martes, 4 de marzo de 2014

Presentado en la Feria libro de Lorenzo


El poemario en sonetos
Sin pértiga y sin alas

 
En el capítulo de la Feria Internacional del Libro Cuba 2014 correspondiente a Pinar del Río vio la luz este volumen de nuestro hermano colaborador Lorenzo Suárez Crespo, quien fuera laureado en el 2012 con el Premio José Vasconcelos, que otorga el mexicano Frente de Afirmación Hispanista, A.C.



PARA ELEVAR EL VUELO

Por José Raúl Fraguela
(escritor y editor)


He recibido la encomienda, además de mostrarles la hornada 2013 de la colección Laurel de Ediciones Loynaz, de comentar para ustedes el poemario Sin pértiga y sin alas, de Lorenzo Suárez Crespo, uno de los títulos que la componen. Esta colección y en especial este cuaderno tiene un sello muy personal al utilizar la obra de destacados artistas de la plástica; la ilustración de cubierta pertenece a José Iván Morales con el grabado “Atado a mi yo”; reconocer el diseño de Néstor Montes de Oca y el trabajo del equipo de Ediciones Loynaz.

Incansable promotor cultural y autor de más de una docena de títulos publicados por editoriales cubanas y extranjeras, Lorenzo, poeta apegado a la tradición de quien he tenido oportunidad de presentar otras obras para niños y adultos, nos ofrece hoy un volumen que, mientras lo editaba y más recientemente en las nuevas lecturas que hice para organizar estas palabras, me dio más de una vez la impresión de estar ante una especie de testamento, o mejor, un ajuste de cuentas consigo mismo, con la poesía y con una serie de acreedores espirituales y literarios a quienes rinde tributo a lo largo de estas páginas.

Así, se canta en estos sonetos forma compositiva que escoge esta vez el bardo— a personalidades harto conocidas por todos nosotros como los cubanos José Martí, Gastón Baquero a quien "vio partir un día triste / la patria que de amarlo no desiste" (y a quien dicho sea de paso Ediciones La Luz, de la Asociación Hermanos Saíz, acaba de dedicar una antología de más de 130 poemas que autores cubanos le dedican), Elíseo Diego: "Elíseo del alba, renacido" en su Calzada de Jesús del Monte; Mercedes Matamoros; pero también a Sor Juana Inés de la Cruz, al modernista José Asunción Silva, a Pedro Bonifacio Palacios, el poeta Almafuerte, a quien dedica su poema al Quijote, equiparando al espíritu del hidalgo la rebeldía del argentino; en un abanico que abarca un amplio espectro de la tradición lírica hispanoamericana, del que no quedan fuera, entre otros muchos, el asturiano Alfonso Camín, quien en sus años cubanos realizara una ardua labor intelectual, y los contemporáneos más cercanos por su obra no solo poética sino promocional a Lorenzo, Fredo Arias de la Canal y Francisco Henríquez.

Pero no crean que se reduce a esto Sin pértiga y sin alas, desde el "escalón del tiempo" en que la vida lo ha puesto, el autor se ha nutrido de suficientes vivencias como para concebir una filosofía, que late en estas páginas, un modo propio (como muchos quizás que viven lo suficiente) de asumir y valorar la existencia.

Ya en el poema inicial se habla del desamparo del hombre ante lo efímero de la vida, a partir de ahí se exponen una serie de ideas, muchas veces contradictorias, surgidas de esa búsqueda constante de la verdad que es vivir.

"No renuncies al sueño redimible / (...) / mientras seas Quijote en los caminos / no hay lucha sin final y sin victoria" reza "En busca de la luz", del mismo modo que en "Después de todo" conmina a perseverar en cualquier empeño, a fijar la atención que tiene lo bello, que también nos rodea, a no perder la esperanza, para seguidamente advertirnos en "Trampas" las eternas contradicciones de la vida, lo engañoso de las apariencias, el ciclo constante ventura-desventura, asunto también de "La otra mirada": "El ojo de la suerte es algo esquivo" comienza, para cerrar: "Nadie puede evadir su daga fría. / Te da cierta ventaja, pero un día / te cubre con el velo de la muerte".

La incertidumbre ante el futuro, la poesía como tabla de salvación ante la cercanía de la muerte, rondan también estas composiciones, entre las cuales podría destacarse "Confesiones", una especie de autorretrato espiritual en que el poeta desnuda íntimas preocupaciones, deseos y (des)esperanzas; y "Plegaria", lamento ante el declive de la vida sin haber conseguido todo cuanto se ha propuesto, con sueños incumplidos y una obra siempre por terminar, pues cada vez se propone algo nuevo.

No faltan en estos versos la soledad, eterna compañera de los poetas, y la mujer, su belleza: "Eva es fruta, la luz, la transparencia, / una estrella en la noche que se abisma", dice en "Eva canta"; y en "Soneto rosa" asegura "y a la idea, a la flor, al mismo verso / no habrá templo mejor que en ti no sea". Pero el más humano, asentado en la cotidianidad, la convivencia, y por tanto el más genuino, es "Para una luz", donde la mujer amada, esposa y compañera, es refugio, inspiración, incentivo, esperanza.

Pese a encontrar imágenes de gran lirismo y plasticidad como las de "Augurios del ciervo", ante el que nos parece contemplar un antiguo gobelino, el poeta lamenta la insuficiencia del verso como expresión de sus sentimientos, sin embargo, en estos sonetos que como alguien diría ya de la décima y parafraseo ahora "sirven para todo" hallará el lector reflejos embellecidos de sus propias carencias, deseos, ilusiones o frustraciones, para al final, si ha leído bien, comprender que siempre vale seguir adelante, pues para el salto e incluso el vuelo, no son imprescindibles herramientas o aditamentos (la pértiga, las alas), pero sí la voluntad, la imaginación, el empeño, es decir, el hombre mismo, pues de él depende en primera instancia, la consecución de sus más caros sueños. Muchas gracias.


MÁS DEL AUTOR:
Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. De su decimario inédito La brújula del viajero puede ver mediante este enlace el poema ¿Por quién doblan las campanas?, de su decimario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:


SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO






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