En la tertulia La letra en rosa
Dedicada a la Jornada
por la Cultura Cubana y al medio milenio de San
Cristóbal de La Habana. El poeta Ramón
Claver conquistó el Gran Premio con su
texto en versos libres Plegaria del hijo
ausente
El ganador del
principal lauro, Ramón Claver, recibió de Luisa Oneida su diploma y obsequios
correspondientes al galardón. Foto. María Elena Sablón.
Ampliado de Trabajadores
Tal y como se había anunciado, pocos
días después del Día de
la Cultura Cubana (20 de octubre) y días antes del aniversario 500 de San Cristóbal
de La Habana (16 de noviembre), la tertulia
y proyecto cultural La letra en rosa realizó su encuentro del décimo mes
del año, en el centro
cultural librería Alma Máter, con el fin de efectuar la premiación de su VI
concurso Ciudad Poesía 2019.
El principal lauro del certamen recayó en el poeta Ramón
Claver, de La Habana, por su texto en versos libres Plegaria del hijo ausente, el cual “refleja los sentimientos de admiración y sentido de pertenencia a la
ciudad y su historia”, según el acta del jurado, integrado por los poetas Pedro
Péglez González, Giselle
Lucía Navarro y Rolando
Ávalos Díaz.
Este equipo evaluador, además, concedió el Premio Identidad, para la obra
que tribute a las tradiciones del barrio, al poema en décimas Crónica a La Habana 200X, de Jorge
Adrián Betancourt, de la provincia de Granma; el Premio del Grupo Ala
Décima al poema La Habana 500 años
después, de Juan
Carlos García Guridi, de Mayabeque; el Premio Especial para el poema que se acompañe de la propuesta
de una obra visual, al texto Habana,
de Rodolfo Rensoli, de la capital; y Mención a la obra Aún grito su nombre, de la también habanera Vilma Esther Calderín.
Previamente la conductora del proyecto, la poetisa Luisa
Oneida Landín, miembro de la Uneac y
vicepresidenta
del Grupo Ala Décima, agradeció
a participantes y colaboradores, en especial al trovador Juan Carlos Pérez, que
complementó musicalmente la cita, y al artista de la plástica Ángel
Silvestre, de quien se inauguró una exposición con piezas que interpretan
cada uno de los poemas ganadores en todas las ediciones de este concurso,
muestra que fue abierta con las palabras del crítico de arte Jorge
Rivas, jefe de la redacción cultural de Trabajadores y miembro del Grupo Ala Décima.
LA EXPOSICIÓN DE SILVESTRE
En su presentación de la muestra de Ángel
Silvestre (Poesía ilustrada del
concurso Ciudad Poesía 2014-2019) Jorge
Rivas expresó:
“En justo reconocimiento al
quehacer pictórico de Ángel Silvestre Díaz Morales (Caimito, Artemisa, 1951),
deviene esta muestra concebida en ocasión de la VI Edición del Concurso Ciudad Poesía
2019, convocada por la tertulia artístico literaria La letra en rosa y la
Galería de Arte Mariano Rodríguez de la Villa Panamericana, ocasión en que,
junto a otros trabajos de este prolífico creador, se exhiben sus ilustraciones
realizadas a los poemas ganadores de los primeros premios de este certamen
desde el año 2014 hasta esta, su última convocatoria, coincidente con el aniversario
500 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.
“Artífice siempre
dispuesto a contribuir con el aporte de su obra a disimiles eventos de la
cultura, Silvestre —como sencillamente se le conoce— ofrece su arte como
complemento indispensable de estas
composiciones líricas, enriquecidas con el multicolorido ambiente de
quien se entrega al acto de pintar
como una necesidad cotidiana, vital, imprescindible. Sus cubanísimos escenarios, no solo están permeados de auténticos
valores de insularidad, sino además, son portadores de una espiritualidad en la
que se transpira un auténtico humor
criollo trasmitido a través del entretejido expresivo de los personajes que
trascienden en sus narraciones, esta vez extraídos del cosmos lírico-dramático
de cada uno de los trabajos laureados en Ciudad Poesía.
“De tal modo, en sus
ilustraciones, así como en su vasta producción iconográfica, Silvestre convoca
al disfrute del arte —en tanto nos llama a la reflexión— , con sus alucinadoras vetas de inspiración, las cuales
no son más que desciframientos humanos, en los que el poder del ritmo y de lo
sensual anidan delirios por el goce y lo erótico; asuntos que, aunque no
únicos, preponderan el barroquismo de su creación, la cual fluye con absoluta
libertad desde su conciencia de hombre amable, amoroso y campechano”.
Ante las
pinturas de Ángel Silvestre, quisieron fotografiarse Ramón Claver, ganador del
Gran Premio Ciudad Poesía, y los integrantes del jurado, así como Anara, quien
recogió por su tío, Jorge Betancourt, de la provincia de Granma, su premio
colateral. Foto: Cortesía de la familia de Anara.
LA OBRA QUE MERECIÓ EL GRAN PREMIO
El poeta que obtuvo el máximo galardón, Ramón
Claver, de La Habana, es también
narrador, actor, fotógrafo y promotor cultural de larga trayectoria, facetas
todas en las que ha obtenido numerosos reconocimientos. Ramón proviene del
movimiento de artistas aficionados de la Casa de la Cultura Municipal Eloísa
Álvarez Guedes, de La Habana del Este, a cuyo taller literario Emilio Ballagas
pertenece desde 1988, y en cuya Dirección Municipal de Cultura se desempeña
como especialista. Poeta por igual en la versificación libre como en
estructuras cerradas, ha merecido sistemáticamente premios y menciones en los
encuentros-debates de talleres literarios y en otros espacios. Ofrecemos su
texto laureado:
PLEGARIA DEL HIJO AUSENTE
I
Deja que te extrañe entre rituales anónimos
que me desprenda de tu permanencia
de ese sublime ondear en la libertad de mi memoria.
Llevaré tus pasos anudados en el arrullo de lo simple.
Será la brevedad tu superficie en mi presencia
aunque acaso seas el complemento
y yo
solo me deba al recorrido.
II
Sé que hablarán de la consagración en tu regazo
de aquel palidecer
bajo la plenitud de otro derecho.
He crecido aquí
crepúsculo
junto a la realidad de tus faros
mientras los otros se complacían para ver decapitar el remo.
III
Diles que ni la alevosía del oleaje te dejará mentir
ni el Cristo empecinado en la realidad de tus herejes.
Eres mi ciudad de siempre
donde Soñé París y me erigiste un caballero
ágape en tu girar
y me descubrí distante
en la neblina que alguien disipa sobre la pupila de un hijo.
IV
Deja que te llame mi Habana
aunque sea crucificado sobre el arcoíris.
Ahora yo decido que lo más simple sean tus pasos
y que el arrullo me palpe
bajo el despliegue de tu credo.
LOS TEXTOS QUE RECIBIERON
PREMIOS COLATERALES
que se acompañe de una obra visual
HABANA
No sé de qué otra presunción,
si no de hierba y aguas
de esta Isla
geométricamente colocada
entre Cielo y Tierra
de los pantanos de un Puerto destinado
a servir a los hombres
no importa el Dios que venga a nuestro amparo
o esas inevitables criaturas,
grande es la Habana
a pesar de las ausencias.
Rodolfo Rensoli (La Habana)
Premio Identidad, para la obra
que tribute a las tradiciones del barrio
CRÓNICA A LA HABANA 200X
Hoy la ciudad huele a cobre,
a sudor fresco, a mampara,
hoy estrenan en El Yara
un filme de cine pobre.
Leo un titular salobre
en torno a José-José.
Madre vuelve de un bembé
y con aire virginal
pone un vaso espiritual
ante una foto del Che.
En El Morro hablan del cese
inminente del bloqueo
y de un cartel de boxeo
contra Rusia, me parece.
Guanabacoa amanece
oliendo a coca y a habano
y al tiempo que Feliciano
muerde histérico la copa
Plaza se bebe la sopa
del perro del hortelano.
Velan en Arroyo Arena
al loco que en un esquife
sobrepasó el arrecife
que limita tierra buena.
Carilda se desordena
de nuevo en Radio Progreso,
y un trovador sin regreso
discurre por Malecón
con una mala versión
de La Leyenda del beso.
En Playa hay fiesta notoria
pues regresa el hijo pródigo
que un día violara el código
penal sobre migratoria.
Marianao entra en la
historia
de las lides estivales,
y hablan los cinco canales
de duelo capitalino
porque anoche en El Latino
perdieron Los Industriales.
En El Cerro un estudiante
confiesa no estar seguro,
de cómo será el futuro
si hoy es al duro y sin
guante,
dormito pero al instante
llega Padre hecho un despojo
de la taberna, y me enojo
cuando se pone a cantar,
el cómo habrá de acabar
don Luís Macarena, el cojo.
El Vedado está de luto
pues murió de un trauma
hepático
un coreógrafo mediático
de carácter disoluto.
En Regla se hace un minuto
de silencio sobre un yate,
y en Coppelia se debate
sobre si Perugorría
en su franca geografía
es fresa o es chocolate.
Cerca de La Catedral
un agente sermonea
al borrachín que se mea
sobre una ofrenda floral.
Sorprenden a un marginal
cartereando en 23.
No finaliza este mes,
pienso y rompo la alcancía
que al menos por este día
me salvará del estrés.
Por fin llega la divisa
que prometió Rosa Luna,
la parda que hizo fortuna
a unas horas de La Lisa.
Río en mangas de camisa
ante un pargo a la cubana,
Madre evoca a Santa Ana
y luego del breve rito,
con verdadero apetito
comienza a cenar, La Habana.
Jorge Adrián Betancourt (Guisa, Granma)
Premio del Grupo Ala Décima
LA HABANA 500 AÑOS DESPUÉS
1
La Habana es una ciudad,
un río, un bosque, una playa,
una tumba, una atalaya
y un camino. En realidad
es un tiempo sin edad
que hasta en los párpados brilla.
La Habana es una escotilla,
un cielo azul, una foto
nueva de Hernando de Soto
e Isabel de Bobadilla.
2
La Habana es una canción
que Rita cantó una tarde;
¡ojalá el tiempo la guarde
en los labios de un pregón!
La Habana es el Malecón
que de ser tan habanero
no es de hormigón ni de acero
sino de alcohol y bohemia
desde que trasnocha, y premia
el honor de un caballero.
3
La Habana es de Juan Clemente,
de Pepe Antonio y de Cristo
más con Robreño la he visto
tan señorial y elocuente
que en el paso de la gente
mis pensamientos descubre
para que el alma elucubre
restos de melancolía
y alcance a ver un tranvía
frente a La Acera del Louvre.
4
La Habana es una victrola
que no deja de sonar:
El Benny en el Alí Bar,
¡La Habana nunca está sola!
La Habana es bullicio, es cola;
de nuestra tierra un retazo…
Y al ser del beso, el abrazo
y de la caricia leve,
anuncia que son las nueve
con la voz de un cañonazo.
5
La Habana es ceiba frondosa
abierta a la luz. La Habana
tiene un Morro, una Manzana
de Gómez; tiene una rosa
blanca que la luna esboza
con manos de sencillez.
Casablanca y Atarés,
el mar en una botella:
La Habana es una doncella
con arrugas en la tez.
6
La Habana es vieja y es nueva
-a diario rejuvenece-,
y al no ser lo que parece
en su estatura se eleva.
Eusebio Leal la lleva
para siempre en el costado;
y ahora que un enamorado
se empeña en soñar despierto,
duerme con un ojo abierto
y con el otro cerrado…
Juan Carlos García Guridi (Mayabeque)
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