Venimos de todas partes
y hacia todas partes vamos
Fue dedicado a los poetas espirituanos Celestina
García Palmero (escritora) y Abel
Amador (repentista). El máximo lauro del V
Concurso Toda luz y toda mía lo mereció el novel autor Alexander
Jiménez del Toro, de Las Tunas
A la izquierda, Alexander
Jiménez del Toro, al recibir el Premio Toda luz y toda mía por su obra Colmillos de costa, de manos de Merari
Mangly. Al fondo, Karel
Leyva, integrante del jurado. Foto: Periódico Escambray
Por Karel
Leyva Ferrer y Pedro
Péglez González,
vicepresidente y presidente del Grupo Ala Décima
vicepresidente y presidente del Grupo Ala Décima
Con
el apoyo del Centro Provincial del Libro y la Literatura de Sancti
Spíritus,
la Dirección de Cultura y Arte de ese territorio, la sede de la Uneac en la
región yayabera, el grupo nacional Ala
Décima y otras entidades culturales, se ha sostenido por cinco intensos años la
labor de Toda
luz y toda mía, proyecto sociocultural para la promoción, estudio,
difusión e integración de la décima en todas sus modalidades expresivas y registros
temáticos.
Presidido
por la poetisa, diseñadora y promotora Merari
Mangly Carrillo, con sede principal en el Patio de la Décima ubicado en la
Dirección de Cultura y con acción itinerante hacia los distintos municipios de
la tierra espirituana, ese grupo convoca anualmente al Festival
Internacional de la Décima, que en su cuarta edición ofreció una mirada al
trabajo realizado por las distintas agrupaciones de escritores decimistas y su
interrelación en el contexto nacional.
La
gala inaugural, con los grupos musicales Septeto Juvenil, Síncopa Son —que está
celebrando su aniversario 15— y los poetas repentistas Abel Amador y Raúl
Herrera, sirvió para hacer un recuento audiovisual de estos eventos en sus tres
ediciones anteriores. Precisamente a Abel
Amador y a la escritora Celestina
García Palmero, ambos poetas espirituanos, estuvo
dedicado este cónclave, lo cual celebraron en la velada inicial con una contralectura, suerte de controversia entre la décima escrita y la oral improvisada.
También en esa velada, Merari
dio a conocer el generoso gesto de su agrupación de otorgar al poeta Pedro
Péglez González la condición de miembro de número del Grupo
Toda luz y toda mía.
En
el IV Festival participaron creadores procedentes de Villa Clara, Matanzas,
Ciego de Ávila, Las Tunas, La Habana y la provincia sede, y el singular
investigador de la décima en la rumba, profesor y poeta decimista Philip
Pasmanick, de San Francisco, California, Estados Unidos, quien dio inicio
al intercambio teórico con su conferencia Décima y rumba: formalismo ibérico en
el corazón del cantar afrocubano, un intenso ejercicio de indagaciones que por
más de 30 años ha realizado este creador en Cuba, Estados Unidos y España
fundamentalmente.
Los
restantes momentos de la cita de pensamiento corrieron a cargo de Marlene
García, editora y compiladora de antologías decimísticas, y de otros destacados
especialistas como Elaine Fonseca y Carlos Manuel Borroto, Saylí Alba Álvarez y
Ramón
Díaz Medina, así como una ponencia del Grupo
Ala Décima acerca del sistema conformado por más de una decena de
agrupaciones de la décima escrita cubana, sus articulaciones de trabajo y su
relación con los cultivadores de esta disciplina en los restantes países de
Iberoamérica.
Nutrieron
este IV Festival varias lecturas poéticas, presentaciones de libros, encuentros
musicales en torno a la estrofa de diez versos y la ya habitual serenata
—rescate de una tradición muy querida en este territorio—, este año ofrecida al
prominente intelectual espirituano Juan
Eduardo Bernal Echemendía (Juanelo).
Momento
especial fue la premiación del V
Concurso Toda luz y toda mía, cuyo
lauro principal fue para Alexander
Jiménez del Toro (Las Tunas), seguido por los autores Argel Carrazana (Las Tunas;
categoría preuniversitario); Teresita Mabel Saint Esteben (Argentina; Premio
Universidad José Martí); Nuria Fernández (Las Tunas; Premio del Grupo Décima al
filo); Ernesto
Rodríguez del Valle (cubano residente en EEUU; Premio Solidaridad, del
Icap); y Henry
Rodríguez Borjas (Las Tunas; Premio
del Grupo Ala Décima). Integraron el jurado los poetas Karel
Leyva Ferrer, Antonio
Rodríguez Salvador y Pedro
Péglez González.
