viernes, 29 de mayo de 2015

Mensaje a la Filial de San Miguel del Padrón



En su décimo aniversario

Leído en el encuentro con motivo de ese cumpleaños por el poeta José Antonio Vilaseca, cumpliendo encargo de la dirección del Grupo Ala Décima

MENSAJE A LA FILIAL
DE SAN MIGUEL DEL PADRÓN
EN SU DÉCIMO ANIVERARIO

Queridos hermanos de la poesía:
Estimados amigos todos:

Hace ahora diez años, en mayo del 2005, nuestro padre espiritual, Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, asistió en San Miguel del Padrón a la fundación de la filial del Grupo Ala Décima en este territorio. No podíamos entonces imaginar, en medio de la profunda alegría de aquel encuentro, que estábamos asistiendo también a la que sería la última visita de Naborí a la patria chica que lo vio nacer, pues en diciembre de aquel año dejó de existir físicamente, para entrar a vivir en el reino de la inmortalidad.

De entonces a acá, el pequeño grupo de poetisas que integra la filial, presidida por Bertha María Gómez, ha sido ejemplar bastión en el noble empeño de contribuir al conocimiento de la vida y obra de Naborí, sobre todo en estas tierras que acunaron su niñez y adolescencia.

La filial de Ala Décima, en estrecha comunión con las instituciones y entidades culturales de San Miguel del Padrón, así como con sus escritores y artistas, han tenido resultados tan palpables como el Parque Naborí, la Peña Naborí y el concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, cuya séptima edición se convoca este año.

Son razones más que suficientes para felicitar de todo corazón a Bertica y las restantes integrantes de esta filial del Grupo Ala Décima, por este décimo cumpleaños, y ratificarles nuestra consideración de que es esta la más activa filial de nuestra agrupación nacional, concepto expresado en las palabras por los quince del Grupo Ala Décima, celebrados en Alamar en febrero pasado.

En nombre de la dirección del Grupo Ala Décima y en el mío propio, con este mensaje para el cual hemos encomendado representarnos al hermano José Antonio Vilaseca, excelente poeta y miembro destacado de nuestra agrupación, va un abrazo apretado y agradecido a las poetisas de la filial de Ala Décima en San Miguel del Padrón, inspirados siempre en la magistral frase de nuestro profesor Roberto Manzano: La mejor poesía es querernos.

Muchas gracias.

Presidente del Grupo Ala Décima.









martes, 26 de mayo de 2015

Celestina, Premio de décimas Escambray


Enamorada del amor

Así se autodenomina la escritora Celestina García Palmero, miembro del Grupo Toda luz y toda mía y ganadora del Concurso de Décimas del periódico Escambray, de la provincia de Sancti Spíritus

Foto tomada de Escambray

Tomado de Escambray

Acunada por la poesía desde que abrió los ojos al mundo, Celestina García Palmero nace de nuevo en cada verso que escribe. Natural de Florida, Camagüey, pero aplatanada en la villa del Yayabo, sus primeros dos libros Brújula contra los inviernos y Haz que no percibo recalan en lo que considera el tema principal de su obra.

Más de seis décadas de existencia la sorprenden con un discurso lleno de erotismo y sensibilidad del cual se declara satisfecha, aunque le ha merecido cuestionamientos. “Cuando en el período especial la gente escribía de croquetas y problemas del transporte, yo seguí escribiendo del amor”, confiesa animada a este órgano de prensa, mientras escurre todavía la sorpresa ante el anuncio de su victoria.

En el tercer grado la maestra pidió una composición sobre Maceo y ella escribió un poema. Sin imaginarlo, recorrió varias manos y llegó hasta algunos oídos. Hacía tiempo que su madre y su hermana reían y la llamaban loca, pues “caminaba por la casa recitando versos, como poseída, y sin conciencia para llevarlos al papel”.

De niña también vivió el recibimiento a los milicianos que habían combatido en Playa Girón. “Preguntaba sus nombres, les escribía décimas y se las regalaba. Ya en la Secundaria reuní varias y conformé un libro, artesanal y manuscrito. En una exposición que hizo la bibliotecaria el texto se perdió y nunca más lo volví a ver”.

El pináculo para desarrollar sus aptitudes lo encontró en los talleres literarios, a los cuales se vinculó por primera vez en la década del 80. “No comencé con décimas, lo que escribía era verso libre y las críticas me parecieron duras, pero cuando me adentré más en el mundo literario me di cuenta de que eran totalmente necesarias. Si algo de valor tiene mi poesía es gracias a que fui receptiva”.

