Desde
Santa Clara
Cinco gajos
tiene
el árbol de Mariana
Varios de los
creadores que participaron en la cita de cumpleaños. De izquierda a derecha los
repentistas Héctor Peláez y José Manuel Silverio, la investigadora Amor
Benítez, el improvisador Nelson Lima, el poeta Isbel Díaz, autor de este
trabajo, y Mariana Pérez.
Con la
amenaza constante de la lluvia, que por esos días bañaba la entrañable ciudad
de Santa Clara, un grupo de amantes de la poesía llegamos la tertulia La
décima es un árbol para celebrar su
quinto aniversario. En la ocasión, su sede habitual, el Museo de Artes
Decorativas de esta ciudad, abrió sus puertas a un nutrido grupo de invitados y
artistas, que acudieron al llamado de la poetisa, investigadora y promotora
cultural Mariana
Pérez Pérez.
Mariana
fundó este espacio el 21 de septiembre de 2007. De entonces acá ha celebrado
unos sesenta encuentros, y ha tenido como invitados a más de 50 personalidades,
entre artistas e investigadores. Pero quizás su mayor logro ha sido conformar
un grupo fiel de amantes de la décima en el corazón de la capital villaclareña.
Eso pude corroborarlo al ver la sala abarrotada de personas esa tarde, y otras
tantas asomadas por las ventanas abiertas.
Un
ambiente de confraternidad y mutua admiración se respira siempre en los
ambientes “decimísticos”, y esta vez no fue la excepción. Tuve el alto
privilegio de conocer y compartir con dos excelentes poetas repentistas
camagüeyanos: Héctor Peláez y Nelson Lima, quienes unieron su verbo con otros
tres improvisadores de Santa Clara (José Manuel Silverio, Eduardo Cruz, y
Felipe Alberna), para homenajear a Mariana y su ya importante tertulia.
Como de
una fiesta se trataba, la anfitriona tuvo el buen tino de traer a escena un
exquisito conjunto de música tradicional. No uso el adjetivo “exquisito” de
modo festinado: los jóvenes de la Brigada José Martí que conforman el Grupo
Raíces dieron muestras de haber asimilado en profundidad el arte que ejecutan,
de dominar con rigor sus instrumentos, y de conocer verdaderamente la música de
que son herederos. No pude menos que admirarlos, sobre todo considerando que
siendo tan jóvenes, han puesto su talento a favor una de las aristas a veces
menospreciada de nuestro arte popular más autóctono. Ellos mismos, por
supuesto, además de sus números (siempre con una interesantísimo trabajo en las
voces), acompañaron después a los repentistas, momento en que hicieron gala de
su virtuosismo, sobre todo en las intervenciones del laúd.
La
tertulia de Mariana, como ella mismo siempre deja claro, no privilegia ninguna
vertiente de la décima (oral o escrita). Incluso, pienso yo, logra por momentos
la fusión de ambas expresiones. Quizás ese sea el caso del “Catálogo rimado”
presentado la ocasión por el poeta y editor Edelmis
Anoceto, también colaborador de la tertulia.
«El
catálogo rimado constituye un producto de creación colectiva (poesía
ecfrástica) en torno a las piezas del Museo. No conocemos de otras acciones
similares, por lo que consideramos este constituye una experiencia novedosa e
interesante, en la cual se combinan las artes visuales y la poesía. El proyecto
contribuye a la difusión de la décima, tanto oral como escrita, creada no solo
por escritores y repentistas reconocidos, sino también por talleristas
aficionados que, en contacto con aquellos, van ascendiendo peldaños en el
manejo de la rima y la métrica.»
Esas
son parte de las palabras que introdujeron la mínima selección (2007-2012) que
conformó el Catálogo Rimado. Por supuesto, también se presentó, como es
habitual, una obra de arte a la que los poetas presentes cantaron.
La
promotora e investigadora Amor Benítez, del Centro
Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, acudió a la celebración del
aniversario de “La décima es un árbol”, para brindar el apoyo de su institución
a la iniciativa del centro de la isla. De igual modo, el Grupo
Ala Décima (del
cual Mariana
Pérez es activa
integrante) estuvo presente para felicitar el espacio y hablar de la labor que
realiza a favor del desarrollo de la estrofa de diez versos.
Los
contertulios de Mariana pudieron adquirir, además, el último número de la
revista Signos, fundada por Samuel Feijóo en 1969, y que actualmente es
dirigida por Manuel Martínez Casanova y editada por el ya mencionado Edelmis
Anoceto. Las palabras “subiditas de tono” del presentador, el escritor
Otilio Carvajal, introdujeron esta última edición de la antológica revista,
dedicada esta ocasión al humor y al sexo en la cultura popular cubana.
