jueves, 29 de septiembre de 2016

La décima es un árbol cumplió 9 años


Rosas rojas para tres damas felices

Nos reporta la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en la provincia de Villa Clara

Un ramo de rosas, obsequiado por la Directora del Museo de Artes Decorativas, y el tener a mi lado a dos brillantes poetisas, sirven de pretexto para el título. El pasado 16 de septiembre celebramos el IX aniversario de la tertulia, sencilla pero emotivamente. Todo se arregló para que pudiéramos contar con la presencia de Merari Mangly Carrillo, quien preside el grupo de decimistas «Toda luz y toda mía» en Sancti Spíritus. Además fue invitada Caridad González Sánchez «La Abuela», ganadora del Premio Cucalambé 2016. Merari confesó al público que al caminar por Santa Clara había sentido nostalgia, porque en ella transcurrió toda su vida de estudiante, y yo comenté lo maravillosos que son los encuentros de decimistas en Sancti Spíritus. Fue la nueva fusión de dos ciudades que antes formaran parte de la identidad villareña.

Antes del comienzo, dialogan las invitadas Caridad González Sánchez (a la izquierda) y Merari Mangly Carrillo.

Después de los saludos y comentarios iniciales, nos anticipamos a la conmemoración (el 30 de septiembre) del Día de la Décima Iberoamericana y el cumpleaños de Jesús Orta Ruiz «El Indio Naborí» con la lectura de una entrevista rimada, poco conocida, que hiciera este poeta a Rey Vega, primer teniente del Ejército Rebelde. Jesús Orta Ruiz canta la pregunta en la primera redondilla y Rey Vega, también poeta, responde con el resto de la décima. Este diálogo aconteció en el Show del Mediodía (CMQ-TV) en febrero de 1959. (1)

Como en cada aniversario, hice un breve recuento de lo más significativo del período septiembre 2015-2016 bajo el título «Tertulias del año IX: triunfos y reveses».

El Catálogo rimado Nº 107, sobre una pintura de Adela María Suárez González, que representa a Fidel joven, fue dedicado a nuestro Comandante en Jefe con mucho sentimiento y respeto. Para este catálogo improvisaron Eduardo Cruz León y José Manuel Silverio León, mientras que en décima escrita tuvo la colaboración de: Ludys Espinosa Harding, Eloísa Font Ortega, Leonardo Albeo Valdés Ferrer, Mérida Canto Alba, Ernesto R. del Valle (Cuba-Estados Unidos), Alina Velazco-Ramos (México) y la autora de esta reseña. Todas las décimas fueron leídas.

Como había dos invitadas comenzamos por la visitante, quien habló de su vida y de su trabajo. También presentó la antología Toda luz: Décima escrita espirituana (1997-2013) (2), y donó varios ejemplares para uso de nuestra tertulia. A petición nuestra leyó su poema «Ponderaciones al vocablo», que aparece en el libro. Después, las décimas que recuerdan su infancia campesina en Palmarito.

Presenté a Caridad González mediante el texto «Los viajes de Caridad», acerca de su libro Palabras de emigrante (Premio Cucalambé 2016). Después nuestra querida «Abuela» leyó décimas de ese conjunto.

Como cada mes, el MSc. Jesús Llorens León, Especialista Principal del Museo, mostró y comentó «La pieza del mes». Esta ocasión fue escogido un valiosísimo rosario, que perteneció a la familia Iznaga, de Trinidad, en el siglo XIX.

Ya casi terminando la tarde se dieron a conocer las décimas finalistas del Catálogo rimado en su año IX y los tres primeros lugares. La selección fue realizada por los escritores Geovanys Manso y Lisy García, quienes no pudieron asistir. Los premiados fueron:

Primer premio: Irina Ojeda Becerra (poeta santaclareña residente en Islas Canarias)

Segundo premio: Armando Paz Pineda (cantante solista, y ese día estaba trabajando)

Tercer premio: Mérida Canto Alba (psicóloga y poeta)

Como la única que se encontraba presente era Mérida, habló y leyó su décima premiada en nombre de sus compañeros ausentes. Para finalizar, se ofreció en el patio un modesto brindis, preparado con el esfuerzo de todo el grupo y la ayuda de los trabajadores del Museo.

