viernes, 25 de diciembre de 2020

El Indio Naborí: quince años después

Desde un mirador profundo

Por Fidel Antonio Orta Pérez.
Director de la Oficina de Investigación
y Promoción Cultural Indio Naborí


Cuando los hechos son analizados tras el paso del tiempo, la pureza del espíritu permite ver las cosas con mayor claridad. Por tal motivo, dejo a un lado los rigores que impone un pensamiento materialista y afirmo con total certeza lo siguiente: Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, murió a las 00.45 horas del 30 de diciembre de 2005 porque ya estaba cumplido el objetivo de su vida. Resulta sugestivo conocer que meses antes había dejado reeditada toda su poesía: estampas, elegías, poemas políticos, poemas coloquiales y, para mayor fortuna, también el libro de ensayo Décima y folclor. ¿A qué se debió esa realidad, únicamente a intereses editoriales?, ¿no puede pensarse también que el tic-tac interior del poeta, en una pantalla gris, le estaba proyectando la cercanía de su final? Digo entonces que el Indio Naborí no murió cuando le tocaba morir, murió cuando él quiso; y puedo asegurar que murió tranquilo, yo puedo asegurar que murió rodeado de ternura.

Hace ya quince años que nos dijo adiós. Pero a diario, miles de cubanos, lo traen de vuelta como si se tratara de un familiar cercano. Y es que no solo estamos hablando de un hombre a quien le fueran conferidos el Premio Nacional de Literatura, la Orden Félix Varela de Primer Grado y el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. En este poeta sobresale además su profundo arraigo en las grandes masas, una realidad que se extiende a todos los rincones de la Isla, algo que merece ser estudiado a fondo como un fenómeno sociocultural inédito, como una unidad poeta-poema-poesía-popularidad que trasciende las fronteras de épocas exactas y llega hasta nuestros días.

Que el Indio Naborí sea un elegido del pueblo de Cuba no es nada casual o impuesto. Todo lo contario: es identidad nacional, localizable hasta en su seudónimo, pero localizable de igual forma cuando observamos el equilibrio de acción y pensamiento que siempre existió entre el poeta y su pueblo. Una realidad que se hace mucho más entendible si este hecho es analizado con sólidos criterios de interpretación histórica; pues su primer poema político, Elegía optimista a Luis Melián, fue escrito en 1936. El poeta tenía catorce años de edad y ya demostraba ser dueño de una poderosa vocación de Patria:…Donde sangre vertiste, brotará una azucena/ y tendrán los humildes un índice de grana…Por eso no debe asombrarle a nadie que algunos años después el Indio Naborí acompañara con su verso a cuatro grandes de las luchas obreras y campesinas: Jesús Menéndez, Blas Roca, Romárico Cordero y Lázaro Peña.

Todavía hoy resulta estremecedor escuchar el testimonio de personas que dicen: “yo crecí con los versos del Indio Naborí”, “yo me eduqué con las poemas del Indio Naborí, “yo me hice revolucionario con la poesía del Indio Naborí”. ¿Cómo es posible?, me pregunté muchas veces. Pero luego comprendí que las palabras Poesía, Patria y Revolución estaban para él en un mismo camino, convirtiéndose en un hombre que hasta el final de sus días fue consecuente con la consecuencia de su vida, la misma actitud que más tarde lo hizo integrarse a la Generación del Centenario  y  dejar  el acento de su letra en los periódicos clandestinos “Son los mismos” y “El acusador”.

Lo digo sin mucho rodeo: toda aquella persona que dude alguna vez de su condición de cubano, o que dude de su entusiasmo revolucionario, puede reaccionar positivamente asomándose a la vida y obra del Indio Naborí; alguien que, además de gran poeta, fue y sigue siendo un ejemplo de compromiso con la causa de los más humildes. El Indio Naborí, hasta su muerte, fue parte y símbolo de esa raíz principalísima. Su caso es un caso atípico en la historia de la cultura cubana; y hay que verlo precisamente así, como un caso atípico, como un caso único e irrepetible, cuya luz conserva un poderío expresivo que produce asombro.