Ante la creación, ¿podría decirse que asume el riesgo de rebelarse, de cuestionar el mundo?

No soy feminista, pero me ha molestado la forma en que la mujer se deja domesticar y se entrega no solo al marido, muchas veces hasta a los hijos. Dicen que mi poesía es intimista, con temáticas familiares, doméstica, y pueden crear confusión todos estos términos. Un día me di cuenta que ya había estudiado a mi mamá y su relación con mi papá, mis hermanas, mis amigas. Me había detenido en los conflictos que a veces nos contábamos.

Contrario a estéticas actuales, ¿evade las palabras obscenas?

Podemos decir todo sobre una relación sexual sin necesidad de recurrir a ellas. Soy una mujer enamorada del amor, de la desnudez física, psíquica y mental, que necesitamos mostrar tal cual es. No me da vergüenza reflejar mi intimidad. Me gusta el reto de asumir el erotismo de la mujer; ahora, tampoco tiene que ser necesariamente mi experiencia personal.

Ante un tema tan recurrente, ¿qué hace para buscar la originalidad?

Huyo de los lugares comunes. Me aferro a mis conceptos y no me dejo arrastrar por corrientes contemporáneas de la poesía. No soporto el discurso que se escribe como si fuera un juego de ajedrez. El oficio está en descubrir la esencia de las palabras, de cada símil, metáfora, para lograr un verso delicado, que no lastime.

Recientemente mereció el Premio de la Ciudad de Poesía 2014, con el poemario El libro de Celestina, ¿qué propone ese texto?

Sin pretenderlo se convirtió en un estudio de la mujer. De la fémina fracasada, dubitativa y de la mujer explosiva. Hoy sigo teniendo necesidad de buscar mi mundo, quiero vivir y conocerme a mí misma. El libro defiende el rompimiento de cadenas, ataduras y la búsqueda a toda costa de la felicidad.

¿Manías creativas?

Escribo vehementemente y luego me pregunto de dónde salió. Si no sirve, estrujo el papel. De Manuel González Busto aprendí que siempre algún verso se puede salvar. Botaba poemas que creía menores y me dijo que no lo hiciera, pues con ellos podía despertar nuevamente la creación. Hay textos que le dejan a uno deseos de seguir diciendo. Con este quedé muy complacida. Es una décima muy fresca; quizás con el tiempo le encuentre desmotivaciones, pero para mí resultó como el placer que se siente luego de una excelente relación amatoria.



Cuando desaté, desnuda,
la impaciencia de tus manos.

C. G. P


Tuve en mi brocal paisajes
precipitados, sin juicio;
acuné fragancias, vicio
de sonámbulos ramajes.
Gozo de brisas. Anclajes
en mi vientre todo fuego.
Quietud de espumas y, luego,
estremeciendo las horas,
en vaivenes, en auroras
tu impaciencia como un ruego.

Tu delirio fue alborada
entre líneas y recodos.
¡Cuántos hallazgos!, ¡mil modos
de descubrirme! Fui anclada
en tus senderos. Flechada
por la esperma y la moldura,
por la ropa que inaugura
vibraciones en la fuente,
me supe mar y simiente
de tu ansiedad. De tu hondura.

También mis manos hallaron
perfumes imperceptibles.
Se fueron a inaccesibles
profundidades. Volaron
hechas palomas. Clamaron
tu desnudez. En el rito
pleno, bebí lo infinito
del torrente y, sumergida,
también fui luz. Estampida
del remanso donde habito.



Versión original en el sitio web de Escambray: Enamorada del amor











Tercer Festival de Toda luz, coloquio


Décimas de luz

El espirituano Grupo Toda luz y toda mía, en el camino hacia su cuarto aniversario, celebró su Tercer Festival Internacional, el cual comenzó con un encuentro teórico en torno al complejo artístico-literario de la poesía en estrofas de diez versos

Foto: Vicente Brito

DECIMAS DE LUZ

Por Gisselle Morales
Periodista y subdirectora de Escambray
Tomado del sitio web de ese periódico
22 mayo, 2015


A la décima oral y escrita habría que hacerle en Cuba un monumento: por más que se escandalicen sus detractores, que la miran por sobre el hombro como a un género menor, esta composición poética ha hecho aportes inestimables a la identidad nacional. La décima como expresión, entre popular y lírica, de la cubanía.