Tarde
agradable y feliz, salpicada por la lluvia y los octosílabos cadenciosos de
nuestra décima, sirvió para agradecer este empeño. Cada vez los defensores de
la cultura cubana nos articulamos más, crecemos en red de solidaridad, nos
influimos mutuamente. Es estimulante pensarnos como árboles que medran año por
año, echando gajos de arte y amistad. El de Mariana ha aportado cinco gajos a
este bosque. ¡Enhorabuena!
Palabras
introductorias del encuentro
«…a partir de
hoy, rendiremos homenaje a Leoncio Yanes, a Naborí, Ramón Roa, Chanito
Isidrón... y a tantos otros defensores de la cubanía a través de “la estrofa
del pueblo cubano” —calificada así, según se dice, por el poeta del siglo XIX
José Fornaris—, así como a todos los que en nuestra lengua, y hasta en otras,
hacen de la décima un patrimonio poético humano, muy a pesar de sus
detractores, que siempre existen.» (21-9-2007)
La cita pertenece al texto con el cual dejamos inaugurada esta tertulia, hace
hoy cinco años exactamente. Aquella tarde, de la cual no hay testimonio
fotográfico ni grabaciones, se reunió un pequeño grupo de amigos y familiares,
en el patio de este Museo de Artes Decorativas, con mucho entusiasmo y más
nervios, para iniciar un trayecto que ya está cumpliendo un lustro. Nadie pensó
entonces —creo—que este proyecto recorriera un camino tan largo; ahora miramos
hacia atrás como si estuviéramos tratando de recordar el sueño de la noche anterior
—tantas cosas han sucedido—, pero es una realidad vivida, sufrida y disfrutada;
por suerte, hemos tenido la previsión de guardar en un sitio web sus avatares,
porque el tiempo continúa pasando y la memoria resulta débil para almacenar
cada uno de los momentos de estos primeros sesenta encuentros.
No voy a detenerme en cifras, basta con decir que hemos contado con cerca de
cincuenta invitados: poetas escritores, poetas repentistas y críticos; nunca se
privilegia a unos en detrimento de otros, porque aquí cada quien ocupa un
puesto de honor. Tampoco han sido olvidados los que ya no están entre nosotros:
Leoncio Yanes, Samuel Feijóo, Emilio Ballagas, Joaquín Díaz-Marrero Torres,
René Batista Moreno, Chanito Isidrón, Evelio Ruano López, Estanislao “Cuco”
Menéndez y, por supuesto, nuestra patriota y benefactora de la ciudad Marta
Abreu de Estévez, han recibido el homenaje oportuno.
Cada mes ha
estado presente la historia de la décima y la mención de grandes personalidades
vinculadas, en mayor o menor grado, con ella: poetas españoles de los Siglos de
Oro (Vicente Espinel, Lope de Vega, Luis de Góngora, Miguel de Cervantes y la
mexicana Sor Juana Inés de la Cruz) o contemporáneos como Rafael Alberti. Por
supuesto que nunca faltaría José Martí. También nos hemos referido a Nicolás
Guillén, Fina García Marruz, y muchos otros cubanos, junto con poetas que mantienen
viva la estrofa en Chile, Panamá, Guatemala, El Salvador, México y Estados
Unidos de América.
Sin dudas, lo más difícil ha sido sostener la edición del Catálogo rimado que,
como siempre he dicho, no es un producto literario perfecto, sino un taller
para el desarrollo de quienes nos adentramos en los secretos de la décima. Mes
a mes, hemos corrido en busca de algún lugar donde nos hagan el favor de
imprimir unas pocas copias; y eso, después de llamar muchas veces a los autores
para corregir defectos, de pedir las imágenes y datos al Museo, de procesarlos
y conformar el catálogo; más tarde se prepara la versión para el sitio digital.
Ya vamos por 58 números (faltan los correspondientes a julio y agosto). Lo más
importante de la tertulia y del Catálogo rimado —a nuestro modo de ver— es que
contribuyen a mantener activa la mente y estimulan la creación en personas de
la tercera edad (la mayoría de los autores); ello, aunque algunos discrepen,
ayuda a su calidad de vida.
Quiero agradecer, primeramente, al Museo de Artes Decorativas por haberme dado
la oportunidad de crear este espacio que tantas satisfacciones nos produce
(aunque a veces haya provocado lágrimas, como el 28 de noviembre de 2009 con
las décimas de Yamil Díaz).También debo expresar mi agradecimiento a: Dirección
Provincial de Cultura (Nelys Valdés, Serguei Pérez Pérez, Mariví, Marvin,
Nidiolis y Eduardo); Centro Provincial del Libro y la Literatura (Fidel Tejeda
y todo su equipo de trabajo); Centro Provincial de la Música “Rafael Prats”;
Dirección Municipal de Cultura de Santa Clara; librerías “Pepe Medina” y “La
Piedra Lunar”, así como a todos aquellos que, a título personal, han cooperado
en algún momento con esta tertulia. Creo que ya se ha dicho la esencia, ahora,
que continúe esta gran fiesta de la décima.
