domingo, 1 de marzo de 2015

La afilada agudeza de Nicolás Guillén


En sus estrofas de diez versos
 
La presteza con que acudían a la mente del poeta las respuestas agudas y certeras, algo que es sumamente perceptible en su periodismo y en su poesía, pero, sobre todo, en sus décimas de crítica política y social publicadas diariamente en el periódico Hoy






LA AFILADA AGUDEZA DE GUILLÉN


Cuando un perro le viene encima a uno con ánimo feroz, dicen que lo mejor es calmarse, esperar imperturbable a que el can se aquiete y luego continuar en el sentido o en la acción en que uno se encontraba, si el animal, claro, no lo ha mordido antes a uno, en cuyo caso lo más práctico es encaminarse hacia algún establecimiento médico, en dependencia de las lesiones.

Aseguran que la conducta mesurada es recomendable debido a que la alteración en el humano acrecienta su descarga de adrenalina y esto es claramente percibido por el sabueso en cuestión, lo que estimula su agresividad. Con lo anterior no se pretende iniciar un tratado de Canología, sino intentar una explicación acerca de si los testículos de un fox terrier, o de un pastor alemán, o de un Gran Danés, por citar algunos ejemplos, pueden contribuir a la agresividad o a la ausencia de esta en el que califican como el mejor amigo del hombre.

La inquietud anterior se debe a una ocurrencia del poeta Nicolás Guillén cuando acudía, con amigos, a una festividad campestre en las proximidades de su Camagüey natal. En cualquier caso, no se debe olvidar que se define al género perruno como “mamíferos carniceros digitígrados, generalmente domésticos, y que comprende infinidad de variedades”. (1)

El poeta y sus acompañantes arribaron, con ánimo alegre y desenfadado, a la entrada de la hacienda y cuando abrían la tranquera (o talanquera) de acceso a la morada campesina, un galgo furibundo se les abalanzó raudo y con actitud en ningún sentido amistosa, ante lo cual el propietario de la vivienda se propuso calmar a los visitantes con expresión seráfica y una frase hasta hoy inexplicable:

— Tranquilos; no se preocupen… Que el perro está “capao”.

A lo que Guillén replicó con mayor celeridad que la del can:

— No; si a mí lo que me preocupan son los colmillos.

La anécdota resulta hilarante. Al menos, así lo fue cuando la refirió Nicolás Hernández Guillén, presidente de la Fundación que lleva el nombre del poeta, de quien es nieto, en un encuentro amistoso con periodistas y demás personal que garantiza la publicación de Trabajadores. Por lo pronto, debe reconocerse que no guarda relación alguna la extirpación de los testículos del animal con el daño que podrían haber ocasionado sus colmillos, fuertes y evidentemente afilados.

Lo que se pretende es, por supuesto, ilustrar sobre la presteza con que acudían a la mente del poeta las respuestas agudas y certeras, algo que es sumamente perceptible en su periodismo y en su poesía, pero, sobre todo, en sus décimas de crítica política y social publicadas diariamente en el periódico Hoy, en dos etapas, una en el año 1949 y otra en 1952-53, aunque existen numerosas más en su obra. (2)

Muy aguda es su décima A la Virgen de la Caridad, aparecida en el poemario Tengo, del año 1964, y citada por Pedro Péglez (3) en la referida conversación: “Virgen de la Caridad,/ que desde un peñón de cobre/ esperanza das al pobre/ y al rico seguridad./ En tu criolla bondad,/ ¡oh madre!, siempre creí,/ por eso pido de ti/ que si esa bondad me alcanza/ des al rico la esperanza,/ la seguridad a mí”. (4)

No se percibe irrespeto a la deidad que gran parte de la población cubana adora y en cuyo santuario de El Cobre depositó Ernest Hemingway su Premio Nobel de Literatura, pero sí se muestra claramente la intencionalidad social, de crítica a las circunstancias en que había vivido la mayoritaria población cubana. En ella el poeta se asume como la personificación del pueblo.

Distinto ocurre con la agudeza de su producción para el periódico Hoy, órgano del Partido Comunista, y de cuya publicación Nicolás Guillén fue fundador en 1938. En su Obra poética, tomo I, aparece como apéndice la sección titulada Sátira política (1949-1953), en la que se recopila su producción poética para las páginas de este periódico en secciones cotidianas que ilustraban y satirizaban situaciones y personajes de la vida y la política nacionales.