Cuando se cumplen quince años de su desaparición física, debe recordarse que el Indio Naborí vigorizó la elegía, le otorgó un inusual rango de perpetuidad a la lírica social, energizó el verso libre, pontificó el soneto y dejó una huella importantísima en el periodismo y la investigación folclórica. Pero su mayor aporte está en la renovación de la décima,  dado que logró fundir y elevar a categoría estética lo clásico y lo moderno.  En algún momento, más allá de gustos o preferencias, habrá que analizar con mayor calado la relevancia que tuvo para nuestra cultura el proceso  renovador que este poeta le otorgó a la bien llamada estrofa nacional, liberándola del criollismo, despojándola de populismo y vistiéndola de popular desde lo culto, una contribución que ya es reconocida en toda Hispanoamérica.

Al elevado rigor poético, hay que sumarle en todo momento su ya mencionada vocación de Patria, que para él era sinónimo de Revolución.  La victoria de 1959 le regaló al poeta su mayor alegría: ¡Primero de enero! Luminosamente surge la mañana/ ¡Las sombras se han ido!/Fulgura el lucero de la redimida bandera cubana. Por fin veía materializado el gran sueño de emancipación que siempre lo mantuvo en vela; y a la defensa de ese sueño, sin cuestionamientos de ningún tipo, se consagró en cuerpo y alma. Acercarse a su legado, cuya raíz tiene un alcance polifónico, lleva implícito adeudos que deben ser asumidos con la óptica de nunca permitir la superficialidad y el artificio. A este hombre hay que observarlo siempre desde un mirador profundo, como en su momento lo hiciera Eusebio Leal: …cubana como las palmas reales, nunca usó su palabra para servir a otra causa que no fuese la justicia social…El Indio Naborí buscó—hasta encontrar—las huellas de la primera sangre derramada.

Versión original en Trabajadores:
El Indio Naborí: quince años después

 

De Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, uno de sus más conocidos poemas:

 

CANTO A LA DÉCIMA CRIOLLA (1947)


Viajera peninsular,
¡Cómo te has aplastando!
¿Qué sinsonte enamorado
te dio cita en el palmar?
Dejaste viña y pomar
soñando caña y café,
y tu alma española fue
canción de arado y guataca,
cuando al vaivén de una hamaca
te diste a "El Cucalambé".

Amaste a Cuba, al caney
que, huérfano de fortuna,
se levanta como en una
persistencia ciboney.
La ceiba te habló de Hatuey,
te embriagó el azul del cielo,
te conquistó el arroyuelo
con musical bienvenida,
y te quedaste prendida
al verde imán de mi suelo.

Dijiste al guajiro: "Canta,
no llores más, infeliz,
que yo me haré una raíz
de música en tu garganta".
Tendiste bajo su planta
dulce alfombra de ilusiones;
y fuiste en los callejones
de las tierras del Central
anestesia musical
aplicada a sus pulmones.

Desde entonces, el guajiro
te prendió al pecho angustiado
y ocho sílabas le han dado
la medida de un suspiro.
Te hospedas en su retiro,
lo alientas en sus albores,
melificas sus dolores
y eres, hecha madrigal,
la confesión musical
de sus tímidos amores.

Con blancura de azucena
llegaste al cañaveral
y el sol del camino real
te dio la gracia morena.
Cuando una bandurria suena
como un corazón doliente,
allí tú dices "presente"
al trovador que medita,
y no anuncias tu visita:
te apareces de repente.

A veces te desenfrenas
en combate desvelado,
cual si hubieras inyectado
sangre de gallo en tus venas.
Tiemblan las noches serenas
en que tu pasión estalla,
porque frente a la batalla
de dos improvisadores,
sueñan los espectadores
con la emoción de una valla.

Pero cuando al monte fue,
Cuba, en su corcel montada,
y la manigua incendiada
dio un grito y se puso en pie,
abriste surcos de fe
para sembrar patriotismo;
y ya con un espejismo
de libertad y derecho,
te brillaron en el pecho
diez medallas de heroísmo.

