martes, 30 de septiembre de 2014

La décima es un árbol de septiembre


Séptimo aniversario
 


Nos reporta desde Santa Clara la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en su provincia



Remembranz@.son, para
una tertulia de siete años

Con mucho desenfado y cubanía digo: «La décima es un árbol» ya alcanzó «la edad de la peseta». Y así, desenfadado, cubano y alegre, transcurrió el tiempo en la tarde del 19 de septiembre de 2014, en esa tertulia que siempre muestra algo nuevo a su público. Me siento bien porque mis esfuerzos no han caído en terreno improductivo, este VII aniversario así lo demostró, varias generaciones se mezclaron para sentirse «en familia», como ha dicho uno de los asistentes.

A las 4:00 ya la salita del Museo estaba llena de personas,  pero el programa comenzó después porque la periodista Hilda Cárdenas Conyedo me «raptó» durante algunos minutos.

El invitado principal, Rogelio Rosales Antúnez, abrió el espacio interpretando sus décimas musicalizadas «El Profeta». Después, el saludo, las presentaciones y la lectura del mensaje enviado a la tertulia por Pedro Péglez, Presidente del Grupo Ala Décima, en nombre de todos los integrantes de dicha agrupación. En esta sección fue elegida la comisión de escrutinio, responsable de contar los votos y entregar los premios del concurso «Leoncio Yanes. Catálogo rimado: décimas del año»; dicha comisión estuvo presidida por Elba Yanes —hija de Leoncio—, a quien se unieron Raúl Zaballa (músico que ha trabajado en la tertulia en diferentes ocasiones) y Cecilia Rondón (Especialista del Museo de Artes Decorativas); como observadoras, Eloísa Font y Ludys Espinosa.

Para la presentación del Catálogo rimado Nº 83 (julio, 2014) invitamos al artesano artista Abdel Reinó Delgado, uno de los creadores de la exposición «Bolas de Ipanema», a cuyas piezas se dedicaron las décimas de ese número.

La sección «Recordando los orígenes» conmemoró los aniversarios de septiembre, así como el «Día de la décima Hispanoamericana» y los 92 años del nacimiento de Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí). Como el mejor homenaje es escuchar textos de propios poetas, se leyeron las décimas mambisas «Vida mía» de Ramón Roa Gari; a Chanito Isidrón le cantó su pequeño coterráneo Adriel Pérez Espinosa; de Leoncio Yanes leí «La décima campesina (Al Indio Naborí)» y, dedicadas a él, «Para no ser olvidado», del tallerista Luis Benítez Espinosa (En Brotes, Año 17, Nº 27, oct. – dic. 2012). Nuestro Vice-Presidente de Ala Décima, Modesto Caballero Ramos, fue recordado mediante una décima a Guatemala. También hicimos mención al aniversario  de Ada Elba Pérez y felicitamos (con atraso) a José Manuel Silverio, que cumplió años el 30 de agosto. Por último, escuchamos una grabación original de Jesús Orta Ruiz y Evelio Orta en la controversia «Las rubias y las trigueñas».

En cada cumpleaños de la tertulia, acostumbro a presentar un resumen de lo realizado durante el año que culmina, así que esta vez también lo hice, con el «Epítome de la Tertulia en su séptimo año» [ver].

«El poeta invitado», Rogelio Rosales Antúnez respondió nuestras preguntas acerca de su proyecto Guaratrova con Jocosón y Remembranza Punto Son, feliz idea donde se mezclan personajes reales, ficticios o fabulados, con sucesos, mitos, y otros elementos de la cancionística popular cubana, a manera de ajiaco musical, y todo ello a través de la décima. Se trata de un proyecto cultural integral y participativo, para la radio y espectáculos teatrales, en el cual están presentes diversos elementos de la más genuina cubanía y, como centro, la décima. A manera de ejemplo dijo varias de esas décimas e interpretó «Remembranzas», acompañándose con su guitarra trovadoresca.

A estas alturas de la tarde, ya la comisión de escrutinio había terminado su labor, por lo que llamamos a Elba Yanes para que diera los resultados y entregara los premios y menciones (libros, revistas, y otros). Hay que decir antes que por correo electrónico se recibieron siete votos de personas residentes en Pinar del Río, Las Tunas, España y de nuestra propia ciudad, además de los que fueron echados directamente al buzón (dato que todavía no poseo). Las décimas galardonadas con el voto de los lectores fueron:

Menciones: «Madrigal a la gitana» (CR-75), de Yudith Ruiz Angerí, y «Tallado por la locura» (CR-74) de Alejandro Montelongo García.

