En el Centro Dulce María Loynaz
La luz llegó en los versos de Karel
Leyva y Liliana Rodríguez.
En esta ciudad
de La Habana que hoy cumple y festeja sus 498 años, se realizó días atrás
el Café
Literario Aire de luz con los poetas Karel
Leyva y Liliana
Rodríguez Peña, cita sobre la cual escribió
este comentario la poetisa y narradora Elizabeth
Reinosa Aliaga en el sitio web de la Uneac:
Aunque muchos no crean en el papel jerarquizador que pueden desempeñar los espacios
literarios, es innegable el poder que algunos ejercen en el gremio de
escritores. Tal es el caso de Aire
de luz, tertulia cuya invitación, ya sea por el interés de promover los más altos
valores de la poesía en el ámbito nacional, o por el ojo sagaz de su anfitriona
Basilia Papastamatíu, se ha
convertido para las poetas en una excelente oportunidad de visualización.
El 2 de noviembre, la luz llegó en los versos de Karel
Leyva Ferrer y Liliana
Rodríguez Peña. Él, ya familiarizado con el espacio al que ha sido
invitado con anterioridad. Ella, por primera vez, pero acostumbrada también a
públicos exigentes, consecuencia de su oficio de repentista. Ambos,
cultivadores de una lírica, que independientemente de su forma –décima, soneto,
verso libre…– logran transmitir emociones y establecer un diálogo que
trasciende los límites anquilosados de las definiciones.
Los poetas iniciaron la lectura con estrofas rimadas, herencia de una
tradición que día a día se recicla, se consolida, se enriquece. Porque cambian
las generaciones y cada descubrimiento comienza a formar parte de una nueva
perspectiva que también alcanza a la poesía.
Liliana y Karel compartieron poemas inéditos, de lo más reciente de su
producción literaria y comentaron acerca de sus motivaciones a la hora de
concebir la poesía escrita e improvisada.
Karel como miembro y vicepresidente
del Grupo
Ala Décima hizo un resumen del desempeño de esta agrupación y de toda la labor
promocional a través del sitio web
que han logrado mantener, por más de diez años, en la preferencia de los
cibernautas. Con su voz pausada, el poeta nos regaló esta glosa:
MANDAMIENTOS
No llores más nube de agua
silencia tanta amargura
que toda leche da queso
y toda pena se cura
Simón Díaz
Deja el pecho descubierto
no te importe la borrasca
deja que la luz renazca
desde ese vórtice incierto
deja que silencio yerto
alce la primera fragua
y entre venablo y tatagua
despiértate del estío
Hoy que descubres el frío
no llores más
nube de agua
Pon sobre el fuego manos
haz que la pena sucumba
ante la voz que le alumbra
los sortilegios arcanos
Haz que parezcan cercanos
los hilos de la cordura
donde a fenecer se apura
sin tiempo la cobardía
Está comenzando el día
silencia tanta
amargura
Alza los ojos y ve
y no adivines paisajes
que al inventarte dos trajes
no sabes si es sombra o fe
y si no ves nada sé
como el que inicia el regreso
rememorando travieso
cada temblor abolido
redescubriendo que hay nido
que toda leche da
queso
Existen otras corrientes
y no solo es agua el río
el constante desafío
no es vencer, es la simiente
es que te llamen valiente
por lo que tildan locura
es demostrar que perdura
lo que prefieren desierto
y dar a todos por cierto
que toda pena se
cura.
Liliana, por su parte habló del rescate del concurso Portus Patris,
que desde hace algunos años, ha tomado nuevamente como sede la ciudad de Puerto
Padre, con una amplia participación de los jóvenes escritores de la Asociación
Hermanos Saíz. En la voz de su autora, tomó vida este soneto:
DALE CARNEGIE
(El éxito es tener lo que quieres.
La felicidad es querer lo que tienes.)
El éxito es un circo. Una parodia
de escasos personajes. Una saga
donde al final el reflector se apaga
y comprendes que el público te odia.
Un laberinto. Un puño. Una salmodia
repetida en la lengua del traidor.
No eres el guionista ni el actor.
No escuchas el final de la rapsodia.
Eres un elemento. Una partícula
compuesta por neutrones y protones.
No hay risas en tus labios. No hay razones
para esta desconfianza tan ridícula.
La vida no es el acto que supones
como el final feliz de la película.
El público joven ayudó a nutrir la sala Federico García Lorca del Centro
Dulce María Loynaz: estudiantes de secundaria básica de la escuela de
música Manuel Saumell. Caras infantiles, risueñas, curiosas ante la poesía.
Fascinadas por la improvisación de Liliana sobre uno de sus pies forzados. Y es
que la décima es un dúctil recipiente en el cual se puede verter tanto lo
jocoso, lo profundo, lo vernáculo y lo universal.
Fue una tarde de revelaciones y emociones, con un público interesado en la
buena poesía e invitados que demuestran a través de su labor, que lo genuino y
lo renovador, va más allá de la estructura.
Versión
original en Un nuevo Aire de
luz
Liliana
Rodríguez Peña (Puerto Padre, Las Tunas, 1991). Escritora
y repentista. Tiene publicado el libro Crepusculares (Premio
Iberoamericano Cucalambé 2013, Editorial
Sanlope, 2014). Ha obtenido otros muchos reconocimientos como el
Portus Patris 2009 y el Calendario 2014. Como repentista ha sido galardonada en
los concursos nacionales Francisco
Pereira, Justo Vega y Campeonato Mundial de Pie Forzado Cubadisco. Es la primera
mujer cubana ganadora de un concurso nacional de repentismo y la persona más
joven que ha merecido el Premio Cucalambé.
Karel
Leyva Ferrer (Santiago de Cuba, 1975). Es Licenciado en
Enfermería y en Estudios Socioculturales, y graduado de la primera promoción
del Curso-Taller Historia y Práctica de la Creación Poética (2004). Poeta
y promotor literario. Vicepresidente
del Grupo
Ala Décima y organizador del Festival de Poesía Internacional de
Poesía de La Habana. Su actividad como promotor cultural se extiende por
varios años, no solamente en Cuba: Ha visitado Perú e Italia, en programas de
difusión de la cultura experimental cubana contemporánea. Ha
publicado los poemarios Cambio de marea, Bitácoras, Escenas cotidianas y
Sucesiones. Recibió reconocimientos como el Premio Internacional de Poesía
Nosside Caribe y el Regino Pedroso.
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