Me siento apenada, no pude compartir las rosas rojas porque estaban muy atadas en su ramo, igual que las tres damas en su afecto. Espero que Caridad y Merari me lo disculpen. El año próximo, el X Aniversario será celebrado en grande y nos encargaremos de que haya flores para todos. 

Santa Clara, 24-09-2016


 En la imagen, una de las invitadas, Merari Mangly Carrillo (a la derecha), junto a Elba Yanes, hija del emblemático poeta Leoncio Yanes y asidua contertulia de La décima es un árbol.


NOTAS:
1.- «La décima otra vez mambisa».  Bohemia (La Habana) 51 (7):52, 99, 7 de febrero, 1959.
2.- Mangly Carrillo, Merari: Toda luz: Décima escrita espirituana (1997-2013), Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus, 2014. 116 p. (Colección La Verja).



TERTULIAS DEL AÑO IX (2015-2016):
TRIUNFOS Y REVESES

Estimadas amigas y amigos:

Hoy celebraremos el IX Aniversario de esta tertulia, que fuera iniciada el 21 de septiembre de 2007. Como cada año, haré un breve recuento de lo sucedido a lo largo de este período de trabajo.

El noveno año de la tertulia comenzó bien, con la Nº 98, en octubre. Un aguacero monumental sirvió de preámbulo, pero no impidió que las personas acudieran a encontrarse con el poeta Alberto Rodríguez Copa, que vive en Encrucijada, desde donde se ha dado a conocer nacionalmente con múltiples libros premiados.

La Nº 99, en noviembre, se la dedicamos  «A Marta, la ciudad y los artistas» y con sus dos invitados, Freyda Anido (pianista) y Armando Paz Pineda (vocalista), el homenaje a la Benefactora fue de lujo.

¿Y qué decir de la Nº 100? Diciembre tuvo una gran fiesta, a sala llena y mucha alegría. La invitada fue Caridad González, una poetisa reconocida que sabe atraer a sus escuchas.

Enero de 2016 (Nº 101), bajo el rótulo de «Poetas premiados de 2015» rindió tributo a todos los tertulianos cuya suerte sonrió en los concursos, y sobre todo a Leonardo A. Valdés Ferrer, el invitado.

Por razones personales y familiares, la tertulia Nº 102, de Febrero, tuvo que ser dirigida por Jesús Llorens. La invitada fue Olimpia Pombal, quien acababa de obtener nada menos que el Premio «Yazmina Calcines» de poesía erótica, en el concurso Ala Décima. Dicen que me extrañaron, pero Jesús salvó la tarde.

El 18 de marzo (Nº 103), «Por el Día Mundial de la Poesía», que tuvo como invitado a Idiel García, fue celebrada con todo rigor, pero fue como un antecedente trágico: dos días después falleció mi padre, Santiago Pérez Alfonso, quien perteneció al grupo fundador de «La décima es un árbol». También esa tarde veríamos por última vez al poeta Frank Abel Dopico (que murió en abril).

No obstante las pérdidas, la tertulia continuó. Para la Nº 104, de abril, invitamos a José Gorrín Castellanos, y juntos desarrollamos el tema «Canción y décima», donde se mostró cómo esta estrofa estuvo presente, desde muy temprano en La Habana colonial, entre los negros curros y los abakuá que trabajaban en el astillero. Por mi parte, hice un recorrido por décimas actuales que se acercan intertextualmente a la cancionística.

La tertulia Nº 105, de mayo, tuvo como tema central «Frank Abel Dopico in memoriam». El invitado, Otilio Carvajal, había sugerido la idea. Es una pena que asistieran tan pocos escritores amigos de Dopico, y que solo algunos escribiéramos décimas para la edición de un folleto plegable, que contiene también las únicas décimas suyas encontradas hasta hoy.