Tercer premio: «Cuentos de la madrugada: sobre Napoleón III y tres sillas restauradas», de Mérida Canto Alba.

Segundo premio: «Una gitanilla huye» (décima improvisada) (CR-75), por José Manuel Silverio León.

Primer premio: «Un cante de ida y vuelta (guajira)» (CR-75), de Mariana E. Pérez Pérez.

Resulta interesante destacar que la pieza de mayor impacto, entre los poetas y entre los lectores votantes, fue la del Catálogo rimado 75, se trata  del cuadro «Flamenca con pandereta», del pintor Manuel Ussel de Guimbarda y Maribrán, nacido en Cuba (Trinidad o La Habana) en 1833 y muerto en Cartagena, España, en 1907; este cuadro es la única pieza suya en Cuba y llevaba veintiseis años en el Museo, sin que pudiera ser identificada la firma Wssel, hasta que por fin pudo completarse la investigación.

Mientras Cecilia organizaba el brindis, el grupo se trasladó hacia la Sala Transitoria del Museo para escuchar la presentación de «La pieza del mes», que esta vez fue la gran exposición «Bazar de Antigüedades», del cual nos habló el Especialista Principal, MSc Jesús Llorens León. Por supuesto, Silverio improvisó, como ya se acostumbra.

El final fue de «descarga» con la intervención de José M. Silverio, el niño Adriel —que le dedicó décimas a Naborí— y Rogelio Rosales, mientras los demás disfrutaban el modesto brindis que logramos preparar con el aporte de varias personas.

Considero, para concluir, que esta celebración estuvo verdaderamente impregnada de un espiritu de remembranza, porque rindió tributo a destacados cultores de la décima, valoró lo que se hizo en todo el año, aunque siempre con la visión de que nuestra estrofa nacional tiene que subirse cada día en el podio más alto de la cubanidad, para ello «La décima es un árbol» ha plantado 84 semillas en siete surcos. Y es poco todavía.

Mariana Enriqueta Pérez Pérez
En Santa Clara, 20 de septiembre de 2014




«Epítome de la tertulia en su séptimo año»

Un novelista alemán, Jean Paul Richter (1763-1825) expresó: «El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados». Con motivo del séptimo cumpleaños de nuestra tertulia, me propongo una brevísima andanza por el recuerdo de lo que hemos hecho en este último año para que, cuando seamos «grandes», nadie pueda expulsarnos del paraíso donde estamos sembrando los árboles de la décima; y, por cierto, ya tenemos 84 en ese bosque.

Como no es posible recordar todo, me referiré a los momentos más relevantes.

En octubre (2013), dentro de la Jornada por la Cultura Cubana, se rindió tributo a un patriota-poeta santaclareño —injustamente casi olvidado, hasta por sus coterráneos— con un trabajo que titulé «Miguel Gerónimo Gutiérrez: acreedor de nuestra vergüenza». Pero también ese día se cantó a la paz y a los Cinco Héroes. Fue, como expresé en la reseña enviada al sitio Cuba Ala Décima, «un coro por la Patria» porque la mayoría de los asistentes tuvieron participación, como debería ser siempre.

Como cada año en noviembre, fue la Semana de la Cultura en Santa Clara el tema obligado y, por tanto, la invitada tenía que ser santaclareña, por lo que tuvimos la suerte de escuchar a Lisy García Valdés. Ese día se dieron a conocer dos convocatorias —VI concurso Décima al Filo 2013 y XIV Concurso Nacional Ala Décima, 2014—, que la invitada supo aprovechar para darnos la sorpresa de obtener nada menos que ¡3 premios!: Premio especial «Mundo Nuevo» en Décima al Filo, Premio Ala Décima (principal) y Premio «Décima al Filo» a textos escritos por una mujer, dentro del concurso Ala Décima. Otras tres mujeres santaclareñas fuimos galardonadas en Guáimaro: Caridad González Sánchez (2º Premio), Olimpia Pombal Duarte (Premio Especial «Toda luz y toda mía») y Mariana E. Pérez Pérez (Premio Especial «Perros ladrándole a Dios»), razón por la cual en diciembre se hizo una lectura con la participación de las cuatro galardonadas.

En el nuevo año, por el cual hicimos un brindis, la primera tertulia se dedicó íntegramente a conversar con Jorge Luis Mederos «Veleta» y a escuchar sus décimas.

