El poemario en sonetos
Sin pértiga y sin alas
En
el capítulo de la Feria Internacional del Libro
Cuba 2014 correspondiente a Pinar del Río vio la luz este volumen de
nuestro hermano colaborador Lorenzo
Suárez Crespo, quien fuera laureado en el 2012 con el Premio
José Vasconcelos, que otorga el mexicano Frente
de Afirmación Hispanista, A.C.
PARA ELEVAR EL VUELO
Por
José Raúl Fraguela
(escritor y editor)
(escritor y editor)
He recibido la encomienda,
además de mostrarles la hornada 2013 de la colección Laurel de Ediciones
Loynaz, de comentar para ustedes el poemario Sin pértiga y sin alas, de
Lorenzo Suárez Crespo, uno de los títulos que la componen. Esta
colección y en especial este cuaderno tiene un sello muy personal al utilizar
la obra de destacados artistas de la plástica; la ilustración de cubierta
pertenece a José Iván Morales con el grabado “Atado a mi yo”; reconocer el
diseño de Néstor Montes de Oca y el trabajo del equipo de Ediciones Loynaz.
Incansable promotor
cultural y autor de más de una docena de títulos publicados por editoriales
cubanas y extranjeras, Lorenzo, poeta apegado a la tradición de quien he tenido
oportunidad de presentar otras obras para niños y adultos, nos
ofrece hoy un volumen que, mientras lo editaba y más recientemente en las
nuevas lecturas que hice para organizar estas palabras, me dio más de una vez
la impresión de estar ante una especie de testamento, o mejor, un ajuste de
cuentas consigo mismo, con la poesía y con una serie de acreedores espirituales
y literarios a quienes rinde tributo a lo largo de estas páginas.
Así, se canta en estos
sonetos —forma compositiva
que escoge esta vez el bardo— a personalidades harto conocidas por todos
nosotros como los
cubanos José Martí, Gastón Baquero a quien "vio partir un día triste / la
patria que de amarlo no desiste" (y a quien dicho sea de paso Ediciones La
Luz, de la Asociación Hermanos Saíz, acaba de dedicar una antología de más de
130 poemas que autores cubanos le dedican), Elíseo Diego: "Elíseo del
alba, renacido" en su Calzada de Jesús del Monte; Mercedes Matamoros; pero
también a Sor Juana Inés de la Cruz, al modernista José Asunción Silva, a Pedro
Bonifacio Palacios, el poeta Almafuerte, a quien dedica su poema al Quijote,
equiparando al espíritu del hidalgo la rebeldía del argentino; en un abanico
que abarca un amplio espectro de la tradición lírica hispanoamericana, del que
no quedan fuera, entre otros muchos, el asturiano Alfonso Camín, quien en sus
años cubanos realizara una ardua labor intelectual, y los contemporáneos más
cercanos por su obra no solo poética sino promocional a Lorenzo, Fredo Arias de
la Canal y Francisco Henríquez.
Pero no crean que se reduce
a esto Sin pértiga y sin alas, desde el "escalón del tiempo"
en que la vida lo ha puesto, el autor se ha nutrido de suficientes vivencias
como para concebir una filosofía, que late en estas páginas, un modo propio
(como muchos quizás que viven lo suficiente) de asumir y valorar la existencia.
Ya en el poema inicial se
habla del desamparo del hombre ante lo efímero de la vida, a partir de ahí se
exponen una serie de ideas, muchas veces contradictorias, surgidas de esa
búsqueda constante de la verdad que es vivir.
"No renuncies al sueño
redimible / (...) / mientras seas Quijote en los caminos / no hay lucha sin
final y sin victoria" reza "En busca de la luz", del mismo modo
que en "Después de todo" conmina a perseverar en cualquier empeño, a
fijar la atención que tiene lo bello, que también nos rodea, a no perder la
esperanza, para seguidamente advertirnos en "Trampas" las eternas
contradicciones de la vida, lo engañoso de las apariencias, el ciclo constante
ventura-desventura, asunto también de "La otra mirada": "El ojo
de la suerte es algo esquivo" comienza, para cerrar: "Nadie puede
evadir su daga fría. / Te da cierta ventaja, pero un día / te cubre con el velo
de la muerte".
La incertidumbre ante el
futuro, la poesía como tabla de salvación ante la cercanía de la muerte, rondan
también estas composiciones, entre las cuales podría destacarse
"Confesiones", una especie de autorretrato espiritual en que el poeta
desnuda íntimas preocupaciones, deseos y (des)esperanzas; y
"Plegaria", lamento ante el declive de la vida sin haber conseguido
todo cuanto se ha propuesto, con sueños incumplidos y una obra siempre por
terminar, pues cada vez se propone algo nuevo.
No faltan en estos versos
la soledad, eterna compañera de los poetas, y la mujer, su belleza: "Eva
es fruta, la luz, la transparencia, / una estrella en la noche que se
abisma", dice en "Eva canta"; y en "Soneto rosa"
asegura "y a la idea, a la flor, al mismo verso / no habrá templo mejor
que en ti no sea". Pero el más humano, asentado en la cotidianidad, la convivencia,
y por tanto el más genuino, es "Para una luz", donde la mujer amada,
esposa y compañera, es refugio, inspiración, incentivo, esperanza.
Pese a encontrar imágenes
de gran lirismo y plasticidad como las de "Augurios del ciervo", ante
el que nos parece contemplar un antiguo gobelino, el poeta lamenta la
insuficiencia del verso como expresión de sus sentimientos, sin embargo, en
estos sonetos que como alguien diría ya de la décima y parafraseo ahora
"sirven para todo" hallará el lector reflejos embellecidos de sus
propias carencias, deseos, ilusiones o frustraciones, para al final, si ha
leído bien, comprender que siempre vale seguir adelante, pues para el salto e
incluso el vuelo, no son imprescindibles herramientas o aditamentos (la
pértiga, las alas), pero sí la voluntad, la imaginación, el empeño, es decir,
el hombre mismo, pues de él depende en primera instancia, la consecución de sus
más caros sueños. Muchas gracias.
MÁS
DEL AUTOR:
Lorenzo
Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la
poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta
con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio
Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros
publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños.
De su decimario inédito La brújula del viajero puede ver mediante este
enlace el poema ¿Por
quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero.
También en nuestros archivos, su comentario
sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora
Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al
que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa
de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos
José
Miguel Mederos y Polo
Montañez.
SUS
MÁS RECIENTES COLABORACIONES:
SOBRE
ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO
PINAR DEL RÍO
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