viernes, 30 de mayo de 2014

Lorenzo sin pértiga y sin alas


“Siempre con voluntad de llegar”
 

Entrevista realizada al poeta Lorenzo Suárez Crespo por Iris L. Madera Iglesias, estudiante de Periodismo




Viernes santo, 10:00 am. Helechos y orquídeas se ensortijan en el portal de esta casa ubicada casi al final de la calle Vandama, en la ciudad de Pinar del Río. Debo realizar una entrevista narrativa. Traigo una cámara de video para  registrar cada detalle.

La sonrisa de un hombre me saluda en el umbral. Viste pantalón carmelita y camisa beige, pero sus sandalias aportan un tono hogareño que delata una  personalidad flexible. A los setenta años se siente feliz, ama la amistad, detesta la envidia. En escribir poesía y promover el arte en la Casa de la Décima halla el recodo para sus sueños.

Su nombre es Lorenzo Suárez Crespo y no imagina una Cuba sin esos versos octosílabos que cronican en rima: “El quehacer de poetas e improvisadores es un acto continuo y espontáneo como las aguas de un río, que nunca puedes detener su corriente. La décima seguirá adelante, siempre ganando espacio, pues cada día son más los que la aman”.

Poco resuelve la tecnología si los sentidos no hacen bien su parte, por eso mis ojos persiguen a este ser delgado, de mediana estatura, cabellos negros y piel  blanca, mientras, escucho su voz tibia como caricia de ángel que me invita a pasar.

—Mi casa es tuya. Acomódate— dice ofreciendo un  butacón.

—Gracias.

—Pero, además de esta, tienes la Casa de la Décima, que también es tu casa. Espera un momento, que voy a buscar mis otros espejuelos. Los que llevo puestos solo sirven para ver de lejos.

Aguardo sentada al anfitrión, en tanto, alisto los materiales para registrar el diálogo. Grabadora, libreta y bolígrafo sobre la mesita de centro, me dispongo a preparar la cámara, pero falta el estuche con las baterías. Comienzo a hurgar en la cartera, rezando a Cristo todopoderoso o alguna deidad patrona de los periodistas novatos. Paso revista a cada objeto: billetera, espejo, lápiz labial, computadora, un libro.... ¡uff!..., malditas baterías que no quieren aparecer. Ocho veces las he buscado sin éxito, todo en escasos segundos. Definitivamente se quedaron en casa. Estoy sudando. ¿Qué hago?

Absorta en mis preocupaciones no he notado a Lorenzo que acaba de regresar.

—¿Qué te pasa? ¿Se te ha perdido algo?— pregunta  al percibir mi descontrol.

—Disculpe, pero creo que tendré entrevistarlo a la antigua —le explico con la voz en un hilillo—. Se me han quedado las pilas de la cámara.

—¡Ah Niña, eso no es problema! Espérame aquí, que voy a buscar la mía. No te preocupes, a cualquiera le pasa.

—Muchísimas gracias- simulo una sonrisa para disfrazar mi vergüenza y lo observo atravesar una puerta pintada de blanco. La deferencia es una de sus tantas cualidades.

Mientras espero nuevamente al poeta, escudriño la sala. Seduce el naranja  rojizo de las paredes, desprovistas de flores, fotos familiares o algún otro adorno. Solo hay cuadros, como en una galería. Uno de ellos recrea un corazón que lacta una ubre asida a la anatomía del mapa de Cuba.

—¿Interesante, no? —Otra vez me sorprende Lorenzo— Estas pinturas son de mi yerno Iván Morales, joven promesa de la plástica en Vueltabajo.

—¿Otro creador en la familia?

—Sí, aquí todos amamos el arte. Mi esposa Irma trabaja en la Editorial Cauce, Iván pinta, mi hija es médico pero tiene una gran sensibilidad y mi nieta Carolina es el alma de este hogar, le gusta cantar, bailar y dibujar. Esta es mi familia pequeña; la más grande habita en la Casa de la Décima Celestino García.

—¡Que también es mi casa! —Interrumpo parafraseándolo.

