jueves, 18 de noviembre de 2010

Desde Camagüey

Ala y grillete

Eso ha sido la décima para Diusmel Machado

Diusmel (a la izquierda) y Carlos Esquivel, en julio pasado, tras recibir, en el Catauro de la décima de la XLIII Jornada Cucalambeana, el Premio Iberoamericano Cucalambé 2010 por la obra escrita entre ambos: El libro de los desterrados. Fotos: Mayra Hernández Menéndez.



Por Yoan Manuel Pico
Tomado de CubaLiteraria


Pluralidades, espacio teórico dirigido por el intelectual camagüeyano Jorge Santos Caballero, no quiso perderse los encantos de la Fiesta del Tinajón. En el acogedor portal del Centro Provincial del Libro y la Literatura se produjo un interesante diálogo en torno a la salud de la décima cubana. Diusmel Machado, joven poeta que ha ganado notoriedad en su cultivo, se encargó de responder las filosas preguntas del conductor de la peña.

Para satisfacer una inquietud sobre el estado actual de esta tradicional forma de expresión poética, el invitado recurrió a un autorizado en el tema: Roberto Manzano Díaz. Según este reconocido escritor, la décima constituye una de las parcelas más interesantes de la experimentación poética en Cuba.

Por supuesto que Diusmel coincidió con el laureado vate, y para demostrarlo citó los casos de Ronel González y Carlos Esquivel, creadores que, a su modo de ver, ejemplifican lo expresado por Manzano. Señaló además que resulta muy triste que las propuestas de este dúo no reciban toda la atención que merecen, realidad que a su juicio evidencia el mal estado de nuestra crítica literaria.

Más interesantes resultaron los planteamientos con los que Diusmel explicó el auge de la espinela en el público infantil. Para el autor de Casa primera, este fenómeno encuentra su origen en las tribunas abiertas, eventos políticos que empiezan a reconocer este molde estrófico como una eficaz herramienta ideológica.

Para el distinguido guaimarense esto no significa que la décima cuente con una aceptación universal, pues en cierto sector del público más bien se le rechaza. Las causas de este sentimiento las encontró en deficientes estrategias de promoción, pero también en la crisis de valores que a inicios de los noventa comenzó a medrar en ciertos cubanos. Como consecuencia de este fenómeno se empieza a ver la décima como algo cheo y caduco. Diusmel tampoco halla que los medios contribuyan a aliviar este rechazo, más bien lo estimulan a través de un programa como Palmas y cañas, necesitado de formulas que lo renueven y vivifiquen.

Lo mejor de la tarde sobrevino cuando el invitado confesó que la décima ha sido, para él, ala y grillete. "No por gusto Santos me ha escogido para hablar de esta problemática", expresó para ilustrar el segundo polo. Sin embargo, todo quedó en la broma. Diusmel agradeció al conductor del espacio la gentileza de la invitación, y para demostrar su buena fe, respondió a la solicitud de leer un poema que aparece en la página treinta y cuatro de su nuevo libro. "Ellos y yo luchamos por el mismo sueño, pero en el sueño, yo mando". Así rezaba el extraño texto que dio cierre a la velada. Su mensaje agradó a un auditorio que, sin dudas, deseará suerte a este poeta en su lucha por la joven literatura cubana.


Versión original en CubaLiteraria.



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