALIO DE NODA
-San Marcos, Pinar del Río, 1808-1832

Pero ¡ay! que mi triste queja
no la escucha ese traidor,
pues si le llama mi amor,
oye, calla, olvida y deja.
El escarmiento aconseja
no esperar más disfavores;
fuera sufrir mil dolores
continuar amando...¿a quién?
A ti, mi amado y mi bien
que así olvidas tus amores.


CELESTINO GARCÍA
-San Cristóbal,1832 –1909

Dime, qué cosa es amor,
de dónde y cómo proviene,
dime qué figura tiene
su tamaño y su color.
Usted, como sabedor,
me puede aclarar el punto
poniendo todo el conjunto
si lo puede adivinar
y a lo mejor contestar
todo lo que le pregunto.


VICENTE SILVEIRA Y ARJONA
-Guanajay, 1841...

Del amor hemos sufrido,
por amor hemos cantado,
solo el amor ha cifrado
en el alma lo vivido.
Por el amor he partido
sin medir tiempo ni meta.
Es que el amor me completa
en el temblor y en la calma
si me ha pulido hasta el alma
y es por él que soy poeta.


ELENA SABINA SANTA CRUZ DE SANTA CRUZ
-San Cristóbal, 1836 – 1899

Legítima soberana
de sus gloriosos pinares,
sus templos y sus altares,
llama a sus hijos ufana.
Con voluntad espartana
a sus penachos invoca,
y como Palas provoca
llena de bélico ardor
conjuros de patrio amor
de sus hijos en la boca.


MARTIN ORTEGA VIGOA
-San Cristóbal, 1910

Patria es la vida, el amor;
la familia es patria grande,
todo es amor que se expande
y clarifica en la flor.
Familia y Patria, fulgor
que nos corre por las venas
y más allá de las penas,
de los momentos felices,
son  las eternas matrices
que pueden romper cadenas.


BENITO HERNÁNDEZ CABRERA (El Viñalero)
-Viñales, 1912 – 1987

Yo quise vivir soltero
adornando a las mujeres
y recorrí los placeres
con amor y sin dinero.
Fui trovador caminero
y con versos visité
el mundo del opio, el té
y el aroma del tabaco,
sin consultar al Dios Baco,
tomando agua y café.


SIMÓN PÉREZ SUÁREZ (Codorniz)
-Viñales, 1918.

Aquí la palma es más bella
vigilando los mogotes
y los árboles que en brotes
beben los trinos con ella.
En cuanto el sol sale y sella
con su luz el ancho valle,
el más mínimo detalle
se viste de verso y flor
y las décimas de amor
vienen a ceñirle el talle.


FELIA MARTÍNEZ
-Pinar del Río, 1925

Con estrellas desde el cielo
en mi noche pinareña
soy una mujer que sueña
cuando a solas me desvelo.
Sé que para mi consuelo
en el caliz de una flor,
en un verso o el fulgor
de una mirada oportuna
tendré un día la fortuna
que solo ofrece el amor.


PABLO LEÓN ALONSO
-Consolación del Sur, 1927

Que duro fue aquel instante
del adiós y del jamás.
-un amor llorando atrás
y una incógnita delante-.
Llegar al hijo distante
era mi santa misión,
sin embargo el corazón
que amaste por vez primera,
se quedo gimiendo afuera
cuando penetré al avión.


REYNA LEDÓN PÉREZ
-Pinar del Río, 1928

Guitarra linda que ahora
soñando vives alerta,
siempre, con la boca abierta
desde la naciente aurora.
Tu sonar jamás demora
para tejernos un canto,
mas, yo que te adoro tanto,
siempre te acompañaré
henchida de amor y fe,
hasta la raíz del llanto.


JESÚS B. HERNÁNDEZ GALLARDO  (El Trincho)
-Viñales, 1929.

Me sentiré transportado
a las regiones etéreas
y a las grandes periferias
de todo lo imaginado.
Me verán medio alocado
y con labios balbuceantes
expresar extravagantes
palabras que en mi interior
serán mensajes de amor
para los ovacionantes.


