martes, 6 de enero de 2015

IX Encuentro Décima al filo, resumen


Alto compromiso con la identidad

Se realizó del 20 al 22 de diciembre, con un amplio programa de sesiones teóricas, intercambios de escritores y artistas con la población, y la premiación del VII concurso Décima al filo, cuyo Gran Premio mereció Elizabeth Reinosa

Información y fotos enviadas por la destacada poetisa Odalys Leyva Rosabal, presidenta del Grupo Décima al filo, del Comité Organizador de sus encuentros nacionales de mujeres decimistas, y miembro del Grupo Ala Décima.



El IX Encuentro Décima al filo, como estaba anunciado, desplegó su programa, que incluyó un importante espacio teórico, del 20 al 22 de diciembre en la ciudad camagüeyana de Guáimaro, con razón titulada capital de la décima escrita por mujeres, y acogió a creadores de varias provincias y de otros países para una cita que homenajeó a los poetas Nieves Rodríguez, pinareña residente en La Habana, y Ronel González Sánchez, de Holguín (en la foto, junto a Odalys Leyva, que aparece a la izquierda de la imagen), así como al poeta e historiador de la ciudad, Desiderio Borroto Valdés, y al Frente de Afirmación Hispanista, de México, por su labor promocional de los poetas cubanos y de Hispanoamérica.

Las actividades principales se efectuaron en el Museo de la Constitución, el Mausoleo Ana Betancourt de Mora y la Casa de la Cultura de la ciudad. En toda la agenda participaron los homenajeados Nieves y Ronel, quienes ofrecieron lecturas de sus poemas e intervinieron en los debates teóricos. Ronel González dedicó formidables textos a generales de la Guerra de Independencia. Gigantescos de belleza los poemas dedicados a José Martí, Máximo Gómez, Ana Betancourt de Mora, entre otros. Es memorable el momento en que los poetas visitaron el Mausoleo Ana Betancourt de Mora y Ronel dijo sentidas palabras de amor supremo a la patria. Nieves, como dama de alta sensibilidad dejó sus lágrimas en el sitio. Todas las escritoras invitadas expresaron su alto compromiso con el rescate de tradiciones, su fragor por la décima como estrofa identitaria. Ana Betancourt más que un símbolo se convirtió en fuerza viviente donde la mujer enarboló sus versos por un país que le ha dado a la mujer el lugar que le pertenece.

Los encuentros nacionales Décima al filo son considerados por muchos como los más importantes dedicados centralmente a la vertiente escrita de la estrofa.


IMÁGENES DEL ENCUENTRO

Ronel González Sánchez, durante su intervención en las sesiones efectuadas en el Museo de la Constitución.

En la Casa de Cultura de Guáimaro. Espacio teórico: De izquierda a derecha, Samuel Perdomo Fuentez, Yamilet Lopez Lorente, Ronel y Yelaine Martínez Herrera.

Otro momento del espacio teórico: Ronel junto a Odalys Leyva Rosabal.

Samuel Perdomo y Yamilet López en el espacio teórico.

El escritor español Luis de la Rosa.

 
El destacado guitarrista concertista Eliécer Travieso compartió espacio con el reconocido ensayista, investigador y poeta Carlos Tamayo Rodríguez, presidente de la UNEAC en Las Tunas.

En primer plano, de izquierda a derecha, Ramón Batista, director de la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, de Las Tunas, institución que recibió homenaje por su aniversario 21; la investigadora tunera Yamilet López, y Carlos Tamayo.

Elvia Fernández Carvallo, de Sancti Spiritus, y Ana Herminia Rodríguez, de
Velasco, Holguín.



EL VII CONCURSO DÉCIMA AL FILO

ACTA DEL JURADO

En Guáimaro, el domingo 21 de diciembre de 2014, se reúnen los miembros del jurado del VII Concurso de Décima Escrita “Décima al Filo” –certamen convocado anualmente por el Grupo Décima al Filo, de mujeres creadoras, investigadoras y promotoras de la décima–, integrado por los escritores Diusmel Machado Estrada (Presidente del Jurado), Merari Mangly Carrillo y Miguel Mariano Piñero Martínez; quienes luego del proceso de lectura y análisis de un total de 22 obras participantes, acuerdan por unanimidad:

PRIMERO- Reconocer la importancia de este certamen para la promoción y estímulo de la creación femenil dentro de la rica tradición literaria que la estrofa significa en el ámbito hispanoamericano.

SEGUNDO- Destacar los saludables niveles de participación y de calidad alcanzados en esta edición, teniendo en cuenta las características propias del evento y los desafíos de índole económica que enfrenta.

