de La décima es un árbol
Recientemente celebró su cuarto aniversario la tertulia La décima es un árbol, fundada en septiembre del 2007 y dirigida desde entonces por Mariana Enriqueta Pérez Pérez, poetisa, investigadora, creadora del sitio web de ese espacio, miembro del Grupo Ala Décima y su representante en Villa Clara. Ella nos cuenta ahora sobre el encuentro de celebración.
SUCESOS DE LA TERTULIA
«LA DÉCIMA ES UN ÁRBOL»
Por Mariana Enriqueta Pérez Pérez
El trabajo previo a cualquier suceso cultural es arduo y estresante; los organizadores tenemos temor de que, en el momento señalado, algo salga mal. Cuántas veces se prepara esmeradamente una «actividad» —perdónese esta palabra con tanto desgaste lingüístico— y el público no aparece porque hay dos o tres nubes en el cielo; o, ya en medio de ella, que está desarrollándose bien, a alguien de los alrededores se le ocurre prender un altavoz con «El guararey de Pastora».
En los días que antecedieron al IV Aniversario de «La décima es un árbol» sentía que a mi cuerpo lo mordían virus extraterrestres, o que una banda de diablos estaba moliéndolo a palos. Sufría una crisis de pánico. Luego, a medida que se acercaba más el 16 de septiembre y la celebración se perfilaba mejor, fui recuperándome psicológicamente. Ese día, entre las tres y las cuatro, tuve que enfrentarme a las periodistas: Alicia Elizundia con su grabadora, para la radio, e Hilda Cárdenas con la cámara de televisión. Por fin, las 4:00 de la tarde. Desaparecieron los temores, a pesar de que la cámara seguía enfocándome con su ojo de Polifemo. Pero me concentré en la tertulia y todo comenzó a deslizarse por la canal, sin obstáculos.
José Manuel Silverio y el Dúo Camacho dieron el primer saludo, con música de «La Guantanamera» e improvisaciones alusivas a la celebración. Después, el de la anfitriona, y la presentación de los invitados, entre los que se hallaba el Director Provincial de Cultura, Serguei Pérez Pérez.
Como la décima cubana ha reflejado todos los acontecimientos históricos, desde que se «aplatanó» hasta hoy, no podíamos pasar por alto la jornada por la liberación de los Cinco Héroes. Y con décimas, en estilos diferentes, hicimos nuestro llamado: Paulina Álvarez presentó un tapiz en el que bordó su estrofa por ellos; yo leí mi «Lamentación del prisionero».
Cada año, en la tertulia de septiembre, celebramos el cumpleaños de Leoncio Yanes (Camajuaní, 12-09-1908 – Santa Clara, 07-04-1987); esta vez se presentaron dos variantes que resaltan en su creación: la décima campesina, criollista, y la décima humorística. De la primera, leí «Invitación guajira», y de la segunda, «Décimas en erre».
José M. Silverio y Eduardo Cruz improvisaron y, seguidamente, se entregó un diploma al primero, como gratitud del museo y de la tertulia por mantenerse en esta desde su fundación, así como por su reciente cumpleaños (30 de agosto).
Era natural que, al conmemorase un aniversario más, hubiera un fugaz recorrido por los resultados de este espacio cultural, así que los presenté apoyándome en el texto de «Tertulia La décima es un árbol: algunas ideas y un poco de historia».
No podían faltar las secciones habituales. En la presentación del Catálogo rimado Nº 47 leyeron todos los autores incluidos: Caridad González Sánchez, Eloísa Font Ortega, Gladys Betancourt Herrera, Rogelio A. Rosales Antúnez y Mariana Enriqueta Pérez Pérez. El museólogo Jesús Llorens León quiso, por tratarse ya del IV aniversario, presentar como «La Pieza del mes» al inmueble que ocupa el Museo de Artes Decorativas, con su historia y leyendas.
