Dos años de guayabera.
Péglez, Premio Toda luz
En el cumpleaños de la
agrupación, se efectuó la premiación del II
concurso de décima Toda luz y toda mía. Nos reporta la poetisa, diseñadora
y editora Merari
Mangly Carrillo, presidenta del Grupo
Toda luz y toda mía y
representante del Grupo
Ala Décima en Sancti
Spíritus; escritora laureada con el Premio
Ala Décima en el V concurso Décima al filo 2012. Fotos: Carlos
Manuel A. Sierra (Serra).
El II aniversario de Toda
luz y toda mía fue pretexto para sumar a su celebración de cumpleaños
las premiaciones del II
concurso de décima homónimo. La
Casa
de la Guayabera, anfitriona espontánea y por más de una vez, permitió
reflejar en las vecinas aguas del Yayabo cada una de las ochenta sílabas
escuchadas en varias formas de expresión de la décima.
El conocido puente sobre el
río Yayabo parecía hacerle reverencia con su sombra en el agua a la Parranda Típica
Espirituana, quien volvió a vestirnos con sus tonadas en bloques para,
finalmente, regalarnos un estreno de su repertorio previo a la incorporación de
dos de sus integrantes al jurado del mencionado concurso que, esta vez, convocó
a niños con interpretación de tonadas. Guillermo González, el Rey de la Tonada
(su director) y Nicomedes García, Nico
(músico y vocalista), junto al poeta, investigador y profesor universitario Ramón
Díaz Medina, tuvieron a su cargo la difícil tarea de tomar decisiones para
otorgar los premios a los niños que cantaron la décima frente al público
matutino.
Al festejo fue incorporado
el doce cumpleaños de Síncopa Son,
talento artístico muy conocido dentro de Toda
luz… y que, además, nos acompañó de cortesía a manera de regalo mutuo
de cumpleaños. Parece ser que a estos músicos, como a muchos de nuestra
cofradía, les interesa también defender la cubanía sin tener en cuenta cuánto
pueda pesarles su bolsillo.
El esperado momento de
premiaciones prestigió a este agrupamiento espirituano con sus laureados. Desde
el centro de la isla se extendieron sus premios con latitudes al occidente y
oriente del país, y a la Argentina. Agradecidos por la participación de
cinco países en este certamen de décima escrita, para gozo nuestro, el máximo
galardón, el premio décima escrita Toda luz y toda mía 2013 (categoría adulto),
le fue otorgado a Pedro
Péglez, ese escritor súper promotor de la décima en Cuba, una personalidad
que siempre ha estado vinculada, de diversas maneras, a Sancti
Spíritus. Y no solo por su amistad
con Raúl
Ferrer y su incondicional coordinación como presidente de Ala
Décima en la Bienal
Identidad, homenaje a Ada
Elba Pérez; sino porque, entre otros motivos, estuvo acompañándonos desde
la constitución del hoy Grupo
Toda luz y toda mía espirituano en el año 2011 y, durante
estos dos años, cada mes, incluye reportajes completos del quehacer de Toda
luz… en el sitio Cuba Ala
Décima. Nos conoce muy bien. Péglez
(La Habana)
concursó bajo el seudónimo Peregrino y con la obra Los trabajos distantes, texto íntegro publicado en plaquet de
tirada reducida por cortesía de Ediciones
Luminaria, la casa editorial del territorio y que formó parte del premio
que recibió. Compartimos este conjunto:
LOS TRABAJOS DISTANTES
Así llegan los sueños,
como la lluvia.
como la lluvia.
Hugo Chávez Frías
En el sanatorio de Topes de
Collantes,
distante de mí y más cerca de Dios.
distante de mí y más cerca de Dios.
LLUEVE
Llueve en la montaña.
El perro se hace un ovillo
bajo el portal, junto al
brillo
de mi silencio. La entraña
de la lluvia me restaña
viejos surcos. Se abren
otros
que pasan por el nosotros
rumbo al fin. Y llueve.
Llueve
un agua absurda y aleve,
conjuro azul de los potros
de la memoria. Se estanca
un olvido en cada charco
bajo el portal. Traza un
arco
negrísimo el perro. Su anca
proyecta en mí un ala blanca
con un anillo amarillo.
Cae la lluvia sobre el
trillo
como túnica de hierro.
Yo me tiendo junto al perro
y también me hago un ovillo.