TERCERO- Conceder los siguientes PREMIOS ESPECIALES del concurso:

a) Premio Especial “Más allá del silencio”, entregado por el Grupo Décima al Filo a una escritora extranjera, a la obra “La culpa morena”, de la escritora: Aurora Elena Olmedo (de Alicante, España).

b) Premio Especial “Marta Pérez Leyva”, entregado por el Comité de la UNEAC de Las Tunas, a la obra Apple-Igreen & Little green apples, de la escritora: Mariana Pérez Pérez (de Santa Clara, Villa Clara).

c) Premio Especial “Mundo Nuevo”, a la obra de mayor ganancia experimental, al cuaderno “A quemarropa”, de la escritora: Daili Díaz Saz (de Artemisa).

d) Premio Especial “Décima fiebre”, a la obra que con mayor calidad aborda el tema erótico, entregado por la Casa Iberoamericana de la Décima en Las Tunas y la editorial Sanlope; a la obra “Descifrando códigos”, de la escritora: Marlen Moreira Alfonso (de Mayabeque).

e) Premio Especial “Perros ladrándole a Dios”, entregado por el prestigioso escritor Carlos Esquivel Guerra, a la obra “Aves que me cantan dentro”, de la escritora: Nitza Núñez Valdés (de Guáimaro, Camagüey).

f) Premio Especial “Toda luz y toda mía”, entregado por el grupo homónimo, de Sancti Spíritus a la obra donde resalta con mayor belleza la tradición campesina o el folclor cubano; al cuaderno “Décimas a mi padre”, de la escritora: Yosleidis Hernández Jiménez (de Matanzas).

g) Premio Especial “Ala Décima”, entregado por el grupo homónimo, de La Habana, al mejor cuaderno de autora joven (menor de 35 años); al cuaderno “(des)equilibrio”, de la escritora: Elizabeth Reinosa Aliaga (de Granma, residente en La Habana).

h) Premio Especial al Mejor Poema de Tema Ecológico, entregado por la Casa de la Décima de Mayabeque, a la obra “Rastro de sed”, de la escritora: María Mayelín Barrera Castro (de Las Tunas).

CUARTO- Conceder los siguientes reconocimientos especiales del jurado, considerando la elevada calidad de los textos finalistas que disputaron el premio principal:

a) Primera Mención, a la obra “Aves que me cantan dentro”, de la escritora: Nitza Núñez Valdés (de Guáimaro, Camagüey).

b) Mención, a la obra “Descifrando códigos”, de la escritora: Marlen Moreira Alfonso (de Mayabeque).

QUINTO- Otorgar el Gran Premio “Décima al Filo” 2014, a un cuaderno integrado por un único poema, el cual sobresalió por la elevada intensidad de su discurso –marcado por una notable angustia existencial– y el acertado manejo del ritmo del poema en función del logro expresivo. Su título: “(des)equilibrio”. Su autora: Elizabeth Reinosa Aliaga (de Granma, residente en La Habana).

SEXTO- Recomendar a los organizadores y auspiciadores del concurso, continuar trabajando en función del logro de una mejor organización y una más adecuada promoción de este importante certamen, así como no cejar en el empeño de conseguir un financiamiento del mismo que dignifique su relevancia y brillo.

Y para que así conste, firman:








La merecedora del Gran Premio en este VII concurso Décima al filo, la joven escritora Elizabeth Reinosa Aliaga (Bayamo, Granma, 1988) se formó como escritora en Holguín; es graduada de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), donde trabaja actualmente, en La Habana; y por su obra literaria atesora numerosos lauros, entre ellos el Premio Décima al filo en el XI concurso Ala Décima (2011), el segundo premio en el XV concurso nacional de poesía Regino Pedroso (2012), el tercer premio en el VI concurso nacional Décima al filo (2013); en ese mismo año, el Premio de la Sociedad Cultural José Martí en el II concurso Toda luz y toda mía; y en el 2014, dos lauros en el XIV concurso nacional Ala Décima: el Premio especial Centenario de Samuel Feijóo (segundo lugar del certamen) y el Premio Guillermo Cabrera Álvarez, de Juventud Rebelde, merecidos por su cuaderno Formas de contener el vacío. A fines del pasado año, estuvo como escritora invitada en la Peña del dúo Ad Líbitum y sus invitados.

Elizabeth tiene publicado el cuaderno En la punta del Iceberg, (Ediciones La Luz, Holguín, 2011). Es egresada del XIII Curso de Técnicas Narrativas Onelio Jorge Cardoso. Textos suyos aparecen en la antología Poderosos pianos amarillos (Ediciones La Luz, 2013), así como en revistas y antologías de Cuba y el resto del mundo. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y del grupo Poetas del Mundo. Acercamientos a su obra poética, mediante el siguiente enlace, con el sitio web de Ediciones La Luz.



