viernes, 24 de marzo de 2017

Noveno aniversario de la Casa


Desde Pinar del Río

Nos reporta el poeta Lorenzo Suárez Crespo la celebración de los nueve años de la Casa de la Décima Celestino García, el Parnaso de los poetas vueltabajeros, en la más occidental de las provincias cubanas

 Leandro Camargo al micrófono, en un momento de su intercambio con Yasel García.


El viejo Ranchón, ahora rejuvenecido con el azul del cielo y el verde de la esperanza, ha cumplido sus nueve años de fundado. El grupo gestor y los lugareños que acudieron al jolgorio de todo un día disfrutaron de una tarde decimística con una variedad sonora alrededor del punto cubano y la música campesina.

No ha sido casual que dos acontecimientos unan sus luces en proyección de la cultura, la ética y la espiritualidad cuando evocamos en esta fecha, junto a la celebración del Ranchón, el 50 aniversario de la fundación del Frente de Afirmación Hispanista de México. Y no puede ser fortuito cuando gracias al Frente, además de su apoyo a la reconstrucción, han sido publicadas las antologías de la poesía y la décima cósmicas, así como otras compilaciones poéticas como los cantos al Valle de Viñales y los dos tomos del refranero popular en salmantinas, unido a las publicaciones de los poetas vueltabajeros en la revista Norte, insignia ilustrativa artístico cultural y del más avanzado pensamiento en Hispanoamérica; páginas en que no solo aparecen nuestras obras, sino un extenso vitral de lo mejor de la poesía hispanoamericana. Y, con todo, los estudios críticos alrededor de la poesía cósmica con sus arquetipos y una disquisición psicoanalítica de los poetas.

 Jóvenes de los talleres de repentismo que atiende Yasel.


Al influjo de las cuerdas y los demás instrumentos de acompañamiento a los poetas improvisadores, hubo momentos de tonadas, pie forzado, seguidillas y los gustados diálogos poéticos. Para la ocasión se dieron cita los jóvenes de los talleres de repentismo que atiende el poeta Yasel García Cortez, así como los poetas del patio y los invitados.

El diálogo final estuvo a cargo de Yasel García Cortez y nuestro invitado especial Leandro Camargo Pérez, avalado por el más reciente Premio Nacional de Repentismo del programa televisivo Palmas y Cañas, así como el Premio de la Popularidad, ambos conferidos por la calidad artística de este joven que, para orgullo nuestro, es vueltabajero.

Al ocaso la espontánea convocatoria se hizo estrecha con un público que colmara el ancho salón desde horas tempranas para disfrutar del bailable nocturno mientras el sol declinaba con su beso de luz sobre las márgenes del Guamá.

Ofrezcamos algunas de las décimas de presentación y leamos el maravilloso diálogo que, con su disertación en salmantinas, nos protagonizara Leandro Camargo.


YASEL GARCIA CORTEZ

De nuevo ilustra el Ranchón
topacio sobre las pencas
y el río exhibe en sus cuencas
unicornios de algodón.
El tres parece un pichón
que exhibe el ala encorvada
y el agua de la cascada
en vez de caer constante,
se enreda en el hilvanante
ovillo de una tonada.


ADRIEL CEBALLOS DELGADO

En esta zona rural
mira un pueblo solidario
el noveno aniversario
de un proyecto cultural.
Una joya universal
de mágica tradición
se desnuda en el salón
entre ovaciones y rosas
en las nueve mariposas
que enaltecen el Ranchón.


ELOY SANCHEZ PADILLA

Junto a nueve mariposas
que vuelan estos rosales
hay diez zunzunes iguales
libando sobre las rosas.
Por estas cosas hermosas
de alegría me rebozo
y hay un público glorioso
con alegría en la faz
celebrando un año más
de este proyecto precioso.


JULIO PABLO TRAVIESO

Esto es la batalla, un rezo
de los dos que están delante
gastándose el consonante
y el pueblo midiendo el peso.
Esta Casa es más que eso,
más que estrés y competencia,
ella es la supervivencia
de un género que agoniza
sacando de la ceniza
nuestra remota existencia.


LEANDRO CAMARGO PEREZ

-Versos improvisados tras la seguidilla
y con el silencio de los instrumentos.

1
En esta tarde, Montano,
perdona si no menté
esta Casa que admiré
desde que no era de guano.
Mira si tú eres mi hermano,
o mejor dicho mi abuelo,
que el día que me desvelo
de tanto ya no venir,
el ego del porvenir
se hace vidrio en mi pañuelo.

2
Y a ti, Lorenzo, poeta,
que graba y luego transcribe,
Borges del ayer que vive
saliendo de la gaveta.
Yo no quiero más libreta
que mi voz plasmada darte,
yo no quiero preocuparte
con versos que ya escribí,
yo quiero sacar de aquí
perlas remotas del arte.

