Celebrado el primer
aniversario del Grupo
Toda luz y toda mía durante la XXIII Jornada
de la Poesía Cubana. Entregados los
premios de la
primera edición del certamen de esa agrupación decimística, en cuyo
apartado de escritura se alzó con el lauro Diusmel
Machado Estrada (Guáimaro,
Camagüey), Premio
Iberoamericano Cucalambé 2010.
Predominio de guaimareños y espirituanos entre los galardonados del concurso,
que en el área de repentismo abarcó tanto a adultos como a niños
Décima en generaciones
Por Merari Mangly Carrillo
Presidenta del Grupo Toda luz y toda mía y representante del Grupo Ala Décima en Sancti Spíritus.
Fotos enviadas por la autora
El tema del mes, “Décima en generaciones”, envolvió un armonioso festival en la Casa de la Guayabera espirituana. En este primer aniversario de Toda luz…, la participación de variedad de generaciones estuvo engalanando la décima. Se otorgaron los premios al concurso Premio de décimas Toda luz y toda mía, comenzando por la décima escrita. En este certamen se recibieron treinta y un conjuntos de décimas de ocho provincias del país. El jurado, integrado por Antonio Rodríguez Salvador (Chichito), poeta, narrador, dramaturgo y ensayista; Marco A. Calderón Echemendía, poeta, narrador a cargo de la filial de literatura de la UNEAC provincial y Daniel Cruz, escritor; otorgó el Premio único al conjunto Espacio exterior, de Diusmel Machado Estrada (Guáimaro, Camagüey).
Fueron otorgados, además,
cuatro premios colaterales:
—Premio UNEAC a (Di)versiones de mujer, de Dios Mirian
Estrada (Guáimaro, Camagüey) (foto a la izquierda).
—Premio Abrir la Verja a Honduras y pendientes, de Celestina García (Sancti Spíritus). (foto
a la derecha).
—Premio Editorial Caminos a Las noches del castigado, de Randoll
Machado (Guáimaro, Camagüey).
—Premio ANAP a Canto al campesino, de Ángel Ramos
García ((Sancti Spíritus).
ESPACIO EXTERIOR
(Fragmentos)
No hay que salir nunca de casa…
Eliseo Diego
Superando a las águilas en vuelo
se levantan en los aires, y su vista
abarca tierra y mar, nubes y cielo.
José María Heredia
La oración del camino
Encuéntrame, la ceniza
no es parte de esa emboscada
que destrenza el tiempo…
Pedro Juan Medina.
Viajero, si el tiempo acude
por ti -si te sobreviene
el apuro que sostiene
la garra que lo sacude-,
acaso el amor ayude
con esa tinieblas hartas:
hurga en las sombras que
apartas
con mano descubridora.
Viajero, si hay una hora
de partir, hora es que
partas.
(…)
Encuéntrame en los peldaños
derruidos por el viaje.
En la sombra y el ultraje
que padecieron mis años.
Encuéntrame en los extraños
pueblos adonde no asiste
el alba de Dios. Resiste
un poco y busca más lejos:
hurga en los rotos espejos
de lo sucio, de lo triste.
(…)
Venga, cálida herradura,
el milagro de tu planta.
Y tome lo que adelanta
o esconde mi curvatura.
Dame tu llaga: la cura
empieza en el pie que
empolvo.
Dame tu llama de alcohol vo-
lante: animoso torpedo.
Y yo te mostraré el miedo
en un puñado de polvo.
Al llegar a los recodos
del pánico, estaré echado
con el abierto costado
feliz, sangrantes los codos.
Vendrás, como vienen todos:
desnudos hacia la nada.
No vengas por la coartada:
ven buscando mejor prisa.
Y encuéntrame, la ceniza
no es parte de la emboscada.
Réquiem por el viajero desconocido
Dichoso aquel
que se aparta del mundo
antes de que el mundo
se aparte de él.
Timur-Lam
Perdido -extraño gigante
sin cueva, sin voz, sin
nombre-
en algún sitio del hombre
enajenado y distante.
De ver atrás, cuanto no ve
delante,
se asombra:
de su sombra
porfiada, desconfía:
¿Adónde ir, que me regrese
el día?
(Su voz, silencio que la
nada nombra.)
Siempre en camino,
huyendo siempre
pasa: si vuelve
ya no es el mismo.
Fantasma, vicio
de ser afuera:
pie con tristeza,
ojo en el humo
del desayuno,
cruza una puerta.
Nadie sabe dónde acaba
el peregrino sueño que lo
hostiga.
¿Qué afán, qué apuro de
incesante hormiga
es su impaciencia brava?
Nadie dónde estaba
cuando lo alcanzó el
desvelo:
¿cuál norte puso su mortal
señuelo
a tal feroz impulso?
Vagar: sangre y latido, paso
y pulso.
¿Dónde la meta esquiva? ¿Cuándo
el cielo?
En el borde del crepúsculo,
su sombra todo se ha vuelto.
Lo que fue, se va disuelto
como en un golpe sin
músculo.
Negro pez. Astro minúsculo.
Se aleja cuando se aleja.
Música sorda en la oreja;
luz que mudándose va…
Pero la ilusión está.
Es la sombra que nos deja.
Lecciones finales
¿Ahora contemplas, Ulises,
la incesante travesía
que siguió al pícaro día
de las llamas infelices?
Son siempre las cicatrices
el alimento del buey:
no hay paz constante, ni ley
justa, ni flor en la vid
más despierta que el ardid
que puso en el trono a un
rey.
(…)
Ahora lo ve, don Alonso:
Vivir exige un molino.
Sin el feroz desatino,
¿qué entuerto? ¿a quién el
responso?
Paisaje insípido, zonzo,
el mundo sin vil idea.
Ladren perros: la tarea
dará un camino más ancho.
No hay quijotada sin Sancho,
ni patria sin Dulcinea.
Ahora juzgas Segismundo,
la libertad acontece
como un sueño que parece
y no es nunca tan profundo.
Así durmiendo está el mundo
singular ensoñación:
justicia, ley y razón
vencen feroces asaltos,
pues de tanto sueño faltos,
todos sueñan lo que son.
(…)
Ahora lo adviertes, José:
La patria es una, sin linde,
sin la bandera que rinde
a los hombres. Ah, José,
cerrando, cómo encogiendo
su plasma de amor tremendo.
¡Ahora va a venir el día
cuando tu pie falta haría
por las arenas ardiendo!
Ahora que lo anuncia el
trueno
y la estrella lo señala;
ahora que lo aplaude el ala
y lo testimonia el cieno:
nada salvará lo bueno,-
nada, ni el héroe que vino
por el trabajo divino;
nada el relámpago ultima,
ni se supera la cima,-
sin emprender el camino.
Parte de este premio a Diusmel, fue poner en sus manos cuarenta ejemplares de una plaquet con la divulgación de esta obra íntegra, y otros ciento cincuenta fueron obsequiados al público asistente. Esta plaquet devino desde Ediciones Luminaria y fue puesto en manos del premiado por Luis Mateo Lorenzo, director de esta casa editora.
Los pintores espirituanos Luis García Urrutinier, Hermes Entenza y Wuencelao García Pérez; así como las artesanas del proyecto de muñequetería Vuelos de mariposa, aportaron obras suyas a la entrega de estos premios.
Celebrado el concurso de repentismo, el jurado integrado por Odalys Leyva Rosabal, quien recibió el Premio de Poesía Alberto Acosta-Pérez 2012 en esta ciudad y preside el Grupo Iberoamericano Décima al filo, el poeta Raúl Herrera y el músico y escritor Manuel A. (Manolito) Borroto, otorgaron los siguientes premios:
—En la categoría verso oral
improvisado adultos, a Diosdado Naranjo, del municipio Jatibonico.
—En la categoría verso oral
improvisado niños:
Primer nivel (Hasta 11
años):
Premio a Melany Rodríguez,
del taller de repentismo de Mayajigua, municipio Yaguajay (Profesores, los
poetas Benito Medina, Floro Rodríguez y Ramón García Quintanilla)
Premio a María del Cielo
Martínez, de Cabaiguán. (Profesor, el poeta Abel Amador)
Segundo nivel (De 12 a 14 años):
Premio a Leidis Hernández,
de Cabaiguán.
Premio a Melissa Rodríguez,
de Cabaiguán.
Un premio colateral fue
entregado por la Galería
de Arte Oscar Fernández Morera y el proyecto Sombrero de duende a la niña Melissa Rodríguez.
En este aniversario,
contamos con el invitado Luis
Paz (Papillo), director del Centro
Iberoamericano de la Décima (foto a la izquierda, con Merari), y con la
visita de tránsito de Miguel
Barnet, Premio
Nacional de Literatura y presidente de la UNEAC
en la capital (foto a la derecha), quienes agradecieron la existencia de este
espacio sociocultural.
En este festejo también
celebramos el once cumpleaños del grupo musical Síncopa Son, a quien Toda
luz… entregó un reconocimiento por defender la música popular
tradicional desde su fundación y sobre todo, el corte campesino y por
contribuir con su talento a Toda
luz…, en este primer año de constituido.
Papillo y Chicho (Alfonso
González Lemus, El Poeta Mayor);
micrófono en mano, con sus versos orales improvisados engalanaron el escenario
rodeado de escritores y amigos de varias generaciones.
Toda
luz… brilló en esplendor en su
fiesta de cumpleaños y como siempre, estuvo al cuidado de la décima.
Sobre el ganador
en décima escrita
Diusmel
Machado Estrada (nacido en 1975 en Guáimaro,
donde es un activo colaborador del Grupo
Décima al filo) cuenta con un temprano y rico currículum
literario. Su primer libro, el poemario Casa primera, fue publicado en
el 2001 por la camagüeyana Editorial Ácana. En el 2003, la propia Ácana dio a
la luz su poemario para niños Libro
de Titi y Mamita (escrito en coautoría con
su mamá, Mirian
Estrada Medina), tras los cuales ha publicado diversos títulos. Entre sus
numerosos reconocimientos: En el 2005, primer
premio en el concurso internacional de décimas de Tuineje, Canarias,
España; en el 2006 el primer
premio del concurso de glosas “Canto alrededor del punto”. En el 2008, por
tercera ocasión (las anteriores fueron en 1997 y 2002), Premio
Décima Joven de Cuba. En 2009, Premio
Dador. En 2010, Premio de la Ciudad de Camagüey. En ese mismo
año, Premio
Iberoamericano Cucalambé por El
libro de los desterrados, escrito en coautoría con el tunero Carlos
Esquivel Guerra. De este último
volumen hemos publicado sus poemas Postales
del forastero, Eliseo Diego: Oscura cena mexicana, Monólogo
del trashumante, La
piel del siervo y Flotante
alrededor del iceberg.
Sobre participación de Diusmel
Machado en el espacio Pluralidades, en Camagüey, donde ofreció interesantes
valoraciones sobre la décima actual, vea ALA
Y GRILLETE.
En nuestra sección
Decimacontexto, las siguientes colaboraciones de Diusmel:
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