En febrero se leyeron décimas de amor, pero también dedicamos la tarde a la Feria Internacional del Libro y al Día Internacional de la Lengua Materna. Al final hubo una sesión de taller con los nuevos decimistas.

Por el «Día Mundial de la Poesía» y el Centenario de Samuel Feijóo, marzo tuvo dos momentos que merecen recordarse: la entrega de los premios Ala Décima a Lisy García (la Mención de Lorenzo Lunar se entregó otro día, en una peña de su librería La Piedra Lunar) y la sección «Recordando los orígenes», acerca del tema «Samuel Feijóo y la décima».

Abril siempre se dedica a la literatura para niños y jóvenes y, por tanto, además de comentar las efemérides más importantes de ese mes rico en historia, estuvo Víctor Castillo Lara como poeta invitado, de quien se presentó su libro Romancero del sueño. Fue un encuentro hermoso, animado por Rogelio Rosales Antúnez, que actuó voluntariamente para nosotros y animó la tertulia con sus trova-décimas.

Mayo trae siempre la efemérides triste de la caída en combate de José Martí, por eso la tertulia comenzó con una décima dedicada a él. Pero hay otras como el Día del Campesino y el Día Internacional de los Museos, de manera que el protagonista fue el paisaje con los temas: «Paisaje y Artes Decorativas: breve homenaje a René Batista (22-3-1941 / 2-5-2010)» y «Jugando con el paisaje: selección y lectura de décimas cubanas (siglos xix al xxi)». Como invitado, el repentista Rafael Águila.

La tertulia de junio, que siempre se dedica a rendir tributo a los repentistas que ya no están entre nosotros, tuvo por título Ilusión de navegante (Pablo Murga Sánchez in memoriam) y contó con los escritores Rebeca Murga Vicens (su hija), Lorenzo Lunar Cardedo (su yerno) y Jorge Luis Mederos; con los repentistas Rafael Águila y Felipe Albernas, y en la música, nada menos que el Trío Sedacero, Ernestina Trimiño y su nieta Sheila, sin que olvidemos al pequeño Adriel Pérez Espinosa, que viene de Calabazar de Sagua y ya se empina por los caminos de Chanito Isidrón.

En julio, el mes en que la ciudad (y la anfitriona de esta tertulia) celebran sus cumpleaños, comenzamos el proceso del concurso «Leoncio Yanes. Catálogo rimado: décimas del año» con la lectura de las décimas seleccionadas y la elección de las finalistas. Y en Agosto, para variar, se habló de Artes Plásticas, por lo cual invitamos a la pintora autodidacta Clara Ortiz García, quien nos ofreció la charla «Sentido del laberinto: ¿qué es arte bruto?»

No puede culminarse este resumen sin expresar que el Catálogo rimado ha sido editado en forma estable, —aprovecho para agradecer la ayuda que han brindado Luis Alberto Pérez Pérez, Ludys Espinosa Harding y Yudith Ruiz Angerí— y que ya llegamos al número 83. No obstante, considero que todavía la cantidad de colaboradores y la calidad de las décimas presenta cierta inestabilidad que no nos permiten sentirnos satisfechos. Hace falta más rigor para lograr que este proyecto, único en el mundo, constituya realmente un aporte al movimiento decimista cubano.

En general, hemos trabajado arduamente para lograr que cada encuentro mensual sea diferente y que su calidad deje satisfechos a los asistentes, con deseos de volver; por desdicha, la captación de público para los espacios literarios sufre una gran depresión en todo el país, de manera que el bajo número de asistentes en algunos meses no nos sorprende, pero sí nos sirve de indicador para saber que tenemos que hacer mayor énfasis en la promoción. No obstante, debo destacar y agradecer al Grupo Guamo la divulgación puntual, por radio y TV, de nuestra tertulia. Por nuestra parte, estamos haciendo lo posible para que nunca falte, junto al cartel permanente, pequeños carteles con la información de lo que sucederá cada mes.

Finalmente, deseo expresar mi agradecimiento a la Dirección y a los trabajadores del Museo de Artes Decorativas por el espacio y por toda su labor en defensa de «La décima es un árbol», así como a ustedes —mis contertulios— que asisten cada mes, a veces bajo la lluvia, para encontrarse en este sitio donde el Conocimiento y la Cultura son palabras que se escriben con C mayúscula.