—¡Sí! —sonríe— aquella también es tu casa. Allí tengo a mis amigos, admiradores y a todos los cultores de la décima y la música campesina, somos una familia gigante, hispanoamericana. Cada sábado se reúnen personas de distintos grupos etarios y extracciones sociales. Como cénit cultural de la comunidad, hemos revolucionado el reparto Celso Maragoto.

“Nuestro cometido es continuar la tradición de la décima escrita e improvisada, además promocionar la labor de los escritores y poetas que la defienden. Para atesorar estos valores hemos creado un centro de documentación llamado Amauta. Lo más importante es brindar a la colectividad alimento para el espíritu”.

—¿Amauta?

—En las antiguas civilizaciones de Hispanoamérica se les llamaba amautas a los sabios de las tribus, hombres de gran espíritu. Denominamos así a nuestros archivos pues hoy nos encargamos de salvaguardar las obras de nuestros creadores.

Acreedor de la Medalla de Oro José Vasconcelos, otorgada por el Frente de Afirmación Hispanista de México, Lorenzo hace gala de sus conocimientos de la historia y literatura iberoamericanas. Además de su obra literaria, no abandona su vocación de maestro, licenciado en Humanidades  desde 1979.

—¡Ay, con tanta charla, ya se me olvidaba! Aquí tienes mi cámara, cuando quieras puedes comenzar.

—Un millón de gracias —respondo mientras me dispongo a filmar, aunque, a decir verdad, esta película ha comenzado desde hace rato.



1,2,3. ¡Grabando!

Bahía Honda, segunda mitad de la década de 1940. En la quietud del campo, juega un niño con sus cinco hermanos. Se llama Lorenzo, tras el vuelo de zunzunes viaja en sus fantasías. Ama los libros y admira mucho al padre, quien a pesar de ser guardia rural es un hombre íntegro y noble.

La madre es ama de casa. Cocina, friega y limpia entonando décimas sobre las hazañas de nuestros héroes en las guerras independentistas.

—Cuando terminen sexto grado, deben seguir estudiando —aconseja a los hijos. Ella quiso ser maestra, pero sus padres lo impidieron, por eso hoy se ha convertido en preceptora de sus pequeños.

Lorencito siempre la escucha. Cursa mecanografía, taquigrafía e idiomas. Años después, el magisterio lo atraparía en sus redes, al igual que una muchacha matancera que lo haría partir dejar su querido pueblito. Este primer matrimonio sería fragua de caminos en Cárdenas.

“Allí comencé a escribir para niños. Fui metodólogo de Español y participé en talleres literarios, además, publiqué mi primer libro titulado Una pluma en la corriente, cuenta las aventuras de una ranita que se desprende de una rama y navega río abajo”.

Pero pronto aquella décima amiga que lo acompañaba desde su  infancia centra su obra poética.

Cárdenas, dulce recreo
reliquia de inspiración,

Así le cantaba el poeta pinareño a la ciudad que lo acogió como hijo.

“Desde aquella época ya me interesaban los temas existenciales, en esa línea salían a relucir la amistad, el amor, los asuntos patrióticos, pasiones humanas, las inquietudes y añoranzas. Fueron años muy felices, hasta que, por razones familiares, decidí regresar a Bahía Honda en 1989. Allá viví hasta el año 2000, fecha en que llegué a la ciudad de Pinar del Río con mi esposa actual y mi hija.

“Como ves, he tenido una vida azarosa, pero, de cierta manera, toda vida es compleja, llena de vicisitudes.....” —insinúa una sonrisa melancólica que saca a la luz mis “dotes” de psicoanalista. Me pregunto qué malos recuerdos asedian la mente de Lorenzo en estos instantes. Pero, bueno, dejémosle eso a Freud, yo solo puedo ayudarle cambiando de tema:

—Hablemos de literatura infantil, ¿cómo puede imprimirle novedad a sus décimas para niños sin renunciar a lo tradicional implícito en este género?

—Antes de contestar a tu interrogante revisa bien, no vaya a ser que se llene la memoria de la cámara o se le acaben las baterías—. Simplemente, mi interlocutor no deja escapar un detalle.

