Desde Pinar del Río
Nos
reporta el hermano poeta Lorenzo
Suárez Crespo desde la Casa
de la Décima Celestino García, el
Parnaso de los poetas vueltabajeros que recientemente cumplió nueve años, en
la más occidental de las provincias cubanas
El
misterio de las convergencias tuvo el sábado primero de julio sus incidencias
históricas con sabor a décima desde Las Tunas (Fiestas cucalambeanas) a Pinar
del Río (Ranchón del Guamá).
Hace
188 años vio la luz un poeta para cantar en versos y difundir con la estrofa
mágica su orgullo de cubano y hombre de campo, testigo de un reino bucólico
alrededor del Hórmigo.
Ahora,
a orillas de otro emblemático río, pero en Vuelta Abajo: el Guamá, el Cucalambé
sigue teniendo sus continuadores que, bajo el manto de ese misterio lírico, lo
evocan y enaltecen.
El
verde caimán antillano donde sus escamas musicales tienen en la décima raíces
ancestrales, une cabeza y cola con el canto de sus poetas y el deleite de la
música campesina.
Darle
comienzo al guateque fue como una bienvenida al recuerdo y la obra de Juan
Cristóbal Nápoles Fajardo.
el
contrapunto que entraña
de
palma, tabaco y caña
el
bucólico paisaje.
Del
habano, su linaje
en
el sabor cotidiano,
el
tres, la guitarra en mano
junto
al laúd que heredé,
ecos
del Cucalambé,
décima
y punto cubano.
Y
tal parece que Francisco
Riverón Hernández (1917-1975) estaba a mi lado cuando, arrobado por las
cuerdas de temple criollo, cantó:
¡Oh,
Victoria de Las Tunas!
vengo
de quererte a ratos,
aún
hay polvo en mis zapatos
de
tus veredas montunas.
Te
pregunté por las lunas
que
campo arriba y a pie,
vieron
al Cucalambé,
hermano
de surco y monte
con
su criollo sinsonte
de
tabaco y de café.
Estos
hilos de luz son los que lejos y cerca, desde lo arcano a lo inmediato,
trascienden en los empeños del hombre por conservar, enaltecer y prolongar la
vida de su canto y con él sus más íntimas y humanísticas ideas y sentimientos
como un eco universal que nos une a todos en una sola madeja: la
espiritualidad.
DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo
Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la
poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta
con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio
Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros
publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños.
En el 2012 recibió el Premio
José Vasconcelos, otorgado por el Frente
de Afirmación Hispanista de México. De su autoría puede ver mediante estos
enlaces los poemas La
rosa y el pincel, Definición,
¿Por
quién doblan las campanas?, así como otras tres décimas de su poemario La
brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario
sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora
Lourdes de la
Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz.
Lorenzo
Suárez Crespo es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene
informado sobre las actividades de la pinareña Casa
de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos
José
Miguel Mederos y Polo
Montañez.
RECIENTES DE LA CASA DE LA DÉCIMA:
SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
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