Pensaste que ya en tu frente
jamás habría una sombra,
que no tendría tu alfombra
de lirios, un cardo hiriente.
Pero, desdichadamente,
tu alegría pasó en fuga:
en tu ceño hay una arruga
y en tus ojos un desvelo...
¡Todavía eres pañuelo
que un llanto de sal enjuga!

Has visto a ese labrador
que, mientras piensa y trabaja,
es árbol que se desgaja
en lágrimas y sudor.
Y en tanto el explotador
sueña en una nueva orgía,
lo has visto en la noche umbría
desprenderse del arado,
con el hombro doblegado
por todo el peso del día.

La sordera del camino
escuchó tu grito rojo
la tarde que un desalojo
mató el hogar campesino.
Y envuelta en ese destino
de triste desalojada,
tomaste desesperada
la Carretera Central
y al verte la Capital
se volvió una carcajada.

Vals, sonata y opereta
y aburguesados danzones
te echaron de los salones
por no vestir de etiqueta.
Afrancesado poeta
te vio con fría mirada;
sólo en la pobre barriada
te dieron sombra y calor
son y rumba con dolor
de negra discriminada.

Yo desde niño te llevo
del brazo como una esposa,
guajirita lastimosa
con hambre de mundo nuevo.
Incubaste como un huevo
de sinsonte el alma mía,
desde que en la sitiería,
junto al arroyo sonoro,
como una botija de oro
encontré la Poesía.

¡Cómo no cantar por ti,
canción sudada en mi padre,
ritmo de cuna en mi madre
y la misma vida en mí!
Yo contigo recorrí
la ciudad y la espesura,
y en ti guardo la dulzura
de los besos que apuré
como sorbos de café
en jícara de aventura.

 

INFORMACIONES RELACIONADAS:
Realizada premiación del XII concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí, que se encontraba pendiente por la pandemia.
Convoca el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi) a un Maratón poético on line en tributo a Naborí del 21 al 30 de diciembre de este año 2020.

INVITAMOS A PARTICIPAR:
#ParaSiempreNaborí
Cidvi Punto Cubano

 

 

 

martes, 22 de diciembre de 2020

Realizada premiación del XII concurso Naborí

Una mañana de evocación

El acto de premiación del XII concurso Naborí, pendiente desde septiembre a causa de la pandemia, se efectuó en el Museo de San Miguel del Padrón

La poetisa premiada, Silvia Collado, recibió, entre otros regalos, una obra del artista de la plástica Ángel Silvestre, de manos de Fidel Antonio y Alba Orta Pérez, junto al Intendente municipal, Ángel Pérez Castañeda. Foto: Alberto Castañeda.

Foto: Zulema Colomé.


Por Julio Viera

Una mañana de evocación de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, fue el acto de premiación del XII concurso nacional de glosas que lleva su nombre, cuyos resultados se dieron a conocer a fines de septiembre con motivo del Día de la Décima Iberoamericana y el cual se mantenía pendiente a causa de la pandemia, El legado de fraternidad, familiaridad y lealtad a la Revolución y a la décima del emblemático poeta se materializó una vez más en este encuentro, a pocos días del aniversario 15 de su desaparición física (30 de diciembre del 2005), en cita acogida por el Museo Municipal de San Miguel del Padrón, territorio natal del emblemático autor de Viajera peninsular…

La directora de esa institución cultural, Bárbara Franco, y el Intendente de ese municipio, Ángel Pérez Castañeda, fueron afectuosos anfitriones del espacio, junto a la poetisa Bertha María Gómez Sedano, presidenta de la Filial del Grupo Ala Décima en ese municipio habanero —territorio natal de Naborí, colectividad que convoca anualmente este certamen con el coauspicio de la Librería Municipal Luis Melián, la Oficina de Investigación y Promoción Cultural Indio Naborí, el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi) y la Casa de la Décima de Güines.

Acompañaron igualmente el encuentro dos de los hijos de Naborí: los también escritores Alba María y Fidel Antonio Orta Pérez, este último director de la mencionada Oficina de Investigación y Promoción, junto a otros familiares y cercanos seguidores del inolvidable poeta.

La poetisa Bertha María Gómez tuvo a su cargo las palabras introductorias. Foto: Alberto Castañeda.

