Ritualmente humano tributo a Ada
La décima edición de las Bienales
Identidad, de homenaje a Ada
Elba Pérez (Jarahueca, Sancti Spíritus, 20 de septiembre 1961-La Habana,
1992), transcurrió en su pueblo natal a propósito de su cumpleaños, con respaldo
del Grupo
Toda luz y toda mía y su
presidenta, Merari
Mangly
Ante la fachada
de la biblioteca con el nombre y el rostro de Ada,
la agrupación espirituana Síncopa Son, leal colaboradora de Toda luz y toda mía.
Texto y fotos: María Delia
Cepeda Pérez
y Merari Mangly Carrillo
y Merari Mangly Carrillo
La continua defensa de la
identidad, el empeño a favor de la conservación del patrimonio cultural, la
creación artística y literaria, la capacidad para apreciar el arte, enriquecer
la vida cultural de la población y potenciar el trabajo comunitario, son
necesarias vías para satisfacer las necesidades espirituales y fortalecer los
valores sociales. He parafraseado uno de los lineamientos de la Política
Económica y Social del Partido y la Revolución dentro del sector de la cultura.
Recuerdo entonces al Ministro de Cultura cuando, recientemente, refirió en Las
Tunas que fomentar el trabajo comunitario es una forma de sostener nuestra
libertad. Sin lugar a dudas, en estos tiempos, sobre todo, debemos dejar claro
quiénes somos y de dónde venimos. Así sabemos adónde vamos. Así también podemos
proteger la nación cubana.
Ritualmente humano
Son muchas las comunidades cubanas donde destella nuestra identidad, y
Jarahueca, del
municipio de Yaguajay, al norte de la villa espirituana, también es un lugar
mágico en este sentido, porque Jarahueca es cada vez es más comunitario. Este pueblo, hecho de
manos barnizadas con tierra y soles de coralillos, es capaz de perseguir sueños
iniciados. La Bienal
Identidad regresó nuevamente, en su aniversario cerrado, para unir manos y
pensamientos que protegen la cubanía. Sus pobladores no solo tienen en común el
generoso acto de obsequiar una taza de café o un vaso de agua fresca al visitante,
sino que, en común, hospedan a invitados a este evento en sus hogares. Nuestro
himno nacional inauguró esta X Bienal para luego recibir la Banda Municipal de
Conciertos del municipio de Yaguajay y cerrar la noche con un recorrido musical
por obras claves de nuestra cultura. Se iniciaba entonces la Travesía mágica para homenajear a Ada
Elba Pérez en su pueblo natal.
En la pared
frontal de la biblioteca que lleva su nombre, dos versos de Ada
recuerdan la Primera Bienal, efectuada en 1997.
En la escuela jarahuequense
no faltaron los talleres de narrativa, trabajos con semillas y papirofexia;
enlazados con la visible feria expoventa de libros y artesanía que engalanó el
parque protegido del sol que disputaba con la amenaza de la lluvia.
Otra noche de estos días fue
como un ritual humano a la memoria de
Ada.
La Parranda de Iguará unió a poetas repentistas de Mayajigua para dar un toque
de distinción con el patrimonio cultural de la nación cubana. Las
improvisaciones se enlazaron con la diversidad etárea al compartir escenario
con dos niños soneros y un charrito, integrantes de la Colmenita de Romerillo. Sinecio,
conocido personaje popular, quitó sus zapatos y bailó sobre una acera,
entusiasmado por la campesina noche.
No faltó otro encuentro
nocturno en el cine-teatro. La Trova y Poesía congregó a poetas y trovadores.
Versos y música continuaron lejos y, sin
pretenderlo, consiguieron dar la bienvenida a una madrugada que se empeñó
en no dejar que se marchara la historia, la memoria, la permanencia.
Noche de trova y
poesía en el cine-teatro.
Señor arcoiris
Tras la aparente calma de
una tarde, la Colmenita de Romerillo, apadrinada por el proyecto laboratorio
para el arte Estudio Kacho; atrajo a niños y adultos que aplaudieron la puesta
en escena de En busca de un sueño, obra firmada por Martha Julia
Hernández Camellón y con diseño escenográfico de José María Pérez Morales, el
Chuli; ambos, fundadores de esta Colmenita. Sonrisas y manos enlazadas del
público (comunitario y visitantes) parecían atar los cuerpos de aquellas
personas sin ganas de marcharse. Se repitió la energía expandida por esta
colmenita en otra diáfana mañana para llenar de miel el centro de la comunidad
desde el portal de la tienda La Cubana con su puesta en escena de La
Cucarachita Martina. Y qué decir de la posterior unión de estas abejas con
las de La Colmenita de Jarahueca. Juntas, hermanaron un espectáculo de música,
juego y poesía para fomentar la hermandad indisoluble.
La lluvia de una tarde
propició una íntima tertulia dentro de la biblioteca Ada Elba Pérez, a quien se
dedicó un primer momento muy emotivo. Luego, los contertulios sumaron al
homenaje a nuestra Teresita
Fernández. Las anécdotas memoradas, poesías y canciones se aunaron
con tal carga emocional dentro del recinto, que afuera resultó ser escoltado
por un arcoiris, el que siempre atrae los ojos en cada bienal. Fue como si el
despertar del Señor Arcoiris alzara
al cielo el amor desbordado en su pasión para
pintarlo bien alto y mezclar en él los lindos colores de la felicidad.
El sitio de los ángeles
recibió al pájaro sur
recibió al pájaro sur
La mañana de la última
sesión de esta X Bienal permitió gustosa la conclusión de los talleres y la
premiación del Concurso Ada Elba Pérez. El sitio de los ángeles, tema de
Ada,
popularizado por la conocida y bien recibida voz de Liuba María Hevia, fue escuchado, a
la vez que sobre el tabloncillo emergió una cálida danza. La empatía entre
canción y danza que fue capaz de apretar más de una garganta y humedecer muchas
pupilas.
El jurado de este concurso
que se convoca con carácter regional y anual, estuvo integrado por los
escritores Marlene E. García Pérez, Ramón Díaz Medina y Merari Mangly Carrillo.
Fueron otorgados, en la categoría adultos, Premio en Poesía a Delsa López
Lorenzo y en décimas a Rigoberto Fernández Castillo, con menciones respectivas
para Dorisbel Guillén (quien recibió además el Premio colateral Casa de la
Poesía) y Lázaro Tomás Toledo Pérez. En el género cuento, el máximo galardón lo
recibió Luis de la Cruz Pérez, con menciones para Fernando Rubio Moleiro y
Betina Borroto Rodríguez. En la categoría de niños y jóvenes, el Premio en
Poesía le fue otorgado a Nayanna Martín Sánchez, quien también recibió el
Premio en Décimas dentro de la categoría educación primaria. En poesía, fue
mencionada la obra de Adria Montero Borroto. También en décima, categoría
educación primaria, obtuvo mención Dailín Borges Cruz, junto al premio
colateral Versoluz, otorgado por Toda
luz y toda mía al niño(a) de menor edad en concurso. Dentro de la
categoría décima escrita por niños de educación secundaria, recibió mención
Anay Placencia Losada y premio Dayana Rodríguez Ávila. Por otra parte, en
cuento escrito por niños de educación primaria, recibió premio Adria Montero
Borroto y mención la niña Mélany Hernández Echevarría. El premio en cuento,
educación secundaria, fue recibido por Marian Delgado Guedes.
Y este concurso convoca
además las artes plásticas, para extender el tributo a Ada
Elba. Recibió un reconocimiento el niño Eduardo J. Ausina y fueron
entregados premios para los adultos Tomás Jesús Cabello y Marisol Alemán
Sánchez, en pintura y artesanía respectivamente.
El cielo de la tarde amanazó
un aguacero al acercarse la clausura del evento, a cargo del proyecto sociocultural
Toda
luz y toda mía, del Centro Provincial del Libro y la Literatura en
Sancti Spíritus. Destelló en el portal de la biblioteca. La bandera cubana y el
rostro de Ada
Elba sobre la pared frontal, engalanaron el fondo del escenario.
El tres acompaña
el poema, leído por María Delia Cepeda Pérez, prima de Ada
Elba.
El comentario del libro Fin
del pájaro sur, de Ada
Elba Pérez, Editorial Letras Cubanas 2012, le permitió a María Delia Cepeda
Pérez dar lectura a algunos de estos textos. La primera propuesta escuchada fue
el poema Identidad. Luego, junto al poema Vacaciones de adolescencia,
el ligero fondo musical de tres enlazó con sus cuerdas aquellos versos y los
lanzó al aire. El público respetó en silencio el momento y las grises nubes se
apartaron. El aguacero pensado, nunca fue.
Poco a poco los pobladores
de la comunidad se fueron congregando, como dispuestos a atender el llamado de
quedarse allí precisamente porque Ada
quería verse y hablar también con ellos. Toda
luz y toda mía estrenó la sección La sílaba, juego de participación
pensado para estimular la rima y que fue acogido por el público. Como premio,
fue otorgado un ejemplar del libro Toda luz. Décima escrita
espirituana (1997-2013). Otro ejemplar de este título, publicado bajo el
sello de Ediciones
Luminaria, fue donado por Toda
luz… a la biblioteca, anfitrión del espacio que concluyó el evento.
La agrupación Síncopa Son,
quien asumió el interludio musical con su acostumbrado acento de cubanía, una
vez más se adueñó del público. El frente del local y en medio de la calle y
esquina inmediata, un espontáneo momento bailable enalteció el festejo
comunitario, celebración en clausura de cubanísima estatura. Toda
luz y toda mía, diferente cada vez, dio un hasta pronto a Jarahueca
al poner un beso a su Identidad. Un
beso como aquel a prueba de corrientes, único, intacto en el lugar que se
dejó.
INFORMACIONES RELACIONADAS
CON ADA,
SU OBRA Y LAS BIENALES IDENTIDAD:
SU OBRA Y LAS BIENALES IDENTIDAD:
ADA
ELBA PÉREZ (Jarahueca, Sancti Spíritus, 20 de septiembre 1961-La Habana,
1992) en tan poco tiempo nos dejó una sorprendente obra como poetisa, artista
plástica, compositora musical, periodista y promotora cultural. Su quehacer en
versos fue varias veces laureado y quedó recogido en varios poemarios, donde no
falta la décima, la cual cultivó con cariño que le venía del terruño que la vio
nacer.
(Fragmento)
Cauce que ciñes la abierta
libertad de la corriente;
ola que finges tu ausente
voz, contra la roca yerta;
espiral ciega que incierta
chocas contigo otra vez:
sálvate de la aridez
con que abrigas la semilla,
porque mañana a tu orilla
se le irá el mar pez a pez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario