Con Plegaria del yerno
Nuestro
querido hermano poeta Alexander
Besú Guevara comparte con todos nosotros este alegrón, que no pequeña
alegría, como él dice:
Hermano
Péglez, este premio lo recibí hace tres días. Se trata de un concurso
internacional de poesía humorística en Argentina, y les envié las décimas Plegaria del yerno, que tú ya tienes en
tu poder. Aquí podrás encontrar los links. Una pequeña alegría. No te lo había
enviado antes porque estoy en plena crisis de sacrolumbagia, y casi no puedo
caminar. Un abrazo de anaconda adolorida que no puede apretar a nadie.
Estimado
Alexander Besú Guevara:
El Centro
Cultural Kemkem, tiene el agrado de comunicarle que de acuerdo al fallo del
jurado Internacional presidido por la poeta Adela Disteffano ha obtenido el quinto
premio del I Certamen Internacional de poesía al Humorismo (…) y le pasamos la
página que hemos creado al respecto (…):
PLEGARIA DEL
YERNO
escucha el
ruego angustiado
de un hombre
mortificado
por una
malignidad.
Virgen de la Caridad,
tú que eres tan milagrosa,
con tu mano
poderosa
regula, frena
o retrasa
las visitas a
mi casa
de la mamá de
mi esposa.
Esa vieja es
un dolor:
hizo un
doctorado en brete,
es leyista,
-sin bufete-,
y habla más
que un locutor.
Lo ve todo en
su visor:
negocios,
concubinatos,
adulterios
sin recatos;
discusiones
de vecinas…,
porque es que
tiene retinas
nocturnas,
como los gatos.
Ante esta
vieja soleta
llena de
intrigas y acoso,
Fouché, -el
genio tenebroso-,
es un niñito
de teta.
Los genes de
su rabieta
ni sanan ni
se redimen.
Como a una
estrella del crimen,
encerrarla es
lo más lógico,
¡pero es que
a ningún zoológico
le interesa
este especímen!
Y es que ella
es más venenosa
que un venenoso
alacrán,
y es más
pérfida y rufián
que una
mantis religiosa.
Incluso es
más peligrosa
que el áspid
que la parió.
Una cobra la
mordió
en el tobillo
una vez;
y dos minutos
después
la pobre
cobra murió.
¡Oh, Virgen!,
y qué perverso
horario el de
su visita:
siempre a la
hora bendita
de la cena o
el almuerzo.
Mi despensa,
sin esfuerzo,
la muele, la
desintegra.
Masticando es
cinta negra
con su boca
estrafalaria.
Ninguna
especie de claria
engulle más
que mi suegra.
Virgen de la
Caridad,
te imploro:
ven a ayudarme,
haz que yo
pueda mudarme
a otro
barrio, otra ciudad…
Y a mi
suegra, (¡por piedad!),
dámele en
compensación
salud,
alimentación,
que mejore,
que prospere...,
¡pero que
nunca se entere
de mi nueva
dirección!
Alexander
Besú Guevara ha merecido, entre numerosos
reconocimientos, el Premio
Iberoamericano Cucalambé 2007 con el poemario Bitácora de la tristeza, y es presidente de la Filial
provincial del Grupo Ala Décima en la provincia cubana de Granma.
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1 comentario:
Enhorabuena Alexander ,muy buena tu poesía , te deseo exéxit en tu vida
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