Prólogo a La noche es ella
El breve decimario inspirado en la poesía de Ada
Elba Pérez fue presentado en la IX
Bienal Identidad, en una reedición preparada por la
autora de este prólogo en formato de minilibro, dentro de cajitas de fósforos y
con bella cubierta de Juan Antonio Cecilia Pérez. La noche es ella fue escrito en el 2001 como homenaje a Ada
en el aniversario 40 de su nacimiento y
presentado en Jarahueca
durante la Bienal del
mencionado año.
PARA UN INTENTO DE PRESENTACIÓN
Por Olga
Lidia Pérez,
fundadora de las Bienales Identidad
y miembro del Grupo Ala Décima
fundadora de las Bienales Identidad
y miembro del Grupo Ala Décima
Todo y la noche
lo coloreó Ada Elba con su
huella
Pedro Péglez
Los poetas poseen el extraño don, la singular capacidad de traspasar
las fronteras del tiempo o trasponer esas barreras absurdas que la vida y sus
imponderables van emplazando en los caminos terrenales que debemos transitar, y
por esa especial sensibilidad suelen con frecuencia violar las leyes de la
materia. Este cuaderno, “La noche es ella”, es sin duda alguna, un singular
violador.
Cuando “un aletazo brutal del destino”, al decir de Teresita
Fernández, nos privó de Ada Elba Pérez, del permanente surtidor de su poesía
-la vital y la literaria- en julio de 1992, su obra artística y creadora recién
comenzaba a consolidarse, a crecer. Quizás por eso, entre quienes la conocieron
y entre quienes tardíamente llegaron a su obra quedó grabada la interrogante
sobre cuánto más pudo haber creado y aportado en la literatura y en la música,
inseparables en ella, en el arte. Sin embargo, sus fundamentos artísticos y
humanos, éticos y estéticos, esos que afloran serena o poderosamente en sus
versos, tenían ya vigorosas y profundas raíces.
Para Ada “la poesía es el cañón
de la ternura” y el poema, “el modo
de entrar por otras puertas al ser humano, o al menos tocar en ellas”. Y
así brotaba su poesía, conmovedora, intensa, reflejo de su fuerza interior, de
sus “deslumbramientos”, capaz de
trascender y quedar, de estremecer y sembrar.
Péglez llegó hasta Ada, por esos inexplicables vericuetos del azar,
tras la celebración de la I Bienal IDENTIDAD que
como homenaje a esta poetisa, compositora, pintora y ceramista, reunió en la
espirituana Jarahueca, su pueblo natal, un destacado grupo de amigos e
intelectuales en 1997. Y se produjo la alquimia: Péglez fue penetrando en el
mundo de Ada, con toda naturalidad y hondura, hasta establecer la amistad que
siempre debió existir, la comunicación profunda y sincera que un sino
ineludible creyó haber tronchado. Y están aquí entonces, estos nueve poemas en
décimas donde su autor, apropiado ya del mundo de Ada, de muchos de sus códigos
y modos, los retoma y nos los muestra en su decir certero, en su indiscutible
estilo peglezniano de expresión poética, como una voz única, y nos hace
partícipes de la confesión, del dolor o el desgarramiento por esa absurda
ausencia, como también de la certeza de saberla aleteando en nuestro credo.
“La noche es ella”, este excelente conjunto de décimas, es, nadie lo
dude, un hermoso homenaje a Ada y a su poesía, constancia de la perennidad de
su voz y alcance, pero también, -como ya dije-, es un singular violador de las
leyes de la materia, porque los dos -el autor y su motivación- son poetas de
esencia, de esos que “transgreden, desnudan”:
Ada, que con sus versos permanece tras más de veinte años de ‘¿no estar?’, y
Péglez, que desde nuestro hoy le tiende su mano y su poesía a esta muchacha que ahora vuela, para reafirmarnos que ella es la noche que canta, y nosotros, sus deudores. ¡Vaya fuerza
la de ambos!
Olga Lidia Pérez
18 de septiembre de 2013
18 de septiembre de 2013
INFORMACIONES ANTERIORES
DE ESTA EDICIÓN DE LA CITA:
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CON ADA,
SU OBRA Y LAS BIENALES IDENTIDAD:
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—Ada,
una poetisa que retorna
—Para acercar(se) a Ada Elba —Ada tú, mariposa —Jarahueca, alegre Fuenteovejuna
—Ada canta y lee por sus 50
—Cuando el viajero recibe un beso de Jarahueca
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—Ada canta y lee por sus 50
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