Tal vez por ello no es del todo relevante si fue el músico y poeta andaluz Vicente Espinel quien firmó, allá en la península, el acta de paternidad de los 10 versos octosílabos o si su libro Diversas rimas, publicado en 1591, se llevó el crédito. Tantos siglos después y con el Atlántico de por medio, la espada de Damocles no pende sobre el pasado sino sobre la continuidad de la décima.

A semejante conclusión había arribado el folclorista villareño Samuel Feijóo en la década de 1960, cuando, en el prólogo a su libro Los trovadores del pueblo, advertía: “La dorada época de la décima criolla y su trovador simpático y errante han decaído ya. Cumplido su apogeo, simplemente subsiste”.

Y subsiste, en efecto, contra viento, marea y la seudocultura urbana que ha relegado la raíz guajira a la hora semanal de Palmas y cañas o a los espacios reservados para el sector campesino en las parrillas de programación de las emisoras y telecentros del país. Francamente insuficiente.

De ello dan fe quienes a lo largo de la geografía nacional intentan, no ya regresar a los tiempos románticos de guateques y bardos —asumámoslo sin angustias: las tradiciones mutan—, sino tan solo mantener vivo el gusto por la espinela, ya sea cantada al vuelo en la más enconada de las controversias o escrita a hurtadillas con alguna que otra imprecisión.

No pocos de esos defensores a ultranza se reúnen por estos días en Sancti Spíritus en el III Festival Internacional de la Décima Toda luz y toda mía, un ejercicio que pudiera calificarse como teórico-práctico, ya que las sesiones científicas y las canturías se amalgaman sin complejos.

Del 20 al 24 de mayo se extiende el programa de un encuentro que no cae en paracaídas porque toca en el calendario, con esa recurrencia cíclica que vuelve tan predecibles nuestros eventos; sino que viene a rematar el cuarto año de trabajo sostenido por los organizadores, un grupo tan constante como variopinto que ha apostado en grande por la espinela.

Dedicado en esta ocasión al centenario de Raúl Ferrer —como casi todo en Sancti Spíritus durante el 2015— y al poeta fomentense Virgilio López Lemus, quien es además un vehemente cultor de la décima, el festival convoca a especialistas de España y varias provincias cubanas, así como a músicos, repentistas e improvisadores espirituanos que han plantado bandera en el Centro de Interpretación de la Ciudad.

“Pretendemos mostrar la décima como lo que en realidad es: un complejo artístico-literario que irradia hacia otras manifestaciones —declara a Escambray la poetisa Merari Mangly Carrillo, gestora del proyecto Toda luz y toda mía—. Pese a estar considerado patrimonio de la nación, este género merece aún más reconocimiento, y eso es precisamente lo que nos proponemos: legitimar la décima y visibilizarla mejor en el contexto de las costumbres culturales cubanas”.

Conferencias, exposiciones de artes plásticas, obras de teatro, proyección de audiovisuales, lecturas de poemas, talleres de repentismo infantil y la premiación del IV concurso de décima escrita Toda luz y toda mía 2015 figuran entre las principales actividades concebidas en el programa cuyo clímax será el guateque gigante que la noche de este sábado ha prometido despabilar a La Sierpe.

Particular interés suscitó la presentación del libro recién terminado pero todavía inédito de Virgilio López Lemus Décima fiel, un texto que compila investigaciones desperdigadas durante décadas de estudio sobre esta estrofa y en el que, a su vez, el propio autor reconoce haber rectificado errores de su obra anterior.

Por su parte, Pedro Péglez, periodista y presidente del grupo de poetas Ala Décima, ponderó las iniciativas regionales de fomento de la espinela, tanto oral como escrita, y la realización de eventos como este, que muestran además la vocación fraternal de los cultores de la décima.

Pero como una golondrina no hace verano, ni un festival consigue por sí solo sacudir la modorra acumulada, resultan impostergables nuevos ardides, engranajes mejor articulados entre los decimistas de toda la vida, los jóvenes que recién descubren el gusto por las rimas y los niños que habrán de cultivarla, única cadena evolutiva capaz de hacer perdurar la tradición y de insertarla sin traumas ni imposiciones en la más posmoderna cotidianeidad de la isla.