Jesús Orta Ruiz, Héroe del Trabajo de la República de Cuba en 1998 y Premio Nacional de Literatura 1995, y su condición de creador revolucionario forjado entre los humildes pobladores de San Miguel del Padrón, fue recordado con emoción por Bertha María en sus palabras introductorias, antes de pasar a la lectura del acta del jurado y la entrega del premio a la poetisa Josefa Silvia Collado Roque, quien viajó desde su nada cercana ciudad de Bauta, en la provincia de Artemisa, acompañada por su esposo e hijo, en gesto agradecible por cuánto expresa de reconocimiento y consideración familiar a los esfuerzos por mantener esta liza literaria, ya con más de una década de vida.

La poetisa Silvia Collado, su esposo y su hijo. Foto: Alberto Castañeda.

Los laureados con menciones en el concurso, residentes en más lejanas localidades, en las provincias de Mayabeque, Camagüey y Holguín, no pudieron estar presentes, pero fueron igualmente felicitados en la cita y sus respectivos diplomas y libros les serán enviados por las vías que resulten posibles.

Foto: Alberto Castañeda.

La galardonada poetisa Josefa Silvia Collado Roque (nacida en 1973 en Güines, Mayabeque; hoy abogada en el bufete colectivo de Bauta, provincia de Artemisa), en diálogo con Trabajadores, agradeció a los anfitriones y convocantes del certamen, y recordó especialmente a su padre, Digno Collado, de 82 años, quien fuera en su vida laboral mecánico textil y masajista del equipo Cuba B de ciclismo, porque “él fue quien siempre me insistió en que persistiera en mis inclinaciones a la escritura de la décima, y por eso a él debo estos resultados de hoy”.

Foto: Zulema Colomé.

Por su parte, el poeta Pedro Péglez González, presidente del Grupo Ala Décima, antes de la lectura del acta en nombre del jurado (Odalys Leyva Rosabal, Juan Carlos García Guridi y Karel Leyva Ferrer), reconoció efusivamente la consagración de la poetisa Bertha María Gómez y su Filial del Grupo Ala Décima del territorio sanmiguelino en el mantenimiento amoroso de este certamen y en otros empeños hacia la preservación y continuidad del legado de Jesús Orta Ruiz en su tierra natal.

Foto: Alberto Castañeda.

El Intendente de San Miguel del Padrón, Ángel Pérez Castañeda, informó luego a los invitados, durante un recorrido por el Museo, acerca de los esfuerzos presentes y futuros de las autoridades gubernamentales en la localidad, por continuar el quehacer de la preservación de la vida y obra de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, en el territorio que lo vio nacer, entre ellos la restauración del Parque Naborí.

Original en Trabajadores:
Mañana de evocación al Indio Naborí


INFORMACIÓN RELACIONADA:
Convoca el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (Cidvi) a un Maratón poético on line en tributo a Naborí del 21 al 30 de diciembre de este año 2020.


LA TRAYECTORIA DE ESTE CONCURSO:

Cuadro de honor del concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz 2009-2013

Cuadro de honor del concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz 2014-2018

Resultados del I concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2009
Encarnación de Armas, Premio I concurso glosas 2009
Resultados del II concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2010
Leonardo Estrada, Premio II concurso glosas 2010
Resultados del III concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2011
Jesús Arencibia, Premio III concurso glosas 2011
Resultados del IV concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2012
Elaine Vilar, Premio IV concurso glosas 2012
Resultados del V concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2013
Lilia Aurora Machado, Premio V concurso glosas 2013
Resultados del VI concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2014
Mariana Pérez Pérez, Premio VI concurso glosas 2014
Resultados del VII concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2015
José Miguel Ramos Puerto, Premio VII concurso glosas 2015
Resultados del VIII concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2016
Olimpia Pombal Duarte, Premio VIII concurso glosas 2016
Resultados del IX concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2017
Resultados del X concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2018
Mariana Pérez Pérez, Premio X concurso glosas 2018
Resultados del XI concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2019
Odalys Leyva Rosabal, Premio XI concurso glosas 2019
Resultados del XII concurso nac. de glosas Jesús Orta Ruiz 2020
Josefa Silvia Collado, Premio XII concurso glosas 2020

 

Del conjunto poético ganador este año, Glosas a la propia décima, de la poetisa Silvia Collado, es esta estrofa:

El temblor de los presagios
sonámbulos de mi cuna
sucumben cuando la luna
arde en sueños de contagios.
Se transmutan los adagios,
marchan hacia un sol morado.
Detrás del grito, el arado
deja sangrando la tierra
y ¿quién trina en esta guerra,
qué sinsonte enamorado?