La premiación de las décimas del año en el Catálogo rimado —cuya selección estuvo a cargo de los poetas Liany Vento y Sergio García Zamora— se dejó intencionadamente para los finales. Luego de que Sergio expresara unas palabras acerca de la importancia del Catálogo y la calidad de su contenido, Liany leyó la relación de décimas seleccionadas para el Suplemento anual. Por último, los premios: mención para «Redivivas» (Catálogo Nº 44), de Olimpia Pombal; premio de repentismo: «Las tazas de porcelana» (Nº 41), de José Manuel Silverio; tercer lugar: «Un brindis en dorado» (Nº 41), de Víctor Castillo Lara; segundo lugar: «Tapetes» (Nº 45), de Caridad González; primer lugar: «Andar La Habana en dos tiempos (y una litografía)» (Nº 38), de Mariana Pérez, con lo cual el jurado me dio la sorpresa, ya que ellos trabajaron en absoluta reserva, como debe ser.
Con tonadas en las voces de Silverio y Eduardo finalizó la tertulia. Después nos fuimos al patio para el brindis, acompañado por la guitarra y la voz de Obdulia León Beleño, recientemente incorporada al grupo.
Por esta vez los miedos estuvieron totalmente injustificados: las nubes nos dieron el premio de su paciencia, la sala se llenó, y «Pastorita» no anduvo con su «guararey» por los alrededores. Esperemos que el año que viene, en el V Aniversario, la fiesta sea mejor.
En Santa Clara, 20 de septiembre de 2011
ANEXO
DÉCIMAS EN ERRE
Por Leoncio Yanes
Curro Ferro arregla el carro
y Gamarro hierra al burro,
y arrastra su carro el curro
con el burro de Gamarro.
Pero el carro es un cacharro,
es chatarra más que hierro,
al burro le corre el perro,
corre el burro, corre y corre
y en el cerro de la Torre
se rompió el carro de Ferro.
Fara Reguera Ferrara
marcó un rosado jarrón
y Ramón Riera Rondón
rogó que se lo prestara.
Risueña y resuelta Fara
recomendó que tuviera
gran reparo, pero Riera
en ruda labor rural,
rompió regando el rosal,
el jarrón de la Reguera.
Rey Madarro Mazamorra
ronco, roñoso y cerrero,
fue a la sierra de Marrero
y se robó una cotorra.
Marrero no se amodorra,
riñe, se enroña, se emperra,
rompe ríspida la guerra
–que claro y rápido narro—
porque le robó Madarro
la cotorra de [la] sierra.
Rosa Porra Romanguero
rasga la rota guitarra,
regalo de Roiz Sagarra,
retozón y parrandero.
Pero el remendón Romero
de la Gándara Comorra,
con rara sonrisa zorra,
pidió a Rosa la guitarra
y se rompió en una farra
la guitarra de la Porra.
Tomado de: 1de3-¿Sabías...? Boletín electrónico gratuito de periodicidad indeterminada Dependiente de 1de3.com en http://www.1de3.com La lengua española bajo una óptica diferente: orígenes, curiosidades, humor y ludolingüística. © Toni de Haro. Barcelona 2001-2009. Año VI. Edición n.º 178. 1 de noviembre de 2009.
LAMENTACIÓN DEL PRISIONERO
I eu morrendo
nesta longa noite
de pedra.
Celso Emilio Ferreiro
En pacto con la piedra y el oscuro
pendiente que se cuelga de la nada,
escalo mis paredes. La estocada
del hombre se me incrusta junto al muro.
¿Cómo calmar mi pálpito inseguro
si la muerte con fango me salpica?
A estas horas, la noche multiplica
su insolencia en la piedra, y es la nube
lo que frota mis ojos cuando sube
nocturna por el hierro que suplica.
Tosca pared silencia el espejismo
y mi noche en harapos se revuelve
como un río, me lastra, no me absuelve,
me deja en sobresalto y paroxismo.
El tablado transpira el egoísmo
y la fiebre silencia la angostura;
los martillos golpean sombra impura,
los puñales no cortan el lamento…
Es el final. Se apaga el firmamento
y los muros fustigan mi cordura.
Nota: Premiado como «El poema del mes» (abril), de la librería La Piedra Lunar, propiedad de Lorenzo Lunar Cardedo, en Santa Clara. Publicado en FaceBook (página de Lorenzo Lunar) y en la revista digital mexicana Aeda en julio 2011.