(des)equilibrio


En la lengua tengo voces
mutiladas, asesinas,
luminosas, viperinas,
desbordantes y precoces.
Me desangran, son feroces,
reniegan del crucifijo.
No las entiendo, yo exijo
que desalojen el arca
de mi sangre.

                          Soy la marca
de algún dios que nos maldijo
y me apuntaló en el centro
de una tierra que se vuelve
un espejo, y me devuelve
desgarrada. Llevo dentro
un reloj y no lo encuentro,
una voz dice Frescura
pero no se vuelve pura
mi existencia, hay una mano
que me oprime, quiero en vano
disputarle mi cordura.

Siento mordidas e infieles
puñales sobre mi cuello.
Nada es bueno, nada es bello:
hay miles de cascabeles
de víboras, hay cinceles
que golpean mi cabeza
pero hay una voz que reza
el salmo de los difuntos
que despiertan todos juntos
y se sientan a la mesa.

Apago la luz, escucho:
los gritos son una alerta.
Dejo la ciudad abierta
para la fuga, no hay muchos
destinos, días...
                          Si lucho
contra mí, contra la casa,
el sol, la lluvia y la escasa
armonía de estos años
reviviré a los antaños
conocidos.
                           Todo pasa:
el dolor y la corriente
del arroyo.
                           Los amigos
se visten como enemigos.
Todo cambia,
                           hasta mi mente
que puede ser una fuente
sin agua y una tormenta
sin nubes, pero ella intenta
despojarse de los peces,
de los rayos, de las veces
que el infierno se presenta
con máscaras familiares:
todos rodamos al fondo.
En la garganta no,
                                  en lo hondo
del pecho encuentro vulgares
pensamientos, tengo mares
ardientes en las pupilas.
Dentro de mí tengo filas
de verdugos que disparan
pero los muros me amparan
y en los muros
                          crecen lilas
                          para los muertos
                          Mi voz
¿no grita Sol ni Ventanas?
¿Y es que nadie tiene ganas
de responder?
                         ¿Por qué nos
                         omiten?
                         No somos dos
pero tenemos dos bocas
impúdicas si no locas
para sentir el Amor
sin dulzura ni esplendor
¿Con qué palabras me tocas?
En cada letra hay ausencia
y mi nombre es
                          Desvarío
En el fuego existe el frío
y yo existo en mi conciencia.
Yo solo tengo de herencia
la tierra y el ataúd
la dicha sin plenitud
el agujero
                          la grieta
el camino sin la meta

¿Que se avecina un alud
y que me he quedado sola?
¿Qué me dicen del país?
No ha perdido la raíz
¿Y qué me dicen de la ola
que todavía me asola?
¿No ven un cuerpo bailar
bajo mis ropas
                          Sudar
la fiebre que padecemos
Si estoy sola
                         ¿no podemos
                         consolarnos
                         ni Gritar
                         ni ofender?
¿No habrán señales
de alegría?
                        Si me duermo
                        si me escondo
                        si no enfermo
si corrijo los triviales
y dramáticos finales
que se aproximan        quizás
pueda entender por qué las
noches crecen como espinas
y mis ideas son ruinas
de castillos
                        Llueve más
en mi memoria que afuera
Todo se borra
                        El vacío
parece ahora tan mío
para destruirlo yo diera
el tiempo
                       Si yo pudiera
daría todo el paisaje
de ayer y todo el plumaje
colorido que no existe.

Una palabra me embiste
una palabra salvaje
de oscuridad me aprisiona
La lengua es un garrote
un círculo de barrotes
una zona
de espejismos
                             Me abandona
                             Más no puedo caer
                             Descender
Las voces se desprenden
tal vez comprenden
que no puedo volver

Soy peligrosa
como todo el que me habita
Mi boca necesita
una canción armoniosa
o una fruta jugosa
para gritar

                         No juego
                         con fuego
porque soy una granada
¿Qué pasa?
                         No pasa nada
                         Me despego
                         del pasado
Hay una red
como jaula de gorriones
Estoy harta de prisiones
de los golpes y la sed
Voy a merced
                        de las voces
                        de los roces
                        antónimos del amor
La palabra versus la flor
son solo poses
para escapar del olvido
de la muerte
Tengo suerte
de haber sido
el sueño perdido
de algún dios
solo el polvo
                       Mi voz
                       esencial
                       se apaga
Se apaga
Adiós





Miembros del Grupo Ala Décima participantes en este noveno encuentro: Odalys Leyva, Miguel Mariano Piñero, Carlos Esquivel, Samuel Perdomo y Alexander Besú.

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