Con Bertha María Gómez
Nos
reporta la poetisa e investigadora Mariana
Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La
décima es un árbol y
representante
del Grupo Ala Décima en la provincia de Villa Clara
La poetisa Bertha
María Gómez, presidenta de la Filial
de Ala Décima en San Miguel del Padrón, aprovechó la invitación de La
décima es un árbol para entregar a Mariana
Pérez su primer
premio en la más reciente edición del concurso nacional de glosas Jesús Orta
Ruiz, Indio Naborí, que convoca cada año la referida Filial. Fotos enviadas por Mariana.
LA VOCACIÓN DEL
PÉTALO
Pido prestada una imagen a Pedro Péglez González, conocido poeta y líder
del Grupo Nacional Ala Décima, para encabezar la presentación de mi invitada,
que ha venido desde la Filial del grupo en San Miguel del Padrón. Bertha María
Gómez Sedano, como hija de ese municipio habanero, es heredera por excelencia
de Jesús Orta Ruiz “El Indio Naborí”, quien —nacido ahí— formó parte de una
generación que colocó a la décima cubana en su más alto nivel.
A Bertha María la he encontrado en diversos lugares, entre ellos el evento
Décima al Filo de Guáimaro, donde ella “sustituyó” a un músico de la Banda
Municipal y “tocó” los platillos en el desfile. Por eso, este encuentro no será
protocolar, sino amigable.
Bertha me hizo llegar varias décimas, y Péglez mandó el libro Quebraduras, de esta autora, que obtuvo Primera
Mención en el concurso La Enorme Hoguera 2003. Precisamente, en un breve
prólogo a ese libro, escribió el mencionado poeta: “En Quebraduras, Bertha María Gómez Sedano, con oficio poético airoso
por igual en estructuras abiertas y cerradas, nos deja, en la memoria de la
herida, la vocación del pétalo que la restaña. A pesar —avisa— de que la lluvia
empañe el horizonte: queda un rayo de luz en el sendero”.
No debo ser demasiado explícita acerca de la poesía de esta invitada,
porque en su lectura va a darnos todas las claves, pero sí hay que decir algo
de su vida para comenzar a conocerla:
Nació en La Habana el 16 de octubre de 1954. Licenciada en Derecho.
Profesora e investigadora. Trabajó varios años como Profesora Instructora de Literatura en la Casa de Cultura Olga
Alonso González, así como de Profesora de Literatura General, Comunicación
Pedagógica y Comunicación Profesional en la Sede de la Universidad Pedagógica Enrique
José Varona en el municipio San Miguel del Padrón, en el cual también se desempeñó
como Profesora de Literatura Cubana y Literatura Latinoamericana en la Sede de
la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de la Habana, y como
Coordinadora de la carrera de Estudios Socioculturales. Actualmente es la
Coordinadora de la filial del Grupo de poetas Ala Décima en el ya mencionado
municipio y conduce desde hace doce años la Peña Jesús Orta Ruiz. Ha realizado
más de diez investigaciones, tanto de carácter pedagógico como literario.
Merecedora, entre otros, de los reconocimientos siguientes: Primer Premio en
poesía del Concurso 6 de Junio, 1978; Premio en décima escrita del Concurso
Angelito Valiente 2002; Mención Especial del Concurso Internacional NOSSIDE
CARIBE 2003; Primera Mención del Concurso La Enorme Hoguera 2003.Tiene
publicado el poemario Quebraduras
(2009) y ha sido incluida en diversas antologías dentro y fuera de Cuba.
En las décimas de la muestra revisada se aprecia, en primer lugar, el
interés por la glosa y la intertextualidad, que la acercan a la poesía española
—desde la más antigua: Ven muerte tan
escondida / que no te sienta conmigo (Comendador Escrivá) hasta el siglo xx
(Antonio Machado, Miguel Hernández)—, y también a la cubana (María de las
Nieves Morales, Marilyn Bobes); asimismo están presentes el homenaje a Naborí y
otras elegías por el fallecimiento de amigos. En sus textos hay sencillez, pero
nunca un lenguaje plano, desnudo de tropos. Sus décimas tienen sonoridad e
imágenes, que no por tradicionales, son menos hermosas; basta como ejemplo: Cinco
minutos de octubre y los versos Octubre
es un caminante / que va robando mis flores, o, pero octubre es un panal / donde se rompe mi inercia.
Del libro Quebraduras solo me
referiré a las tres décimas que contiene, aunque los poemas en verso libre, que
son la mayoría, soneto y prosa poética, también merecerían atención. La primera
sección, de poesía amatoria, se nombra “Tu mujer”, y se introduce con
“Nacimiento”, espinela que inicia y termina —respectivamente— con los versos de
Acacia Uceta: He nacido al amor como se
nace / al alba tras la noche cada día; el resto de los poemas son en verso
libre. La siguiente sección es “Quebraduras” y sus décimas son: “Muerte”, cuyos
últimos cuatro versos tienen rima cruzada, dos de los cuales son los ya citados
del Comendador Escrivá; la otra es “Viernes santo”, con exergo de Miguel
Hernández (Y siento más tu muerte que mi
vida) y dedicado a “Ernest Soca por la muerte de Ernestico”. La siguiente
sección, “Sombras eluctables”, no contiene décimas, y tampoco la última, “El
tiempo”. De este modo, los seguidores de la estrofa de diez versos nos quedamos
con deseos de leer décimas, no obstante la existencia de un elegante y limpio
desempeño en las otras modalidades poéticas, hecho que reconoce Roberto Manzano
cuando expresa (en la nota de contracubierta): “Las estructuras son meros
soportes, sin protagonismo formal: son los vehículos para las emociones, ya
convertidas en nervios vivos del recuerdo. Sin rebuscamientos ni alardes
entonacionales, su verso fluye hacia la naturalidad del misterio”.
Disfrutemos entonces del verso y la palabra de Bertha María Gómez Sedano
con la vocación del pétalo y un rayo de luz en el sendero para entrar
sin temor a su misterio.
Santa Clara, 13 de noviembre de 2018
EN NUESTROS ARCHIVOS:
Entre los numerosos lauros alcanzados por Mariana
Pérez Pérez están el Gran
Premio en el VIII concurso Décima al filo 2015 y el Premio
del X concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, 2018.
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