Crepusculares es su amanecer
Un trabajo de la periodista
Anaisa Vidal Díaz, publicado en la página digital de Tiempo 21 y que por
reflejar el talento de una puertopadrense, fue reproducido por el blog Un puente desde Puerto Padre,
de donde lo tomamos
Crepusculares es el amanecer poético de
Liliana
Crepusculares, uno de los últimos textos publicados por la editorial local Sanlope,
es el primer libro de Liliana
Rodríguez Peña. Con este poemario, la joven conquistó el Premio
Iberomericano Cucalambé en Décima Escrita 2013. Tenía 21 años.
El destacado escritor cubano
Jesús
David Curbelo, quien presidió el jurado, elogió su intensidad lírica, que
lo mismo llega vestida de espinela romanzada, que convertida en poema en prosa.
A su vez, Carlos
Esquivel, uno de los más
sobresalientes poetas de los últimos años en Las Tunas, dijo en el prólogo:
"Crepusculares es la traducción de varias turbulencias, el continuo
trueque de miradas incisivas, perturbadoras, sobre asuntos que duermen
inevitables en los torrentes de un país. Esta poesía desenmascara intimidades
superfluas, abre puertas, y para elevarlas más allá de nosotros, también cierra
esas puertas".
Liliana expresa sus temores,
pero no teme a transgredir la tradición poética. Es que sus versos revelan las
tendencias revolucionarias de las nuevas generaciones de escritores, sin faltar
un ápice al dominio de la técnica.
Si no fuera suficiente para
calibrar el talento de la poetisa puertopadrense, podríamos añadir que era la
primera vez que Liliana presentaba una obra en el prestigioso concurso. Es un
libro inaugural. Como en una vidriera, sus treinta y ocho poemas nos muestran
los sueños, inquietudes y descubrimientos de una muchacha, desde sus trece
años.
Ella sabe suya la esencia de
la estrofa nacional, y lo ha demostrado en disímiles escenarios como repentista
y en las sosegadas páginas de un volumen. Su convincente paso por la décima también
es resultado de su temprana incursión en los talleres literarios y de
repentismo infantil de la provincia de Las
Tunas.
El texto de la colección
Montaraz fue editado por el poeta Frank
Castell, con diseño y composición de
Danai Guerra. En la cubierta, como preámbulo hermoso, aparecen detalles de la
obra Éter, de Zoila María González.
Con sencillez, elegancia y autenticidad,
la autora desteje sus verdades, secretos ahora contados desde el desgarramiento
de la poesía. Ahí están las dudas ante el futuro, el cuestionamiento de su
realidad, la incertidumbre tras la emigración, las cicatrices vividas… Sin
dudas, Crepusculares es mucho, pero
es tan sólo el amanecer de la poetisa Liliana
Rodríguez.
De Crepusculares es el siguiente poema en una estrofa, facturado en
endecasílabos de rima asonante:
CIUDAD DE OSCURO FRAGOR
Otra vez se debaten mis
murallas
en el fragor oscuro de este tiempo,
una ciudad sin luz, como el silencio,
tras las sombras erige una esperanza.
Otra vez el olvido, cara a cara,
soborna el epicentro de mi sed
con la humedad marchita de otra ley
lejana de los panes y los peces
y una ciudad cansada de la muerte
reniega de los muros, otra vez.
en el fragor oscuro de este tiempo,
una ciudad sin luz, como el silencio,
tras las sombras erige una esperanza.
Otra vez el olvido, cara a cara,
soborna el epicentro de mi sed
con la humedad marchita de otra ley
lejana de los panes y los peces
y una ciudad cansada de la muerte
reniega de los muros, otra vez.
EN NUESTROS ARCHIVOS:
— Su poema Resurrección del polvo.
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