RUTINA CON NUBES
Para Mireya
Piñeiro
A Raúl
Collazo
Debajo de la ventana
pasan nubes. Pasan nubes
habitadas por querubes
que avecinan la mañana
con su niebla. La ventana:
azogue tras el dosel.
Mis dedos son un pincel
que sobre el cristal dibuja
un clavel y una burbuja.
Envío el clavel a Aysel,
sobrina nueva que nunca
he visto. (El clavel
desvisto
de distancia). Luego asisto
en su parto a la ubre trunca
de aire. Párvula espelunca
del ímpetu. Late el centro
y da a luz un desencuentro:
Yo pensaba hallar el hilo
—oh Ariadna— y me vuelvo al
filo
de la duda. (Nube adentro,
se conduelen del asceta
los ángeles). Di, buen conde
Saint Germain, dime por
dónde
se llega al rayo violeta.
Dime del cuarzo la veta
y la sal de la mañana.
O dime si soy la vana
pesquisa. (Lloran las nubes,
en tanto pasan querubes
más allá de la ventana).
LESA ECOLOGÍA
Lancé botellas al mar.
De la mañana a la noche.
Soy culpable de un derroche
de envases para el azar.
Gasté el aire de aspirar
en suspiros. Soy culpable
de opacar la brisa amable
con mi hálito. Con el humo
del tósigo que consumo
contra el viento. No me es
dable,
por tan poco, ser salvado,
verso, y por mí te condenan
al agua. Y contigo penan
mi sed, mi flor, mi candado
a cierto portón, a un dado
que se encamina al bazar.
Tú puedes, verso, escapar.
Sálvate tú, verso amigo.
Yo cumplo con mi castigo:
Lanzo botellas al mar.
LOS TRABAJOS DISTANTES
Voy lejos. Vengo de lejos.
La lejanía es mi altar.
Mi sacerdocio, el pesar
de estar cerca. Mis espejos
preñados van de vencejos
inhóspitos. Cierta argucia
navega en el agua lucia
de mis dedos: menester
de darla siempre a beber.
Pero el agua ya está sucia
de olvidos, Señor. Mi fe
ya indaga por qué en la alfombra
sólo comparte mi sombra
esta lumbre, este café
de mi petit déjeuner
sin un bonjour. Ah mis muertos.
Mis muertos siempre despiertos
me ven desde cada foto
el beso de nervio roto
que me sangran los abiertos
espejismos. Di, Señor,
si la luz que me acompaña
sabe acaso que me engaña
o si existo. Di la flor
de este ingrávido escozor
de Jeremías. Mi iglesia
ya excomulga como necia
esta mejilla, y no empolla
el huevo que con la olla
vendí por una anestesia
azul. Ya parto. Ya parto
a la cuesta y la araucaria
que elevan. Voy como un paria,
como debe ser. Ensarto
lunas a mi hato de esparto
por si allá vivo. Los viejos
árboles serán reflejos
para el derviche, tal debe
ser. Por si llueve. O no llueve:
Voy de lejos. Vendré lejos.
La lejanía es mi altar.
Mi sacerdocio, el pesar
de estar cerca. Mis espejos
preñados van de vencejos
inhóspitos. Cierta argucia
navega en el agua lucia
de mis dedos: menester
de darla siempre a beber.
Pero el agua ya está sucia
de olvidos, Señor. Mi fe
ya indaga por qué en la alfombra
sólo comparte mi sombra
esta lumbre, este café
de mi petit déjeuner
sin un bonjour. Ah mis muertos.
Mis muertos siempre despiertos
me ven desde cada foto
el beso de nervio roto
que me sangran los abiertos
espejismos. Di, Señor,
si la luz que me acompaña
sabe acaso que me engaña
o si existo. Di la flor
de este ingrávido escozor
de Jeremías. Mi iglesia
ya excomulga como necia
esta mejilla, y no empolla
el huevo que con la olla
vendí por una anestesia
azul. Ya parto. Ya parto
a la cuesta y la araucaria
que elevan. Voy como un paria,
como debe ser. Ensarto
lunas a mi hato de esparto
por si allá vivo. Los viejos
árboles serán reflejos
para el derviche, tal debe
ser. Por si llueve. O no llueve:
Voy de lejos. Vendré lejos.
(Un rumor de oros
añejos
se burla de mí al pasar;
de mí, que vengo de lejos
y la distancia es mi altar).
se burla de mí al pasar;
de mí, que vengo de lejos
y la distancia es mi altar).