La cadena de reveses volvió a mostrarse en junio. Todo estaba preparado para el homenaje a Rafael Águila, repentista que dejó de existir en noviembre de 2015. A última hora, una urgencia familiar me obligó a suspender la tertulia. Y el desastre se extendió hasta julio. La coincidencia del tercer viernes con el día de la fundación de Santa Clara hizo que se pospusiera la tertulia, no para el viernes, sino para el jueves de la semana siguiente. Resultado: hubo que suspender también, esta vez por falta de público, hecho que jamás había ocurrido en estos nueve años de trabajo.

Por suerte, en agosto pudimos recuperarnos. Se dio, por fin, la tertulia Nº 106, y el homenaje a Rafael Águila fue exitoso, a la vez que conmovedor. Toda su familia estuvo presente, así como los poetas improvisadores Eduardo Cruz y José Manuel Silverio, acompañados por Armando Izquierdo  (guitarrista) y el repentismo «impuro» en la afinada voz de Antonio Armas  «El Veloz».

A todo lo anterior hay que añadir que el prestigio ganado por la tertulia le valió ser  incluida en el programa de la Feria del Libro y en el de las actividades por el Premio Literario Fundación de la Ciudad, algo en lo que nunca antes habían pensado los organizadores de esos eventos. Ambas fueron celebradas en la Uneac. Los invitados, en la primera, fueron importantes personalidades de la décima en Cuba: Alberto Peraza, José Manuel Espino, Ricardo Riverón, Edelmis Anoceto, Caridad González  y Yamil Díaz. Este último provocó la carcajada del público con algunas décimas de su libro Decimerón (que está por salir), hecho que resaltó el periodista Yandrey Lay Fabregat en su noticia «Cierra entre risas La décima es un árbol», publicada en Diario de la Feria Nº5, del 28-3-2016.

A la tertulia dedicada al Premio Fundación de la Ciudad fue invitado el jurado de décima: José Manuel Espino, Yanira Marimón  e Idiel García (no pudo asistir). El «Quinteto Criollo» puso la música. Esa noche (14 de julio) le entregamos, por fin, a Olimpia Pombal el premio «Yazmina Calcines», de Ala Décima, que había obtenido en febrero.

Nos falta decir que el Catálogo rimado ha extendido su alcance, con la participación de poetas residentes en Estados Unidos, México, España y Uruguay. Ya se han publicado 107 números y desde el Nº 100 presenta un nuevo formato. 

De esta manera, con los reveses y dolor de un lado, y los triunfos del otro, llegamos a conmemorar hoy la creación de este espacio de cultura e identidad que nos ha reunido durante nueve años. A partir de hoy comenzaremos a celebrar el X Aniversario de «La décima es un árbol». Debemos pensar qué hacer y cómo organizar las acciones de este año, para que la efemérides sea celebrada a la altura que ha sabido ganarse.

Santa Clara, 16-09-2016

Mariana E. Pérez Pérez



FINALISTAS Y 3 PREMIOS…

NRO 95. Elogio a su alegría, Irina Ojeda. Primer Premio
nro 96. Carroza, Ernesto R. del Valle
nro 97. Para un taburete enano, Olimpia Pombal
nro 98. María Antonieta, Lilian V.
99. ¿Es mesa?, Eloísa Font.
100. Aldeana con jarra, Armando Paz Pineda. Segundo Premio
101. Mirada, Yudith Ruiz
102. Molde profundo, José Manuel Silverio
103. Desabillé y saltos de cama, Ludys Espinosa
104. Herrera, Alina Velazco
105. La música del café, Mariana Pérez
106. Cuentos de la madrugada con versos de canevá, Mérida Castro. Tercer Premio.



LOS «VIAJES» DE CARIDAD GONZÁLEZ

Solo me atreveré a esbozar algunas ideas, después de leer los poemas del libro Palabras de emigrante, de Caridad González Sánchez «La Abuela». Esto no puede tratarse de una crítica, no sería ética ni estéticamente correcto, ya que no he podido ver el original, que ni siquiera ha pasado por el tamiz de la edición. El libro acaba de obtener el Premio Cucalambé, así que damos por sentada su calidad.

De lo que pude apreciar:

La autora, o mejor el sujeto lírico que la sustituye, da continuidad a un decimario anterior, Pequeño viaje de un día (1), en el que recorre un camino hacia adentro de sí misma. De hecho, las décimas tituladas «Bitácora de un viaje» se encuentran precedidas de otra décima («Crónica de un viaje»), en forma de párrafo, que ha sido tomada de ese libro. Si bien no fue posible cotejar ambos libros para encontrar sus concurrencias y divergencias (ya dije que únicamente  tuve acceso al proyecto de Palabras de emigrante), lo cierto es que también hallé relación, del poema citado arriba, con «Letanía del viajero»: Todo viaje es un venir / un regreso de la nada, una voz, / una estocada, un llegando sin partir. (2)

Palabras de emigrante lleva a la protagonista poemática —absolutamente femenina— hacia las aguas interiores, que fluyen como olas en su eterno ir y venir, en búsqueda incesante del puerto o del madero que va a salvarla del naufragio. Por momentos, se trata de un ser errante, perdido, que ignora a dónde se dirige o de dónde está viniendo. Por supuesto, no sería un libro de Caridad González si no tuviera una permanente dubitación, ese es su sello personal, la pregunta sin respuesta.

Otros rasgos del libro son: el empleo del endecasílabo en la mayor parte de los poemas; la ruptura gráfico-sintáctico-sonora de la estrofa, a tono con la práctica contemporánea de casi todos los decimistas cubanos; el empleo del primer verso como título; y una tropología de buen gusto. La autora utiliza también diversas elegancias del lenguaje, principalmente variantes de la repetición, como la anáfora, con lo cual crece el ritmo y la musicalidad en la estrofa. 

Caridad-su protagonista lírica, continúan viajando —en espiral, porque van creciendo— hacia el «Yo». En su libro anterior lo hacían por el término del día, por la rutina de las horas hogareñas, ahora han decidido «emigrar» a través de los mares (cerrados) de su destino, que sigue siendo repetitivo. Se vale de todo el arsenal acumulado por el lenguaje de la marinería, pero los barcos de papel están presentes en gran parte de las décimas, quizás como una reminiscencia de la infancia o como una alusión al viaje imaginario de ese emigrante ficticio.

Aprecio mucho los momentos en que la poeta trabaja desde un punto de vista externo, como ocurre con «Sueños fluviales», con Florentino Ariza y Fermina Daza como protagonistas. Igualmente —y a un nivel muy superior— sucede con «La noche de las iras», donde penetra la psicología del suicida en el momento del ahorcamiento; estas son décimas diferentes, aunque el estilo general no se rompa, y de una agudeza ejemplar.

Pienso que en los próximos viajes aparecerán nuevas resonancias, nuevos cómplices y metas; porque, si no supongo mal, todo el que se busca a sí mismo, una vez que se encuentra, debe tener siempre el equipaje listo para expediciones de más lejano alcance. Y Caridad es una viajera incorregible que sueña con tocar el horizonte.

Mariana Enriqueta Pérez Pérez
13/09/2016


NOTAS:
1.- González, Caridad: Pequeño viaje de un día, Editorial Capiro, Santa Clara, 2011, 94 p. (Colección Faz).
2.- Ibid., p, 23.



DE LA AUTORA DEL REPORTAJE:
Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su obra en versos, está en el 2013 la mención que recibió en el concurso Oscar Hurtado. En septiembre del 2014, mereció el Premio del VI concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí por su conjunto Embriaguez (rosa, espada, luz). En el 2015, publicado en nuestro sitio su poema A Caracas, en solidaridad con Venezuela. En ese mismo año, mereció el Gran Premio en el VIII concurso Décima al filo.


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