martes, 27 de enero de 2015

El Cucalambé y su cubanía


Breve análisis estilístico

Un acercamiento a la obra de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, el más significativo poeta popular cubano del siglo XIX




El arte del estilo es el arte de seleccionar o elegir entre las posibilidades de expresión que se ofrecen en cada caso el usuario de la lengua. El estilo es la actitud del sujeto hablante o escribiente ante el material que le ofrece la lengua. Es el modo de utilizar los medios de expresión lingüística para un fin concreto. Consiste, pues, en la libertad de elegir los medios de expresión.

La estilística de la lengua o lingüística averigua cómo son utilizados los diferentes medios de expresión lingüística en un enunciado concreto. La tarea principal de la estilística es explicar y estudiar la norma estilística actual y realizar el estudio de la diferenciación estilística de la lengua nacional. Es el estudio de la lengua como arte. Es una disciplina literaria y otros la consideran como un complemento de los estudios lingüísticos que se ocupa de la sinonimia de los medios de expresión. Algunos la consideran como base teórica de la práctica de la redacción o de los ejercicios de composición.

El Cucalambé se da a conocer por su poesía criollista y siboneyista, modos de expresarse que corresponden al romanticismo. Exaltan la naturaleza y el hombre, aunque los personajes de la poesía criollista cucalambena son guajiros, criollos de la época cuya imagen se corresponde con un entorno realista, son las ilusiones, decepciones, esperanzas o frustraciones del guajiro poetizadas mediante la espinela, mientras que la poesía siboneyista tiene como personajes a los primitivos habitantes de Cuba (indios), una raza de la que en Cuba quedaba y queda muy poco excepto muchas denominaciones lingüísticas que se añaden al español, que pueden formar parte del español hablado en Cuba y en Latinoamérica. Específicamente en la provincia de Las Tunas abundan los nombres de origen siboneyista (Yariguá, Caisimú, Maniabón).

Desde este punto de vista la poesía de Nápoles Fajardo es muy rica en la utilización de voces típicas y pintorescas para designar una flora y una fauna de la que el poeta es profundamente conocedor, con ello El Cucalambé contribuye a destacar y realzar lo cubano, el amor a su patria y los deseos de ser libres e independientes de la metrópolis española.

Como el estilo, simplificando las definiciones, es el modo de expresión propio y característico de un autor que lo identifica diferenciándolo de otro, nadie como El Cucalambé tiene un estilo tan personal y genuino, a tal extremo que sus obras más conocidas fueron acogidas por unos lectores que las hicieron suyas incluyendo a los mambises, y crearon un mito y una leyenda alrededor de este poeta que ha rebasado el tiempo sin que sus valores decaigan convirtiéndolo en el poeta clásico por excelencia de nuestra poesía vernácula.

Aunque pudiera argumentar ampliamente sobre las características del siboneísmo y el criollismo, como la poesía siboneyista es también criollista preferí escoger obras de esta corriente que me posibiliten a ver unidas las dos cosas, cultura siboney en un entorno de naturaleza virgen cubana y la relación que entre ellas existen. Por supuesto existen otras vertientes de la poesía cucalambeana como la zona lírica, las sátiras y humoradas, el teatro que por ahora no son objetivos de este trabajo.

Según el Indio Naborí, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, cuyos versos fueron editados en 1856, es un poeta verdaderamente creador en la temática y en la forma. Elevó a la poesía palabras de puro origen cubano, como son los nombres de nuestra flora y zoología. Su obra tiene la virtud de cantar a nuestros campesinos. Sus décimas que hablaban de los indios no fueron otra cosa que decir patria y libertad en difíciles momentos de opresión y censura.