—No, no se preocupe, todavía nos queda espacio y baterías.

—¡Uff!, qué bueno —sonríe—.Volviendo a tu pregunta, la esencia está en que cuando se escribe una décima de este tipo debemos emitir un mensaje edificador y sobre todo, lograr que este mensaje llegue; hacer que el pequeño se sienta contento y que a la vez aprenda algo. Con los niños en las peñas, siempre entablamos una conversación y, si, por ejemplo, estoy hablando de números les digo esta décima:

El 1 le dice al 2
Hay fiesta en casa del 3
Mientras el 4, a su vez,
llama al 5 en alta voz.....

Mientras recita su estrofa, dibuja cada número con sus dedos, y yo me pierdo tras ellos como una de esas niñitas que lo escuchan en las tertulias.

—Eso les gusta muchisímo —asegura—, así combino la literatura con la parte lúdica, como dijera Martí, fundir la utilidad y la virtud.

—Pero, últimamente, la vorágine de la tecnología  distancia a  los niños del libro.

—Es muy difícil luchar contra eso. Ahora tengo esa experiencia muy cercana con mi nieta. Siempre trato de acercarla a la poesía y otros géneros literarios pero la costumbre de estar sentada frente a la computadora, viendo muñequitos, la aleja un poco. Creo que la solución es saber combinar las cosas. En mis encuentros con los niños intento inculcarles el amor por la lectura como la premisa más importante pues el libro es insustituible.

Un sabroso jugo de piña deviene pretexto para este interludio. Irma, la esposa de Lorenzo, se luce como anfitriona. En este punto de la conversación, es tiempo para conocer a una vocecilla que he estado escuchando en off desde hace un ratico. Parece que su abuela la tenía “atajada” para que no interrumpiera nuestro diálogo, pero el abuelo me complace y la llama. Mientras esperamos, describe a su joyita:

—Carolina es inquieta como los niños de nuestro tiempo, es como un cervatillo, muy ágil, pero tiene cosas muy interesantes que me motivan para escribir. Le gustan mucho los títeres, en el libro que estoy preparando aparecen poemas  que reflejan sus juegos con estos personajes.

Entonces, llega la “reina de Roma”. Trae en sus manos un caracol y me regala un besito de esos que se te quedan incrustados como calcomanía.

—Yo me llamo Carolina. Yo le dibujé una casa a mi mamá, ....le hice caracole, lo caracole son pequeños y lo niños somo grande...... a ver yo te lo enseño el caracol mío —Caro tiene casi cinco años, todavía habla un poquito enredado, creo que esto es parte de su encanto.

—Le encantan los caracoles —cuenta Lorenzo hinchado de orgullo—. Ella es el centro de atención, el punto mágico a donde van las miradas en esta casa.

La niña dice adiós, va de paseo con papá y mamá. Besa con picardía a su abuelito, quien ahora me cuenta sobre sus textos publicados: Una pluma en la corriente, Ofrenda Lírica, Leyenda de los números, Cantos del pequeño juglar, Daniela va al preescolar, Versiones sobre la nostalgia, Malaras refraneras... y más. En cada uno late la historia de vida y los derroteros de este hombre, para él todos son especiales.

—Las antologías también me han reconfortado mucho —dice— pues recogen mi labor como promotor. En este sentido, el Frente de Afirmación Hispanista de México ha contribuido con su apoyo, por ejemplo, publicaron, ente otras, la  primera Antología de la Décima en Vueltabajo, que registra las obras de más de 50 poetas que estaban en el anonimato pues desde 1875 no se acometía una tarea como esta.

—A propósito, usted obtuvo el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y el Olga Alonso, ¿qué opina sobre la promoción cultural en Pinar del Río?