El resto de premiados en
este II concurso de décima escrita Toda luz y toda mía 2013 fueron también por
decisión unánime del jurado, integrado por Antonio Rodríguez Salvador, Chichito (como presidente; poeta,
narrador, ensayista y crítico), Daniel Cruz Bermúdez (poeta, profesor
universitario, promotor cultural y vicepresidente de Toda
luz…) y Esbértido Rosendi Cancio (reconocido Poeta de la Ciudad, periodista y
promotor cultural):
Premio décima escrita, categoría
preuniversitario, al seudónimo El tunero, del autor Reinier Hernández
Escalona (Colombia, Las Tunas) y la obra
Alucinación.
Premio Uneac, al seudónimo
Caín, del autor Miguel
Mariano Piñero Martínez (Colombia, Las Tunas) y la obra Testimonio del otro Caín.
Premio
especial Sociedad Cultural José Martí, al seudónimo Godiva, de la autora Elizabeth
Reinosa Aliaga (Holguín) y la obra La
punta del iceberg.
Premio Casa de Cultura Osvaldo
Mursulí Recarey, al seudónimo Djanjo, del autor Rolando
Ávalos Díaz (Alamar, La
Habana) y la obra Voces
en off.
Premio especial Solidaridad,
otorgado por el ICAP a decimistas no residentes en Cuba, al seudónimo Lina Pol,
de la autora Margarita Dimartino de
Paoli (Mar del Plata, Argentina) y la obra El huérfano.
Y por parte de la décima
declamada, dentro del talento artístico que amenizó el espacio, la voz del niño
Yoanny (ya su nombre artístico a los siete años). Resulta el benjamín del
Taller de Repentismo Herminio Mirabal, del municipio Cabaiguán, a cargo del
poeta profesor Abel Amador, quien llegó hasta la Casa de
la Guayabera por sus propios medios con una representación de sus niños
tonadistas. Yoanny mostró otra forma de expresión de la décima al declamarlas
con el tono humorista y llegó a cautivar el aplauso del público al demostrar
su gracejo de decimista.
El resultado de la
deliberación del jurado del concurso de tonadas cantadas por niños llegó casi
al mediodía e hizo brotar emotivas lágrimas de la niña Primer Premio, al ver
cómo lo hacía su profesor Marcelo Lamas, del Taller Proyecto Lamas y sus
Raíces, del municipio Sancti Spíritus. Estas resultaron las niñas laureadas en
la modalidad de tonadas cantadas por niños:
Primer premio Toda luz y
toda mía tonadas, Lezzly Ruíz Méndez, la Chaparrita que canta (foto a la izquierda), del
taller Lamas y sus Raíces, del municipio Sancti Spíritus.
Segundo premio Toda luz y
toda mía tonadas, Leidys Hernández Romero, del Taller Herminio Mirabal,
municipio Cabaiguán.
Tercer premio Toda luz y
toda mía tonadas, María de la Caridad Fadraga
López, del Taller Lamas y sus Raíces, del municipio Sancti Spíritus.
Las niñas premiadas en la
modalidad de tonadas.
Merari presenta la plaquet
con el poemario de Péglez.
Contralectura: Péglez
declama sus versos y le responde Abel Amador con décimas improvisadas.
Como es habitual en nuestro
espacio mensual, cada mes se coloca la décima sobre el puente entre la cultura
y la historia, esta vez en el marco de la XXIV
Jornada de la Poesía en Sancti Spíritus, Toda
luz… le otorgó un reconocimiento por su trayectoria en defensa del
patrimonio cultural intangible a Juan
Eduardo Bernal Echemendía, Juanelo, escritor
y presidente de la
Sociedad Cultural José Martí en el territorio, a quien,
junto a Caridad
Atencio, estuvo dedicada esta edición de la conocida jornada.
Luego de agradecer al
colaborador Carlos Manuel A. Sierra, Serra,
(ilustrador y diseñador) la confección de los diplomas artísticos entregados a
estas niñas; a la Casa de
la Guayabera por ser incondicional con Toda
luz y toda mía, diferente cada vez y al sonidista Irenaldo, ya parte
nuestra; a Ediciones
Luminaria y al Centro Provincial del Libro y la Literatura (el cual
auspicia Toda
luz…); entre fotos y abrazos, cerramos este cumpleaños, felices de ser
y prestos a continuar al cuidado de la décima.
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