Este poeta criollista fue por largos años calumniado bajo críticas injustas, sólo defendido por un pequeño grupo de ilustres tuneros y la tradición oral en nuestros campesinos. Cualesquiera que fueran los motivos de su desaparición, nada mermaría los valores permanentes, fundamentales de El Cucalambé, lo que trasciende es su obra de carácter bucólico y la relación que esta tiene con la sociedad de su tiempo y con el futuro. Lo más importante está en ahondar y esto se ha hecho en su contribución a una conciencia nacional; en los valores semánticos y alegóricos de su poesía, de clandestina función social; en sus recursos, de rápida y secreta comunicación con su pueblo, su sabiduría para elevar a categoría poética toda una terminología virgen en cuanto al uso literario; los elementos que hicieron de su obra la preferida por los mambises del 68 y del 95 y su folclorización en las masas campesinas de Cuba.

La Jornada Cucalambeana no tuvo ningún antecedente anterior a la Revolución, que trajo consigo a partir de un país alfabetizado el proyecto de un festival conmemorativo por la fecha natal del cubanísimo bardo tunero.

Desde 1964 se realizaban actividades festivas evocando al inmortal poeta campesino. El 1ro de julio, profesores y alumnos de la Escuela Secundaria Básica “El Cucalambé”, develaron un busto del autor de “Rumores del Hórmigo”, explicándose la vida y obra de nuestro gran poeta bucólico con la orientación a maestras y maestros del municipio que incluyeran en sus clases referencias sobre este poeta, y fue asombrosa la participación de niños tuneros cantando y recitando décimas de El Cucalambé en todas las escuelas. En la noche de ese mismo día, el Teatro Rivera vistió sus más resplandecientes y típicas galas, con un acto culminante.

En 1966, se inicia oficialmente la Jornada Cucalambeana con el apoyo y entusiasmo del Partido en Las Tunas, la ANAP y el organismo de Cultura. Tuvo como objetivo fundamental reanimar y desarrollar las tradiciones y el folclor de nuestros campos, a la vez que conmemorar el nacimiento de El Cucalambé, que tan fielmente cantó y enalteció esos aspectos de la cultura popular cubana. Se propuso además, incorporar las masas a esta celebración anual y a la justa valoración del referido cantor. Fue reconstruido el lugar donde vivió El Cucalambé acercándose lo más posible a su forma original.

Mientras se hacía realidad que El Cornito fuera Parque Nacional se efectuaban en la Plaza Calé, de Victoria de Las Tunas, diversos actos culturales por grupos campesinos de todas las provincias del país; controversias y competencias de improvisación entre los trovadores populares y la elección de la Flor de Birama.

La iniciativa comenzó siendo una fiesta municipal de Las Tunas y en el interregno 1961- 2007 ha ido creciendo del municipio tunero a las provincias, a la nación; y de la nación al Festival Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, en el cual han participado repentistas y cantores que con su presencia y actuación nos han hecho ver con la mayor transparencia un pensamiento martiano: Hispanoamérica es una, desde el río Bravo hasta la Patagonia.


Breve análisis estilístico de la obra de El Cucalambé


Título: A Rufina (Página 123)

Invitación segunda (Tercera décima)

Tú en mi caballo alazán
Y yo en la yegua tordilla
De la estancia por la orilla
Correremos con afán.
Verás que verdes están
Los palmares inmediatos,
Contemplarás los boniatos
Y las cañas bulliciosas
Y en estas y en otras cosas
Pasaremos bellos ratos.

Clasificación: Poesía criollista

Estrofa utilizada: La décima

El tema utilizado en estos versos es una invitación a un viaje campestre, tiene un registro funcional artístico- literario, donde el estilo especial es descriptivo, pintoresco con un enfoque optimista y romántico.

Los matices de sensibilidad están dados en los sentimientos de amor hacia la mujer, la compañera relacionada con el entorno de la estancia, de los palmares, de los boniatales.

Es un poema de felicidad, los buenos momentos que vivió con Rufina, es un poema bucólico porque refleja sentimientos, de amor en este caso que despierta en el hombre, en el poeta, su contacto con la naturaleza.

