viernes, 28 de febrero de 2020

El homenaje a Péglez por escritores decimistas


En la Feria del Libro de Habana del Este

Como se anunció, el sábado 22 de febrero la Feria del Libro en Habana del Este homenajeó, en versos de sus poetas, a Pedro Péglez González, poeta y periodista, presidente del Grupo Ala Décima

 Tras la lectura de sus textos por diez escritores que le dedicaron sus poemas —la mayoría en décimas y algunas de ellas improvisadas— Péglez ofreció varios de los suyos. Fotos tomadas de la página de Facebook de Luisa Oneida Landín.


Inició la ronda, sin previo aviso, la poetisa y actriz Irasema Cruz al declamar un fragmento de la Viajera peninsular de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, figura tutelar para los decimistas, y le siguieron otros nueve creadores: los jóvenes y talentosos Roly Ávalos —que hizo gala de sus dotes repentistas, improvisando décimas cargadas de cariño al homenajeado— y Diego Ulloa —también trovador, quien como tal, además de decir sus versos, acompañó con su guitarra a toda la ronda poética—; los siempre impactantes Omar Herrera y Ramón Claver; la exquisitamente familiar Yamilet Calcines; los elegantes guajiros José Ramón Rodríguez y Luis Augusto Roselló; y los poetas anfitriones del encuentro, Luisa Oneida Landín —quien además de su poema ofreció palabras de presentación del libro Con diez que se quieran bien. Acercamientos a la actual décima escrita cubana, de Péglez— y Pablo Rigal, que condujo todo el intercambio y entregó un diploma al poeta con una décima que alude a sus incansables viajes por el país para participar en eventos decimísticos:

Nació el pez para nadar,
la yerba para el ganado,
para la guerra el soldado
y Péglez para rimar.
Como el rey que va a tocar
la lira para que vibre
con diez versos de jengibre
la décima se coloca
cuando González la toca
y viaja para ser libre.



 Roly Ávalos improvisó acompañado por la guitarra de Diego Ulloa.













domingo, 23 de febrero de 2020

De Alexis Díaz-Pimienta, Crónica del desayuno


Desde Sevilla, España

El poeta Alexis Díaz-Pimienta, brillante por igual en la oralidad y en la escritura, y como narrador e investigador, publicó recientemente en su página de Facebook este poema que ahora compartimos

 Foto tomada de su página de Facebook


CRONICA DEL DESAYUNO
Sevilla, 4 de febrero de 2020


“Feliz martes”. Desayuno
en casa, tranquilamente.
Un cola-cao caliente
y un pan con aceite (uno).
El sol, tan inoportuno,
atraviesa la ventana
y con sus rayos rebana
mi ya rebanado pan.
El sol de Sevilla, tan
distinto al sol de La Habana.

El invierno sigue dando
más titulares que frío.
Este invierno ya es tan mío
como la piel con que ando.
Sevilla de vez en cuando
me habla como a un andaluz.
Macarena y Santa Cruz
me miran hasta con guasa.
Pero hoy desayuno en casa
(¡Qué bueno está el “pan con luz”!).

Estoy solo en la cocina.
El sol, el pan y yo, solos.
Cumplimos los protocolos
del breakfast: nuestra rutina.
El cola-cao se inclina
sobre mi boca (mulato)
y el pan de la boca al plato
y del plato a la mordida
otra vez. Qué buena vida,
pienso y me digo hace rato.

Esto de desayunar
en casa tiene ventajas,
pero también desventajas
que no voy a enumerar.
Escribo en el celular.
Décimas capacitivas,
infrarrojas, resistivas,
táctiles, “inteligentes”.
Son décimas tan urgentes
como útiles, como vivas.

Yo aquí, solo, y allá afuera
el miedo al coronavirus.
¿La décima es mi antivirus?,
¿mi gruta?, ¿mi tapadera?
Yo aquí, solo, y la biosfera
con guantes y mascarilla.
Wuhan, Beijing y Sevilla
unidos por el temor.
¡Cuánto miedo alrededor!
(¿la nueva “fiebre amarilla”?).

Y encima (nuevas ventajas)
mientras voy desayunando
el resto del mundo hablando
sobre Air Canadá y Barajas.
Voy recogiendo migajas
de noticias matutinas.
Aterrizaje. Turbinas.
Alarma. Alerta. Emergencia.
Protocolo. Miedo. Urgencia.
Bomberos en las esquinas.