BASILIO ECHEVARRIA ACOSTA
-Pinar del Río, 1929.

La décima está en la flor,
en el panal de la abeja,
en el amor que se aleja
y nos produce dolor.
Está en el beso de amor
que a mi novia le robé,
en la caña, en el café,
está en el fruto maduro
y en el pensamiento puro
que tuvo el Cucalambé.


PORFIRIO VALDES ALVAREZ
-Bahía Honda, 1927.

Cuando hay un enfermo triste
el tiempo nos da un bemol,
empieza a salir el sol
en un cielo que no existe.
Y aquella brega se viste
de esperanza y de virtud,
se atenúa la inquietud,
un agua de amor nos baña
y de una semilla extraña
empieza a brotar salud


JOSÉ MIGUEL MEDEROS MEDEROS
-Bahía Honda, 1933

JUNCO de verde enramada
donde en alados arrullos
trenzan los patos huyuyos
los hilos de la alborada.
Parece un reto su espada
que ni el viento fiero doma
y cuando a la brisa toma
su perfume encantador,
es paz, suavidad, amor:
inocencia de paloma


NIEVES RODRIGUEZ GÓMEZ
-San Juan y Martínez, 1934

San Juan, esta hija herida
vuelve a ti buscando cura,
jura por tus aguas, jura
que otra vez le darás vida
a mi voz estremecida.
Cúrame, sangrando están
las llagas del huracán
que me desguazó las alas
y cuídame de otras malas
tormentas de amor, San Juan.


NERIO MEDEROS MEDEROS
-Bahía Honda, 1935

Conozco las cosas bellas,
las estrellas y luceros
al andar por los senderos
donde la luz deja huellas.
Con amor borro querellas
sin que nada me apasione
y si Dios me lo dispone
en los sueños me intercalo,
pues si todo eso es malo,
que el Tribunal me condene.


RAÚL PÉREZ MORERA
-Pinar del Río, 1938

Mi padre fue un sembrador
que con sus manos amigas
cuidó junto a sus espigas
la ternura y el amor.
Fue celoso con la flor
que en el entorno perfuma
y hoy cuando hago la suma
de su pureza distinta
me asombro porque la tinta
se me hace sangre en la pluma.


JOSÉ LORENZO DELGADO
-Punta de Palma, P. del Río, 1940

Múltiples son las maneras
de enriquecer la cultura
y esa infinita dulzura
se mueve en muchas esferas.
Abre el hombre las canteras
en el arte creador
y encuentra en ese fulgor
en prosa y en poesía
toda la sabiduría...
los libros son el amor.


TOMAS CIRO BEJARANO LEAL
-Consolación Del Sur, 1940

La madre es todo ternura
Afecto y delicadeza
Cuando la madre nos besa
El corazón nos satura.
Ella nos baña en la hondura
Del río de su interior.
Nos seca con su calor
Para que el alma no enferme
Y si hay cansancio nos duerme
En la cuna de su amor.


DIOSDADO VELÁZQUEZ LORENZO
-Bahía Honda, 1940

Deja pedirte, mujer
algo que no has de negar,
me lo puedes transformar
en dicha, amor y placer.
Usa mi reina el poder
noble de tus sentimientos:
boca, pasión, dulces cuentos
están en tu piel de rosa,
si no lo sabes mi diosa,
ordena tus pensamientos.


CARLOS DELGADO ROSALES  
-San Cristóbal, 1943

Tú me endulzaste aquel día
con un beso dulce y largo
aquel sabor tan amargo
que en el alma yo traía.
Mira si tu boca ardía
que hoy me quema su calor,
fue cual hoguera de amor
donde ardieran mis antojos
y de aquellos labios rojos
aún conservo su sabor.


MANUELA PADILLA IZQUIERDO
-Bahía Honda.1944

Detesto la falsedad,
amo el gesto más sincero
y le doy lugar cimero
al don de la honestidad.
Mi corazón, con bondad,
late en todo su esplendor
y sin odio, sin rencor,
como el Apóstol Martí
solo han brotado de mí
la comprensión y el amor.