Después de este recordatorio de lo que hemos realizado, solo me queda suscribir otra frase célebre, esta vez del exBeatle Ringo Starr: «Contra la nostalgia y el recuerdo, reclamo el derecho a la perpendicularidad, a mantenerme en pie».

Santa Clara, 19 de septiembre de 2014
Mariana Enriqueta Pérez Pérez




DE LA AUTORA DEL REPORTAJE:
Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su obra en versos, está en el 2013 la mención que recibió en el concurso Oscar Hurtado. Acaba de merecer el Premio del VI concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí.


Visite el sitio web de esta tertulia
en su nueva dirección:


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VILLA CLARA






martes, 23 de septiembre de 2014

En Pinar, décima y sucu suco


Con Mongo Rives

Nos reporta el querido hermano poeta Lorenzo Suárez Crespo, desde la pinareña Casa de la Décima Celestino García, un encuentro allí sostenido con Mongo Rives y el septeto pinero, intérpretes del ritmo musical del sucu suco, de la Isla de la Juventud
 

DÉCIMA Y SUCU SUCO
CON MONGO RIVES



La Casa de la Décima Celestino García, rincón pinareño donde se enaltece, dentro de las tradiciones, la música campesina, así como el verso improvisado y escrito, vibró de entusiasmo este jueves 18 en horas de la noche con la visita de uno de los más apasionados cultores y defensores del patrimonio cultural devenido en la oralidad y que se localiza en la Isla de la Juventud, el ritmo musical del sucu suco, de su creación, y la décima pinera.

Iniciador de una gira nacional que lo llevará a las distintas provincias del país, el rey del sucu suco prefirió comenzar su periplo musical en la región más occidental de la Vuelta Abajo y hacerlo en un Ranchón donde precisamente se cultivan los frutos de la identidad y el sentido de pertenencia entre cuerdas y versos.

Las ondas del Guamá le dieron eco y curso a los variados ritmos del grupo musical visitante enriquecido con otros géneros también populares como el changüí, la guaracha y la canción guajira.

Desde los primeros momentos en que fueron recibidos en el Hotel Pinar del Río con la sorpresa de la improvisación en las voces de los poetas Adriel Ceballos y Eloy Sánchez Padilla hasta la medianoche en que dieron fin a la actuación, Mongo Rives y el septeto pinero fueron acreedores de todo el afecto que merecen.

La ocasión fue propicia para que bajo el guano del Ranchón se le hiciera un merecido reconocimiento en su condición de institución humana de la cultura popular tradicional.


Mongo recibió plegables y cuadernos de las ediciones Amauta con las obras de los poetas pinareños y en reciprocidad, con sus 70 años de vida artística y los 85 de existencia, pidió emocionado que sonaran las cuerdas para agradecer, en versos improvisados, estos sinceros estímulos marcados por la espiritualidad.


La décima malara y el sucu suco pinero se fundieron en voces, cuerdas y ritmos, pero más que todo en expresión de júbilo para toda una comunidad que acudió a la cita con el júbilo de los bienaventurados; unos disfrutando el baile, otros el repentismo, mezcla de puro sabor cubano.

Este espectro cultural en el parnaso de los poetas, acercando y fundiendo identidades de la más auténtica de sus raíces, pondera las evocaciones a un José Martí con los pobres de la tierra o a un José Vasconcelos con por mi espíritu hablará la raza. Esa es la cultura verdadera, la que dignifica y eleva, la que nutre y perdura.



DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. En el 2012 recibió el Premio José Vasconcelos, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. De su decimario La brújula del viajero puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas? También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Lorenzo Suárez Crespo es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:


SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO





viernes, 5 de septiembre de 2014

La audacia de los cobardes


Sobre el libro merecedor
del Premio Cucalambé 2012
 
Palabras de presentación de Nosotros los cobardes, por Argel Fernández Granado, en la Jornada Cucalambeana del 2013



Cuando conocí hace pocos años a Jorge Betancourt y a Alexander Aguilar, no sospeché que me tocaría en suerte ser cómplice de su obra en décimas, que tendría la oportunidad de realizar la edición de un libro suyo y, mucho menos, que la responsabilidad de presentarlo recaería en mí, sin embargo, ahora estoy frente a ustedes, como el labrador gozoso ante el milagro del racimo.

