En Pinar, tributo al bardo tunero
Nos reporta el querido
hermano poeta Lorenzo
Suárez Crespo, desde la pinareña Casa
de la Décima Celestino García, el homenaje de ese espacio a Juan
Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, en el aniversario 185 de su
nacimiento
El joven poeta de El Jíbaro,
Adriel Ceballos Delgado. Foto cortesía del autor.
CUCALAMBÉ SIEMPRE
Juan
Nápoles y Fajardo?
porque
nunca olvido al bardo
de
quien tanto yo aprendí.
Vas
junto con Naborí,
dos
grandes de esta nación
y
hoy que el tributo es razón,
cantor
de historia y paisaje,
te
rendimos homenaje
los
poetas del Ranchón.
Después
que las cuerdas y voces de Fulgor
Campesino dejaran en el ambiente su tema de apertura en el guateque
sabatino, el joven poeta de El Jíbaro, Adriel Ceballos Delgado, improvisó estos
versos para abrir las cortinas, no solo a la música campesina y el verso
improvisado, sino a una noche de homenaje al más popular de los decimeros
cubanos, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.
A
tres días del 185 aniversario del natalicio del Cantor del Cornito, no podía
haber motivo mayor para evocarlo en las cuerdas y en las voces de sus más
auténticos seguidores, los amantes de la estrofa mágica, esa joya versal que
utilizara el tunero para describir fauna y flora y no solo dejar el testimonio
bucólico de su impronta existencial, sino un mensaje patriótico de amor por la
libertad en sus cantos indianos, aquellos en los que se traduce el binomio
emancipación-criollismo.
Los
niños del taller de repentismo evocaron en sus diálogos al poeta que declaró
sus íntimas pasiones a la amada Rufina mientras que en las danzas hubo muestras
de los ritmos criollos de nuestras tradiciones.
En
el momento literario se dieron a conocer los nuevos textos recibidos desde el
Frente de Afirmación Hispanista e México:
-Cervantes
en América, de Antonio Rey Hazas, Premio Vasconcelos 2013.
-Revista
Hispano-Americana Norte No. 497-498, Enero-Abril 2014.
-Monólogo
de Lázaro. Libro de poesía de Daniel Guitiérrez Pedreiro.
Precisamente
en esta revista aparecen el diálogo (Mano a Mano) de Jesús Orta Ruiz y Waldo
Leyva Portal, así como otros textos investigativos que continúan ofreciendo luz
a los orígenes de la décima y sus artífices desde Juan de Mal Lara hasta
Espinel, polémica de páginas abiertas tan sorprendentes como curiosas.
El
espacio de las tonadas no solo reveló el variado abanico que permanece abierto
a la viajera peninsular, sino que encuentra especial atracción en un público
que gusta disfrutarla en sus más variados matices.
El
amplio Ranchón no solo vibró entre cuerdas y versos, también los acostumbrados
ritmos de la música movieron a los bailadores.
El
río Guamá, legendaria cinta acuática que pasa por cinco puentes de la ciudad
con el silencio del tiempo en sus ondas, sintió una vez más el impulso vocal de
los poetas en una evocación a los padres fundadores, legado y permanencia bajo
el hálito divino de la espiritualidad.
Del
Centro de Documentación donde atesoramos todos los referentes posibles de la
Viajera Peninsular queremos ofrecer una selección de obras de poetas nacionales
y de otros países que evocan en sus obras al Cucalambé.
Miguel
Ángel Abdala (Naní)
-Bahía
Honda, 1913
No
hay poeta que no cante,
Juan Cristóbal,
a tu gloria,
pues
basta que en su memoria
cada
cantor te levante.
Nunca
estarás tan distante
a
lo largo del caimán,
tus
versos siempre estarán
en
labios de los poetas,
en
los libros y libretas
que
nunca se borrarán.
Santos
Hernández Hernández
-Camaguey,
1914
Tienes
quizás en la esquina
que
da tu medida exacta
alguna
copia del acta
matrimonial
de Rufina.
Tu
cadencia determina
la
búsqueda de un porqué
desde
que el guateque fue
perfilando
tus contornos
con
literarios adornos
que
te dio El Cucalambé.
Raúl
Ferrer
-Yaguajay,
Sancti Spíritus, 1915
Cucalambé
decimante,
decir
de grande, cimero;
sobre
el décimo sombrero
decimado
de diamante.
El
decimiel que te cante
tendrá
que endecimecerte
con
decimicuba fuerte
donde
el punto se adecime
por
la décima sublime
que
decimonta tu muerte
Francisco
Riverón Hernández
-Cuba,
1917-1975
¡Oh,
Victoria de Las Tunas!
Vengo
de quererte a ratos,
Aún
hay polvo en mis zapatos
De
tus veredas montunas.
Te
pregunté por las lunas
Que
campo arriba y a pie,
Vieron
al Cucalambé,
Hermano
de surco y monte
Con
su criollo sinsonte
De
tabaco y de café.