SANTIAGO ÁLVAREZ CRUZ
-Bahía Honda, 1945

Juglar de todos los lares,
no existe nada en el mundo
más perdurable y fecundo
que tus hermosos cantares.
Mezcla de amor y pesares
de la escena criollista,
legado siboneyista
que dejó ver en su idioma
la espínela cuando asoma
por la voz de un tonadista.


VICENTE CRUZ PRIETO
-Los Palacios, 1947

Vuela un ave tricolor
irradiando la sabana
que a la bandera cubana
representa con amor.
En su plumaje el fulgor
tiene brillantes de oro,
forma parte del tesoro
de la fauna nacional.
Su nombre es tradicional,
es el bello tocororo.


JUAN DÍAZ CRUZ
-Santa Lucía, 1952

La paz que engendra la vida
en el vientre de la tierra
será ceniza, la guerra
en su fuego hostil trepida.
A veces el hombre olvida
que el planeta es su sostén.
Si sus pupilas no ven
nuestra luz se agotará
y el amor se apagará
en el Jardín del Edén.


OCTAVIO PEÑA MÁRQUEZ
-Los Palacios, 1953 

Cuando te lleguen los años
sin fulgor en la mirada
y en voz casi alucinada
imites cantos extraños,
no asumas ritos huraños,
enfréntalos con honor
y tendrás por tu valor
el éxito que deseas.
A las cosas que son feas
ponles un poco de amor.


BÁRBARO IZQUIERDO ACOSTA
-Bahía Honda, 1953

Amo el cedro y el caballo
como el arado y las cañas,
amo el mar y las montañas,
amo los frutos de mayo.
Amo el verso que no callo
y que en mí es una virtud,
adoro la juventud
en la que aprendí a cantar,
pero más suelo admirar
guitarra, tres y laúd.


VICTORIANO DÍAZ FABELO.
-San Juan y Martínez, 15 de abril de 1954

Cruz de mayo centenaria,
vencedora de la hoguera,
deslumbra en la primavera
tu silueta legendaria.
Amorosa, solidaria
nacida allende los mares
al clamor de los palmares
aún guardas bajo tu manto
de mi abuelos el manto
entre místicos cantares.


CARIDAD RODRÍGUEZ FLEITAS
-Candelaria, 1957

Viene a retratarme el río
con su corriente fluida
y recuerdo la partida
ante el mutis del bohío.
Llegamos hasta el bajío
y dos palmeras jimaguas
al reflejo de las aguas
con su brillo acogedor,
fueron testigos de amor
sobre un camapé de yaguas.


DAVID GONZÁLEZ VALDÉS
-San Luis, 1958

Yo voy en busca del fuego
ardoroso de tu piel
y hay en el fondo un pastel
a cuyo placer me entrego.
Y cuando a tu vientre llego
encendida la mirada
yo siento como una espada
que hiere al cielo de amor
y a ras de suelo, fulgor,
besa tu rostro y mi almohada.


ANTONIO PÉREZ VALLE
-Candelaria, 1958

Toma este beso de amor,
con luz de estrella y rocío,
tómalo, sí, y que el frío
no dañe su resplandor.
Tómalo como el mejor
que jamás antes te di,
ese que yo construí
en el momento oportuno
sin parecerse a ninguno,
por ser inspirado en ti.


JULIO CUNÍ CALZADA
-Minas de Matahambre, 1959

¿De qué reino celestial
tu alma a la tierra vino?
¿Cuál ingrediente divino
te dio forma corporal?
Armoniosa, sideral
en tu flamear sempiterno,
brisa, huracán, amor tierno
de selvática espesura
y aquí en mi literatura
inspiración y cuaderno.


MIGUEL ALONSO GÓMEZ
-Mantua, 1960

Alta al cenit, elegante,
disco de plata, fanal,
eres lirio tropical
de armonía deslumbrante.
Eres la ilusión constante
para el más tierno clamor,
eres perfume, eres flor,
cristal nocturno, alegría
y has sido en la vida mía
diáfana expresión de amor.