Una de aquellas décimas, publicada el 29 de enero 1949, está dirigida al entonces presidente Carlos Prío Socarrás y se titula Carambolas: “Al billar el Presidente/ (según se está rumorando)/ pasa la vida jugando,/ simpático y displicente./ Con tanto rollo pendiente,/ Carlos, ¿así es como mandas?/ Si es que en tales juegos andas/ ¿sabes qué va a suceder?/ ¡Pues que al fin te van a hacer/ carambolas por tres bandas!”. (5)

Así sucedió, efectivamente. El 10 de marzo de 1952, Fulgencio Batista, ante la inminencia de perder como candidato en las próximas elecciones frente al popular Eduardo R. Chibás, le dio un golpe de estado al mandatario displicente, algo que, sin embargo, colmó luego la paciencia de los cubanos. A esta sección siguió, años después, la de Coplas de Juan descalzo, cuya última edición se publicó el 23 de abril de 1953, a poco más de un año de la asonada militar. A partir de entonces, Guillén tuvo que convertir en exilio su salida al exterior, debido a la persecución en su país.

Al general Batista le había dedicado varias décimas, el 13 de noviembre de 1952, en una de las cuales decía: “No he de descansar (escribe/ con tinta grandilocuente)/ mientras en Cuba la gente/ viviendo esté como vive”./ Pero si ateniendo a ello,/ más salario solicitas,/ porque agonizante gritas/ y estás con el agua al cuello,/ el hombre se te encarama/ y habla al punto con voz dura:/ Paco, si no es dictadura/ dime esto como se llama”. (6)

Por la misma época existía un personaje radial populista, que apelaba a la ingenuidad masiva para que se escuchara su programa y se pusiera sobre el radio receptor un vaso de agua común, con la fe de que aquella se tornaría bendita. El mensaje lo acomodaba con un tema musical y unos versitos, poco más o menos de este corte: “Pon tu pensamiento en mí/ y verás que en ese momento/ yo pongo mi pensamiento/ en beneficio de ti”. La cita es de memoria, pero el contenido no deja de ser exacto. Dadas la ignorancia y la ingenuidad masivas, muchos atendían el reclamo.

Con su afilada ironía, Guillén ridiculizó al autor en cinco décimas, el 21 de agosto de 1952, de las cuales se reproducen aquí la primera y la última: “Mi querido Clavelito,/ me perdonarás seguro/ que te ponga en un apuro,/ mas tu opinión necesito./ Si tu poder es bendito/ (como asegura la gente)/ dime, amigo, urgentemente/ dónde pudiera encontrar/ el modo de trabajar/ sin llegar a delincuente”.

Intencionalidad que redondeaba con el siguiente final: “Yo soy tu hermano y tu amigo/ y por serlo en realidad,/ es que con toda lealtad/ te digo lo que te digo./ Con paso seguro sigo/ el camino de Martí:/ incorpórate y que aquí/ Cuba luchando te vea…/ ¡Por una vez aunque sea,/ pon tu pensamiento… en ti”.

Sin duda a partir de Motivos de son, publicados por primera vez el 20 de abril de 1930 en la página Ideales de una raza del Diario de la Marina, comienza la gran obra poética de Guillén, con gran diversidad temática y decenas de títulos, un arsenal en el que siempre conservó la agudeza de su afilada ironía, cual colmillo fiero.

 

(1) Nuevo Pequeño Larousse Ilustrado: PERRO, RRA m y f, etc., ed. The Librairie Larousse, París, 1951, p. 747. Se utiliza esta edición, por supuesto, para estar más a tono con el suceso.

(2) Nicolás Guillén: Obra poética, tomo I, Sátira política (1949-1953). Las primeras se publicaron desde el 12 de enero hasta el 18 de marzo de 1949; y las segundas, bajo el epígrafe de Coplas de Juan descalzo, desde el 12 de junio de 1952 hasta el 23 de abril de 1953. En este último caso comprendían gran diversidad estrófica.

(3) Péglez: Periodista, poeta y narrador con funciones editoriales en el periódico Trabajadores. Ha publicado varios libros y posee el sitio digital Ala décima.

(4) Nicolás Guillén: A la virgen de la Caridad, Tengo, Obra poética, tomo II, ed. Letras Cubanas, 2011, La Habana, p. 140.

(5) Nicolás Guillén: Sátira política, Carambolas, Obra poética, tomo I, ed. Letras Cubanas, La Habana, 2011, p. 291.

(6) Nicolás Guillén: Sátira política, XVII, Obra poética, tomo I, ed. Letras Cubanas, La Habana, 2011, p. 331.

(7) Nicolás Guillén: Sátira política, VIII, Obra poética, tomo I, ed. Letras Cubanas, La Habana, 2011, pp. 317-318.



Vea la versión original, mediante el siguiente enlace, en el periódico Trabajadores: La afilada agudeza de Guillén








No hay comentarios: