martes, 30 de julio de 2013

Celebrados veinte años de la Peña de Alamar


Ingresaron al Grupo Ala Décima
dos nuevos miembros habaneros


 
El vicepresidente de Ala Décima, Modesto Caballero (a la izquierda) y su presidente, Péglez (leyendo el acta de ingreso), junto a los nuevos miembros, Ada Isabel Machín y Leonardo Estrada.


Conducido por su actual programador y conductor, el periodista e historiador Carlos Castro Sánchez, el encuentro por las dos décadas de la Peña de Luis y Péglez se celebró en la biblioteca Tina Modotti, en Alamar, La Habana del Este, con el aporte entusiasta de poetas, músicos y trovadores amigos de la Peña. El espacio, fundado en julio de 1993 por los poetas y periodistas Luis Hernández Serrano y Pedro Péglez González, ha tenido una ininterrumpida trayectoria cada lunes a las 3 de la tarde en áreas de la referida institución cultural, y en febrero del 2000 fue escenario de la creación del Grupo Ala Décima, que tiene allí desde entonces su sede permanente.

En esta oportunidad, la agrupación quiso aportar a la celebración —que también honró el Aniversario 60 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes— la ceremonia de ingreso de dos nuevos integrantes, con la entrega de sus respectivos carnés, luego de la lectura del documento correspondiente:


ACTA DE INGRESO AÑO 2013
(COMPLEMENTARIA DE LA HABANA)

Como se ha explicado en numerosas ocasiones, las formas de ingreso al Grupo Ala Décima desde los inicios de la agrupación han estado regidas por dos principios: la solicitud de ingreso espontánea de cada persona interesada y la consulta de cada solicitud a los miembros en activo.

Como quedó definido en el documento normativo para el funcionamiento de las filiales provinciales del Grupo Ala Décima, con fecha 30 de noviembre del 2012, estos dos principios organizativos se mantienen inalterables, pero aplicados desde entonces en primera instancia por cada filial provincial, cuyo proceso interno de consultas sobre las solicitudes recibidas será finalmente aprobado por la Dirección del Grupo Ala Décima. En el caso de La Habana, por no existir —y obviamente no ser necesaria— una filial provincial, este proceso de consultas lo asume directamente la Dirección del Grupo.

En aplicación de esta sencilla normativa, dos solicitudes de ingreso recibidas se sometieron en meses precedentes a la consulta de los 25 miembros de la agrupación radicados en la capital, con el resultado del acuerdo unánime de los 22 miembros que pudieron ser consultados (3 no se hallaban localizables).

La Dirección del Grupo Ala Décima decidió efectuar el sencillo acto de ingreso y la entrega de sus carnés en la Peña de Luis y Péglez, sede del Grupo Ala Décima, durante el encuentro correspondiente al vigésimo aniversario de esa peña semanal y aniversario 60 del Asalto al Moncada, el lunes 22 de julio, a las 3 de la tarde, en la Biblioteca Tina Modotti, de Alamar.

En consecuencia, damos ingreso a los siguientes hermanos poetas, ambos con obra reconocida y publicada, como nuevos miembros del Grupo Ala Décima:


ADA ISABEL MACHÍN ÁLVAREZ. Entre sus numerosos lauros figuran el segundo lugar en el concurso nacional Ala Décima 2008, el Premio Ala Décima en el concurso nacional de poesía Regino Pedroso del 2009 y la Mención Especial merecida en el concurso internacional de poesía Nosside correspondiente al 2013 y entregada en la reciente Feria del Libro de La Habana. Es Licenciada en Información Científico-técnica y Bibliotecología, y trabaja en la Universidad de La Habana.


LEONARDO ESTRADA VELÁZQUEZ. Premio del concurso nacional de glosas Indio Naborí 2010 (que convoca la Filial de Ala Décima en San Miguel del Padrón) y Premio Ala Décima 2012 con su cuaderno Agua del presagio, que obtuvo además los premios de tema erótico y de Juventud Rebelde en ese XII concurso Ala Décima. Tiene otros reconocimientos por su obra poética. Es miembro del grupo literario Silvestre de Balboa, de la Asociación Canaria de Cuba y estudiante del ISA.



Les corresponden, respectivamente, los carnés 47 y 48, y con ellos se eleva a 46 la nómina de miembros de nuestra agrupación en todo el país.

La Dirección del Grupo Ala Décima desea expresarles a ambos la convicción de que sus bien ganados prestigios individuales como creadores se revierten de este modo en el Grupo Ala Décima, y en consecuencia agradecerles estas solicitudes, en nombre de toda nuestra colectividad de poetas e investigadores amantes de la poesía en la estrofa de diez versos.

También desea aclarar que la realización de este crecimiento en la oportuna fecha en que todos convenimos en efectuarlo, no debe hacernos olvidar la costumbre de más de una década, de preferir para estos momentos la fecha del 7 de febrero, aniversario del Grupo Ala Décima.

Reciban todos, hermanos, el abrazo de Ala Décima.

En Alamar, La Habana, a los 6 días de julio del 2013, Año 55 de la Revolución.



Pedro Péglez González
Presidente


Modesto Caballero Ramos
Vicepresidente

Karel Leyva Ferrer
Vicepresidente

Luisa Oneida Landín
Vicepresidenta





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miércoles, 24 de julio de 2013

Poetas cantan al 26 de Julio


Voces de Iberoamérica
por la gesta del Moncada

Varios creadores de la poesía en estrofas de diez versos, de diversas latitudes de Iberoamérica, cantan al Aniversario 60 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que dieron inicio a la lucha armada contra la tiranía de Batista en Cuba. Emplean para ello el enlace de las estrofas; es decir que inician cada una con el último verso de la anterior.


( 1 ) Comienza su marcha el tren
de heroísmo, y la memoria
blande en su puño la historia
al llegar a aquel andén
donde la muerte también,
azarosa y despiadada,
fue la infeliz invitada,
la meretriz, la siniestra;
hasta alzar en la Maestra
“la Victoria del Moncada”.

Cuba / EUA.


( 2 ) “La victoria del Moncada”
fue, contra el imperialismo,
el golpe con heroísmo
de una nación abnegada.
Cuba sí clavó la espada
con vergüenza y rebeldía.
¡No se ha oscurecido el día!
¡La luz está en lo profundo!
¡Para el latino y el mundo
existe una sola vía!

Cuba / México.


( 3 ) “Existe una sola vía”
en pos de nacionalismo
venciendo al imperialismo
tras demócrata valía.
Por tan afrenta bravía
cambió la historia en verdad.
A toda la humanidad
el Moncada alzó los sueños
y en virtud a los empeños
se gestó la libertad.

Moquegua, Perú.

 
( 4 ) “Se gestó la libertad”
a base de esfuerzo y lucha,
aunque la sangre fue mucha
se derramó con lealtad,
con alma y con voluntad
escribieron esta historia.
Cuba está llena de gloria
y aunque les parezca extraño
se cumplen en este año
seis décadas de victoria.

Xalapa, Veracruz, México.

 
( 5 ) “Seis décadas de victoria”
de los barbudos cubanos
han creado con sus manos
un hito inmenso en la Historia.
En la magna trayectoria
el campesino con fe
siguió las huellas del pie
de tres hombres vencedores...
por el pueblo luchadores:

“Fidel, Camilo y El Che”.

Castellón, España.


( 6 ) “Fidel, Camilo y El Che”,
en el pecho de Santiago,
rompieron el rumbo aciago
con los fusiles de pie.
La dictadura se fue
y el 26 fue la fecha
más redentora, la flecha
que en razones alzará
Cuba. ¡Siempre vencerá
el amor, la obra fue hecha!

Yelaine Martínez Herrera
Las Tunas, Cuba.


( 7 ) “El amor, la obra está hecha”,
la Patria es el nuevo templo,
es la siembra del ejemplo
que con sangre se barbecha;
pero aún está la mecha
esperando en el cañón
para el traidor, la invasión,
y al enemigo latente,
que el pueblo mantiene ardiente
libertario corazón.

Alvarado, Veracruz, México.








miércoles, 17 de julio de 2013

La piel del miedo


Prólogo al libro
Nosotros los cobardes


De izquierda a derecha, Alexander Aguilar y Jorge Adrián Betancourt.



LA PIEL DEL MIEDO


 

I

Algo peor que un cobarde: dos cobardes.

Ese parece ser el asunto, la traducible materia del asunto: un libro, dos autores, y la poesía (la corteza decimística)  como un primitivo modelo de valor. Nos internamos, nos internaremos, en una compleja singularidad, la de dos poetas consumidos (consumados) por presupuestos reconstructivos paralelos, como un turbión, o dos, de naturalezas que expanden el acto de rivalizar, enjuiciar, asustar. Quizás parezcan fragmentos de otras estanterías, las ensombrecidas corrientes de ese diálogo de sordos que tantos poetas protagonizan como hacia una sustancia desinteresada de su argumento primario, pero no, Nosotros los cobardes, escrito por Alexander Aguilar y Jorge Betancourt, describe el dominio de una tradición (kantiana como pocas) donde la verdad es recuperada, espiritualizada y, para  tomárselo con agradable horror, dilapidada en la competencia con deificaciones, concordias, críticas del absoluto “estar y permanecer” y las magras y rústicas valentías de ocasión.

Libro bañado por aguas tan diversas, agua en sí mismo, interpreta ese destino de intensidades y jerarquías, deriva en una fascinante continuidad: transparentar la memoria y convertirla en sociología transparente (pantagruélica o críptica, cara a Pierre Bourdieu). Poéticas desenfadadas, pulcras y a la misma vez lúdicas, incorporan un aluvión de referentes y crean una exaltada exposición  anafórica, que, desde una ingobernada pasión, proclaman la resonancia de trampas literarias de egregia compostura.


II

Si trazo un imaginario mapa insular, una isla ahora, un parasitismo patriótico con la poesía, si me atrevo a ubicar, o a dislocar categorías, presunciones, objetos de expresión, nombres, estilos, es probable que disienta de una buena mayoría de críticos, autoantologadores plaguicidas que abundan y sobreabundan en las misteriosas aguas poéticas del inicio de siglo cubano. Me alivia saber que procuro ser honesto, ni siquiera auténtico, pero descargo una responsabilidad cívica ante la poesía y ante el vicio de comentarla, obsesionándome (por) la pudrición de la fidelidad, antólogo de la provocación, mártir de los riesgos. Porque las agrupaciones de poetas confluyen en una línea de obstáculos y unos pocos, para mí, saltan con libertad  y con esplendor esos cauces; no me divierten las opulencias de grupo, me arrastro por espectros icáricos: el poema es una culpa. Infectado por crueldades divisorias, por un lirismo de raíz, por los apetitos que desprende la lectura, no una forma de teogonía, no una rapsodia mitocientífica, pero el poema es un discurso de inmanencia, un hueso que prohíbe el desprendimiento tortuoso de la realidad. Y eso falta, y hojeo alambicados textos, metajadeantes experimentos, basura cósmica, infopoema o pseudopoema, ríos que sobrecogen un paisaje de tintineo, un vacío o una actitud filosófica desteñida, fenomenología de la necesidad, eso, con la apostólica lucidez del sembrador de uvas del Missisipi o de una parte sin uvas del viñedo nacional. Normalmente estos críticos conforman listas, nombran, como resonantes gurús del asunto, modelan sus gustos, afinidades especulativas.

Estos son alegatos hacia la distorsión de un hecho real: la escritura y su interpretación. Los principios son los mismos pero se corrigen, la paradoja obliga a responder desde un flujo de experiencias individuales. Los párrafos anteriores sirven de pretexto para razonar sobre los oscurecidos márgenes de ese comentado mapa poético patrio e instaurar a la décima, a una parte de ella, a una parte de sus cultores, como privilegiados, y auténticos, renovadores de la poesía contemporánea en Cuba.

He hablado en varias ocasiones del influjo de algunos poetas que encontraron en esta forma estrófica una de las más interesantes maneras de confluir en el panorama literario, sobre todo a partir de los años que cerraban la última década del siglo XX, hecho que aún, contra cualquier arcaísmo que otros canonicen, se mantiene en efecto. Alexander y Jorge, aquí reunidos, extienden esa enumeración de suntuosos decimistas, demoledores de prejuicios patrimoniales sobre la escritura y trascendencia de la décima.

La poesía es una fábrica de juegos, diría Paul Válery, y juego, aporto yo, a instancias físicas interiores, juego que despedaza una cifra de desgaste, cierta distorsión. Jugamos porque ese acto marca un viaje de resistencia, se restituye una emoción, abrimos un influjo para compartir. Jorge Betancourt y Alexander Aguilar juegan porque su juego es el único acto de enfrentamiento con la realidad, su juego no es piadoso, no divierte, es una urgencia, una privación de inocencia, un agresivo (y hasta hermoso) contraste de sombras y luces.


III

La muerte, la sepulta heroicidad, el tiempo recobrado, rival, el tiempo como dialecto hegeliano, una patria onírica, trasvertida en jeroglífico, en eco, los puentes literarios, las compulsiones de una geografía en la que Dios a veces no está donde debe estar Dios, unas coordenadas lingüísticas que son el audaz testimonio de mensajes extraídos de un preámbulo marginal, de alegorías a ras de sangre. Intertextualidad disimulada o cómplice de otros fueros. Amontono los síntomas que me producen, desprenden, estas décimas: he sopesado una energía, respiro iguales prohibiciones, la indefinición del salto, dónde estar, dónde caer.

Nosotros los cobardes sigue la tradición (si es que el término no ha sido emponzoñado por una hegemónica disparidad) de libros como Aneurisma, de José Luis Serrano, Al revés de lo contrario, de Herbert Toranzo, Confesiones de una mano zurda, de Alexis Días-Pimienta, El mundo tiene la razón, de Ronel González y José Luis Serrano, y Bitácora de la tristeza, de Alexander Besú, entre otros: exhibicionismos corrosivos, lista de contorsiones temáticas que personifican mareas de encantamiento, alienadas inferencias, piedras de toque: la sustancia de un gesto que recupera lo que deshace.

Este libro, por la abierta declaración a rivalizar con una inocencia anterior, la voz (las voces) de sus autores se apoya(n) en obsesiones continuas, oxígeno filosófico, añoranza. Pero estos argumentos, sospecho, son menos simples por subversivos, y a la vista pueden deformar nuestra oprimida cautela.

Pienso que solo deberíamos leer libros de los que muerden y pinchan, decía Kafka en una carta a un amigo. Este es uno de esos libros. Apuesto reincidencias, riesgos, extrañamientos, mi cuota de adrenalina, un pobre valor que solo sirve para recordar que tuve miedo cuando algunos ni siquiera sabían que tener miedo era una de las formas más valerosas de ser diferente.

Lejos de huestes bravuconas o canciones de gestas, lejos de caballeros indomables, en una cueva de Las Tunas, leo esta suntuosa declaración de valentía literaria a 1 de abril de 2013.


Lo firma otro cobarde,

Carlos Esquivel Guerra







El jurado del Premio Iberoamericano Cucalambé 2012 estuvo integrado por los poetas Carlos Esquivel, Yamil Díaz y Karel Leyva. Tras merecer el lauro por su libro Nosotros los cobardes, sus autores Alexander Aguilar y Jorge Adrián Betancourt solicitaron su ingreso al Grupo Ala Décima, lo cual se hizo efectivo en diciembre del 2012. Con la integración de ambos a nuestra agrupación, se constituyó la filial provincial de Granma, presidida por Alexander Besú.

Nosotros los cobardes fue producido por la Editorial Sanlope con edición de Argel Fernández Granado y diseño de Samuel Perdomo Fuentez, también integrantes del Grupo Ala Décima.







martes, 9 de julio de 2013

Toda luz y toda mía en junio


Un encuentro dedicado
al Día del Bibliotecario

 
Nos reporta la poetisa, diseñadora y editora Merari Mangly Carrillo, presidenta del Grupo Toda luz y toda mía y representante del Grupo Ala Décima en Sancti Spíritus; laureada con el Premio Ala Décima en el V concurso Décima al filo 2012. Fotos: Yaneisy López Benítez


DE BACHILLER A VILLENA

Toda luz y toda mía, como de costumbre, coloca la décima sobre el puente entre la cultura y la historia. Por esta vez, fue nuestra anfitriona la Sala de Arte de la biblioteca provincial Rubén Martínez Villena, con motivo de que en este mes de junio, la estrofa se dedica al Día del bibliotecario. Al inicio del espacio, se mostraron fotos de Antonio Bachiller y Morales, biógrafo de ocupación, nacido el 7 de junio de 1812 y a quien se conoce como El padre de la bibliografía en Cuba. A lo largo de toda la tertulia y a intervalos, se fue dando a conocer una síntesis sobre la vida y obra de esta importante figura del siglo XIX en Cuba. De este hombre reconocido como el primero en abordar la historia de la cultura cubana, Martí dijo −después de su muerte− …caballero cubano, americano apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso, filósofo asiduo, maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de Cuba.

El invitado del mes resultó ser Onel Benigno García Espinosa, quien trabaja como bibliotecario en esta institución que nos dio acogida. Onel nació en Jarahueca en 1967. Licenciado en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Escritor para niños y adultos, artista de la plástica y actor (Premio Provincial de Teatro Cañambrú, 2007). Ha obtenido diversos premios y menciones como el Premio Especial de la Casa de la Poesía de la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana en poesía para niños; Premio Especial de la Colmenita de Jarahueca en poesía para niños, Primer Premio en el V Concurso ''Ada Elba Pérez'', Jarahueca, 2000; Premio “Hilo verde”, Cabaiguán, 2003, en poesía para niños; Primer Lugar en el Concurso “Raúl Ferrer entre nosotros”, Yaguajay, 2005; Premio Ada Elba Pérez, 2009, en décima y Premio en décima en el Concurso ''Cubanía, antimperialismo y derecho'', 2010 de la Sala Jurídica de la Biblioteca Provincial 'Rubén Martínez Villena'.

Durante sus momentos de lectura, Onel se centró en la décima. Compartimos uno de sus poemas leídos:


ES
LA VOZ EN LOS ESPEJOS

(Premio Ada Elba Pérez, 2009)

I
Es la voz en los espejos
laberinto de estaciones.
Al amanecer rincones
ocultan tristes reflejos.
Hay grietas. Son frutos viejos
los temores. La partida:
sombra gris, sombra homicida,
es llanto que desenfundo
y yo espero en lo profundo
tus ojos como salida.
Otras aguas permanecen.
Otro llanto en su escapada.
La fobia es una estocada,
los espacios estremecen
minutos. Horas perecen
por entre las hendiduras.
Hay vuelos que en las alturas.
Sus alas son como un giro
y tu piel en el retiro:
secuestra mis amarguras.

La calle: trazos en mente;
el asfalto lo maldigo,
en las orillas bendigo
con mi dolor a la gente.
Sumerjo en un recipiente
el olvido que trasiego.
Sus puntas recoge el fuego
al ver lo gris de la nube.
En la oscuridad que sube,
la noche, tarde sosiego.   

 
Y como acostumbra el formato de Toda luz…, el momento de promoción de la lectura, esta vez en voz de Daniel Cruz Bermúdez, vicepresidente del agrupamiento y Premio de la Ciudad Fayad Jamís, 2012 con el decimario Alucinaciones para un óleo−, quien comentó el libro La voz en llamas, de Rubén Martínez Villena, con selección de Mirta Aguirre. Concluyó el acertado comentario con la lectura de las décimas Peñas arriba (1917), de Villena, para enlazar el puente De Bachiller a Villena, ambos, cubanos defensores del mismo ideal, el que sustenta el sujeto lírico de estas décimas:

…donde voy peñas arriba
sin fe para proseguir.
Cómo te podré subir
cargado con esta cruz…


Toda luz y toda mía, diferente cada vez sobre todo, por asumir la espontaneidad de quienes participan en cada espacio; aplaudió al poeta José Rodríguez, miembro del grupo; quien con su acostumbrada emotividad, dio lectura a su carta rimada dirigida a René, dedicada a los cinco héroes:


A René
[…]

No saben que han perpetuado,
como diría un profeta,
tu inspiración de poeta
y tu estirpe de soldado.