 

 

 

lunes, 21 de diciembre de 2020

Herbert Toranzo, Premio Cucalambé 2020

Armando López Carralero, el de Glosas

Desde Las Tunas, durante encuentro en la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé por sus 27 años

Herbert Toranzo recibió su Premio Cucalambé 2020 de manos de los directivos que presidieron el encuentro. Fotos tomadas de la página de Facebook de la poetisa y periodista Yelaine Martínez Herrera


Por Yelaine Martínez Herrera y Pedro Péglez González.
Tomado de Trabajadores


Como parte de las actividades por el 27 cumpleaños (20 de diciembre) de la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, con sede en Las Tunas, y coincidiendo el lunes 21 con el aniversario 65 del natalicio del poeta Juan Manuel Herrera Álvarez (1955-2015, quien fuera hasta su muerte especialista de la Casa), se dieron a conocer en la institución los resultados del Concurso de décima escrita Cucalambé 2020 y del Concurso nacional de glosas Canto alrededor del punto —este último de tributo a Adolfo Martí Fuentes—, los cuales habían quedado en suspenso desde la 53 Jornada Cucalambeana, celebrada on line el pasado mes de julio.

Una eficiente cobertura informativa del acto de premiaciones realizó la joven y destacada poetisa y periodista Yelaine Martínez Herrera, del Periódico 26, de Las Tunas, resumen que dio a conocer en su página de Facebook y ofreció fraternalmente, en texto e imágenes, como colaboración para la presente reseña.

El más importante certamen de la décima escrita en su edición de este año, el Premio Cucalambé 2020, lo mereció Herbert Toranzo Falcón (Ciego de Ávila, 1972), quien ya había ganado este certamen en el 2014. En esta oportunidad lo conquistó con el poemario Pruebas de mi inexistencia. El jurado, integrado por Edel Morales, Alexander Aguilar y Otilio Carvajal, este último el presidente, reconoció el texto ganador entre 40 obras, por la riqueza lingüística, la frescura, el ritmo, la belleza del lenguaje y el dominio de la estrofa, entre otros elementos. También se entregó una mención especial a Punta de lanza, del joven tunero Raúl Leyva Pupo.

Una lectura de sus poemas ofreció el poeta laureado Herbert Toranzo.


Por su parte, el lauro del Concurso nacional de glosas Canto alrededor del punto fue a manos del poeta tunero Armando López Carralero, Su coterráneo Miguel Mariano Piñero Martínez alcanzó la primera mención, con versos que homenajean al bardo Antonio Borrego, fallecido en el pasado calendario. También resultó laureado con mención Aleido Rodríguez.


El poeta tunero Armando López mereció el galardón del concurso de glosas.


La cita fue presidida por Martha Oduardo, directora provincial de Cultura, y la poetisa Marina Lourdes Jacobo, presidenta del Comité Provincial de la Uneac, junto al director de la Casa Iberoamericana de la Décima, Ramón Batista. El poeta Argel Fernández condujo el espacio, en el cual compartieron sus respectivas creaciones la maestra concertista Elvira Marias Skourtis Vives y los poetas Alexander Aguilar y Freddy Laffita.

El poeta Argel Fernández condujo el encuentro.

Uno de los jurados, Alexander Aguilar, compartió sus versos con el auditorio.

 

Original en Trabajadores:
Herbert Toranzo, Premio Cucalambé 2020 (+Fotos).