Versión original en sitio web del periódico Escambray: Décimas de luz

Visite el blog de la autora: Cuba profunda



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miércoles, 13 de mayo de 2015

En Pinar, ve la luz antología decimística


Enhorabuena

Nos reporta el hermano poeta Lorenzo Suárez Crespo, desde la Casa de la Décima Celestino García, la aparición de la antología Décima oral y escrita en Pinar del Río, por Ediciones Arique, la cual se presentará muy pronto allí



ENHORABUENA

 
Décima, suspiro alado,
voz de protesta mambisa,
idioma entre la camisa
del guajiro y del arado.
Con qué angustia he soportado
cuando hieren tu virtud
y he visto con inquietud
llorar sus penas amargas
en las madrugadas largas
las clavijas del laúd.

                  Juan Cecilio Cruz

Nuestro Martí, tan espiritual como poeta y patriota, expresó: El verso, por dondequiera que se quiebre, ha de dar luz y perfume. Pinar del Río, desde Guanajay a Guane, en su maravilloso paisaje y  devenir histórico, siempre ha respirado poesía y en ella, los ecos de la estrofa mágica.

Vuelta Abajo está de pláceme. La antología Décima oral y escrita de Pinar del Río, de las Ediciones Arique, ve la luz. Este esfuerzo de amigos y colaboradores que hemos ganado en toda Hispanoamérica hace posible que muchos de nuestros poetas descorran el velo del anonimato para hacer su obra patrimonio universal.

Antecedentes felices los tenemos, principalmente, en las Ediciones del Frente de Afirmación Hispanista de México con La Décima Cósmica en Pinar del Río, así como la Poesía cósmica y los Cantares al Valle de Viñales, y otros textos que han sido editados en publicaciones del Frente como la revista Norte.

Espacios promocionales se nos han abierto en Cuba Ala Décima, del incansable Pedro Péglez; Oriflama de la poeta española Isabel Díez; Carta Lírica, revista bajo los auspicios del poeta y premio José Vasconcelos, Francisco Henríquez, y otros muchos cómplices de esta aventura lírica.

La Casa de la Décima Celestino García celebrará muy pronto la presentación de este volumen con sus principales protagonistas y donde el verso improvisado tendrá su primacía, por ser su vitral creador uno de los tesoros líricos más valiosos en cada uno de sus escenarios bucólicos.

La décima oral y escrita está representada aquí desde sus  primeros exponentes del  siglo XIX en Celestino García, el Rey de los versadores, o Francisca González Ruz de Montoro hasta las más jóvenes promesas de la Viajera Peninsular en la voz de la princesa pinareña, Anabeybi Rodríguez Álvarez, de solo 12 años.

Enhorabuena este regalo de amigos como el poeta y promotor cultural Raúl Tápanes quien, desde  Arique, hizo posible esta publicación. Este fruto promocional llegará a las universidades, bibliotecas e instituciones culturales de Hispanoamérica.


Una de las virtudes más nobles del hombre es la gratitud, podríamos resumir con un pensamiento martiano evocador de la fraternidad y la colaboración:

Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan; los que odian y deshacen.

Entonces, por el camino de los buenos, continuemos y que la poesía y su vehículo sonoro, la décima, nos siga dando su luz.



DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. En el 2012 recibió el Premio José Vasconcelos, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. De su autoría puede ver mediante estos enlaces los poemas La rosa y el pincel, Definición, ¿Por quién doblan las campanas?, así como otras tres décimas de su poemario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Lorenzo Suárez Crespo es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:


SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO










jueves, 7 de mayo de 2015

La décima es un árbol de abril


Poesía en las piedras, trova, y más

Nos reporta desde Santa Clara la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en su provincia. Fotos enviadas por ella






En la imagen, la médico-cantante Marcia Tandrón y el trovador-geólogo-decimista Rogelio Rosales Antúnez.




POESÍA EN LAS PIEDRAS, TROVA, Y MÁS


No siempre una tertulia dedicada a la décima y al punto cubano tiene que comenzar con estos; nuestra música trovadoresca tradicional también resulta propicia para dar inicio a un espacio, como este, que se caracteriza por la variedad y por no haberse repetido en ninguna de sus noventa y dos presentaciones (siete años y ocho meses, sin interrupción). De esta manera, la tarde se abrió con «Retorna», de Sindo Garay, en la afinada voz de la médico-cantante Marcia Tandrón y el acompañamiento a la guitarra de Rogelio Rosales Antúnez, invitado principal, que este día unió sus dotes de trovador, poeta y geólogo. Como se ve, en la tertulia también se practica el multi-oficio.