—Bueno, en ese aspecto estoy insatisfecho. A veces olvidamos que, en materia de promoción, es importante divulgar obra y vida de los artistas. Existen muchas alternativas que pueden explotarse, lástima que todo quede en pequeños eventos al calor del momento, por ejemplo, el ejercicio práctico de la Casa de la Décima ha logrado que las personas volteen la mirada, sin embargo aún no son suficientes los programas de radio y TV que promocionen este arte, aunque en Vueltabajo ya los medios comienzan a acercarse a nosotros, pero todavía no podemos afirmar que la décima está bien tratada. Creo que deberían existir más programas dedicados al arte y la literatura, pues, en ocasiones no falla la tecnología, es que falta voluntad.

Diciendo esto, toma un libro de sonetos que, sobre la mesita, atestigua nuestro diálogo.

—Esta es mi última publicación. Se nombra Sin pértiga y sin alas, y me llena de orgullo. Es como recoger toda la esencia del desarrollo humano y de mí mismo como escritor, por eso, te lo voy regalar.

Lorenzo cambia sus anteojos. (Ahora entiendo para qué había traído esos que le ayudan a ver de cerca). Escribe algo en la primera página que activa mis emociones.

Le agradezco y noto que la tarjeta de memoria de la cámara está casi llena. Cuando las almas se conectan, el tiempo escapa callado cual ladrón de instantes. Son las 12: 35 pm, solo queda espacio para una última interrogante:

—Si pudiera guardar en un cofre los objetos que lo definen como persona, ¿qué no podría faltar?

—Bueno, me has puesto a pensar...... —el dedo índice acaricia su barbilla—......Pienso que guardaría tres libros, uno de décimas, uno de sonetos y otro de literatura para niños. En ellos va mi madre, mi esposa, mi hija, mi nieta y toda la familia (que incluye a las amistades). En mis libros va la impronta de mi vida.

No encuentro mejor final para sellar más de dos horas de diálogo. Como en una telenovela barata, la despedida es triste. Realizar una entrevista narrativa  era mi misión al llegar a esta casa, pero, más que el afán de cumplir una tarea escolar, he alcanzado el éxito mayor: conocer un amigo.

Sonrío a ese hombre que me dice adiós entre helechos y orquídeas. Ahora leo la dedicatoria que escribió en ese libro  de sonetos que guardaré para siempre. En portada, un corazón sobrevive atado a tres palmas, ya puedo reconocer que es otra pintura de Iván Morales, pero, el título de este volumen me atrapó desde la primera vez que lo escuché en la voz de su autor:

“¿Por qué Sin pértiga y sin alas? Muy sencillo, porque al cabo de tantos años de vida, llega la consagración y me siento feliz, pero volteo la vista y percibo que he alcanzado este punto luchando en una cuerda floja. Unas veces peleando contra las vicisitudes, otras, contando con el apoyo de los demás, pero siempre con la voluntad de llegar.

“La vida es una lucha de amores y desamores, comprensión e incomprensión. Se necesita alas para volar y pértigas para mantenerse. Creo que, en la mía, han predominado las alas, pero estas son  invisibles, por eso, hay que seguir luchando”.



DEL ESCRITOR ENTREVISTADO:

Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. De su decimario La brújula del viajero puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas? También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:



SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO










domingo, 25 de mayo de 2014

La décima es un árbol de mayo


Por el Día del Campesino
y el Internacional de los Museos

Nos reporta desde Santa Clara la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en su provincia

Los invitados y la anfitriona. De espalda, Paulina Álvarez y Olimpia Pombal.


 
QUIÉN SABE
SI LAS NUBES…

Quién sabe si las nubes entienden la importancia de su trabajo para que un árbol crezca y fructifique. Quizás perciben la gratitud del campesino al recibir la lluvia. Quizás.

Yo temía que esa tarde (16 de mayo) hubiera que suspender la tertulia por causa del aguacero; sería la primera vez, pero mi temor fue inútil. Al principio éramos pocos, después vinieron, mojados, Pedro Luis y Ludys. El poeta invitado, Rafael Águila «El Águila de Placetas», llegó temprano y, tras él, un tocayo suyo —no supe el apellido— con guitarra.

