Presentado su poemario para niños
en la Feria del Libro de Artemisa
Olga
Lidia Martínez Robaina está de fiesta y nosotros con ella. En la Feria
del Libro en la provincia de Artemisa se presentó
su poemario para niños Palmeras en la
luna, publicado por la local Editorial Unicornio
De derecha a izquierda, Olguita, la
especialista literaria Berkis Aguilar Mazola, en
momentos en que presentaba Palmeras
en la luna, y la autora artemiseña Katia
Pérez Padrón, de quien se presentó el interesante libro Ortografía con melodía (homófonos).
Fotos enviadas por Olga
Lidia Martínez.
Como la mujer-abeja
que es, Olguita
tiene en estos días un revuelo tremendo, y no es para menos: Palmeras en la luna, su primer libro
(Editorial Unicornio) vio la luz en la Feria
del Libro en Artemisa, precisamente la región que la vio nacer.
Esta escritora ofrece muchas sorpresas: Aunque
reside actualmente en La Habana, nació en 1968 en Cuatro Caminos, un pueblito
de Guanajay, entonces perteneciente a la provincia de Pinar del Río. La
localidad se encuentra a 12 kilómetros de la ciudad de Artemisa, donde Olga
Lidia cursó secundaria y preuniversitario. Desde la
conversión de Artemisa en provincia, Guanajay es uno de los municipios que la
integran.
Ella no estudió Letras. Se graduó como Ingeniera
Astrónoma Geodesta, y más tarde alcanzó el título de Máster en Geodesia
Aplicada. De ahí que “se caiga de la mata” una primera pregunta en el diálogo:
—¿Tu entrada al mundo del arte y la literatura es
posterior a tu formación en las ciencias?
—No, qué va. De niña fui locutora por 6 años consecutivos en Radio Artemisa para el programa
Caminos del Futuro, de frecuencia diaria. Mi padre era taxista en Artemisa y de
12 a 1 cuando salía al aire el programa, él lo ponía y se vanagloriaba de
decirles a los pasajeros: esa es mi hija. Eso sin hablar que él, con apenas
tercer grado, era quien montaba, en mi etapa de alumna primaria, obras de
teatro para mi escuela (de la que era el presidente del consejo de padres) y
mis hermanos y yo, junto a compañeros de trabajo éramos los actores. Él hablaba
prácticamente en décimas, las cantaba muchísimo y muy bien. Durante esos años,
yo declamaba los poemas que mi madre escribía para mí (ella tenía apenas 6to
grado) es por eso que es cultivadora de mi poesía y nunca faltaba a los
festivales de pioneros. Soy una Ingeniera…con alma de artista.
—De modo que presentar tu primer libro publicado en
tu región natal debe haber sido sumamente emotivo.
—Mis amigos de infancia y
adolescencia me vieron nacer como ¨artista¨ y muchos estaban allí… en la
presentación, y no estaban sorprendidos porque algunos hasta lo presagiaron.
Presenté mi primer libro en el pueblo que me vio crecer, por eso… si te soy
sincera, no extrañé La Cabaña…no la extrañé. Quería que fuera Artemisa, porque
allí me formé y eso no lo escogí yo, simplemente sucedió. La presentación se
hizo en un lugar tan familiar para mí, junto a mi familia, mi madre, mis hijos,
y la gente que me enalteció, me dejó el sabor que quería, lo que soñé para mi
primera presentación, aun cuando faltaron por la distancia amigos muy queridos.
La feria, a mi modo de ver, estuvo marcada a pesar de las carencias de estos
tiempos y lo relativo al corona virus por una magnifica organización, donde se
garantizaron todos los servicios.
La autora, junto a su mamá Juanita,
sus hijos David y Daniela, y su hermana Tere.
—¿Qué tal las palabras de presentación de la especialista
literaria Berkis Aguilar Mazola?
— Berkis destacó en la presentación mi forma de hacer, de trabajar, de ser
versátil, de estar siempre. De cómo la editorial asumió la edición y
publicación de 700 ejemplares a pesar de la escasez de papel, más acentuada
este año. De cómo ya fui publicada por Unicornio en la antología ¿Buscas un cuento…? Habló de la relación
de ella con mi hermana Mayra Martínez Robaina, oceanóloga de profesión y que
durante algún tiempo fue editora en Unicornio, ella también es escritora y a
pesar de que ambas somos ingenieras y procedemos de una familia de campesinos,
ambas tomamos el camino de la literatura. Habló de las diferentes formas estróficas,
de la sencillez en el lenguaje… del amor por la naturaleza, de las
ilustraciones y de cómo ante mi pedido de incluir el poema Capitán del tiempo, dedicado a mi padre, ya fallecido, la editorial
accedió aun cuando no estaba incluido al comienzo.
Tras la presentación por Berkis,
tocó el turno a Olguita, quien agradeció por todo y leyó poemas del libro.
