A la luz del Punto Cubano
El espirituano Grupo
Toda luz y toda mía dedicó su
encuentro del pasado mes a esa imprescindible expresión musical del complejo de
la décima. Nos reporta la poetisa Merari
Mangly Carrillo, presidenta de esa
agrupación y representante del Grupo
Ala Décima en Sancti
Spíritus
Texto y fotos: Merari
Mangly Carrillo
Para despedir el año, Toda
luz y toda mía, diferente cada vez, resultó el escenario para la entrega
oficial del Premio Memoria Viva 2017 en la categoría Preservación de
Tradiciones, a la Parranda Típica de Arroyo Blanco Los Sánchez. Rendimos
tributo, una vez más, al Punto
Cubano.
A manera de interludio, Toda
luz y toda mía volvió a colocarse sobre el puente entre la cultura y la
historia al presentar en su espacio el reciente número de Vitrales, suplemento
cultural del periódico Escambray.
La variedad temática de esta edición incluye dos artículos que resultaron
oportunos al momento del espacio de este proyecto, al referir temas cercanos al
poblado de Arroyo Blanco. El primero, bajo el título “La guerra del 95 terminó
en Arroyo Blanco”, recoge fragmentos del libro Arroyo Blanco 1898. El otro final de la Guerra, según Escambray, de
la acuciosa investigadora Lourdes M. Méndez Vargas, lectura recomendada dentro
del catálogo de Ediciones Luminaria para el 2018. Año este, el de rememorar el 120
aniversario de la terminación de las primeras guerras por la Independencia
cubana. El segundo, bajo el título “La memoria en el olvido”, de la escritora
Merari Mangly Carrillo, recoge preocupaciones suyas alrededor de la
insuficiente atención institucional con relación a proteger el patrimonio
histórico y cultural de la nación cubana. Varios ejemplares del Vitrales,
llegados a manera de cortesía del periódico espirituano Escambray, fueron
donados a contertulios, escuelas rurales e instituciones representadas en el
encuentro.
Tras el carácter itinerante de Toda
luz…, el Patio de la Poesía de la Uneac se engalanó al prestigio de
hacer llegar el premio a los parranderos y entrelazar luego el punto de
parranda campesina (variante del punto cubano) con el verso oral improvisado.
Así, una trenza de los patrimonios intangibles cubano y de la humanidad, fue el
resultado de este encuentro.
Los repentistas del patio Reidel Viamonte y Maikeidly Díaz Coca, junto a
los invitados Yeny González, Oreste Pérez y Luis
Paz Esquivel, Papillo; luego de escuchar las interpretaciones del punto
considerado el más antiguo de Cuba (según María Teresa Linares en su libro El punto Cubano) improvisaron sus
décimas como tributo a este punto y, en lo particular, a Rubén Sánchez
Calderón, sobrino nieto del prócer espirituano y violinista de esta agrupación
tradicional campesina. Los 95 años de Rubén no impidieron su presencia física
en el encuentro e hizo acto de donación de una guayabera suya a la institución
Casa de la Guayabera espirituana.
Durante las improvisaciones a él, el agasajado violinista parrandero
mostró su respeto a los repentistas al ponerse de pie con gran esfuerzo físico.
Cuba Ala Décima ofrece
fragmentos de las transcripciones realizadas a estas improvisaciones, de manera
que podamos compartir la impronta que pudo ser efímera. Ellas, por sí solas,
sintetizan el tributo:
DÍAZ COCA:
De esta parranda, el violín
nos dio a beber en sus fuentes,
aguas de los descendientes
del General Serafín.
Endulza cada festín
la miel de sus expresiones
para que generaciones
puedan su punto escuchar
y entre versos ofrendar
parranderas tradiciones.
VIAMONTE:
Esta tradición antigua
que disfrutamos ahora
es una ofrenda sonora
que se forjó en la manigua.
Cada músico atestigua
su verdadera costumbre.
Y para que siempre alumbre
el canto de un parrandero,
La Parranda es un lucero
tradicional en la cumbre.
YENY GONZÁLEZ:
Rubén Sánchez, sé que eres
creador de esta parranda
que por largos trillos anda
dibujando amaneceres.
Hoy, sin perder tus poderes,
donaste un sueño sin fin
en honor a Serafín,
a esta tierra parrandera.
¡Junto a ti, tu guayabera
aprendió a tocar violín!
ORESTE PÉREZ:
Este punto, paladín
de esta noble tradición,
mantiene una relación
familiar con Serafín.
Avanza en el mundo sin
que haya un sentido inclemente,
y para ser consecuente
al tamaño del respeto,
saludo al sobrino nieto
del patriota, aquí presente.
PAPILLO:
Ahí está Rubén sentado,
¡cuántas noches parranderas
colgando de las ojeras
del tiempo, un don heredado!
Yo sería un agraciado
del arte y del virtuosismo
con que inserta el repentismo
su gracia en la geografía,
si una guayabera mía
lograra vivir lo mismo.
RECIENTES DE
ESTE GRUPO:
—Toda
luz y toda mía en Jarahueca. Premiado concurso Ada Elba Pérez como en horas de
Bienal Identidad
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