Peculiaridades lingüísticas

los boniatos y las cañas bulliciosas (boniatal y cañaveral) : Personificación o prosopopeya

Se usan en esta décima los adjetivos calificativos (caballo alazán, yegua tordilla)

Es típico de la poesía criollista la estancia, el hecho de correr por la orilla de la estancia a caballo y entretenerse mirando los variados frutos que hay sembrados aquí.

Utiliza verbos en futuro como son: correremos, verás, contemplarás, se trata de verbos agudos que dan la idea de lo que en este periplo va a ocurrir.

Utiliza artículos determinantes como las cañas, los boniatos, la estancia

Conjunciones: Y yo en la yegua tordilla
Y en estas y en otras cosas


Título: La alborada (Página 72)

Segunda Décima

Susurra el verde palmar,
Y la luz de la alborada
Dora la roca empinada
De las orillas del mar:
Se admira el tenue brillar
De la estrella matutina,
Muere la densa neblina,
Cruje el cedro allá en los montes,
Y a los bellos horizontes
El sol naciente ilumina.

Clasificación: Poesía criollista

Estrofa utilizada: La décima

El tema utilizado en estos versos es el amanecer en nuestros campos, tiene un registro funcional artístico literario, donde el estilo especial es descriptivo–informativo, con un enfoque reflexivo, optimista y romántico.

Los matices de sensibilidad están dados por la expresión de la emoción del poeta ante el espectáculo de un amanecer en el campo, un reflejo del mismo.

Peculiaridades lingüísticas:

Susurra el verde palmar: Personificación o prosopopeya

Dora la roca empinada: Prosopopeya e imagen

De las orillas del mar

Utiliza adjetivos calificativos como son: verde palmar, tenue brillar, densa neblina, bellos horizontes

Utiliza verbos en tiempo presente como son: susurra, admira, cruje

Y un verbo en infinitivo: brillar

Utiliza artículos como son: el verde, la roca, el tenue, la estrella, el cedro, los montes, el sol

Conjunciones: Y la luz de la alborada
Y a los bellos horizontes


Título: Narey y Coalina (página 155)

Primera décima

India noble y hechicera
Del feraz Guacanayabo,
Lozana como el guayabo
Que florece en la pradera,
Esbelta cual la palmera
Que a la montaña domina,
Arrobadora y divina
Cual la luz de la mañana,
Tal era en su edad temprana
La candorosa Coalina.

Clasificación: Décima siboneyista

Estrofa utilizada: La décima

El tema en estos versos es que recrea los amores imposible entre Narey y Coalina, que ella no acepta la proposiciones amorosas de Narey, tiene un registro funcional artístico literario, utiliza un estilo especial descriptivo-reflexivo, con un enfoque romántico- reflexivo.

Los matices de sensibilidad están dados por los sentimientos de amor que están relacionados con el entorno criollista donde la escena se desarrolla.

Peculiaridades lingüísticas:

Utiliza verbo en primera persona: florece

Conjunciones: India noble y hechicera

Arrobadora y divina

Artículos: el guayabo, la pradera, la palmera, la montaña, la mañana.

Símiles: Lozana como el guayabo

Esbelta cual la palmera

Cual la luz de la mañana

Imágenes: Arrobadora y divina

Repetición de dos veces de la palabra cual, término muy utilizado por El Cucalambé en toda su obra.

El análisis de las décimas anteriores demuestra que la poesía de El Cucalambé tanto la criollista como la siboneyista es eminentemente descriptiva, de acento romántico, pone énfasis en lo pintoresco del paisaje y la naturaleza en general teniendo como centro al hombre y sus preocupaciones, sus estados anímicos, vivencias, ensueños o ideales que expresa mediante imágenes, metáforas, símiles, personificación, variadas formas verbales en el tiempo que convenga, artículos determinantes, conjunciones y cuanto recurso lingüístico sea necesario para la expresión de un mensaje.









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