Ambulancias y bomberos
y patrullas policiales.
Todos los diarios iguales.
Que un avión de pasajeros.
Que el miedo de los viajeros.
Que aterrizaje de urgencia.
Crisis. Planes de emergencia.
Y transmisión en directo
Mas... todo salió perfecto.
Sí. Qué bien. ¡Y cuánta audiencia!

El ABC y El País y El Mundo
con Facebook live.
Y One… Two… Three… Four… Five…
El “show” segundo a segundo.
Y hubo Happy End. Rotundo
éxito de la aviación.
Pasaje y tripulación
a salvo. Fin del trayecto.
Aterrizaje perfecto.
Qué útil la televisión.

Yo sigo “ojeando” la prensa.
Todo es más online que offline.
Pasa el tiempo (¿pasa el “time”?)
¿Un cubano “think” o “piensa”?
La irrealidad es inmensa
y la zozobra infinita.
Dios nos hace una visita
disfrazado de Clark Kent
(con mascarilla también:
ni para orar se la quita).

Barajas por la mañana
sufrió una “invasión” de drones.
Retrasos. Cancelaciones.
Nervios. ¡Vaya especie humana!
Y luego (¡ofú, qué semana!)
todo el mundo en paz respira
mientras la JLo y Shakira
incendian la Súper Bowl
pasando del rock y el soul
al Latin rhythm. ¡Mira, mira!

Ritmos de fuerza africana.
Caderas intraducibles.
Movimientos imposibles.
Sangre negra y lengua hispana.
La rubiez americana
ojiplática. ¡Dañino
ejemplo! ¡Ritmo mezquino!
¡Y negro! ¡Y en español!
¡Oh, My God! ¡Qué descontrol!
¡Coronavirus latino!

Mientras eso pasa lejos,
aquí, a muy poquita altura,
se abre otra legislatura
políticas sin complejos.
Hay españoles perplejos
y españoles alterados.
Derechosos preocupados
e izquierdosos abducidos,
suspicaces, confundidos
entre los encorbatados.

Y el Rey habla. El rey habló.
(El funámbulo y la cuerda).
Y en las gradas de la izquierda
hay quien aplaude y quien no.
Al fin, España logró
dejar de estar en funciones.
“¡Que vivan las coaliciones!”
“¡Abajo la coalición!”
“¿Qué pasó con el avión?”
“¿Shakira?” “¿Otra vez los drones?”

“¡Joder con el virus chino!”
“Y han matado a otra mujer”.
“¿Que Pablo aplaudió?” “¡Joder!”
“¡Y Rufián no estuvo fino!”
“¿Pillaron al asesino?”
“¡Qué miedo!” “¡Qué disparate!”
“¿Smith y armas de combate?”
Todos a la vez hablando.
Y a mí se me está amargando
el sabor del chocolate.

Apago el móvil. Suspiro.
Miro la luz sevillana.
El sol sigue en la ventana
(un sol gitano-guajiro).
Voy al espejo. Me miro.
Estoy muy mal afeitado.
“Feliz martes”. Y asustado
el espejo me responde:
“¿Feliz martes? ¿Cómo? ¿Dónde?
¡Bah! Ponte a escribir, pringado.

04 de febrero de 2020


De los numerosos lauros merecidos por Alexis Díaz-Pimienta (La Habana, 1966) en la variante de la décima escrita, el Premio Iberoamericano Cucalambé 2003, por Confesiones de una mano zurda, es solamente un botón de muestra. De ese libro hemos publicado, entre otros, los poemas Declaración pública, Mensaje urgente para mi hijo Axel, después de releer El Principito, Un pagaré para las azoteas y Cine perdido. También en nuestros archivos, pueden verse sus Décimas contra la guerra, sus estrofas improvisadas en el programa televisivo Con dos que se quieran y el encuentro de Alexis y Philip Pasmanick con el Grupo Ala Décima. Más recientemente su poema costumbrista Habana WiFi, de fino humor popular, y su texto Baracoa, mon amour, en solidaridad con el pueblo de esa ciudad oriental de Cuba, azotada por el huracán Matthew. Y en el 2018 y el 2019:


Una información más abarcadora de su quehacer puede encontrarse en el sitio web de Alexis Díaz-Pimienta, en su blog Cuarto de Mala Música y en el blog de su Proyecto Oralitura.