Rigoberto
Rizo
-Madruga,
Habana, 1917
Yo
también soy campesino
como era El Cucalambé,
amo el tabaco, el café,
la Patria y el gallo fino.
Después del trabajo afino
el laúd entre mis manos
y canto puntos cubanos
recostado al taburete
mientras que en el caballete
el viento arrulla los guanos.
como era El Cucalambé,
amo el tabaco, el café,
la Patria y el gallo fino.
Después del trabajo afino
el laúd entre mis manos
y canto puntos cubanos
recostado al taburete
mientras que en el caballete
el viento arrulla los guanos.
Carlos
Urra
-San
Diego de Núñez, 1920-2014
Vengo
del bardo tunero,
vengo
del Cucalambé,
vengo
de caña y café
con
el verso por lucero.
El
rocío mañanero
moja
el insomnio que aplaco,
vengo
del campo y destaco
entre
valle, monte y loma
el
cubanísimo aroma
con
el que canto al tabaco
Jesús
Orta Ruiz
-Guanabacoa,
1922
Viajera
peninsular,
cómo
te has aplatanado,
¿qué
sinsonte enamorado
te
dio cita en el palmar?
Dejaste
viña y pomar
soñando
caña y café
y
tu alma española fue
canción
de arado y guataca
cuando
al vaivén de la hamaca
te
diste al Cucalambé.
Francisco
Henríquez
-Unión
de Reyes, Matanzas, 1928.
Gracias
a El Cucalambé,
que la cultivó entre caña,
la vieja estrofa de España
hoy sigue viva y de pie.
Aprendió a tomar café
en el jarro de una güira;
endulzó su nueva lira
con jarabe de guarapo,
y ya no viste de harapo
ni le asusta ser guajira.
que la cultivó entre caña,
la vieja estrofa de España
hoy sigue viva y de pie.
Aprendió a tomar café
en el jarro de una güira;
endulzó su nueva lira
con jarabe de guarapo,
y ya no viste de harapo
ni le asusta ser guajira.
Basilio
Echevarría (El Negro)
-Pinar
del Río, 1929
La
décima está en la flor,
en
el panal de la abeja,
en
el amor que se aleja
y
nos produce dolor.
Está
en el beso de amor
que
a mi novia le robé,
en
la caña, en el café,
está
en el fruto maduro
y
en el pensamiento puro
que
tuvo el Cucalambé.
Gobier
Cruz Villalonga
-Matanzas,
1933
Cómo
ha cambiado la vieja
zona
del Cucalambé,
cuánto
se palpa y se ve
ya
libre de extraña reja.
El
Cornito se despeja
en
un cantar que no acaba,
verdea
la cañabrava
y
el sol, de rojo cerquillo,
despierta
en el amarillo
fragante
de la guayaba.
Manuel
Mejía Sánchez-Cambronero
-Daimiel (Ciudad Real), España, 1937
-Daimiel (Ciudad Real), España, 1937
Para
mí el Cucalambé
que antes me sonaba a chino,
hoy me ha abierto su camino
y por él ando con fe.
El recorrido hago a pie
mientras me voy recreando,
de un lado al otro mirando
y cada vez más me gusta
que antes me sonaba a chino,
hoy me ha abierto su camino
y por él ando con fe.
El recorrido hago a pie
mientras me voy recreando,
de un lado al otro mirando
y cada vez más me gusta
me
apunto a esta causa justa
mientras me tomo un café.
mientras me tomo un café.
Justo
Miranda Alfonso.
-Viñales,
1938
Un
día siete de enero
en
la dimensión acuaria
se
enlutó la funeraria
con
un nombre tan cimero.
De
Benito el Viñalero
sabe
la historia por qué
igual
que el Cucalambé,
burlando
sombra y capuz
en
su carroza de luz
por
la elíptica se fue.
José
Lorenzo Delgado
-Punta
de Palma, P. Río, 1939
Oliendo
a flor de campana
vi
el Cucalambé aguerrido
en
el texto reducido
de
una décima cubana.
Lo
miro en la palma cana
con
un mensaje de fe
y
es que yo me imaginé
que
en la tarde campesina
conversando
con Guarina
estaba
el Cucalambé.
Mª
Jesús Lozano Cáceres
-Islas
Canarias, 1942
Hallé
la sonora estrella
dentro
de una caracola
y
la luz de una farola
me
dejó profunda huella.
Quisiera
mostrar aquella
mujer
que sin cortapisa
se
vuelve una pitonisa;
y entre
guanos y café
honrando
al Cucalambé
aquí
hay una poetisa.
Celino
Alfonso
-San
Cristóbal, 1942
No
le quedó una riqueza
en
el fondo del tintero
donde
el maestro tunero
no
mostrara su belleza.
Quiso
la naturaleza
un
solo Cucalambé,
porque
Cuba siempre fue
el
caimán de Las Antillas
que
tiene tres maravillas:
caña,
tabaco y café.
Lorenzo
Suárez Crespo
-Bahía
Honda, 1943
Denme,
musas, el mensaje,
el
contrapunto que entraña
cafeto,
tabaco y caña
del
bucólico paisaje.