ALBERTO PERAZA CEBALLOS
-Río Seco, San Juan y Martínez, 1961

Yo soy la tuna podada
de algún cuadro en la pared:
la inclemencia, la merced
de una piel mal dibujada.
Sin mí la casa no es nada:
mar sin pez ni pescador.
Soy el viejo sembrador
que a su amparo se somete
y contra el mundo arremete
como un alfiler ¿de amor?


LUIS PRADERA CARRASCO
-Minas de Matahambre, P. Río, 1964.

Este es un día profundo
para las madres cubanas,
tan buenas y soberanas,
lo más noble de este mundo.
Esas que a cada segundo
nos iluminan la vida
y como Luis no te olvida,
fuente de infinito amor,
le arranco a mayo una flor
para ti, madre querida


BÁRBARO CASTILLO CORDERO
-Bahía Honda, 1965

Qué hermoso eres, Viñales,
cuando al canto del sinsonte
se enrojece el horizonte
y despiertan los panales.
Las abejas matinales
visitan de flor en flor
a tu valle de esplendor
y el guajiro enamorado
inspira alegre, entonado,
una décima de amor.


TERESA RIVERA
-Consolación del Sur, 1968

Hasta el infinito fui
en un vuelo imaginario,
con dolor escribí a diario
espinelas para ti.
En mis sentimientos di
el amor que te profeso.
En la cámara de un beso
quedó tu rostro cifrado
y en una estrella, enjaulado,
mi corazón quedó preso.


JUAN RODRÍGUEZ CABRERA
-San Juan y Martínez
Pinar del Río, 1969

Con el amor más profundo
Pongo mi lenguaje en pie
En estos chiquillos que
Son la esperanza del mundo.
Yo sí los miro profundo
En jardín universal
Y entre vitral y vitral
Con el idioma que traje
Le rendimos homenaje
Al Poeta Nacional.


JORGE LUIS MENA LORENZO
-Consolación del Sur, 1969

Recorre la noche y dime
qué sol mañana te aguarda
y por qué el amor se tarda
ante tu gesto sublime.
Dime también por qué gime
cada fantasía, presa
de tu mirada inconfesa,
triste barcaza que ruge
si por tu mar introduje
mis huracanes… Regresa.


GLEYVIS CORO MONTANET
-Pinar del Río, 1974

Aquel que tuviese amor
que se levante y te clave
sobre los hombros del ave,
las alas que dan valor
para sentir el dolor
que no te vuelva enemigo
y aparezcas, cual mendigo,
que eleva al cielo una mano
y se pregunta: ¿El tirano
entenderá lo que digo?


MARIENE LUFRÍU RODRIGUEZ
-Pinar del Río, 1987

El amor tiene amapolas
y tiene el iris un arco;
el mar, la marca del barco
y la soledad, las olas,
las caras, las caracolas,
colas de piano y de pez;
tiene el derecho un revés
y la magia, un mago loco,
y por si no me equivoco
las nueve tienen sus diez.


YANET MEDINA NAVARRO.
-San Juan y Martínez, 1990

Por la manchega llanura
vas en tu caballo enjuto,
Quijote, maltrecho fruto
de alucinada figura.
Símbolo de la ternura,
de justicia, paz y honor,
siempre presto a la pelea
invocando a Dulcinea,
el ideal de tu amor.


JUAN RAITEL RODRÍGUEZ ARAGÓN
-San Juan y Martínez, 1993

Mi hogar es como el diseño
de un retruécano vibrante
donde David es gigante,
donde Goliat es pequeño.
Aquí el amor es el dueño
en el patio, en los pasillos
y los cachetes sencillos
de mis sueños sensoriales
se ponen rojos, iguales
al lomo de los ladrillos.




DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:

Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. De su decimario inédito La brújula del viajero puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:



SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO



domingo, 9 de febrero de 2014

Epístolas a un remitente demasiado cercano


Palabras de presentación
para Epístolas del escriba




El poemario Epístolas del escriba, de Miguel Mariano Piñero, que mereció el Premio Ala Décima en la edición del 2013, fue presentado como folleto impreso, con diseño y realización de Isbel Díaz Torres, durante la premiación del XIV concurso nacional Ala Décima 2014. En la imagen, la obra de artes plásticas de Ventura González que se entregó al ganador del 2013 como parte de su lauro, y se empleó ahora, según costumbre, como portada de la edición impresa.





EPÍSTOLAS A UN REMITENTE
DEMASIADO CERCANO


Ya lo sabemos. Ya lo sabemos. Las cartas siempre las escribimos para nosotros mismos. De antemano sabemos las reacciones del lector. Conocemos al dedillo a ese destinatario, porque somos nosotros mismos. No nos engaña Miguel Mariano en sus “Epístolas del escriba”.

Por eso la misiva que este autor envía al ciego Homero es el eterno poema que inquiere a Dios, lo coloca en el plano difícil de las respuestas imposibles. El poeta puede darse el lujo de ser desafiante, iconoclasta, hereje: de cualquier modo no se salvará. Pero sobre todo, en el fondo, sabe que ese Dios no es otro que su propia imagen (o al revés); y Miguel en Las Tunas es solo un componente espectral derivado del Miguel Total. De igual modo: el Miguel esposo, el Miguel trabajador, el Miguel en La Habana, el Miguel admirador de Afrodita en el Ágora de Atenas, quinientos años antes de Cristo.

Pero reconocer estas imágenes espectrales, lo coloca bien arriba. Se ha separado de los mortales comunes, y a ellos emplaza: “No sé quiénes signaron un pacto con el creador que incluye la sumisión”. Esa relación filial con Dios, al que desparrama en un ademán panteísta, por sobre toda la cultura occidental, es el paso del transeúnte cotidiano al aeda dotado y desafiante.

Leer las “Epístolas del escriba”, de Miguel Mariano Piñero, por muy breve que sea el cuaderno, es releer la historia del hombre salido de la oscura cueva de Platón, con los ojos abiertos y nombrando las cosas en su verdadera dimensión trágica y determinante. Si la muerte vallejiana es rechazada aquí, es solo como recurso artístico. El “yo sí sé” tunero viene a significar idéntica cosa que el “yo no sé” del universal peruano: un modo de conocimiento sobre el ineluctable drama de la vida y la muerte. Miguel Mariano lo ve con claridad, lo sabe. No hay diferencia entre los “golpes en la vida” y sus “palos, sogas, lluvias y golpes”. Dios/Él le ha dado esa respuesta.

El último poema de la breve colección (justamente premiada en el decimotercer concurso Ala Décima) viene a explicitar lo que de inicio sospechábamos: en el espectro de posibles seres, el poeta es solo una de las imágenes potenciales. Lo terrible es que es la única capaz de ver la multiplicidad de seres que componen su identidad. La angustia de la duplicidad, de la reescritura, la paranoia de sentirse vigilado por sí mismo; debe ser comunicada como único exorcismo posible. “Qué decepción ser la mano que solo escribe”, nos dice. Escribir a Borges (ya sabemos que no es a Borges a quien se dirige) para verbalizar el desasosiego de tal hallazgo, es la única posibilidad del poeta. No tiene otro brebaje milagroso que no sea la literatura, el verso atormentado, la metáfora.

Fue una suerte que Carlos Esquivel, Argel Fernández y Wencier Pérez, coincidieran en premiar este cuaderno. Una suerte para el Concurso Ala Décima, y ahora una suerte para los lectores, que podrán participar de estas búsquedas hermosas y lacerantes. Quién sabe por qué siempre escarbamos en el martirio, aún cuando la vida nos da suficientes porciones de dolor. Lo cierto es que “Epístolas del escriba” tiene ese plus necesario para que un texto poético se convierta en Poesía. Si alguno de los presentes busca eso: aquí está.


La Habana, 3 de febrero de 2014. Acto de premiación del XIV Concurso Nacional ALA ADÉCIMA