Y es justificado el gozo, pues el poemario Nosotros los cobardes, desde su título hasta el último verso, es un racimo vigoroso y apetecible de estrofas que muerden y pinchan (a gusto del gran Kafka) y al mismo tiempo provocan al espíritu a adentrarse en un juego donde las palabras son piedras filosofales, alquimia metafórica. Sus tres secciones (En paz descansen las formas verbales, Viejos silencios y Últimos miedos) son alegatos hacia la distorsión de un hecho real: la escritura y su interpretación, como bien dice en el prólogo Carlos Esquivel Guerra.

Detrás del tono lúdico ex profeso que los autores eligieron para levantar este edificio poético, hay una intensa luz que sale por cada rendija del andamiaje tropológico, una claridad antagónica de los contrasentidos existenciales (preocupación de todo poeta auténtico, de ahí las acertadas intertextualidades). Afortunadamente, Carlos Esquivel, Yamil Díaz y Karel Leyva, integrantes del jurado que otorgó el Premio Cucalambé en décimas 2012, apreciaron en su justa medida esos valores de Nosotros los cobardes y hoy la Editorial Sanlope pone este título, que abraza como primogénito la Serie Iberoamericana de la Colección Montaraz, a disposición de quienes deseen estar actualizados acerca de los rumbos por dónde anda nuestra estrofa nacional, la aplatanada, querida, subestimada, eludida, perseverante y renacida espinela.

Con una tirada de 500 ejemplares sale al mundo este nuevo decimario de Alexander Aguilar y Jorge Betancourt, producido por un equipo integrado por mí como editor, Samuel Perdomo Fuentez en el diseño y la composición, Aileen Rosales Reyes en la corrección y Andrés Sao Téllez en la impresión. Hoy pueden ustedes hacerlo suyo  y después de sobresaltarse, temer, atreverse y respirar la audacia de los cobardes, aceptar (o refutar) todo cuánto he dicho.

Muchas gracias

Argel Fernández Granado
El Cornito, Las Tunas, 29 de junio de 2013






miércoles, 3 de septiembre de 2014

Toda luz: En la historia, Milanés…


…y del Yayabo, un Jacinto


El espirituano Grupo Toda luz y toda mía, siempre al cuidado de la décima, se insertó en las actividades por el cierre de este verano, sobre el puente entre la cultura y la historia. Nos reporta la poetisa Merari Mangly Carrillo, presidenta de esa agrupación y representante del Grupo Ala Décima en Sancti Spíritus.

 
En la historia, Milanés;
y del Yayabo, un Jacinto



La pasión por la décima, ese complejo artístico literario, patrimonio cultural de la nación cubana; nos insertó en las actividades por el cierre de este verano. Toda luz y toda mía, espacio sociocultural del Centro Provincial del Libro y la Literatura en la villa del Espíritu Santo, volvió a colocar la estrofa sobre el puente entre la cultura y la historia. La sala de arqueología nos recibió con una muestra de los hallazgos encontrados en el parque Serafín Sánchez Valdivia, a raíz de las labores allí realizadas en el marco del medio siglo de fundada la villa y los cristales de sus vitrinas sumaron luces a este encuentro tras la invitación que nos hiciera el Museo Provincial de Historia. Mientras degustamos un té frío como rival de la calurosa mañana, el espacio estuvo dedicado, en primer lugar, al bicentenario del poeta, dramaturgo y ensayista matancero José Jacinto Milanés y Fuentes, justo en el mes de su nacimiento (agosto 16 de 1814).

Uno de nuestros invitados, el poeta Reinol Cruz Díaz, nos aproximó a la vida y obra de aquel considerado “primer ingenio poético cubano”. El acercamiento a sus décimas resultó muy atractivo, al partir de palabras del propio Milanés cuando refirió que debía publicarse poesía con un tono sencillo, el que los cubanos tenemos, que pinte nuestras cosas, para que nos agrade. Reinol se refirió a la preocupación estética de José Jacinto, a pesar de ser muy criticado en su tiempo y llamársele “changuero”. La lectura de sus espinelas mostró algunos de sus recurrentes temas, como la esclavitud, la pureza y el amor por su prima Isabel Jimeno Fuentes, Isa. El poeta espirituano se refirió a un folleto de décimas, publicado en Matanzas 1941, titulado Los cantares del Montero. Glosas cubanas y escrito por José Jacinto (seudónimo Miraflores), en coautoría con su hermano (seudónimo el Camaroqueño), algo que resulta poco conocido. Compartimos una de estas estrofas. La primera, inicio del conjunto por la redondilla glosada:

El sinsonte y el tocoloro

Entre las aves del monte,
ídolos que ardiente adoro,
brilla más el tocoloro,
canta mejor el sinsonte.