La tertulia estaba dedicada al Día del Campesino y al Día Internacional de los Museos, y como este proyecto ha desarrollado, durante más de seis años, el vínculo Artes Decorativas-Décima popular, el tema obligado fue «Décimas al paisaje cubano». No obstante, se imponía recordar a nuestro Héroe Nacional por el 119 aniversario de su muerte; para ello, seleccioné la décima «Dedicado a José Martí», un cadáver exquisito de Las Tunas (enero 2002): (1)


Alto, en pie, se agranda el verso
como un pedestal. Errante,
circunda el espacio andante
y en el camino está inmerso.
Se va y deja al universo
dolor de yugo y estrella,
no es el camino, es la huella
del grillete y de la bala.
Vuelan versos en el ala
blanca de alguna centella.

Otro momento inicial fue la lectura de «Ronda de los abanicos», «Ocaso» y «El gato», del cuaderno Concierto para cuatro gatos (Camajuaní, 1982), cuyo autor, el poeta e investigador René Batista Moreno, cumpliera dos años de fallecido el pasado 2 de mayo; la selección de esas décimas obedece a la mención del paisaje, de los abanicos (elementos muy vinculados con las artes decorativas) y de los gatos, que para nuestro museo tienen una connotación de leyenda [Véase el Catálogo rimado Nº 49, 16 de septiembre de 2011, en http://www.decimas.cenit.cult.cu ]

EL GATO

Mi dorso negro-manchado, silueta sobre los techos,
la luna tiene en sus pechos mordidas que no le he dado.

Si ella mira con agrado las orgías de que gozo,
la noche y su frío pozo envuelven mi hablar de niño,
si de repente el cariño llega en temblor amoroso.


Para la sección «Jugando con el paisaje» seleccioné veintitrés décimas (o conjuntos de ellas), pertenecientes a diferentes autores y momentos, desde el siglo XIX hasta la actualidad; fueron tomadas, principalmente, del libro La décima culta en Cuba, compilado por Samuel Feijóo (2). Los asistentes eligieron los números de su preferencia: 5. «El jazmín de mi ventana», por Adelaida del Mármol; 12. De Jesús Orta Ruiz: «Los rieles» y «[En ti mi querida Sagua]» (3); 15. «Lluvia» (otro cadáver exquisito) (4); 4. Varias décimas de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé); 3. «A Juan C. N. Fajardo» y «Al Cucalambé» por José Fornaris; 9. «Paisaje (décimas estilizadas» de Nicolás Guillén.

Fue presentado el Catálogo rimado Nº 79, con lectura por parte de los autores, y se repartió el Nº 78, que estaba pendiente. A continuación, el MScs. Jesús Llorens León, Especialista Principal del Museo, mostró y comentó —para continuar con el tema de la tarde— un paisaje al óleo del pintor Leopoldo Romañach; pero solo después de recibir, para el Museo de Artes Decorativas, un modestísimo reconocimiento de «La décima es un árbol».


Jesús Llorens y Mariana.

Finalmente, Rafael Águila y el otro Rafael interpretaron décimas alegóricas al campo cubano y al Día del Campesino; naturalmente, después de cantarle al cuadro, para el Catálogo rimado 81. El invitado principal, que es un gran conversador, contó algunas anécdotas.

Como estuvo lloviendo sin parar cerca de dos horas y no podíamos retirarnos, la tertulia se hizo sin apuro y con mucha décima en el ambiente; algunos asistentes, como Olimpia Pombal y Pedro Luis González  Domínguez, también intervinieron para declamar sus octosílabos. Y para no enfermarnos de gripe ni ponernos nerviosos, bebimos tizana de orégano con tilo (fórmula mía).

Quién sabe si las nubes trabajaron más para que los campesinos continúen cantando décimas de amor al campo y al paisaje.





NOTAS:

1.- «Dedicado a José Martí», p. 30, en Argel Fernández Granado, comp., Del surrealismo a la décima exquisita, Editorial  Sanlope, Las Tunas, 2010.

2.- Feijóo, Samuel, La décima culta en Cuba: muestrario, Dirección de Publicaciones, Universidad Central de Las Villas, 1963; 423 p. La mayoría de las décimas pertenecen a este libro, salvo que se especifique lo contrario.