Muchas gracias.
LOS PREMIOS FUERON:
MENCIÓN: "Tradición", de Pedro Luis González Domínguez (Catálogo Nº
52)
TRADICIÓN
Yo vi en una palangana
y en una jarra, señores,
detalles y pormenores
de la tradición cubana.
La mujer, en la mañana,
de su lecho al levantarse
empleaba para asearse
el agua que, previamente,
en tan bello recipiente
colocaba al levantarse.
En el cuarto pernoctaban
y si pudieran hablar
nos íbamos a enterar
cuántas veces las vaciaban.
Sus servicios reclamaban
mucho los recién casados;
y en estudios realizados
claramente se refleja
que en el cuarto de la vieja
apenas eran usados.
TERCER LUGAR: "Añoranzas con bibelots", Olimpia Pombal Duarte
(Catálogo Nº 48)
AÑORANZAS CON BIBELOTS
Bibelots de dulce aliento,
expresión de un genio artista
que en el crisol de una arista
fundió belleza y talento.
¿Quién no ha visto ese momento
de lúdrico paganismo
cuando un niño ve en sí mismo
el dedito que allí, justo,
lo espera con tanto gusto
y sin ningún aforismo?
Y aquí están: el del chupete
que nos mira socarrón,
el que aprieta el biberón
y el que usa como tete
su pie suave y regordete;
el que duerme bocabajo
y dormido, rubio y majo,
levanta las posaderas.
¡De qué diversas maneras
su candidez me distrajo!
Están también las gemelas
—desgreñadas y sonrientes—
como amorcillos lucientes
de los otros centinelas.
Yo, feliz cual castañuelas
regreso el tiempo y los veo
moverse, andar; su gorjeo
mueve saber la existencia
de una perenne inocencia
en la que confío y creo.
SEGUNDO LUGAR: "Leyendas del Museo", Caridad González Sánchez
(Catálogo Nº 49)
LEYENDAS DEL MUSEO
Ruido de menudos pasos
por la silenciosa casa.
¿Un suspiro la traspasa?
Suenan tres aldabonazos.
Clara ya no tiene abrazos
sólo es presencia intangible,
sólo es un sueño imposible
de encaje y tul carcomido.
Misterio. Clara se ha ido
para siempre. ¡No es posible
que se haya ido y no esté!
¿Y entonces, de quién los pasos?
Suenan tres aldabonazos
en la puerta. ¿Y el café
que aún humea? ¡Pero el té
ya servido! ¿Quién la espera?
¿Quién la llama desde afuera?
¿Y Clara? ¿Por qué está triste?
Clara no está. Ya no existe
en los cuartos primavera.
Suenan tres aldabonazos
y la ciudad se despierta.
hay tres toques a la puerta
y el ruido de algunos pasos.
Se han marchitado los lazos
de los tapetes. ¿Persiste
la neblina? ¿No existe
la magia que la acunara?
Es Clara, señor, es Clara.
Clara está triste, está triste.
Llueve. Hay luz en el pozo
y un aleteo que vive
bajo el gotear del aljibe
con un duelo quejumbroso.
Llueve. Hay luz en el pozo.
La puerta vuelve a gemir.
¿Quién se va sin nunca ir
y de noche se enmascara?
Es Clara, señor, es Clara,
y nadie le quiere abrir.
PRIMER LUGAR: "Madame de Pompadour en una silla de Versalles", Leonardo
Albeo Valdés Ferrer (Catálogo Nº 58)
MADAME DE POMPADOUR
EN UNA SILLA DE VERSALLES
Una maravilla. Pieza.
Un busto. Una cortesana.
El brillo, la porcelana
perpetúa la belleza
de la amante —no es princesa—
del Rey. Descubre el matiz
la carnada del desliz
amoroso. Su detalle
alza la voz de una calle
en la ciudad de París.
Carnal deseo. La Ley
fue vulnerada en secreto
por su hermosura. Irrespeto
de la Madame con el Rey.
A la sombra de la grey
se amaban. En una silla
de Versalles, ella brilla
con derechos toda plena
y a sus contrarios condena
a morir en la Bastilla.
El jurado fue integrado por Lorenzo Lunar Cardedo y Liany Vento García. Por
razones éticas yo no participé en la selección final, ni supe de los premios
hasta el momento de su anuncio por el jurado en la tertulia, aunque sí tengo
dos décimas finalistas para el Suplemento Anual.
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VILLA
CLARA