Dos Monteros te adoramos,
linda flor de Canasí,
los dos esperamos tu sí
y esperándolo penamos.
Mientras el sí no gozamos,
que hasta el cielo nos remonte
a escuchar mi amor, disponte
la idea que concebí
de mi rival y de mí
entre las aves del monte.

Una de las razones por la que se le ha atribuido la locura a Milanés fue aquella pasión imposible por Isa, pero conociendo el antecedente en su vida, cuando entre los ocho y veintiún años de edad de José Jacinto, murieron nueve hermanos menores que él, se muestran Eros y Philia con sus herencias de amores otorgadas a la vida humana; por lo que son una especie de protagonistas en el andar emotivo de los hombres. Permítaseme compartir estos poemas escuchados por los contertulios, escrito por aquel sensible matancero bajo el espíritu de Eros y aparecido dentro del período enmarcado por el romanticismo de la literatura española:

Su alma (Fragmento)

Pero la cosa que ignoro
poder pintar cómo es ella
es el alma pura y bella
de la hermosura que adoro.
Como es tanto su decoro,
su compasión, su ternura;
a veces se me figura
que un ángel debe de ser
que ha bajado a ser mujer
por consolar mi amargura.

Oh fatalidad (1943)

Porque mediste, Señor,
un alma triste y sensible,
esclavo de un imposible
por los lazos del amor.
Mi tormento, mi dolor
no la mueve a compasión,
sin su amor, sin su pasión
encuentro el mundo vacío.
Para olvidarla ¡Dios mío,
arráncame el corazón!

El segundo momento, dedicado a la institución anfitriona de Toda luz…, recibió a nuestra invitada Grethel Díaz Hernández, especialista de este centro. A propósito del tema anunciado, nos acercó a un Jacinto espirituano. Jacinto Gomer Fernández Morera, después del Padre Ortigueira, fue quien llevó la instrucción a las personas adineradas en la villa espirituana a finales del siglo XVIII. Fue el administrador de la casa Valle-Iznaga y más adelante, fundador (junto a su hermano Anastasio) de la revista Hero, la que generó un importante movimiento cultural en la tierra del Yayabo. Del título de aquella revista, hoy se identifica el sitio web de la cultura en Sancti Spíritus. El pensamiento de este hombre se puede descubrir en una muestra de este museo en una de sus salas, las que recorrimos en respuesta a la invitación que se nos hizo.

Y Toda luz y toda mía, diferente cada vez, al hablar de literatura en este cierre del verano, se complació en otorgar un reconocimiento a Clotilde Hernández Carús, correctora de Ediciones Luminaria por más de diez años. El honor de poner en sus manos el diploma artístico confeccionado por el pintor Luis García Urrutinier, le correspondió al Dr. Guillermo Díaz, profesor universitario y ex director de la casa editora; por haber tenido el atinado gesto de incluirla en el equipo de trabajo por aquellos días de 2013. En el emotivo momento, imposible dejar de decir que cada libro corregido por Clotilde resulta una clase del idioma. Los ojos de corregir vertieron gotas de sal tras la emoción, compartida con Grethel, nuestra invitada y su hija. Al decir de Guillermo, Clotilde no es una profesora más. Cuando se escriba la historia de la educación espirituana, su nombre estará allí, porque brindó una colaboración importante desde su altísima ética profesional. Es una mujer que se hizo haciendo […] por la educación y la cultura en Sancti Spíritus.

Una ronda de lecturas de décimas se le dedicó a la especialista de Español, a los Jacinto y al Museo. No faltó un pie forzado dejado al aire al principio del encuentro. Apuntó hacia aquel hallazgo en nuestro parque con algunas muestras tras las vitrinas. Allí aparecen un fragmento de lápida con una inscripción (el primero en encontrarse) y un fragmento de verja, (el último encontrado); ambos del siglo XVIII, por lo que tras el pie De la lápida a la verja, nuestro poeta José Rodríguez improvisó:

Ciudad: si mi canto fuera
sombra de tu sombra fiel,
el sueño del mirabel
se abriera a la luz primera.
Si fuera la primavera
de una lluvia que converja
cuando la rima me emerja
por la ventana del alma,
se transportara con calma
de la lápida a la verja.

Las muchas y buenas energías fundieron sonrisas con diálogos satisfechos entre los contertulios. Los vitrales del museo formaron parte del armonioso destello que anunció la promesa de volver a encontrarnos, siempre, al cuidado de la décima.



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