En el XVI Encuentro Ala Décima
Pronunciadas por el poeta Pedro
Péglez González, presidente del Grupo
Ala Décima, en el XVI
Encuentro Nacional Ala Décima, en la peña semanal que sirve de sede a
la agrupación. Biblioteca
Tina Modotti, en Alamar,
municipio de La Habana
del Este, lunes 8 de febrero del 2016. Fotos: Jesús
Arencibia.
Bienvenidos todos a este XVI
Encuentro Nacional Ala Décima, con el cual celebramos el aniversario 16 de
nuestro Grupo,
saludamos la 25
Feria Internacional del Libro de La Habana y recordamos al fallecido
hermano poeta Juan
Manuel Herrera en el aniversario 60 de su natalicio.
Gracias a todos por
acompañarnos, máxime cuando para muchos llegar hasta aquí ha entrañado
dificultades considerables de transportación y alojamiento que han debido
resolver por sus propios medios.
Gracias a las instituciones
presentes que nos respaldan: el Centro
Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, del cual ha
venido una representación con su director, el poeta Luis Paz
Esquivel (Papillo), y su relacionista pública, Consuelo Sotelo; el
periódico Trabajadores, cuyo director Alberto
Núñez Betancourt nos ha traído entusiastamente una comitiva
numerosa, que incluye a los corresponsales de ese órgano de prensa en las
distintas provincias; el periódico Juventud
Rebelde, cuya fraternal embajada encabeza Sara Cotarelo, jefa de atención a
lectores, y el muy cercano joven poeta Jesús
Arencibia; a la Dirección Municipal de Cultura; al colectivo de
trabajadores de esta biblioteca y a su directora fundadora, la imprescindible
Dineya Vázquez, que nos ha acompañado en estos 22 años de peña y 16 del Grupo
Ala Décima.
Sentados, de
izquierda a derecha, Miguel
Mariano Piñero, presidente del Grupo
de Escritores Rurales; Luis Paz Esquivel
(Papillo), director del Centro
Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado; y Alberto
Núñez Betancourt, diputado a la Asamblea Nacional y director del periódico Trabajadores. Al fondo, Dineya
Vázquez, directora de la Biblioteca
Tina Modotti.
Agradecemos a los
colaboradores de la Peña y el Grupo que nos acompañan, en especial familiares
de creadores desaparecidos físicamente cuyos nombres prestigian galardones de
nuestro concurso: Wilfredo
Sánchez, presente aquí en su viuda, Zoraida, y Yazmina
Calcines, presente aquí en su hermana Yamilet y su hija Carla.
Gracias a los artistas de la
plástica que nos respaldan en esta edición, entre ellos, Kamyl
Bullaudy, Erik Varela y Luis Castillo, así como a los de la música,
en particular el dúo de Pável
Poveda y Tamara Castillo, que dieron inicio al encuentro.
Y ya hacia lo interno del
movimiento decimístico, agradecemos con un fuerte abrazo a los miembros del Grupo
Ala Décima que han podido llegar, entre ellos el dúo
Ad líbitum, integrado por los fundadores María
de las Nieves Morales, Premio Iberoamericano Cucalambé 2002
entre otros muchos lauros, y Leonel
Pérez Pérez, trovador y también reconocido escritor, así como a los
dos presidentes de agrupaciones que han traído su respaldo y el de sus
colectividades: Merari
Mangly, presidenta del Grupo
Toda luz y toda mía y Premio
Ala Décima 2015, y Miguel
Mariano Piñero, presidente del Grupo
de Escritores Rurales, Premio
Ala Décima 2013 y Premio
Iberoamericano Cucalambé 2014.
Reciban, en los nombres
mencionados, nuestro abrazo también los que no hayamos referido puntualmente,
ya que la relación completa de todos con quienes tenemos deudas de cariño, es
prácticamente imposible expresarla en su totalidad.
De las agrupaciones queremos
hablar, más que de la nuestra. Hay una ponencia reciente, que no es dable por
supuesto leer aquí por su extensión, que refiere cómo la decena de agrupaciones
actuando ahora mismo en la vida literaria de la décima escrita del país, se
destacan por su actividad sistemática, su vocación de inclusividad, su
singularidad, su vocación de servicio comunitario y su fraternal articulación
de trabajo entre ellas mismas y con las instituciones del sistema de Cultura
que posee el país en cada territorio.
Ala
Décima es también deudor fraterno y
servidor fiel de ese movimiento de agrupaciones decimísticas, cuyo inicio en
febrero de 1993 con la fundación del Grupo
Espinel-Cucalambé en Puerto Padre por Renael
González Batista, ha alcanzado ya una madurez que ha permitido, por
solo citar tres ejemplos: Por una parte, la gira literaria efectuada en
diciembre que enlazó al X
Encuentro Décima al filo en Guáimaro, el V
Encuentro de Escritores Rurales en la apartada localidad de San José, municipio
tunero de Colombia, y la celebración de los 22
años de la Casa Iberoamericana de la Décima en la ciudad de Las
Tunas; por otra parte, que la tertulia La
décima es un árbol, de referencia para los decimistas en Santa
Clara, haya alcanzado sus cien encuentros; y por otra, el V Festival Toda luz y
toda mía, previsto para junio próximo en Sancti Spíritus, cuyos preparativos ya
están en marcha.
En la mencionada gira de
diciembre, en los finales de su agenda, sesionó el jurado
del XVI
concurso nacional Ala Décima, cuyos resultados se conocerán hoy. Un jurado
integrado por miembros de la filial
tunera de Ala Décima, a la que perteneció Juan
Manuel Herrera. Un jurado presidido por Miguel
Mariano Piñero e integrado por dos poetas que se hallaban
convalecientes de considerables afectaciones de salud, no obstante lo cual
insistieron en realizar esa encomienda literaria: Samuel Perdomo y Yuslenis
Molina. A ellos, un abrazo especialmente agradecido.
Sirvan pues estas palabras,
además de expresar nuestras deudas de gratitud, para hacer patente que cuanto
hayamos hecho es solo un ápice de un sistema y un movimiento, de fraternales
vocaciones y evocaciones alrededor de la poesía en estrofas de diez versos, al
decir del Profesor Virgilio
López Lemus, más que componente de nuestra identidad, expresión ella
misma de la cristalización de nuestra identidad. Dicho con versos de Mirta Aguirre:
“porque ella nació primero / y nuestro pueblo después”.
Muchas gracias.