De pie, y con toda la solemnidad que ese momento requería, rendí un breve homenaje a Eduardo Galeano, fallecido el pasado 13 de abril, mediante la lectura de algunos párrafos extraídos de su vigorosa obra (ver anexo). Asimismo, y con motivo de conmemorarse, ese propio 17 de abril, el 320 aniversario de la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz, leí algunas de sus décimas, tomadas del libro Amor empieza por desasosiego (1), y comenté una noticia reciente acerca del posible descubrimiento de sus restos y el método empleado para conocer si un cráneo encontrado era el suyo.

Una grácil bailarina de porcelana, cuya factura data de los primeros años del siglo veinte, fue presentada como «La pieza del mes» por el MSc. Jesús Llorens León. Esto dio lugar a que el Rogelio-Geólogo hiciera un interesante comentario acerca de la caolinita y sus variedades, así como de sus orígenes en China, y el Rogelio-Decimista, adelantándose a la presentación del libro, leyera su «Caolinita»:

Mezclados con Alofana,
los materiales terrosos
un día serán hermosos
raudales de porcelana.
Fibras, que semejan lana,
papiros del Mandarín.
Caolinita del confín,
por Sajonia y por Moscú,
en China, por Van Chau-Fú
en el monte del Caolín.

La presentación del Catálogo rimado Nº 90 se redujo a un comentario, ya que se concedió prórroga para lograr una mayor participación.

Por fin, la sección «El poeta invitado», dedicada al libro Minerales en espinelas, de Rogelio Rosales Antúnez, que comenzó con mi reseña «Hallar poesía en las piedras». A continuación, el Poeta-Geólogo ofreció casi una disertación magistral acerca de los minerales —tema del cual posee gran dominio— y fue intercalando la lectura de las décimas.

Al final, Marcia y Rogelio, para mantenerse en la temática mineralógica, se fueron a las minas de El Cobre, acompañados de guitarra y claves, con el tema de Rafael Cueto «Veneración» (2). Todo el grupo hizo coro: …Y si vas al Cobre, quiero que me traigas una virgencita de La Caridad.


NOTAS:

1.— CRUZ, SOR JUANA INÉS DE LA: «20», pp. 42-44, en Amor empieza por desasosiego, 2. ed., Editorial Gente Nueva, La Habana, 2014.
2.— Rafael Cueto, integrante del Trío Matamoros. En algunas fuentes aparece el título como «Mi veneración».




ANEXO


PÁGINA EDITORIAL

GACETA LITERARIA Nº 34 – Octubre de 2009 – Año III – Nº 10
DEFENSA DE LA PALABRA

Por Eduardo Galeano (Montevideo/Uruguay)

Uno escribe a partir de una necesidad de comunicación y de comunión con los demás, para denunciar lo que duele y compartir lo que da alegría. Uno escribe contra la propia soledad y la soledad de los otros. Uno supone que la literatura transmite conocimiento y actúa sobre el lenguaje y la conducta de quien la recibe; que nos ayuda a conocernos mejor para salvarnos juntos. Pero "los demás" y "los otros" son términos demasiado vagos; y en tiempos de crisis, tiempos de definición, la ambigüedad puede parecerse demasiado a la mentira. Uno escribe, en realidad, para la gente con cuya suerte, o mala suerte, uno se siente identificado, los malcomidos, los maldormidos, los rebeldes y los humillados de esta tierra, y la mayoría de ellos no sabe leer. Entre la minoría que sabe, ¿cuántos disponen de dinero para comprar libros? ¿Se resuelve esta contradicción proclamando que uno escribe para esa cómoda abstracción llamada "masa"?

* Fuente: Contextos

GACETA LITERARIA Nº 60– Noviembre de 2011– Año V – Nº 61
PÁGINA 1 – REFLEXIONES

EDUARDO GALEANO
(Montevideo-Uruguay)

DEFENSA DE LA PALABRA.

No siempre los datos de tiraje o venta dan la medida de la resonancia de un libro. A veces la obra escrita irradia una influencia mucho mayor que su difusión aparente; a veces responde con años de anticipación a las preguntas y necesidades colectivas, si el creador ha sabido vivirlas previamente como dudas y desgarramientos dentro de sí. La obra brota de la conciencia herida del escritor y se proyecta al mundo: el acto de creación es un acto de solidaridad que no siempre cumple su destino en vida de quien lo realiza.