3.- BODE HERNÁNDEZ, Germán: Décimas rescatadas del aire y del olvido, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 1997, pp. 86-87.

4.- FERNÁNDEZ GRANADO, Argel, comp.  Op. Cit., p.26.



Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su obra en versos, está en el 2013 la mención que recibió en el concurso Oscar Hurtado


Visite el sitio web de esta tertulia
en su nueva dirección:


MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA DÉCIMA EN ESTA PROVINCIA HACIENDO CLIC AQUÍ:
VILLA CLARA






domingo, 18 de mayo de 2014

En Pinar: La Cruz de Mayo


Herencia canaria y espiritualidad



Nos reporta el querido hermano poeta Lorenzo Suárez Crespo, desde la pinareña Casa de la Décima Celestino García, la celebración de la Cruz de Mayo, herencia canaria y espiritualidad permanente de los Monterrey desde la zona de El Cafetal, en Pinar del Río


LA CRUZ DE MAYO


De nuevo, como advierte el calendario los días 12 de mayo y ahora en el 2014 cuando las primeras lluvias anuncian la bonanza de las cosechas, en la tierra del tabaco con el sello distintivo de los Hoyos de Monterrey, San Luis, Pinar del Río, hay comunión de almas para el canto y la consagración.

Desde lejanos rincones y muy especialmente desde la Casa de la Décima Celestino García, los poetas repentistas acuden al pie de la Cruz de Mayo. Vienen con el signo de la continuidad en esta tradición centenaria de Hispanoamérica, pero más que todo con el insistente y profundo llamado de la espiritualidad como eclosión de sus raíces identitarias.

Este evento que aún mantiene su culto lírico en algunas regiones del país ha sido en esta zona vueltabajera una tradición indeleble desde que, primeramente con las migraciones canarias en pos de la hoja verde y aromática plantaran sus cosechas, hasta los primeros núcleos fundacionales de la familia Monterrey.

Sucesivas generaciones anteceden a este rito de la luz, la invocación y los versos, ahora en la persona de Rodobaldo, uno de los nietos de Eleno Monterrey, descendiente de canarios y el gran promotor en las primicias de este evento que no solo en esas islas mantiene vigencia los días 3 de mayo como en Venezuela, sino que es signo tradicional en muchos otros países.

A la caída de la tarde van llegando los poetas al patio de los Monterrey donde, bajo la frondosa arboleda de mangos, aguacates, guayabas, mameyes, cafetos y otras plantas, comienzan a arder decenas de velas al pie de la legendaria cruz.

Un brindis de vino casero, ron, té y otras sugerentes propuestas acomodan el paladar de los visitantes en las hileras de bancos y desde ya, con la audición de cantos campesinos en el arte del repentismo y la proyección visual de los poetas con imágenes de archivos, comienzan los rituales.

Más entrada la noche se disfruta del arroz congrí, malanga, ensaladas y este año del cocido de carnero.

A las 12 de la noche los poetas se van acercando al rústico altar y, muy cerca de los acompañantes en las cuerdas, le dan rienda suelta al milagro de la inspiración en una invocación sublime al remedo de las velas y la majestad de la cruz.

La ronda de los versadores, pies forzados, diálogos poéticos y los pasajes curiosos del mago Omar, así como las estampas de cuentería popular del propio Rodobaldo terminan por amenizar el trance de las horas hasta la llegada del sol con los primeros trinos de las aves.

La Cruz de Mayo, herencia canaria y espiritualidad permanente de los Monterrey desde la zona de El Cafetal, en Pinar del Río, ha vuelto a elevar los devotos cánticos en la más popular y permanente fruta del árbol lírico cubano, la estrofa mágica.

Ofrecemos a los lectores algunas de estas obras cuyo conjunto decimístico forma parte de la herencia lírica que guardan nuestros archivos en el Centro de Documentación.


Ramón Cordero
-Pinar del Río, 1959

Sea una quimera, un mito
o bien sea una leyenda,
es para que alguno aprenda
lo grande del infinito.
Mayo es el mes donde el rito
se hace más fuerte y en sus
puntas se para Jesús
y detiene el Universo
para que se escuche el verso
por Monterrey y la cruz.


