Desde Pinar del Río
Nos reporta
el hermano poeta Lorenzo
Suárez Crespo, desde la Casa de la
Décima Celestino García, el
Parnaso de los poetas pinareños, en la más occidental de las provincias
cubanas
Una
princesa y un príncipe: Anabeybi Rodríguez y Julio Pablo Travieso.
¡Albricias!,
por todo espacio festivo en el que tenga su lugar la estrofa mágica, ya sea en
su expresión escrita o en alas del repentismo como legítima herencia de sus
trovadores orales.
El verano
siempre nos propicia oportunidades para darle paso a la reina y que vistiera
sus galas con el orgullo de enaltecerla, de defenderla y de elevarla a planos
estelares.
Estas fiestas
populares vueltabajeras no han sido una excepción. Primero en Bahía Honda el
día 12 de julio con la Gala Homenaje y premiación del concurso literario en
décimas Juan Cecilio Cruz al
cual tuvimos la dicha de asistir. Allí en el Museo local donde desde hace más
de una década se conservan algunos de los cuadernos que le publicamos, los
versos octosílabos volaron en recuerdo al querido bardo que formó parte de una
generación de cultores de la viajera peninsular, artífices de las nunca
olvidadas Noches Campesinas animadas por otro grande del verso, José
Miguel Mederos Mederos.
La siguiente
jornada, desde el día 14 al 17, iluminó sus estrados en el Ranchón del Guamá en
horas de la tarde como el mejor convite para disipar los rigores del calor y la
persistencia de las lluvias que llegaron a darles su saludo musical a los altos
guanos donde tanto amor y tantos versos se anidan desde los ocho años en que
las pencas vienen saludando al sol y que se han enamorado definitivamente de la
luna.
El viernes 15
de julio se matizó desde temprano con la alegría particular que le confiere a
la vida el encanto de la niñez y la juventud. Se celebró el Día de los Niños
con una fiesta comunitaria y en las conclusiones, casi al crepúsculo, una
princesa y un príncipe regalaron uno de los más hermosos diálogos del
encuentro: Anabeybi Rodríguez y Julio Pablo Travieso.
Artistas de
las cuerdas, solistas y poetas tendieron su armonía espiritual muy cerca de las
lentas aguas del Guamá aderezadas por la bendición de las lluvias veraniegas y
le dieron colorido y alegría a cada tarde de guateque.
Dicha nuestra
contar con los poetas Felipe Pérez Alvarado, Miguel Herrera Javiqué, Juanito
Rodríguez Cabrera y toda la constelación que sábado a sábado reta a las
estrellas con el brillo de su lirismo.
Dos de las
voces más bellas de la música campesina en las interpretaciones de Adelfa
Velázquez y Miriam Pacheco, solistas del Grupo Cuyaguateje, le dieron luz a temas
tradicionales mientras que en los bailables movían la escena Adriel Corrales
Castillo y El Diamante pinareño.
Sea este
breve pasaje un voto de gratitud a esos paladines de la improvisación que desde
los alrededores de La Habana hasta el legendario rincón de Mantua acogieron en
voz y espiritualidad el estrado del Ranchón para, muy juntos, seguir
enalteciendo la estrofa de los cubanos, la que sembrara Celestino García por
todo Vueltabajo hasta la que ahora en este parnaso enjoya armónicamente
Anabeybi y que, como lírico cendal, bate al viento con su luz de cubanía e
identidad.
A nuestros
lectores, tres de las décimas de presentación.
Miguel Herrera Javiqué
Hoy cuando
vuelvo sin trueque
a este rincón
cultural
evito que el
manantial
de la rima se
me seque.
Aquí se
anuncia un guateque
con la voz
del corazón,
canta la
satisfacción,
mueve el
pueblo cada mano
y hace
gárgaras de guano
la garganta
del Ranchón.
Felipe Pérez Alvarado
Pinar del Río
me llegas
a lo profundo
del alma
por el
blancor de la palma
y lo fértil
de tus vegas.
El amor de
mis colegas
que jamás
olvidaré
por un trago
de café,
un naranjal
en injerto,
por un
Celestino muerto
y un Pablo
que se me fue.
Juanito
Rodríguez Cabrera
De nuevo la
voz viajera
como una
chispa celeste
encuentra su
brillo en este
rectángulo de
madera.
El Guamá
llena la espera
de su oído de
cristal
con un rato
musical
donde salen
apurados
los glóbulos
afinados
de unas venas
de metal.
DEL AUTOR DE ESTA RESEÑA:
Lorenzo
Suárez Crespo (Bahía Honda, Pinar
del Río, 1943) Emblemática figura de la poesía en décimas en la provincia.
Licenciado en Literatura y Español. Cuenta con una amplia trayectoria de
trabajo cultural que le valió en 1999 el Premio Nacional de Cultura
Comunitaria, numerosos premios literarios y varios libros publicados, entre los
cuales tiene un peso considerable la poesía para niños. En el 2012 recibió el Premio
José Vasconcelos, otorgado por el Frente
de Afirmación Hispanista de México. De su autoría puede ver mediante estos
enlaces los poemas La
rosa y el pincel, Definición,
¿Por
quién doblan las campanas?, así como otras tres décimas de su
poemario La
brújula del viajero. También en
nuestros archivos, su comentario
sobre el decimario Con mi guitarra de invierno, de la doctora
Lourdes de la
Caridad Gutiérrez Álvarez, publicado por la Editorial Loynaz.
Lorenzo
Suárez Crespo es un destacado colaborador de este sitio, al
que mantiene informado sobre las actividades de la pinareña Casa
de la Décima Celestino García; entre ellas, las tributadas a los fallecidos
José
Miguel Mederos y Polo
Montañez.
SUS MÁS RECIENTES COLABORACIONES:
SOBRE ESCRITORES DECIMISTAS DE ESTA PROVINCIA:
PINAR DEL RÍO
PINAR DEL RÍO
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