jueves, 12 de noviembre de 2020

De Irelia, Carta apócrifa de Quevedo

Delicada y honda como ella

El apócrifo siempre es delicioso. Este, que recontextualiza al grande Francisco de Quevedo, nos lo ofrece, en su página en Facebook, Irelia Pérez Morales, quien ostenta, entre otros, el Premio Cucalambé 2009 por sus Cicatrices de sal

 Imagen tomada de su página en Facebook.


Para mis hermanos del Grupo de poetas cubanos Ala Décima; en especial para su presidente Pedro Péglez, gran admirador de D. Francisco de Quevedo. Para todos los amantes de la décima en particular y de la poesía, en general.

CARTA APÓCRIFA DE D. FRANCISCO DE QUEVEDO A Dña. ESPERANZA DE MENDOZA (DESDE EL s. XXI)


Señora de mis olvidos:

Perdón por la lluvia apenas
(de caricias) por las penas.
Se me escurren los latidos
del ayer. Mis apellidos
van descalzos todavía
por donde Pedro y María
tornáronse floraciones
bajo la lluvia    estaciones
para cada travesía.

Sigo buscando un después
del futuro en otra orilla,
pero el reloj se me astilla
como un espejo al revés.
El mundo bajo su arnés
ya no sabe adónde va.
Yo "soy un fue y un será
y un es cansado". Quién puede
saber cuándo retrocede
o avanza la luz, allá.

¿Y si el túnel no termina?
¿Y si muere en cada paso?
¿Andar no es un reto acaso,
sin lindes? Se difumina
su lumbre. Mi yo alucina.
(En los posos del coñac
me hace guiños un cornac
sin elefante). Si estoy
preso entre el ayer y el hoy,
quién sabe... Tic tac. Tic tac.

Me perdí entre los porqués
de este siglo XXI.
Se entremezclan uno a uno
los recuerdos. Ya los pies
no me conducen a Uclés
ni a San Marcos de León.
Con alas el corazón
teje una guarida nueva
(facsímil de Villanueva
de los Infantes).
                          Canción
de mi verso es esta sombra
del mundo orate y torcido.
Escúcheme en cada aullido
nocturno. Mientras se escombra
el tarot sobre mi alfombra
de andar milagros, espero...
Recuerde: en el aulladero
voy a estar, cuando haya luna.
Siempre habrá un duque de Osuna
por quien armarse guerrero.

Señora de mis ausencias:
Escuche los campaniles
en San Andrés. Sus candiles
alumbrarán florescencias.
Prisionero en sus violencias
el mundo es un basilisco
ciego.
           Desde su arenisco
perfil de herrumbre y candado,
este "polvo enamorado"
besa sus pies.

                       Don Francisco


Irelia Pérez Morales nació en 1956 en Camajuaní, Villa Clara; pero hace mucho reside en Cienfuegos. Antes de alcanzar con su libro Cicatrices de sal el Premio Iberoamericano Cucalambé 2009, ya su obra literaria estaba avalada por diversos lauros. En el 2008 ganó el Premio Ala Décima con su cuaderno Después de las sirenas. Es fundadora del Grupo DecimalSur, de Cienfuegos, y representante del Grupo Ala Décimaal cual ingresó en el 2009 en esa provincia.

SOBRE ESTA AUTORA:
Por comer queso amarillo. Un poema para niños + amplia información sobre su obra y trayectoria literarias.
Irelia Pérez Morales en maratón poético on line. Con su poema Inventario.

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