Desde Velasco, Holguín
En su perfil en Facebook, nuestro hermano poeta Agustín Serrano Santiesteban, presidente de la Filial del Grupo Ala Décima en Velasco (Gibara, Holguín) compartió este poema
La imagen es de antes de la pandemia, durante una de
las tantas Jornadas
Cucalambeanas a las que asistió Agustín.
Aquí está en las ruinas de la finca El Cornito, sede natural de los encuentros
de escritores en esa fiesta mayor de la décima, junto a la tarja que indica el
lugar donde estuvo la casa en que vivió Juan
Cristóbal Nápoles Fajardo, el Cucalambé.
REFLEXIONES
CON MÚSICA
RELAJANTE DE FONDO
A veces ojos
extraños
miran el atardecer
que expira. Yo pude ser
parte de esa luz. Los años
esparcieron sus peldaños
en mi ruta. Hoy la vida
se ha comportado suicida,
tenebrosa, indiferente.
El río de tenue corriente
hoy es alud, sacudida.
Un tinte de
oscuridad
tiene las nubes, un vuelo
oscuro y lascivo. El cielo
atrapa en su inmensidad
esta asistolia en mitad
del corazón. No soy yo
el que existe. Se opacó
el iris, murió la luz,
y solo queda una cruz
del sitio que abandonó.
Quién define
el desarraigo
de partir, quién excomulga
los pecados, quién divulga
mis dolores cuando caigo.
Este pasado que traigo
ardiendo dentro del pecho
no calla. En la sombra el lecho
tirita por tanta ausencia.
Tengo dosis de inocencia
heredadas por derecho.
Abro otra vez
la ventana,
los postigos, cada puerta,
y una llovizna inexperta
deja en sombras la mañana.
Fui retenido en la aduana
por ser objeto anacrónico
para esta edad. Es sinfónico
el recital de las aves.
Alguien se queda sin naves,
el futuro suena agónico.
Voy del patio
a la colina
separando cicatrices
y los instantes felices
me asaltan. En una esquina
el dolor se arremolina
para detener mis pasos.
Ya no cuentan los fracasos
y contemplo en lontananza
que hay un rayo de esperanza
adornando los ocasos.
Ha vuelto el
pan a la mesa,
le doy un golpe al olvido
que me acosa. Lo vivido
tiene otro color. Se estresa
mi soledad. No hace presa
de mí el pesimismo ruin
y despierto otro Agustín,
le cambio la voz, la historia.
Solo el tiempo y la memoria
son parámetros sin fin.
5 de mayo de
2021 a las 11:03 am.
En la División. Velasco. Holguín. Cuba
El poeta Agustín
Serrano Santiesteban (Velasco, Holguín, 1958) es Máster en Ciencias y
profesor universitario. Es uno de los escritores decimistas más significativos
en su provincia y en el país. Cuando mereció, en 1996, el Premio Cucalambé con
su libro Sitios
de la voz (Editorial
Sanlope, 1997), ya atesoraba reconocimientos en concursos como el Vicente
Espinel (1995), poemas publicados en revistas locales y nacionales, y su
inclusión en la antología Poetas del
mediodía (Editorial Sanlope, 1995). Entre otros lauros posteriores, está el
Premio
Ala Décima en el XI concurso nacional de poesía Regino Pedroso (2006) por
su obra A
corazón abierto, y el Tercer
lugar en el II concurso internacional de poesía El mundo lleva alas,
en el 2010. En el 2015 vio cristalizado
su empeño de organizar la antología de poetas velasqueños La
extraña brevedad (Ediciones Holguín, 2015). En el 2016 mereció diversos
reconocimientos en certámenes internacionales. De su autoría, en nuestros
archivos, entre otros, sus poemas Consejo
para los que no tienen una ciudad y Monólogo
de las contradicciones. También, su Canción para una guerra no anunciada,
con el tema de la pandemia
COVID-19, así como su
poema Juego.
RECOMENDAMOS
VER:
— Agustín
Serrano: Otra vez la luz. De su cuaderno A
corazón abierto, uno de sus poemas en el Maratón Poético realizado on line a causa de la pandemia.
— El blog de Agustín: aserranoss
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