José Oriol García Hernández
San Juan y Martínez, 1963

Cruz de palpitante Edén
y de rústica madera,
exhibes brillo por fuera
aunque muchos no te ven.
Tal vez en el mismo tren
va tu rito original
y no es de forma casual
que vuelvo al mismo terreno
por Isidoro y Eleno,
por Rodo y El Cafetal.


Jesús Rodríguez
-Los Palacios, P. Río

Esta es la segunda vez
que invoco frente al altar,
por la puerta quise entrar
sin utilizar los pies.
Con la misma sencillez
le donó el cielo la luz,
pero yo sin ser Jesús,
Dios de los seres humanos,
no me duelen en las manos
las puntillas de la Cruz.


Orlando Robaina Álvarez
-Paso Real de San Diego
-15 agosto 1953

Vine por séptima vez,
Virgen alegre y modesta,
primera vez que en la fiesta
se duplica tu altivez.
Vine a soltarte las diez
palomas del paladar
y te vine a visitar,
no por guajiro imprevisto,
si es primera vez que a Cristo
lo he visto frente al altar.


Adriel Ceballos Delgado
-San Juan y Martínez,1985

Venga la lluvia, botones
que anuncian fertilidad.
Cruz sagrada, tu bondad
anuncia estas predicciones.
Brillen las constelaciones,
baje el cielo su testuz,
viertan al campo la luz,
como en versos lo destaco
a las vegas de tabaco
bendecidas por la cruz.



OTRAS


Francisco Zamora
-La Palma, 1973.


Mendive
-Ante la madre enferma de Luis P.
Madre, para homenajearte
en tu onomástico día,
flores de la casa mía
traje para regalarte.
Como hoy es día de darte
los abrazos y los quieros,
yo te traje los primeros
hoy que en tu existencia llueve
aguas de noventa y nueve
fructíferos aguaceros.


Luis Puentes
Imborrable Juan Formel,
hombre grande entre los grandes
que traspasaste Los Andes
siempre repartiendo miel.
Tu repertorio tan fiel
fue un sello de cubanía
y por tu alta valía
con los ritmos de Van Van,
en la Patria seguirán
repartiendo melodía.


Hoy encendí las diez velas
que rigen mi voz de aliento
cuando te invoco al acento
de los versos que revelas.
Hoy ante tu altar me impelas
impregnado por la luz
y desnudando el capuz
de tus misterios divinos
llegué a ti por los caminos
al llamado de Jesús.



DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
 
Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. De su decimario inédito La brújula del viajero puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

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PINAR DEL RÍO








viernes, 16 de mayo de 2014

Taller sobre la décima en México


Titulado “Perspectivas actuales”
 
Nos comenta su conductora, Odalys Leyva Rosabal (Jobabo, Las Tunas, 1969; desde niña radicada en Guáimaro, Camagüey), poetisa y narradora con numerosos libros publicados; presidenta del Grupo Décima al filo y del comité organizador de sus encuentros nacionales de mujeres decimistas; miembro del Grupo Ala Décima; cuenta entre sus diversos galardones con el Premio Ala Décima 2004 y el Premio Iberoamericano Cucalambé 2008, por su libro Los Césares perdidos. Obtuvo recientemente la distinción Dama de Las Hespérides, otorgada por el Ateneo Republicano de igual nombre en Murcia, España, “por su brillante labor en el entendimiento de los pueblos a través de la solidaridad y la difusión de la cultura como bienes inalienables del ser humano”.


LA DÉCIMA A TODA LUZ

El taller “Perspectivas actuales de la décima” me facilitó las herramientas para conocer un poco más a nuestra estrofa nacional, —ya no diremos solamente que al decir de José Fornaris— sino gracias a la evocación y permanencia del pueblo cubano. Ahora con vínculos muy fuertes con el pueblo mexicano que disfruta la décima y también la hace suya, que guarda los acordes del siglo de oro español, y honra a Sor Juana Inés de la Cruz, poeta que escribió desde su tiempo décimas estremecedoras que aún fulguran, la Fénix de México: toda ángel, toda fuego.