EL GANADOR Y SU OBRA
Alexander
Jiménez del Toro (Amancio, Las Tunas,
1987). Especialista de Literatura. Pertenece al Taller literario Mirta Aguirre
y al Grupo
Nacional de Escritores Rurales. Ha obtenido reconocimientos en certámenes
municipales y provinciales, entre ellos el Primer Premio en el concurso Mundo
Marino (décima, poesía). Fue finalista del concurso nacional de trova y poesía
El verso y la miel, convocado en Holguín por la Asociación Hermanos Saíz y
Ediciones La luz. Conquistó el Premio nacional de décima ilustrada en la
Cucalambeana del 2014. En el XV
concurso nacional Ala Décima (2015) mereció el Premio
Guillermo Cabrera Álvarez, del periódico Juventud Rebelde, para autor joven
por su obra El
conjuro de la lluvia. En ese
mismo año, ganó el Premio del Grupo
Ala Décima en el Primer
concurso de décima escrita G-NERarte, durante el V
Encuentro Nacional de Escritores Rurales. A continuación su texto ganador
en el V
Concurso Toda luz y toda mía, que
fue presentado allí mismo como plegable impreso por Ediciones
Luminaria.
COLMILLOS DE COSTA
Partir con este madero en mi espalda
la derrota
partir y llevar la rota bandera del forastero
Quedan las manos de acero
olvidadas en un puente
queda el tatuaje en mi frente
de la bruma
del presagio
Como último naufragio
queda la patria silente
Queda el misterio
la nave
la más vil estratagema
la palabra que se quema dentro del mar
Dios lo sabe
Quién ha guardado la llave
para acceder a Neptuno y su tridente
ninguno es aprendiz de argonauta
queda en nosotros la flauta
y un silencio inoportuno
Quedan solo frustraciones
un paisaje de cemento
el común experimento de repartir mis porciones
quedan solo mutaciones
no me animo a fabular pretextos
para escapar de esta realidad confusa
porque el miedo
es otra excusa
que siempre conduce al mar
Pero el agua se me aleja
como se alejan los meses del calendario
y a veces la razón es tan añeja
tiene colmillos
la reja que nos impide pasar
Nadie nos viene a salvar los huesos
y el desamparo
mientras disparo
disparo
mis frustraciones al mar
FANTASMA INSULAR
Me están sacando los ojos
con fines de reciclaje
y está naciendo un tatuaje
en medio de los despojos
Han pasado los cerrojos
han escrito mi sentencia
punto final
La demencia es un paisaje común
punto final
pero aún nos queda la indiferencia
Yo también he de morir
un jueves sobre algún muro de esta isla
yo conjuro versos para no fingir
Mi cuerpo se puede hundir
como un fantasma insular
puede también naufragar
muy lejos del paraíso.
*Aclaratoria:
El
occiso fue un ciudadano ejemplar.
CÓDIGO DE BARRA
Soy una carne enlatada
otro negocio ficticio
me dedico al ejercicio de mentir
es temporada de sordos
En la parada
se mueren algunos clones de esperar
Otros millones disfrutan a la intemperie
Estamos hechos en serie
somos balas de cañones
somos una transgresión
un estado de suspenso
otro número del censo
otra inexacta ecuación sin variables
La incisión
el vértigo
la pared
Somos peces en la red
marcados por el axioma
y nos queda un hematoma
de las aguas y la sed
ÓXIDO
Mi padre anhela un pasado
que no nos hable de guerra
mientras echamos por tierra
el mecanismo oxidado
Mi padre muestra un costado
muestra también sus tendones
como lianas
los horconesde la casa y del país
Pero no advierte en su gris
mis nuevas recitaciones
Mi padre es un oficial
un AK 47
un legionario
un juguete del daño colateral
otro héroe nacional
que se resigna
se calla
Mi padre es una medalla
un corazón verde olivo
Mi padre llora
yo escribo versos
bajo la metralla
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