 

 

 

 

 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

De Besú: Diálogo entre el mar y un odiador

Un contundente poema

Tomado de su página de Facebook, este texto en estrofas endecasílabas de nuestro hermano poeta Alexander Besú Guevara


Besú (Niquero, Granma, 1970) cuenta con numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Iberoamericano Cucalambé 2007 —el más significativo certamen de la poesía en estrofas de diez versos— con el poemario Bitácora de la tristeza, y el Premio José Joaquín Palma por la obra de vida en el 2011, otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de ese territorio. Es presidente de la Filial provincial del Grupo Ala Décima en Granma.

 

DIÁLOGO ENTRE EL MAR Y UN ODIADOR

- Si yo tuviera, mar, la taumaturga
pujanza de tus olas corpulentas,
me movería por la noche, a tientas,
hurgando en el rencor, como quien hurga
en la obsesión de comenzar la purga
con los retales del resentimiento,
promovería el abanderamiento
de indiferentes y despreciadores,
y contaminaría los amores
con el hervor del odio y su fermento.

- Eres un odiador, y un odiador
carece de pujanza. Es solo un lábil
ogro que suele hurgar, nocivo y hábil,
en el plano grosero del rencor.
Nunca serán mis olas un vector
de la rabia. Tú sí, tú eres un mero
resentido que sigue un derrotero
empujando la esfera maloliente
del odio, como un rústico, indecente
e impuro escarabajo estercolero.

- El odio es aromático. Su signo
huele a nuez de avellana y a cilantro;
y a limo de prisión, caverna y antro;
y a pena zodiacal y astro maligno…
Un edecán del odio, manso y digno,
soy. Su regio albacea, su custodio.
Soy su salmista pasional. Salmodio
con un amor atemperado y suave,
mientras me inclino, humilde, ante la grave
y abrumadora magnitud del odio.

- Inclínate ante el odio si te agrada,
y siempre vivirás así: inclinado.
Solo obtendrás un rostro desdichado
y una sonrisa desafortunada.
Las sombras de una aurora malograda
te pesarán por siempre en el testuz.
Sombras habrá en tu nombre y en tu cruz,
pero al final, con luz te desescombras.
Es un secreto a voces que las sombras
tan solo existen para honrar la luz.

- Yo quiero dirigir la oscuridad
y rociarme con odios invisibles,
y saber en qué ámbitos horribles
nacen los hijos de la impuridad.
Pero pregunto, (por curiosidad),
¿es cierto que el amor engendra iconos
que son inmunes al sopor de Cronos?
¿será verdad que toda malquerencia
se cura, mar, con soplos de indulgencia?   
¿cómo es que se deshacen los enconos?

- Todos los odios son visibles. Todos.
Como visible es siempre su trayecto
subliminal y demasiado recto
como un río infinito sin recodos.
Nacen de las marismas y los lodos
desangelados. De las sombras nacen.
Hay que asaltar el nicho donde yacen
dormidos en su légamo embrionario,
y ungirlos con el trino de un canario.
Así es como los odios se deshacen.

 

MÁS SOBRE EL AUTOR:
Mediante este link, amplia información sobre obra y trayectoria literaria de Alexander Besú Guevara.
De Alexander Besú a su hija Massiel.
Alexander Besú y su Soflama lírica.
Besú saluda al 22 Festival de Poesía con un video.
Premio humorístico en Argentina, con Plegaria del yerno.
De Besú, el libro Bitácora de la tristeza en PDF.
Alexander Besú, poema Por un libro, a propósito de la 28 Feria del Libro.
Besú y su poema Náufrago, con noticias de la Fiesta de la Cubanía.
Alexander Besú y su poema Buzo + Su poema Soy masón, en un video.
Besú: Para tiempos de resistencia. Una crónica y un poema por la COVID.
Alexander Besú: El amor en tiempos del coronavirus. Un poema humorístico.
Alexander Besú Guevara: Mi viejo y el mar (fragmento)
.
Besú: Breve diálogo con el cadáver de un loco. De su libro Soliloquio del decapitado.
Alexander Besú: Leyenda de cómo heredé el silencio.
Alexander Besú por el 20 de Octubre. Su poema al Día de la Cultura Cubana.
Alexander Besú evoca a Paul Celan. Nupcias y valses