El Centro Cultural de Valle de Bravo con el auspicio del Frente de Afirmación Hispanista realizó diversas actividades, que incluyó el encuentro de varios glosadores cubanos: Ivonne Martín y Francisco Henríquez —residentes en los Estados Unidos—, Lorenzo Suarez Crespo y Odalys Leyva —residentes en Cuba—, así como el poeta e investigador Fredo Arias de la Canal, quien corresponde escribiendo décimas y provocativas cuartetas que llevan a los glosadores a realizar un acto puro de repentismo, con el cuidado de una décima bien escrita con fines de publicación; un ejercicio donde rapidez y edición van tomadas de la mano, con la certeza de que la voz que sale al aire quedará grabada para entregarse a los lectores.

El concierto del pianista cubano Franco Rivero Bueno, —uno de los conocedores y estudiosos más importantes de la obra de Ernesto Lecuona—, hizo disfrutar con el toque majestuoso de sus manos sobre el piano.

Este encuentro de poetas, músicos, investigadores, contó con la presencia de un torero retirado, Rafael Rafael García Alonso, y su esposa Susana R. de García Alonso. Este distinguido señor cuenta con varios trofeos, muestra real de su valentía; ambos son excelentes conocedores de la ópera que han caminado el mundo detrás de los conciertos más renombrados por los intérpretes de esta fuerte y sublime música.

El Mariachi “Águilas de Oro” se trasladó hacía Valle de Bravo para ofrecernos en la residencia de Valle un recital-serenata, que nos inspiró a entonar varias canciones del hermano pueblo. Dos culturas unidas, dos patrias, un mismo sueño.

Luego el taller sobre la décima concluyó el grupo de actividades. Los estudiantes del curso ya poetas y narradores, asimilaron el arte de rimar los diez versos, en sus disimiles maneras, desde la forma tradicional de la décima hasta lo enérgico de las más experimentales textos. Partieron del “Génesis de la Décima”, donde la malara y la espinela fueron abordadas desde disimiles perspectivas; se estudió el decursar de esta estrofa desde su evolución en el siglo XV y XVI hasta su solidez en el siglo XVII, y la efervescencia que la mantiene latente en el siglo XXI. Fueron abordados pensadores como Jesús Orta Ruiz, Fredo Arias de la Canal, Virgilio López Lemus, Maximiano Trapero, Carlos Tamayo Rodríguez, Adolfo Martí Fuentes, Tomás Navarro Tomás, Millé y Jiménez, Francisco Sánchez Escribano, Dorothy Clotelle Clarke y Francisco Henríquez, entre otros.

Dentro de los estudiantes más acuciosos estuvieron la poeta, ensayista y editora Leticia Luna, autora de los libros Hora Lunar, Desde el oasis, El amante y la espiga, Los días heridos, y Fuego azul, entre otros; Maricruz Patiño, poeta y narradora, Directora del Centro Cultural de Valle de Bravo, autora de los libros La circunstancia pesa, Voces, La prosa de un viaje desesperado, Otras vidas, Larga vigilia, Del mundo y otros cielos, y el Timón dorado. Es coautora junto a Leticia Luna Aguilar de la Trilogía poética de las mujeres de Hispanoamérica (pícaras, místicas y rebeldes), tres tomos conformados por ocho siglos de poesía en veinte países del ámbito hispanoamericano; Gustavo Markovich, narrador que ha escrito varios libros de cuento y novelas; Leticia Hultz Picone, poeta y periodista, así como los poetas Félix Enríquez Vega y Yolanda Mestre, entre otros.

Estos creadores asimilaron la décima y realizaron varios ejercicios de creación que los llevó a disfrutar la estrofa de diez versos y a fundar el grupo La cofradía vallence de la décima. El inicio de lo que será un movimiento decimístico que tiende lazos con el grupo internacional de mujeres decimistas Décima al Filo. Aquí fulgura una vez más la tendencia al agrupamiento que ha enunciado el escritor Pedro Péglez, ese agrupamiento que refuerza las perspectivas actuales de la décima.