jueves, 6 de junio de 2019

La décima es un árbol de mayo


Encuentro y canturía,
o las esencias de un árbol
 
Nos reporta la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en la provincia de Villa Clara

En este 31 de mayo de 2019 descubrí definitivamente la esencia del pensamiento, expresado por el poeta Leoncio Yanes (1908-1987), «La décima es un árbol que siempre está en producción», idea que dio lugar a una investigación y una tertulia literarias de las que me enorgullezco sin vanidad.

Mientras escuchaba a los improvisadores de la «Peña de Tata», que dirige Baldomero Leonard Carrazana en la Cooperativa de Crédito y Servicios «Ciro Redondo» de Santa Clara, y el punto cubano —interpretado por Eduardo Cruz Zamora (laúd) y José Manuel Silverio León (tres)— pude valorar cómo, lo mismo que en la naturaleza existen incontables variedades de árboles, en la oralidad poética también crecen y fructifican múltiples especies; aunque genéricamente haya una sola décima cubana con dos grandes familias: la oral y la escrita.

Mientras cantaban los improvisadores, entre los que solo había dos profesionales —Eduardo Cruz León y José Manuel Silverio León— observé la gestualidad arrebatada, la emoción intensa, la rapidez y la reflexión, el acierto, y hasta el error. Sucede que la oralidad, la improvisación o el repentismo, como se prefiera, es así, dependiente del temperamento y de la riqueza cultural de cada artífice.

Aunque la producción del multi-árbol poético ha sido, y seguirá siendo, ajena al curso de las estaciones, en primavera se produce la floración, como ocurrió esta vez en la tertulia «La décima es un árbol» del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara. En mayo se curvó el espacio-tiempo y lo que debió suceder el tercer viernes ocurrió el último día del mes, para dar cabida a todas las conmemoraciones: Día de los Trabajadores, Día de las Madres, Día del Campesino, LX Aniversario de la Reforma Agraria, Día Internacional de los Museos, y muchas más; pero de esa paradoja no surgió un agujero negro, sino un «Big-Bang» de poesía y música que dio vida nueva a la tertulia-canturía.

Bajo un «lindo sol que reverbera» —como expresa un verso de Chanito Isidrón— nos reunimos, a las cuatro de la tarde, tertulianos y «peñeros». Quiso la casualidad que días antes, hojeando una revista Bohemia del año 1959, encontré el foto-reportaje «Ángeles olvidados» (1), con décimas (ecfrásticas) del Indio Naborí sobre fotos de Panchito Cano, que representan la tristeza y la miseria de los niños campesinos antes de ese año tutelar; y como el encuentro estaba dedicado al sexagésimo aniversario de la Reforma Agraria, decidí abrirlo con la palabra de Jesús Orta Ruiz. «Ángeles olvidados» es un conjunto de ocho décimas conmovedoras, en las cuales el poeta muestra su grandeza y su dominio de la estrofa, con imágenes de altísimo nivel estético. Después, como contraparte de aquel dolor, extirpado de nuestros campos por la Ley de Reforma Agraria, José Luis Martínez cantó una décima de Leoncio Yanes. (2)

A continuación se produjo el intercambio. José Luis Martínez, quien a partir de ahora es el puente que une las dos orillas de la tertulia literaria – peña campesina, y en sustitución de Baldomero Leonard Carrazana (Tata), (3) presentó a sus compañeros y habló de la actividad que realizan el primer domingo de cada mes. Por mi parte, expliqué en qué consiste la tertulia y di a conocer a sus integrantes. En la sala estaba presente, una vez más, la décima bordada en los tapices de Paulina Álvarez, que rinden honores al arte popular tradicional.

Ya presentados, comenzó la canturía con una ronda de décima libre, en la cual prevaleció como tema el mes de mayo y sus conmemoraciones.

Un intermedio para beber refresco dio paso a la presentación del Catálogo rimado Nº 137; Leonardo Albeo Valdés Ferrer leyó sus décimas, y yo, la de Eloísa Font Ortega, que no pudo asistir, así como mi soneto de la sección «Variaciones en rima». Inmediatamente nos trasladamos a la saleta del Museo para abrir la sección «La pieza del mes», solo que esta vez no fue una, sino la exposición «Sèvres en primavera», que como su nombre indica muestra el fondo que de porcelanas de esa manufactura atesora el Museo. Después del comentario, siempre ameno, del MSc. Jesús Llorens León todos los poetas mostraron su inspiración, con lo que ya tenemos garantizada la sección «Décima improvisada» del Catálogo rimado Nº 139, que deberá aparecer en el mes de julio.

De regreso al espacio habitual, ya acercándonos a los finales, comenzaron las controversias, más bien los diálogos poéticos, para lucimiento de los invitados. Y aquí sucedió algo imprevisto, en el público se encontraba un matrimonio llegado de México, Benito Gámez González (natural de Tampico) y Argelia Bortoni González (nacida en Monclova), quienes expresaron su gusto por la décima improvisada y el punto cubano; este encuentro cubano-mexicano encendió la inspiración de Allán Valdés Montanés y Baldomero Leonard Carrazana en hermosas décimas acerca de la amistad y la historia compartida entre los dos países. El cierre, alrededor de las 5:30, estuvo a cargo de José Manuel Silverio León y Eduardo Cruz León (dos leones que forman parte del grupo nuestro desde su fundación), pero este no fue el final, porque una sorpresa más depararía la tarde: el visitante extranjero pidió permiso para leer un poema suyo, y asombró a todos con un excelente texto (publicado en libro) dedicado al Puerto de Tampico.

Con los momentos disfrutados en compañía de poetas campesinos, que hacen un arte natural, sin artificios, pude redondear mi comprensión de las esencias que integran el nombre, asumido por mi tertulia casi doce años atrás, «La décima es un árbol [que siempre está en producción]», porque cuando pienso que va a languidecer nacen retoños.

Santa Clara, 1º de junio de 2019


NOTAS:

1.- ORTA RUIZ, JESÚS «EL INDIO NABORÍ», «Ángeles olvidados», Bohemia (La Habana) 51(29):47-50, 19 de julio, 1959. Fotos de «Panchito» Cano.

2.- YANES PÉREZ, LEONCIO, «La Reforma Agraria», En: Samuel Feijóo, comp., Los trovadores del pueblo, Santa Clara, Universidad Central de Las Villas, 1960, t. 1, p. 618.

3.- Baldomero «Tata» no pudo asistir debido al fallecimiento de la esposa.



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