—En aquella mañana de tantas emociones, ¿alguna que
quieras destacar?
—Allí tuve
el placer de regalarle mi libro a una niña bella que cumplía ese día 6 años,
hija de Roly (Rolando Rodríguez), un amigo del pre. Varios amigos del pre
compartieron el espacio, además de un número significativo de público,
familiares y escritores de la localidad y miembros de la UNEAC y el Gobierno. Leí
dos poemas, Añoranza y Capitán del tiempo. Y bueno… así fue. Al
final… los autógrafos, la familia a mi alrededor, los niños, la música. La
actividad estuvo animada por niños que cantaron, actos de circo, etcétera. Fui
muy feliz.
Con Paola, la niña que cumplía
años ese día, y a la cual Olguita regaló su libro.
A la hora de firmar los libros.
—¿Te queda algún agradecimiento por expresar?
—En la dedicatoria aparece el nombre de Lucio, que
no pudo ir a la presentación, es el asesor del Taller literario Ariel, de
Marianao, con él compartí la revisión de los poemas, al igual que con Orlando
Víctor, editor de Calle B.
En otro momento del programa de la
Feria en Artemisa, se produjo un homenaje de la Uneac a la Editorial Unicornio.
Aquí aparece Olguita junto al reconocido escritor para niños Enrique Pérez
Díaz. La que sujeta el cuadro es Tania Villavicencio, directora
de la Editorial Unicornio.
PALABRAS DE PRESENTACIÓN
POR BERKIS AGUILAR MAZOLA
En estos casi 54 años que voy a cumplir he tenido
siempre la suerte de tener muy buenas personas a mi lado, y tuve una
experiencia muy bonita cuando trabajaba en la Casa de la Cultura de Guanajay de
encontrarme con un matrimonio feliz que escribía para niños: Mayra Martínez y
Rafael Arcis. Pero… qué me iba a imaginar yo que ese matrimonio feliz venía
también de un árbol de creadores increíbles desde la base primigenia del árbol,
ese viejito que andaba en Cuatro Caminos, cantando décimas con aquella guitarra
y aquellas canturías los domingos, lo recuerdo todavía y esa amistad creció
mucho. Esa familia de la que hablo…la familia Martínez, es una familia que ha
amado siempre la Cultura, sobre todo las tradiciones. Yo tengo aquí a mi lado a
una muchacha que se llama Olga Lidia Martínez Robaina, y tengo a mi derecha
otra muchacha que se llama Katia Pérez Padrón. Es la primera vez que publican
en Cuba, las dos. Es decir que son novatas, pero… no quiere decir que no tengan
una obra escrita para niños y una formidable obra escrita para niños. A mi
izquierda está Olga Lidia… que ha tenido la suerte de publicar su libro.
Además… tengo que decirlo, este año ha sido muy difícil la publicación de
libros en Cuba, ha habido muy pocas editoriales que han podido imprimir sus
libros, y creo que Unicornio, la editorial artemiseña, ha sido una de las
privilegiadas. Hemos luchado mucho, hemos batallado mucho y hemos llorado mucho
pero los libros nuestros salieron. Es decir los catorce libros que estaban en
el plan excepto uno que se está produciendo en este momento, y no sabemos si va
a llegar mañana o no va a llegar, terminaron de producirse cuando en el país
casi ninguna editorial por los problemas que todo el mundo conoce, de papel, de
insumos, de tinta…pero bueno hicimos un gran esfuerzo, y nacieron estos dos
libros que son como los hijos, uno pare hijos por supuesto pero los libros
también son hijos. En el caso de Olga Lidia… esta muchacha tiene un curriculum
tremendo, es ingeniera, Máster en ciencias, guionista, poeta, narradora, es una
excelente presentadora de espectáculos, trabaja la oralidad, lo hace muy bien
por eso lo va a presentar ella… yo la presento a ella… es una persona que se
mueve muy bien en cualquiera de las cuerdas de la cultura en este momento. Una
persona también como toda su familia, es muy dinámica, muy hiperquinética, y
cuando yo escuché el título del libro yo dije ¡Ay, Dios mío! Palmeras en la luna, ¿podría ser? y
cuando empecé a leer el libro me enamoré de él, comenzó a editarlo una muchacha
que trabajaba en la editorial, y luego tuve que cogerlo en mis manos porque la
muchacha no pudo estar y las ilustraciones del libro hermosísimas ilustraciones
pero en blanco y negro… yo tengo el sueño, de que además de los libros
digitales podamos hacer algún libro a color y ya nos dieron la buena noticia de
que el año que viene, dos de nuestros libros que van a estar en el plan
especial, los vamos a ilustrar a color, incluso va a ser la primera editorial,
incluso la primera edición comentada de Había
una vez, la vamos a hacer nosotros, así que Artemisa tiene el privilegio de
tener la primera edición a color de Había
una vez. Pero… Palmeras en la luna es
un libro hermosísimo, aquí está Adelena, allá al final, es una de las muchachas
imprescindibles cuando vamos a hacer nuestros libros, porque es quien encuadra
todos los libros en un sistema muy difícil y que hace posible que los libros
también salgan. Olga Lidia me pidió casi terminando el libro que si ella podía
añadir un poema hermosísimo que estaba dedicado a su papá, tuvimos que correr,
porque tuvimos que llamar a la ilustradora para que nos hiciera una ilustración
especial para él, pero le dije… ¿Por qué no, Olguita? es un libro que se mueve
en todas las cuerdas para niños, tiene todas las rimas posibles que se pueden
experimentar en la poesía para niños pero es un libro que juega mucho con el
lector. Yo tengo la fe de que nos lleguen más niños, hay varios pero no todos
los que quisiéramos que estén, porque casi siempre la gente se enamora mucho
con las presentaciones en La Cabaña, y casi nunca los niños están en La Cabaña,
y nosotros sí hemos logrado tradicionalmente que Guanajay que tiene también una
cantidad de autores importantes tenga una representación en la Feria y estas
dos muchachas nacieron en Guanajay. Los vamos a presentar también en
Guanajay…tenemos una tirada de 700 ejemplares. (…) De verdad que yo estoy
contentísima de estar hoy aquí, y de presentar estos dos magníficos libros.
Ellas dos van a hablar, Olguita más que Katia. Katia no habla mucho pero
Olguita si habla demasiado… yo quiero que ella hable un poquito de la
experiencia del libro. En su curriculum cuando abran el libro se van a dar
cuenta de que ella tiene muchos premios en el exterior pero hubo una editorial
de este país que por un problema de ética no voy a decir cuál es, que ella llevó un libro y le dijeron: Bueno…
tú no puedes. Bueno… ¡Y mira si no pudo! Entonces…yo las invito a ellas dos a
que hablen de sus libros. Katia lo acaba de tocar, de oler, pero… Olguita no,
ella se coló en la feria en La Habana porque los libros se vendieron en La
Cabaña, y ella tenía su libro porque ella es hiperquinética... y ahora pueden
tocarlo… están aún calientes, creo que además de los hijos, los libros bien
vale la pena manosearlos.
POR CORTESÍA DE LA AUTORA
BICHOS EN APUROS
Mis bichos no tienen botas ni paraguas...
Elsa Isabel Bornemann
Las nubes grises pregonan
la fiesta de Chaparrón
y los bichos del tocón
cautelosos lo abandonan.
En el umbral se amontonan
cuando Trueno los alerta;
aliados son de la puerta,
amigos de la ventana
irrumpen en caravana,
florece mi casa abierta.
El viento afuera retumba,
un grillo saca el violín;
el alacrán, su flautín;
la abeja zumba que zumba
y una hormiga baila rumba
cuando repica el tambor.
La araña olvida el temor,
teje al compás de la orquesta.
Libélula se alebresta,
declara al ciempiés su amor.
La lluvia sigue despierta,
no cesa la algarabía,
está la noche muy fría.
¿La mañana será incierta?
Ven al fin desde la puerta
cómo se marchan las aguas.
El sol enciende sus fraguas
y en un charco se entretienen.
Pobres bichos, si no tienen
botas de luz, ni paraguas.
ANSIAS
La trompa del elefante
quiere ser una corneta
convertirse en avioneta
o volverse un almirante
debutar cual dibujante
disfrazarse de conejo
conversar con el espejo
saltar en paracaídas
jugar a las escondidas
dentro de un zapato viejo.
PALMERAS EN LA LUNA
Aunque no quieran creerme
hay palmeras en la Luna,
las vi desde mi ventana,
son nevadas y de espuma.
Cartacuba se enfermó
por dormir en los penachos
con trenzas de terciopelo
que nadando vio en el lago.
NOSTALGIA
No despiertan los viajeros
en las ramas del ciprés.
Si los buscas, no los ves
aunque alces la mirada.
No tendrán otra alborada,
ayer fue la última vez.
Olga
Lidia Martínez Robaina (1968, Guanajay, antigua provincia de Pinar del Río;
hoy provincia de Artemisa. Residente en La Habana) es Ingeniera Astrónomo
Geodesta, Máster en Geodesia Aplicada. Cuenta con numerosos reconocimientos
como poetisa, narradora oral escénica y guionista. En el XVIII
concurso nacional Ala Décima 2018 mereció dos lauros colaterales: el Premio
Décimas para el amor Hermeides Pompa y el Premio del Grupo Décima al filo,
con su obra Mar
de antojos. En el 2019, fue laureada con el Premio
Caracol 2019, el cual alcanzó
en guion para programa infantil. En el XX
concurso nacional Ala Décima 2020 conquistó el tercer lugar del certamen (Premio
Especial Aniversarios 20 del Grupo Ala Décima y del Cidvi) con su conjunto En
el alma de la luz.
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