viernes, 16 de diciembre de 2011

VI Encuentro Décima al filo

Cuando las virtudes se dan la mano

Altruismo, consagración, perseverancia y solidaridad fraternal hicieron posible la feliz realización de la cita anual de escritores decimistas más significativa

Una parte de los escritores asistentes, ante la fachada del recién remozado Rincón guaimareño de la décima.



Por
Pedro Péglez González

Fotos: Jorge A. Naranjo Naranjo


Me dijo Odalys uno de estos días: “Mira, esta es Rosita
, que fue una de las más trabajó aquí en la construcción del Rincón guaimareño de la décima. Sin el apoyo masivo que recibimos de los vecinos no pudiéramos haber tenido esto a tiempo”.

El espacio se ubica en los altos de la casa de la escritora Odalys Leyva Rosabal, en la camagüeyana y acogedora ciudad de Guáimaro, identificada como la capital de la décima escrita por mujeres por ser la sede habitual de los encuentros nacionales convocados por el Grupo Décima al filo —que agrupa a escritoras, investigadoras, repentistas y tonadistas—, el cual cumplió en mayo pasado sus nueve años de trabajo y en el 2012 arribará a su primera década de vida.

Tiempo atrás la escritora —Premio Iberoamericano Cucalambé 2008, Premio Ala Décima 2004 y desde el 2007 miembro del Grupo Ala Décima—, junto a sus padres y esposo, emprendieron la difícil tarea de levantar esa segunda planta en su vivienda, no con un fin personal o familiar —que en definitiva hubiera sido legítimo—, sino con la intención de crear un lugar más a disposición del saludable trabajo cultural sistemático del territorio, en especial del fuerte movimiento decimístico local, y al servicio de los eventos de la agrupación que Odalys preside, los cuales se han convertido en el más significativo concilio de la décima escrita en el país.

Desde México les llegó el respaldo solidario del Frente de Afirmación Hispanista, A. C., y con ello fue posible en corto plazo crear las condiciones mínimas indispensables. Surgieron así las peñas literarias del Rincón guaimareño de la décima cuando el área soñada no estaba aún concluida constructivamente.

Pero los trabajos no se detuvieron. Los perseverantes empeños de Odalys y su familia recibieron cada vez más el apoyo de vecinos y creadores. Ya para octubre, con motivo del Día de la Cultura Cubana, la escritora anunciaba la realización de un programa de actividades en un Rincón guaimareño de la décima que calificó de nuevo por los avances en su remodelación.

Así se veía entonces el Rincón guaimareño de la décima.


El reto fue entonces tenerlo para diciembre en un nivel de acondicionamiento que permitiera alojar allí a un grupo de participantes en el programado
VI Encuentro Décima al filo, mientras otros asistentes eran acogidos por los hogares de otros pobladores.

Y así fue: La voluntad indoblegable de Odalys y toda su familia —rotundo mentís a quienes afirman que “ya nadie hace nada por amor al arte”—, con el solidario respaldo recibido del mexicano Frente de Afirmación Hispanista, A. C., el invaluable aporte en horas de duro trabajo constructivo por parte de residentes en la barriada, a lo que se sumó la contribucn de escritores y artistas del municipio, obraron la maravilla: El local estuvo listo en fecha, con logotipo y todo en la fachada y tres esculturas de más de un metro cada una para embellecer la terraza de reuniones, esto último de la autoría de Carlos Gondres, guaimareño artista de la plástica con reconocida trayectoria.

Las tres piezas escultóricas de este creador constituyen su serie Juglares, y para identificarlas escribió Odalys, en la referida área, la siguiente estrofa:


Por los siglos los cantares
serán un sueño de espera
una eterna primavera
que humedece los pesares.
Los poetas y los mares
son dos entes parecidos,
suspiran estremecidos

y hacen de la luz su encanto
ambos duelen el espanto,
ambos vibran compungidos.


UNA NOCHE Y DOS DÍAS FUE LA AGENDA

Al amparo de esos Juglares, en la noche de vísperas, dio Odalys la bienvenida a los escritores visitantes —que con los locales sumaron, a lo largo del evento, una treintena, en representación de seis provincias: Camagüey, Las Tunas, Granma, Holguín, Villa Clara y La Habana— y anunció que este VI Encuentro Décima al filo estaría dedicado a los poetas Mariana Pérez Pérez, por su extraordinaria labor de investigación y promoción de la décima desde Villa Clara, y el joven guaimareño Diusmel Machado Estrada, quien cuenta entre sus numerosos galardones el Premio Iberoamericano Cucalambé 2010.

De izquierda a derecha, Olimpia Pombal, Odalys, Péglez, Carlos Gondres y Mariana. Detrás de ellos, una de las esculturas de la serie Juglares.


En la velada se recibieron saludos en nombre de la famili
a de Jesús Orta Ruiz, El Indio Naborí, que en el 2012 cumpliría 90 años, y se dieron noticias de la próxima aparición de libros sobre su vida y obra, escritos por sus hijos Alba y Fidel Antonio; y también del recién constituido grupo provincial de decimistas de Sancti Spíritus y su coordinadora, Merari Mangly; del Grupo Ala Décima y del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, del Ministerio de Cultura.

También se rindió homenaje al Frente de Afirmación Hispanista por sus frecuentes contribuciones a la cultura cubana, y como muestra de ello, fueron presentadas sus reediciones facsimilares de los libros Arpas Cubanas y Parnaso Cubano, dos joyas de nuestra literatura, con intervención a cargo del destacado investigador Desiderio Borroto Fernández, director municipal de Cultura.

A la mañana siguiente fue la inauguración oficial. Desde el portal de la Casa de Cultura y hacia la calle que da al Parque Constitución, Odalys leyó las palabras de apertura, lo que fue seguido por la actuación del poeta camagüeyano-tunero Juan Manuel Herrera, quien presentó a tres muchachas que integran la compañía infantil y juvenil que está formando, las cuales interpretaron momentos de trova y repentismo, modalidad esta última en que el propio Juan Manuel quiso trasmitir allí su saludo de versos improvisados:


Aquí llegué en la mañana
a cantar sueños cubanos
y me encontré a mis hermanos
de la décima cubana.
Ya se me abrió la ventana
del verso donde me asilo.
Desde mi puesto vigilo

a la Patria y su raíz,
por eso grito feliz:

¡Que viva Décima al filo!


El programa del VI Encuentro Décima al filo se caract
erizó por el aprovechamiento del tiempo con alto nivel estético. Los lugares, además del recién remodelado Rincón guaimareño de la décima, fueron las instituciones culturales de Guáimaro —Casa de Cultura, Museo, Galería, Biblioteca—, que encabezadas por su Dirección Municipal de Cultura dieron su irrestricto apoyo, así como la camagüeyana Editorial Ácana y el Centro Provincial del Libro, con la presencia de su director, Issac Licor.

También respaldaron notablemente la Dirección Provincial de Cultura de Las Tunas, la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé y su director, Ramón Batista, y la tunera Editorial Sanlope. Gracias a ello, un ómnibus transportó a un importante grupo de escritores desde esa urbe oriental hasta la capital de la décima escrita por mujeres.

De izquierda a derecha, Péglez, Ramón Batista, Odalys y Juan Manuel.


El espacio teórico, bajo el título La viajera peninsular
, a punto de diez suspiros, contó con varias intervenciones, entre ellas las de Mariana Pérez Pérez (La promoción de la décima en las peñas y tertulias de Villa Clara) y Pedro Péglez González (La tendencia al agrupamiento entre los escritores de décimas, desde el Grupo Espinel-Cucalambé hasta nuestros días, inclinación muy propia del proceso de revitalización de la décima escrita).

Las lecturas de poesía en estrofas de diez versos, dada la composición femenina de la agrupación convocante, tuvieron una agradecible numerosa presencia de las poetisas. Se disfrutaron, entre otras, las voces de las escritoras Karina Mora y Mirtha Pupo (Holguín), Gladis Torres y Mirian Estrada (Camagüey), Yuslenis Molina (Las Tunas), Mariana Pérez Pérez y Olimpia Pombal (Villa Clara).

Varios participantes, tras una lectura colectiva en el Museo.


También en cuanto a lecturas poéticas, hay que destacar algo que se ha convertido ya en acostumbrado y bien acogido en los
encuentros Décima al filo: la posibilidad de escuchar textos de los libros ganadores del Premio Iberoamericano Cucalambé, en la voz de sus autores. Bajo el título El Arca de la décima, el evento reunió este año, con ese fin, a Agustín Serrano Santiesteban (1996, en su etapa nacional, con Sitios de la voz); Pedro Péglez González (2000 con (In)vocación por el paria; 2004 con Cántaro inverso); Carlos Esquivel Guerra (2005 con Toque de queda; 2010 con E
l libro de los desterrados); Odalys Leyva Rosabal (2008 con Los Césares perdidos); y Diusmel Machado Estrada (2010 con El libro de los desterrados).

Odalys, Péglez y Esquivel, durante la lectura de los Premios Cucalambé. Fuera de la imagen quedaron Agustín Serrano y Diusmel Machado.


Párrafo aparte merece la velada nocturna del primer día, con el ya tradicional encuentro en el cariñoso hogar de René Lantigua y los suyos, que esta vez relevaron a la familia Leyva Rosabal en la elaboración de la comida para todos los participantes, y como en años anteriores convirtieron su casa en la sede de un verdadero espectáculo de lecturas poéticas y presentaciones musicales, entre las cuales no se puede obviar a la agrupación de música tradicional La Trop
a Huerta, de Guáimaro.


LA JORNADA FINAL

Con la peña infantil El patio de los duendes, en pleno Parque Constitución, se inició la segunda y última jornada del evento. Los “locos bajitos”, como los llamara Serrat, disfrutaron de lo lindo el espacio, conducido con maestría por Diusmel Machado, cuyo libro En el jardín de las espinelas (Editorial Ácana), escrito en coautoría con el joven poeta Randoll Machado Hernández, fue allí presentado y representado, mientras se sumaban a las delicias infantiles otros creadores de la narración oral escénica, como las tuneras Yuslenis Molina y Martha Rosa Fernández.

El citado volumen En el jardín de las espinelas volvió a presentarse poco después, en el Museo Municipal, con otra peña donde se “lanzaron” también títulos como Palabra oscura (de la holguinera Editorial La luz), de Karina Mora, y varios traídos por la tunera Editorial Sanlope, entre ellos los antes mencionados Los Césares perdidos y El libro de los desterrados. Ello fue pretexto para una nueva ronda poética, en la cual intervinieron, además de los autores implicados en las presentaciones de sus libros, el poeta granmense José Salvador y los tuneros Antonio Borrego y Argel Fernández.

Igualmente este encuentro en el Museo fue propicio para la tradicional acción de la poesía de cordel, donde cada quien escribe su décima, para ser luego colocadas todas en una tendedera, de la cual finalmente los asistentes pueden llevarse de recuerdo la que más les guste. Yo, lamentablemente, no pude saber —cuando vine a ver, ya el cordel estaba vacío— si alguien prefirió mi improvisada estrofa:


Obelisco. Amplio Rincón

donde nació la montura
de mi espíritu. Andadura
en que se irguió mi Nación.
Obelisco. El corazón
encuentra en ti puro asilo.

Se inclina. Besa el pistilo
del sol. Regresa a una edad
ahorcajada en la hermandad
del sexto Décima al filo.


Y la noche, bueno, pues la despedida. En la calle, ante la fachada del
Rincón guaimareño de la décima. Allí, con la gente del barrio, que tanto sudor vertió para que fuera realidad. Con la familia abnegada de Odalys Leyva. Con los escritores guaimareños anfitriones, y con el fraterno artista plástico Carlos Gondres. Con los invitados (Mariana, y Olimpia, y Ramoncito Batista, y los demás). Y con Juan Manuel Herrera y sus muchachitas, integrantes de su compañía infantil y j
uvenil, compartiendo el micrófono con los músicos de La Tropa Huerta, mientras íbamos firmando el documento, previamente acordado, donde se recoge el deseo unánime de los participantes, en el sentido de expresar a las autoridades culturales del país la necesidad de restablecer, a la mayor brevedad posible, el Premio Iberoamericano Cucalambé.

Entre Péglez y Odalys, Jorge, esposo de ésta, autor de las restantes fotos del presente reportaje, y uno de los baluartes de la familia, junto a sus suegros Omayda y Delbey, en cuanto a los aseguramientos.



MIEMBROS DEL
GRUPO ALA DÉCIMA QUE PARTICIPARON:

Odalys Leyva Rosabal, presidenta del Grupo Décima al filo.

Mariana Pérez Pérez, representante en Villa Clara.

Argel Fernández Granado, coordinador de la filial de Las Tunas.

Carlos Esquivel Guerra, integrante de la filial de Las Tunas.

Pedro Péglez González, presidente.



ANTERIORES INFORMACIONES DE ESTE VI ENCUENTRO:

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PROGRAMA



DE ANTERIORES ENCUENTROS DÉCIMA AL FILO:

III Encuentro (junio del 2007)

IV Encuentro (junio del 2008)

V Encuentro (diciembre del 2010)




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