Del
habano, su linaje
en
el sabor cotidiano,
el
tres, la guitarra en mano
junto
al laúd que heredé,
ecos
del Cucalambé,
malara
y punto cubano.
Eduardo
Sarabia Vázquez
-Viñales,
1944
En
Las Tunas yo admiré
del
bardo su casa en ruina
y
una virama, Rufina,
en
el alma me llevé.
Es
tu hombre quien la ve
en
memoria enamorada,
tu
silueta reencarnada
anida
en parcela fiel,
espejo
que, todo miel,
se
reparte en la mirada.
Juan Careaga Masón
-Pinar del Río, 1948
Su décima campesina
es como la Rosa Blanca
que vive en la mano franca
de la América Latina.
Se teje por la colina
entre flores del café
y para seguir su fe
en tardes de primavera
en Laúd y Guayabera
le canto al Cucalambé
Caridad
Rodríguez Fleitas
-Candelaria,
1957
Quiero
decirte, Enriquito,
cuando
la puerta me abras
en
un mundo de palabras
que
ya todo tiene escrito.
Voy
a ir hasta El Cornito
en
la memoria que guardo
porque
me pongo que ardo
sufriendo
con mis aquejos
para
buscar los consejos
de
Juan Nápoles Fajardo.
Félix
López Machín, El Minerito
-Minas
de Matahambre, 1958
El
Cucalambé no ha muerto,
vive
en el pueblo cubano
y
afina el laúd temprano
con
la mano del concierto.
Por
este camino abierto
anda
con la poesía
y
para alegrar el día
de
otro guateque en su tierra
con
Valiente y Pedro Guerra
se
encuentra en la canturía.
Nicolás
García Flores.
-México.
Hablar
del Cucalambé
es
hablar de canturía,
de
auténtica cubanía
con
el sabor del café,
porque
Juan Cristóbal fue
de
los modernos juglares
que
le llevó en sus cantares
a
la gente campesina
la
natural medicina
para
aliviar los pesares.
Ramón
Espino Valdés
El
Leoncito de Las Tunas
-Cuba/México.
Cucalambé,
con las velas
que
han enmascarado el mito,
quiero
alumbrar “El Cornito”
junto
a un pastel de espinelas.
Tus
amorosas estelas
reviven
a Rocinante.
Se
crece una voz gigante,
en
corazones hispanos,
porque
reclutaste hermanos
como
“El Caballero Andante”.
Juan
Montano Caro
-Mantua,
1952
Es
la décima una flor
hermosa,
tierna y querida
que
se reparte en la vida
del
buen improvisador.
El
Cucalambé, folclor
que
nace en la serranía
y
a la manigua quería,
verso
y paisaje dan fe,
por
eso el Cucalambé
es
canto de cubanía.
Andrés
Gustavo García
-San
Juan y Martínez, 1952
Obrar por la trascendencia
vasta del Cucalambé
es como ampliar más la fe
en la cultura y la ciencia.
Por sobrarle la sapiencia
se hizo más luz, más
grafito
y yo ahora necesito
en estos alrededores
diez ramilletes de flores
para el cantor del Cornito.
Benedicta
Narda Rodríguez Díaz
-Artemisa,
P. Río, 1956
Mi
décima es la viajera
de
San Antonio a Maisí
por
el Indio Naborí
vestida
de guayabera.
Mi
décima es mensajera
porque
reparte la fe
y
entre el sorbo de café
se
alza mi verso en un mito
por
visitar el Cornito,
cuna
del Cucalambé.
Raúl Sera Adrián
-Bahía Honda, 1963
Más esclavo, más, lo sé,
Si debe repetir todo
Lo que ya cantó a su modo
Ayer el Cucalambé.
Naborí, que ya se fue
Lo llenó de su emoción
Y a mí me dio una razón,
La dimensión del poeta
Para sentirme el profeta
Del último barracón.
Oniesis
Gil
-E.
de Herradura, P. Río, 1982
Pintado
en varias facetas
el
rostro suyo se ve,
creo
que es el Cucalambé,
el
Santo de los poetas.
Entre
el tiempo y las libretas
nace
su imaginación
y
está oloroso el salón
como
si de forma clara
Rufina
le perfumara
el
rostro a la exposición.
Leandro
Camargo Pérez
-Los
Palacios, 1987
La
exposición de Kamyl
detrás,
delante ha quedado
y
ahora yo tengo a mi lado
al
poeta Oniesis Gil.
Vale
una imagen por mil
por
la hondura que se ve,
una
moneda en la que
hay
historias escondidas
y
unas velas derretidas
para
San Cucalambé.
DEL
AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo
Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la
poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta
con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio
Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros
publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños.
De su decimario inédito La brújula del viajero puede ver mediante este
enlace el poema ¿Por
quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero.
También en nuestros archivos, su comentario
sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora
Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al
que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa
de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos
José
Miguel Mederos y Polo
Montañez.
SUS
MÁS RECIENTES COLABORACIONES:
SOBRE
ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
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