GACETA LITERARIA Nº 75– Enero de 2013– Año VII – Nº 2
PÁGINA 1 – REFLEXIONES

EDUARDO GALEANO
(Montevideo-Uruguay)

LA HISTORIA QUE PUDO SER

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte.
A Pedro Alvares Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes desconocidas en el país.
Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y Perú, porque carecían de permiso de trabajo.
Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta.
Los peregrinos del Mayflower fueron devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.


GACETA LITERARIA Nº 58– Septiembre de 2011– Año V – Nº 59
PÁGINA 1 – REFLEXIONES

DEFENSA DE LA PALABRA
Por Eduardo Galeano (Montevideo-Uruguay)

Nuestro propio destino de escritores latinoamericanos está ligado a la necesidad de transformaciones sociales profundas. Narrar es darse: parece obvio que la literatura, como tentativa de comunicación plena, continuará bloqueada de antemano mientras existan la miseria y el analfabetismo y los dueños del poder sigan realizando impunemente su proyecto de imbecilización colectiva a través de los medios masivos de comunicación.
No comparto la actitud de quienes reivindican para los escritores un privilegio de libertad al margen de la libertad de los demás trabajadores. Grandes cambios, hondos cambios de estructura serán necesarios en nuestros países para que los escritores podamos llegar más allá de las ciudadelas cerradas de las élites y para que podamos expresarnos sin mordazas visibles o invisibles. Dentro de una sociedad presa, la literatura libre sólo puede existir como denuncia y esperanza.
En el mismo sentido, creo que sería un sueño de una noche de verano suponer que por vías exclusivamente culturales podría llegar a liberarse la potencia creadora del pueblo, desde temprano adormecida por las duras condiciones materiales y las exigencias de la vida. ¿Cuántos talentos se extinguen, en América Latina, antes de que puedan llegar a manifestarse? ¿Cuántos escritores y artistas no llegan ni siquiera a enterarse de que lo son?

GACETA LITERARIA Nº 35 – Noviembre de 2009 – Año III – Nº 11
CELEBRACIÓN DE LA VOZ HUMANA / 1
Por Eduardo Galeano (Montevideo/Uruguay)

Los indios shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del vencido. La cortan y la reducen, hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite. Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca. Por eso le cosen los labios con una fibra que jamás se pudre.




HALLAR POESÍA EN LAS PIEDRAS


El autor del libro que voy a presentar hoy es un hombre que sabe encontrar poesía en las piedras. Es geólogo, trovador y poeta. Se nombra Rogelio Alberto Rosales Antúnez y nació en Manzanillo el 8 de octubre de 1957.

En 2009 un amigo común me habló de él y elogió su trabajo con la décima, entonces quise conocerlo e invitarlo a mi tertulia, hecho que se materializó una lluviosa tarde de diciembre, en el mencionado año; ya para ese momento había leído sus dos proyectos de libros y había disfrutado de su originalidad, frescura e ingenio. Después de ese año, siempre incité a Rogelio para que concluyera esos decimarios, afortunadamente me hizo caso y es por eso que hoy tengo el enorme placer de ser la presentadora de Minerales en espinelas: décimas mineralógicas.

De seguro todos se preguntarán en qué filón subterráneo se comunican los minerales con la poesía. Esto lo responde claramente el propio Rosales en la «Obertura» —y aquí aparece la veta musical del autor— cuando explica que existe un mineral nombrado espinela, «cuya estructura cristalina está formada por octaedros», mientras que existe una forma estrófica, denominada espinela en honor al poeta español Vicente Espinel (s. XVI), que consta de diez versos (décima) cuya medida es de ocho sílabas métricas. «Esta coincidencia entre las ocho caras del cristal y los octosílabos versos de la forma poética, fue un detonante especial para la creación de estas décimas mineralógicas» —explica el poeta—.

Al acercarse a este libro, que el autor califica como «pasatiempo poético-académico», cualquier lector medianamente inteligente se da cuenta, además de que se explicita en la «Obertura», de su importancia para conocer no solo las características de los minerales, sino también su distribución geográfica, su historia, y muchísimas sutilezas y curiosidades, que no aparecen en los libros científicos pero que él, con su sensibilidad personal y su conocimiento profundo de la materia, sabe trasmitirnos.