DÉCIMAS PREMIADAS
MENCIÓN:
«Redivivas» (Catálogo Nº 44),
de Olimpia Pombal
Hay quietud en el salón,
hiere el sol los ventanales
y un sabor a vino y sales
envuelve la habitación.
Súbito, tiembla un gorrión
y salta sobre la mesa;
ha visto posible presa
vestida de lasitud,
que repta con lentitud
sobre la piel de una fresa.
Y se lanza. ¡Qué insensato!
Quiere al insecto atrapar
y las fresas saborear,
pero en su loco arrebato
no intuye que es un ingrato
espejismo, y que los dos
solamente van en pos
de la ilusión que un pincel
plasmó en un cuadro, y su piel
se tensa en un triste adiós.
¡Ah, pintor, que así le das
vida a lo inerte… y aún más!
PREMIO DE REPENTISMO:
«Las tazas de porcelana» (Nº 41),
de José M. Silverio
Las tazas de porcelana
como tesoro de Augarten
un café de oro reparten
para una boca lejana.
Qué olor de recuerdo emana
de Austria en ellas, quién diría
que pese a la lejanía
de sus míticos colores
están los emperadores
sonriendo todavía.
TERCER LUGAR:
«Un brindis en dorado» (Nº 41),
de Víctor Castillo Lara
Austria, país de leyendas
donde fulgor es lo bello;
la majestad, un destello
con sus pompas en ofrendas.
Austria de ardientes contiendas:
la energía por decoro,
y lo genial, un tesoro
de arquitectura en las casas,
mezclados para sus tazas
la porcelana y el oro.
Strauss, y en la tarde buena
—en el brindis con un té—
de comienzos pediré
un vals, «Los bosques de Viena»,
y luego mi copa llena
hasta su borde con vino;
pero ese color tan fino
me da la visión secreta
de cuando María Antonieta
pactaba con su destino.
SEGUNDO LUGAR:
«Tapetes» (Nº 45),
de Caridad González
Tapetes que acaso fueron
para adornar una mesa
un piano o alguna ilesa
comadrita. ¿Quiénes vieron
las novias que los cubrieron
de aromas y fantasía?
Hay una noche sombría
destejiendo su candor
y hay un tibio surtidor
callando su algarabía.
Hay una mujer que hila
y deshila todo un sueño,
y hay un perfume halagüeño
desbordado. Se perfila
el tapete en la pupila
de la muchacha que llora
y teje y teje y le implora
al viento que se la lleve,
y hay un paisaje con nieve
y una lágrima en la aurora.
PRIMER LUGAR:
«Andar La Habana en dos
tiempos (y una litografía)»
Quien pinta hierro y camino
sobre un paisaje, confía
y obra, con litografía,
lo que deshará el destino.
Por esta calle, imagino
un surco y un labrador
en otra Habana —¿peor?—,
ya muchedumbre, desdén.
(Pienso en los campos y el tren
porque me colma el vapor).
Andar La Habana —se entiende
el reto— mi adolorida
pierna, de siglos curtida,
frente al «Príncipe». Yo, duende,
por esta Avenida «Allende»
sufro el sol.
Miedo al bohío
segó con piedra el masío
de los campos.
El «Paseo
de Tacón» ya no paseo:
me arrastro por el vacío.
Pupila triste. La holgura
del color en perspectiva
se funde tras una ojiva
y desemboca en locura.
Me dieron paz:
la figura
de un viajero, la fontana,
mirar la quinta lejana…
¿Y hoy?
El tránsito me ofende,
me destroza.
¿Quién entiende
a estas calles de La Habana?
SOBRE LA AUTORA:
Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Álbum nocturno y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: POLIZÓN EN LA ALJABA DE EROS, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. LAS ALBAS RUMOROSAS, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. LA DÉCIMA CUBANA DURANTE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA: LOS POETAS DE LA GUERRA, interesante aporte sobre ese período. LA DÉCIMA ESCRITA EN VILLA CLARA, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia.
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