Sobre una silla esculpida
en la espalda del destino
cabalgas por el camino
sobre el valle de la vida.
Hay un río que es la herida
hecha en la piel de la suerte,
donde navega la muerte
del débil por su pobreza
y se baña la riqueza
del más poderoso y fuerte.

Cinco puntas de una estrella
le están punzando la entraña
al monstruo de tierra extraña
en esta nueva epopeya.
A la amañada querella
se fue de pie tu hidalguía
y por tu ausencia este día
un penal sufrió, y por tanto,
en las rejas se oyó un canto
de nostalgia y lejanía.

Vergüenza, lealtad y honor
hoy conforman el camino
donde forjas tu destino
con la virtud del valor.
No conoces el dolor
por tu férrea voluntad
y no por casualidad
tú vas a ver que algún día
esta patria tuya y mía
logrará tu libertad.

Piensa en la patria lejana
que quiso ser libre, y fue,
pues tú sabes, y yo sé
que está muy cerca el mañana.
Porque en la lucha espartana
que hoy se libra en El Caimán,
recuerda que firmes van,
sin vacilar ni un instante,
un pueblo y un Comandante
diciendo que volverán.


Otra invitada, Fadia Castellanos de la Paz, especialista de esta biblioteca, realizó un comentario sobre las diferentes actividades que realiza la ASCUBI (Asociación Cubana de Bibliotecarios). Esta filial espirituana está integrada por 17 asociaciones de base, formadas por bibliotecas públicas, escolares,  las Bibliotecas Provincial, la Universidad de Ciencias Pedagógicas y la Universidad de Ciencias Médicas. Estas asociaciones agrupan bibliotecarios que radican y no en bibliotecas y que convergen en la Cátedra Segundo Marín García −nombre de este destacado bibliotecario que tuvo Sancti Spíritus−, donde se imparten cursos, talleres y seminarios; encaminados al desarrollo profesional de sus miembros. A decir de Fadia, […] nos sentimos muy halagados porque Toda luz y toda mía, un proyecto tan importante, nos ha dedicado un día...; este agrupamiento de decimistas otorgó diplomas de reconocimientos a la ASCUBI espirituana, por haber sido seleccionada la mejor filial provincial en el país. Asimismo, Toda luz… otorgó  diplomas similares a varios bibliotecarios presentes en el espacio, entre ellos a Julio Crespo Francisco, reconocido escritor y bibliotecario durante muchos años, uno de los primeros directores que tuvo la biblioteca provincial y miembro de honor de la ASCUBI; y a Estela Rabelo Alba, Estelita, decana en la bibliotecología.

Finalmente, Toda luz… compartió con el público presente un trabajo digital audiovisual realizado para promover el quehacer de este agrupamiento y que especifica la Noche de Serenata que en la provincia tuvo lugar en el mes de mayo, durante el Primer Festival Internacional de la Décima Toda luz y toda mía. En aquel momento, la serenata sorprendió pasada la medianoche a María Antonieta Jiménez Margolles, Ñeñeca; Historiadora de la Ciudad. Ella también ha realizado labor de bibliotecaria al poner su archivo personal de patrimonio al servicio de varios escritores y de Ediciones Luminaria. Ñeñeca donó anteriormente a Toda luz… décimas de tradición oral, algunas, anónimas, que conservaba en patrimonio y hoy constituyen parte de nuestras Memorias.

Toda luz y toda mía, diferente cada vez. Siempre al cuidado de la décima.


Escritora y presidenta de Toda luz…





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