Minerales en espinelas dedica una décima a cada tipo de mineral, excepto «Escala de Mohs», que tiene dos estrofas; y es precisamente en este texto que abre la serie donde se demuestra la capacidad del autor para convertir en sencillez con gracia un tema científico tan difícil.

Lo que más me atrae de estas décimas es cómo Rosales Antúnez emplea el recurso poético de la prosopopeya, al atribuir a esos elementos inanimados cualidades y acciones propias del reino animal, como cuando expresa que el Rejalgar levanta la frente, o que se marea y debe esconder la testuz.

Por otra parte, Minerales en espinelas no solo pone en versos la escala geológica, sino que posee un sentido histórico, ético y humanista de la existencia de estos minerales en el planeta; baste ejemplificar con el Oro: Como un condenado eres / un proveedor de divisa, / por eso el hombre con prisa / ha agotado los placeres.  Asimismo, cuando se refiere al Diamante, deja una moraleja (no explícita) en la idea de que, a pesar de toda la riqueza que proporciona, intrínsecamente es pobre como el Grafito.

En el plano lingüístico, el poeta se refiere en muchas ocasiones a la etimología de cada nombre, como el origen griego de la Calcopirita. Asimismo, se aprecia en algunos casos el empleo de términos populares, y hasta de vulgarismos no ofensivos que acentúan la vis cómica de las décimas. En otros momentos hay alusiones de tipo religioso, ya sea para referirse a Lucifer o a Dios.

Cercana al final, debo decir que dentro de cada espinela se mueven átomos de humor, de inteligencia, de conocimiento geológico, que llevan, como valor agregado, una gran dosis de utilidad para profesores, estudiantes, joyeros y orfebres, especialistas o  pacientes de la medicina natural tradicional, y como bien dice Rogelio: «sugerente para escritores, músicos, poetas, repentistas».

Considero que no hay que abrumar con detalles a los escuchas/lectores, hay que leer el decimario para darse cuenta de sus valores, a pesar de que aún el libro no se considera una obra perfecta y que Rogelio Rosales pretende revisar a la mayor brevedad, con vistas a presentar una edición mejorada que lleve al lector conocimientos científicos de la mejor forma que puede hacerse, sirviéndole oro, diamantes, plata… siempre dentro de la poesía.

Santa Clara, 2015




ALGUNAS DE SUS DÉCIMAS


Oro I

Dúctil conjunto, pepita,
sensualidad del orfebre.
Aurífero de la fiebre,
quimeras por la dendrita.
Leyenda de Oro, escrita
en la Cuenca del Yukón,
hermosa, tu relación
con otros bellos metales,
residuos hidrotermales
de intensa alucinación.


Diamante I

Radiante de brillo y tono,
Diamante, sustancia pura,
entre todas, la más dura
combinación del Carbono.
Un singular en el trono
refractando con su mito.
Gran Mogol, que marca el hito,
junto al Toscano y Regente.
Soberano, tan pudiente,
y es lo mismo que el Grafito.


Hielo

La madre naturaleza
de varias formas te hizo:
escarcha, nieve, granizo,
de extraordinaria belleza.
Sobre el agua, la corteza,
como ramillas de arbusto.
Diseños de un clima adusto,
tejidos por un glaciar.
El hombre te va a licuar
con residuos de mal gusto.


Agua

Presencia en el cuerpo mío:
¡más del setenta por ciento!
Licuada, dura, en el viento,
violenta, cruda en el río.
Poética del rocío,
dulce, marina, repleta
(nuestra existencia completa).
Agua, bendita e inmunda,
eres la que más abunda…
¿Por qué es Tierra, mi planeta?


Bauxita

He vadeado al Yumurí
donde la ficción emana
de La Asunción a Sabana
en las tierras de Maisí.
Con detalle describí,
al Carso, con su dominio:
Un extenso condominio
de oquedades y bolsones,
presuntas deposiciones
de Hidróxido de Aluminio.



DE LA AUTORA DEL REPORTAJE:
Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su obra en versos, está en el 2013 la mención que recibió en el concurso Oscar Hurtado. En septiembre del 2014, mereció el Premio del VI concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí por su conjunto Embriaguez (rosa, espada, luz). Recientemente publicado en nuestro sitio, su poema A Caracas, en solidaridad con Venezuela.


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