domingo, 8 de marzo de 2015

Afinar el oído para el susurro


En el Día Internacional de la Mujer


En el recién premiado XV concurso nacional Ala Décima, por sexta ocasión una fémina se alza con el lauro principal. El jurado, integrado por Pedro Péglez González, Modesto Caballero, Karel Leyva y Luisa Oneida Landín, concedió el Premio Ala Décima 2015 al cuaderno Susurro de la moneda ante el crucigrama, de la autoría de Merari Mangly Carrillo, de Sancti Spíritus. Una obra del reconocido creador de las artes plásticas Kamyl Bullaudy (imagen a la izquierda), basada en el texto premiado, le fue entregada a la ganadora. Aquí ofrecemos el prólogo que acompañará al cuaderno galardonado en su próxima publicación en nuestra sección Premiosala y en la edición en papel que también se realizará.



AFINAR EL OÍDO PARA EL SUSURRO

El contrapunto entre oscuridad y claridad, en poesía, es asunto de larga data. Recuerdo en los 60 al prematuramente desaparecido Eduardo López Morales tranquilizando al entonces poeta veinteañero que era yo, con la ocurrencia de que para él lo claro y lo oscuro solo funcionaba en la cerveza, al tiempo que ponía en mis manos una conferencia universitaria de Lorca, donde el genio decía que Góngora no es oscuro: oscuros somos nosotros mientras no lo entendamos.

Pero no hay que ir tan alto ni tan lejos, como no sea para subrayar lo dicho: el asunto es de larga data. Y si hay discursos poéticos más llanos y discursos poéticos más escabrosos, ni lo uno ni lo otro es pasaporte seguro para la poesía perdurable. Habrá que entrar en ellos con respeto al alma ajena y con oído amoroso para saberlo.

Mientras tanto, es indiscutible que los segundos de ambos apuntados, requieren “lectura ardua”, como escribió César López en el prólogo a (In)vocación por el paria. Y lectura ardua requiere este Susurro… de Merari Mangly Carrillo, un texto de poesía tensa e intensa, que revela a un sujeto lírico expuesto y vulnerable ante los azares y acertijos de la existencia, los cuales intenta enfrentar, más que descifrar, y de ese forcejeo se eleva un discurso abigarrado y hondo, elegante, de dominio estructural y fuerte voluntad experimentadora, de saldo inquietante y finalmente estremecedor.

Todo enrumbado, a fin de cuentas, hacia otra controversia: Los insospechados avatares del vivir frente a la necesidad de asumirlos sin desconocer rigores con que parecen sojuzgarnos las casillas implacables del crucigrama.

marzo 1 de 2015



De Susurro de la moneda ante el crucigrama, un botón de muestra:

Cuadrado oscuro conjuga
con el verbo juvenil
y el pecho torna senil
la vejez que nos enjuga
el pesar. Cuando madruga
la pretensión tras la pena,
otro rumor se encadena
al sueño de la palabra.
Su abrazo en las venas, labra
todo un Cofre de Alacena


INFORMACIONES ANTERIORES
DEL XV ANIVERSARIO DE ALA DÉCIMA:











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