lunes, 29 de noviembre de 2010

Un Ángel se hace leyenda
y se convierte en amor

Este primero de diciembre
el poeta cumpliría cien años

Por Karel Leyva
Tomado de El Tintero;
suplemento de Juventud Rebelde


Cuando aún
los poetas se empeñan en buscar y fijar su voz, Ángel Augier prefirió multiplicarla dando la palabra a los muchos seres que podemos ser o representar y no por el mero acto de la transfiguración teatral.

Gracias a esa característica, cuando se inicie diciembre, fecha en la que se conmemora su centenario, estaremos escuchando sus Penúltimas huellas, su Isla en el tacto, el Arbolario, esos andares que le dan a la luz nuevos matices, en voces de escritores que, a la convocatoria de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Fundación Nicolás Guillén, han decidido hablar para que el Ángel quede entre nosotros.

El poema político, el romántico, el contemplativo, el coloquial, el de reflexión, los existenciales, no posibilitan al más asiduo amante de las clasificaciones fijar a este ser humano en una sola línea de la creación lírica.

Próximo a su siglo de vida (que lamentablemente no llegó a cumplir) decidió escribir otro poema: ese que lo entrega definidamente a los otros. Solo entonces es que un escritor puede ser redimensionado, transformado en palabras, en memorias, en textos hurtados a conciencia para enamorar o para conocer aquel espacio que salvó para nosotros.

Al realizar una lectura reposada de su Antología Poética, selección en la cual participó y en la que decidió incluir todos los momentos de su obra desde 1928 hasta el 2000, podemos apreciar ese resonar de voces, intenciones, caminos, flashazos que nos iluminan. Como buen conversador, abarcó más de siete décadas de la vida de un país y sus hombres, de un universo, sus dudas y sus contradicciones.

En el poema Aguafuerte de su libro 1 (Erguido en la irrisoria/ cúspide de un penco/—que se desborda en panzas laterales/por los serones repletos—/ iba el carbonero hacia el pueblo…/ pero su voz era otra sombra /sonora/ que alargaba desmesuradamente/ el espejo burlesco de los ecos…) hay una mixtura de contemplación, ironía, dolor y asombro que se mantiene a lo largo de su extensa e intensa vida literaria y social pero que, como decíamos al principio, no es su única manera de reflejar la cotidianidad, aunque ya recoge la fortaleza de su denuncia a la altura del año 1928.

En cualquier dirección que nos movamos, encontraremos al inquieto Augier, con una mirada / distinta hacia todas las cosas, con el deber de cuestionarse y descubrir todas las esencias posibles.

En su Fabulario inconcluso, exactamente 60 años después de haber publicado su primer cuaderno, hay un desmonte del tiempo, la tierra, el pan, el olvido y otra vez el eco que, ahora como refugio cósmico, deja siempre nuestros fragmentos en el aire.

Para los lectores de El Tintero, y en homenaje a esta figura de nuestras letras que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1991, una muestra de su lírica estremecedora.


ARTE POÉTI
CA


El mar

puede inventar sus olas
y lanzarlas sin tregua
unas tras otras
sobre costas de playas y arrecifes
y hacerlas estallar en clamor y en espuma,
porque cada oleaje brota de lo profundo
de su seno insondable.
Su ser se entrega todo
en el impulso, el ritmo, la música y el salto
de luz y de misterio
de cada ola


Ángel Augier, del libro Todo el mar en la ola (1989)


Versión orig
inal en El Tintero


SOBRE EL AUTOR DEL COMENTARIO:

Karel Leyva Ferrer (Santiago de Cuba, 1975; residente desde niño en la Ciudad de La Habana), Licenciado en Enfermería y graduado de la primera promoción del Curso-Taller Historia y Práctica de la Creación Poética (2004). Su actividad como promotor cultural se extiende por varios años, no solamente en Cuba: Ha visitado Perú e Italia, en programas de difusión de la cultura experimental cubana contemporánea. Por su obra en versos ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Internacional de Poesía Nosside Caribe y el Premio Regino Pedroso. Textos suyos aparecen en diversas antologías y publicaciones periódicas, como El caimán barbudo, y tiene poemarios publicados, entre otros, Cambio de marea (2008), y más recientemente Escenas cotidianas (Colección Sur, 2010). Es vicepresidente del Grupo Ala Décima. En nuestros archivos, representación en vivo en octubre del 2008, en la Peña de Alamar, sede de esa agrupación de escritores decimistas, de la controversia escrita que sostuvieron por email los poetas Frank Upierre y Karel Leyva. Más sobre la obra poética de Karel en el blog Álbum nocturno y en la antología poética on line Arte poética. Rostros y versos, ambos coordinados por el poeta salvadoreño André Cruchaga. Karel se desempeña actualmente como director de promoción del Instituto Cubano del Libro.


SOBRE ÁNGEL AUGIER,
EN NUESTROS ARCHIVOS:

Ángel Augier, recordado en la peña de Alamar
Tributo a un Ángel para siempre dormido, por Luis Hernández Serrano
Sobre un ángel de apellido Augier, por Virgilio López Lemus


INFORMACIÓN RELACIONADA:

Intelectuales cubanos recordarán vida y obra de Ángel Augier. La Habana (AIN), por Idania Rodríguez Echevarría.- Intelectuales recordarán a Ángel Augier, en un coloquio que se desarrollará en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), este primero de diciembre, justo cuando cumpliría 100 años de vida. La UNEAC, la Fundación Nicolás Guillén y los Institutos cubanos de Literatura y Lingüística y del Libro, pretenden un acercamiento al quehacer de quien también se distinguió por su activa participación en instituciones y proyectos propugnadores de la cultura revolucionaria, antes y después de 1959.


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