Una reciente
Pipa de la Paz
La peña
La pipa de la paz, del joven trovador y poeta Diego
Ulloa cumple tres años de encuentros semanales, cada viernes a las 2 pm en
el complejo cultural En guayabera, de Alamar, La Habana del Este
Diego
y Giselle en un intercambio, durante la Peña La pipa de la paz. Foto tomada del
Facebook de Diego Ulloa.
Una de sus
más recientes ediciones constituyó una cita muy especial, que Diego reseñó para
nuestro sitio del siguiente modo:
La Pipa de la
Paz se engalanó con la presencia de tres magníficos invitados especiales, los
cuales hicieron de dicho espacio un magnífico encuentro entre música, poesía y
deleitables vibraciones muy espirituales y de magnitud extrasensorial. Se trató
nada más y nada menos que de Tobías Alfonso, Giselle Lucía y el magnífico
Atemporal Dúo (Noslen Porrúa y Jessica Zequeira). Estos últimos (no menos
importantes) son dos integrantes del Atemporal Trío de Noslen, Jessica y Carlos
Fidel, extraordinario trovador matancero.
El Atemporal
Dúo fue presentado por el anfitrión Diego Ulloa y su colaborador Marcelo
Rodríguez con dos canciones de propia autoría: "Vamos a ver" de Diego
Ulloa y "Fábula" de Marcelo Rodríguez; y como tercer tema de
presentación, el inigualable "La Tarde" del recordado maestro Sindo
Garay. Luego de que Atemporal Dúo hiciera su hermosa participación con tres
canciones de su repertorio y propia autoría dieron paso con una versión
magistral de "Oración del Remanso" (del afamado cantautor argentino
Jorge Fandermole) a un momento poético con la bellísima y deslumbrantemente
talentosa Giselle Lucía, quien fue breve y amenamente entrevistada ante el
público que amó y ovacionó de manera efervescente cada texto poético que ella
compartía y su conversación acerca de cómo llegó a la poesía y los lauros que
ha obtenido (cosa que le apenaba mucho comentar), pues si bien los premios no
definen a un buen artista, en su caso los tiene toditos muy bien merecidos!
Hasta hubo
reto: Giselle leyó uno de sus textos, dedicado a La Habana mientras Diego Ulloa
y Tobías Alfonso interpretaban a piano y guitarra la hermosa canción
"Habáname" del cantautor cubano Carlos Varela. ¡Fue un momento único
y de brillantes emisiones!
Cerrando la
primera hora de actividad, Tobías Alfonso, quien ostenta sin un ápice de
vanaglorias, no sólo el apellido, sino también (y superando) el talento de su
padre Gerardo Alfonso, reconocido trovador cubano y autor de canciones tan
emblemáticas como "Sábanas blancas" y "Son los sueños
todavía". Este inquieto y magnífico joven trovador deleitó magistralmente
a todos con su muy versátil performance cantando mientras se acompañaba a sí
mismo con la guitarra y con el piano… todas, canciones de su propia autoría.
Espléndido momento que levantara el ánimo de los jóvenes aficionados que se
presentaron luego con 2 números cada uno, entre los poetas asiduos a La Pipa de
cada viernes y los muchachos de la Casa de Cultura Eloísa Álvarez Guedes, de
Alamar. Al cierre, Diego Ulloa cantó acompañado de su colaborador Marcelo
Rodríguez la canción final: "El Sembrador" de Diego Ulloa (canción
emblema de La Pipa de la Paz).
A
continuación, a pedido del propio Diego
Ulloa, uno de los poemas leídos en el encuentro por la poetisa Giselle
Lucía Navarro. La obra obtuvo Mención en el Concurso Regino Pedroso
2012 y Primera Mención en el Concurso de Glosas Jesús Orta Ruiz 2011.
RESURRECCIÓN
DEL GLADIADOR INOCENTE
Redondo sol encarnado
va cayendo al mar profundo
y parece un moribundo
gladiador ensangrentado.
Jesús Orta Ruiz
sobre Roma el
mar febril,
Coliseo donde
vil
otra bestia
vocifera.
Han quemado
la bandera
con espadas
de pecado,
la furia
decide el hado
entre
volcanes de gloria.
La sangre
escurre en la noria
redondo
sol encarnado.
No hay
condena en la vigilia
que alucine
en su trofeo,
la noche
seduce al reo,
doblega el
yugo, concilia.
Entre
profetas se exilia
al nirvana de
otro mundo
por el
desquite rotundo
que desata un
laberinto.
El siervo
muerde el instinto,
va cayendo
al mar profundo.
Otro cuerpo
en cautiverio
con enredo
desahoga,
finge en la
plebe, le boga
a su ritual
improperio.
¿Quién
desnuda en el imperio
la cruz, el
himno fecundo?
El trance
–cual nauseabundo
dictamen del
derrotero–,
pronto
embiste al prisionero
y parece
un moribundo.
El pugilato
es la herrumbre
de los
culpables en pos,
azar rajado
entre dos
convites de
servidumbre.
Nadie divague
en la cumbre
cuando la
hoguera ha cuajado.
Soy el grito
en desenfado,
complicidad
que desmiente,
resucito al
inocente
gladiador
ensangrentado.
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