3
Miren si Lorenzo es
más de pétalos que balas
que Sin pértiga y sin alas
ve el ahora y el después,
va de la vida a través
transmitiendo su mensaje
y a veces anda de viaje,
porque con la hispanidad
hizo copias de amistad
haciendo un claro homenaje

4
a Cervantes, el que hizo
aquel caballero viejo
que observado en un espejo
de polvo vio el paraíso.
A veces ir es preciso
a vieja literatura
para encontrar la cultura
y luego salir a flote
lo mismo que don Quijote,
cepo de tanta lectura…

5
Y yo soy un Sancho Panza
delgado de la existencia,
mi rucio está en mi conciencia,
mi lanza está en la esperanza,
que esta vida no me alcanza
para decir lo que quiero,
pero sin embargo espero
en la Ínsula Barataria
dar mi vara necesaria
y repartir el dinero.

6
Yo no quiero más justicia
que compartir con la gente
el tesoro de mi mente
que esa es mi única primicia.
Pero tengo una avaricia
de pétalo y de rocío
que cuando en Pinar del Río
no puedan ver a Camargo,
les quede ese eco largo
de escuchar el nombre mío.

7
Quiero ser rico de historia,
rico de vivir y andar
y rico de rescatar
las perlas de la memoria.
Quiero ser rico de euforia
y no rico de riqueza,
porque cuando uno a la mesa
se sienta tras el trabajo,
qué bien se escuchan debajo
las aguas de la pobreza.

8
Yo quiero sentarme aquí
sin gota de hipocresía
donde hallo la poesía
de Vallejo y de Martí.
Donde el polvo del que fui
me dona el mejor tesoro,
donde el oído hace coro
al sinsonte del lenguaje
y donde uno en su mensaje
encuentra pájaros de oro.

9
Lorenzo que estás grabando
esa cámara es testigo
de las palabras que digo
y adentro las vas guardando.
Cámara, estás escuchando
cosas que repetirás,
tú que escuchándome estás,
nunca te acuerdes de mí,
recuerda más al que fui
escuchando a los demás.

10
Y si tú recuerdas eso
al poeta que escuchaba
y en su oído sopesaba
de la poesía el peso,
nunca digas el exceso
de las cosas que callé
ni cuando me equivoqué,
porque el hombre cuando es grato
no se burla del zapato,
aunque se trabe en el pie.

11
Tú sabes por qué razón,
cámara, yo me equivoco,
porque este mundo es un loco
y los cuerdos locos son.
Yo no sé la solución
de los problemas del mundo,
mas muchas veces me inundo,
porque si no encuentro el genio,
¿cómo entrar en un milenio
en la época de un segundo?

12
Es el improvisador
como el que apocopa historia,
porque sin en la memoria
entrar encuentra mejor
el rocío de una flor,
cuando sale de repente,
el que canta es simplemente
sobre el espacio del río
una gota de rocío
sobre algún tablón del puente.

13
El río de mi existencia
poco a poco va pasando
y el mar que me está esperando
recogerá mi conciencia.
pero tengo la inocencia
de ser el que siempre fui
y que esta gente de aquí
cuando yo no salga a flote,
puedan montarse en el bote
de los versos que escribí.

14
Hay versos que están guardados
perdidos en las gavetas,
lo mismo que manos quietas
para pianos olvidados.
Esos versos son recados
de silencios sin amarra,
pero cuando se desgarra
el papel a punta de ojo,
sale la flor de oro rojo
con la voz de una guitara.

15
Ese niño que se sienta
y es poeta de mañana,
pestillo en una ventana
que si se abre se ausenta,
ese es el que representa
el poeta que yo soy,
pero al menos tuve hoy
la luz de estar en el cine
de ustedes, pues sé que vine,
pero sé que no me voy.

16
Gracias al señor Portilla
que este rato me escuchó
y con su oído leyó,
letras que había en mi orilla.
Yo soy tan solo una astilla
de los tiempos que se van,
de improvisar el afán
es como entrar al olvido
y eso que no me he leído
la Mujer de Maupassant.

17
Y ustedes que son hermanos
que me escuchan y me entienden
y que mis surcos comprenden
con un oído de granos…
oigan mis pasos lejanos
que cuando en el todavía
entre con mi poesía,
aunque la gente me nombra,
yo no seré ni la sombra
de Celestino García.


DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia. Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. En el 2012 recibió el Premio José Vasconcelos, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. De su autoría puede ver mediante estos enlaces los poemas La rosa y el pincel, Definición, ¿Por quién doblan las campanas?, así como otras tres décimas de su poemario La brújula del viajero. También en nuestros archivos, su comentario sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz. Lorenzo Suárez Crespo es un destacado colaborador de este sitio, al que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos José Miguel Mederos y Polo Montañez.

RECIENTES DE LA CASA DE LA DÉCIMA:


SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:






No hay comentarios: