Con De las íntimas estaciones
El
tradicional concurso de décima escrita Angelito Valiente, convocado por el
municipio habanero del Cotorro, premió en su más reciente edición a la poetisa
y narradora Yamilet
Calcines Martínez por su texto De las
íntimas estaciones. Según informaron los convocantes a la propia autora, el
jurado fue integrado por Raúl Dobaño, Carlos Ismael Mazorra y Osvaldo
Benavides. La escritora laureada es Licenciada en Derecho y su obra en versos
ha sido divulgada en revistas y en la radio. Tiene una participación activa en
numerosas peñas y tertulias, entre ellas las que conducen miembros y
colaboradores del Grupo
Ala Décima. En este año inauguró en el Vedado capitalino su propio
espacio, la tertulia
Los cinco sentidos, que privilegia la poesía erótica con el espíritu de su
hermana Yazmina
Calcines, escritora que ha sido fuente
de inspiración de muchos bardos y por quien el Grupo
Ala Décima, en su concurso anual de igual nombre, a
partir de su convocatoria del 2012, entrega el Premio
Yazmina Calcines de décima erótica. Ofrecemos el poema de Yamilet que
mereció el Premio Angelito Valiente:
DE LAS
INTIMAS ESTACIONES
Aprendemos a amar no cuando
encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera
perfecta a una persona imperfecta.
Sam
Keen
Solloza por
tu mirada
Titilan las
campanadas
De un cielo
color añil
Algo ha
llegado en abril
El amor brota
en apuro
Tormenta,
pero seguro
Un diluvio
sin razones
Aparentes
condiciones
Adornan mi alma, lo juro
Es por eso
que perdura
Ese sueño que
me invento
No quiero más
el lamento
Mi alma cual
fruta madura
Y aunque
vuela la cordura
Es tiempo de
aprovechar
Lo que
procede del mar
Centinela que
me aprehende
Y esa Selene que ofende
De tanto estar, sin amar.
Eso si en el
mes de enero
Le conocí,
Intimé
De tanto frío
Acaricié
Y quise
beberlo entero
Las ropas con
su sombrero
Rodaron por
una cuesta
Qué locura sólo resta
Las palabras
de su boca
Al sentir
como una roca
En mis piernas su respuesta
En febrero me
sofoca
La mayor
felicidad
Extremo de
liviandad
Estremece
hasta las rocas
Y resurgen
ganas locas
De seducción
con delirio
Del agua se
gesta un lirio
Prometiendo
gran amor
Sin recato ni
pudor
De Iris germinó el idilio.
Eres madero
imponente
De rara virilidad
Como lo fuera
Simbad
El marino
omnipotente
Actuó simple
con la gente
Sin creerse
señor del mundo
Intenso,
empero profundo
Mayo quieres
en verdad
Amarme con
saciedad
Eres mi señor del mundo.
Marzo, marzo
apareciste
Y una cantata
brotó
Si fuiste soneto
o no
No sé por qué
te perdiste
Divagando
amaneciste
Entre
afanados letargos
Sueños vanos,
tan amargos
Dime sol si
Sedujiste
A la luna
Me dijiste
Copulaste en vuelo largo?
Ámame así
como soy
Llena de
lunes, septiembres
De aguaceros
y bimembres
Pero ámame
que aquí voy
Porque en tu
regazo estoy
En
aluvión en tonada
En claustro
con las andadas
Por el panal
de tu puerto
Fragmentando cada entuerto
Del manantial de las Hadas.
La primavera,
en tus labios
Es una flor
que desliza
El aroma de
tu risa
Que entrega
tus besos sabios
Con mis
ansiosos resabios
Y el hechizo
de tus ojos
Aparecen los
antojos
Tan fuertes y
tan presente
Que llenas
toda mi mente
Con esos labios tan rojos.
Una noche de
excepción
El juglar
cantó en octubre
Con afanada
costumbre
De las épocas
de acción
Causó en toda
la región
Revuelo y
hasta rechazo
Sin olvidar
el abrazo
De su querida
Priscilla
Que lo
desnudó en la orilla
A la caída del ocaso.
El solsticio
de tus ojos
Es vendaval
que me aferra
Al verano,
aquí en la tierra
Y en el cielo
mis despojos
Serán los
besos, cerrojos
Puedo ser las
estaciones
El cenit de
los balcones
Arrastrarme
hasta tu hoguera
Desde los
tiempos, las eras
Ceremonias de emociones.
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