Como niños, y en vacaciones
Tomado del
sitio web Arboleda, recién creado
por la poetisa e investigadora Mariana
Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La
décima es un árbol y representante
del Grupo Ala Décima en la provincia de Villa Clara.
No había niños,
pero los adultos podemos transformarnos cuando se trata de escuchar buenos
textos, que no tienen edad. El pasado viernes 21 de agosto, como cada mes, los
integrantes de la tertulia «La décima es un árbol» nos reunimos en el Museo de
Artes Decorativas de Santa Clara. El invitado, Jorge Luis Ramos Rodríguez,
llegó temprano desde la ciudad, un tanto lejana, de Sagua La Grande.
Después de un
momento inicial con sugerencias de lecturas, presenté el Catálogo rimado
Nº 94. Y, a propósito, nos hemos propuesto preparar seis catálogos, a partir de
septiembre, para hacer coincidir el Nº 100 con la tertulia de igual número en
diciembre; de esto daré noticias en los próximos meses, ahora debemos
concentrarnos en el VIII Aniversario, que celebraremos el 18 de septiembre,
aunque el cumpleaños es el día 21.
Mi reseña «De una hormiga escritora, guerras y
más…» precedió a la lectura, por el invitado, de las décimas incluidas en
su libro Diario de una hormiga.
Posteriormente,
invitamos al destacado escritor Luis Cabrera Delgado, quien presentó la antología
Te regalo el mar, con prólogo suyo y textos de autores latinoamericanos,
la cual fue editada en Bolivia y es un hermoso obsequio para los niños de ese
país.
Todos
los integrantes de la tertulia volvimos por un rato a su infancia, y ese efecto
se prolongó hasta el final, cuando Jesús Lorens León, Especialista del Museo,
mostró la exposición de juguetes antiguos, los cuales constituyen bellísimas
piezas de las artes decorativas, que servirán de inspiración para el Catálogo
rimado 95. También fue presentada, para el Nº 96, la pieza «Carroza Real.
Siglo XVIII (botella con carruaje dentro)», perteneciente a la colección
«Tesoros del Pueblo».
A pesar de la divulgación previa, las familias
privaron a sus niños de recrearse una hora en el Museo, tal vez pensaron que
sería muy aburrido, pero el tiempo avanza presuroso y pronto habrá una
generación cultural y espiritualmente vacía. De cualquier modo, «La décima es
un árbol» sigue apostando por el disfrute instructivo; sus integrantes sabemos
volver a la niñez cuando escuchamos la poesía inteligente que se escribe para
la primera edad.
Mariana
E. Pérez Pérez
Santa Clara, 27 de agosto de 2015
Santa Clara, 27 de agosto de 2015
Versión
original en:
LEER EL
DIARIO DE UNA HORMIGA
Cuando
abrí este libro volví a mi infancia (buen síntoma para quien la tenemos ya tan
lejana). Sucede que en el epígrafe o exergo se lee:
Si
este diario se perdiera
y no lo pudiera ver
le ruego al que se lo encuentre
que lo sepa devolver.
y no lo pudiera ver
le ruego al que se lo encuentre
que lo sepa devolver.
Versos
ingenuos, populares, que como ex libris se usaba antes y que ya, creo, los más
jóvenes no usan, porque, sencillamente, los libros tienen poco empleo en sus
manos, tal vez inventen alguna frase para el teléfono móvil o la tablet (claro,
con economía de caracteres y mala ortografía, como es usual).
El
autor, Jorge Luis Ramos Rodríguez (Sagua la Grande, 1957) ha desarrollado su
vocación poética en prestigiosos talleres literarios como: «Hablar de Poesía»,
de la escritora y crítico Carmen Sotolongo Valiño; «Los Kakafuakos», del
escritor, profesor y editor Yamil Díaz Gómez; y el Taller de Literatura
Infantil de la Uneac, que conduce la escritora para niños, galardonada con el
Premio Casa de Las Américas, Mildre Hernández Barrios. Jorge Luis obtuvo el
premio de poesía infantil en el Encuentro Provincial de Talleres Literarios en
el año 2013.
Diario
de una hormiga
es un libro donde resaltan el juego y el humor, con un mensaje educativo de
trasfondo, sin asumir el estilo de las arcaicas moralejas. Una guerra entre
bibijaguas invasoras y hormigas que defienden su territorio, con informes y
órdenes militares, por ejemplo, aborda el tema de la valentía, la unión y la
alegría del triunfo, pero eso es algo que deberán descubrir los lectores. El
autor presenta múltiples matices de la vida real, a través de personajes que se
mueven en situaciones fantásticas y jocosas. La imaginación juega con ellos, y
hasta «baila», al ritmo de la música cubana, y un poquito de reguetón, en los
versos de Jorge Luis.
El
libro está dividido en cuatro partes: «Memorias de un hormiguero», «Páginas
sueltas», «Hojas de trébol» y «Mayores deseos». En ellas existe un total de
diecisiete poemas en décimas, aunque también incluye otras formas estróficas
como: octavas, sonetillos, quintillas, romancillos y coplas (pentasílabas).
Como el
título indica, todo el libro gira en torno a la vida de las hormigas. Sin
embargo, ese hormiguero viene a ser como un espejo mágico de la vida humana,
con militares que convocan a la guerra, batallas y victorias. Hay policías y
tribunales que acusan y enjuician a una hormiga fumadora, a la cual absuelven,
y hasta justifican, por ser una escritora extranjera. Aparece la medicina
tradicional y una cucaracha que canta reguetón en chino; el mercado negro y su
promoción por correo electrónico (un guiño a Mildre Hernández). En «Buen
apetito», el juego y la gracia de un gato glotón convierten a la décima en una
de las mejores del libro.
En
todos los textos se aprecia un sentido crítico de la realidad, con sutilezas
que, en algunos momentos, pueden no ser interpretadas completamente por los más
pequeños; tal es el caso, por ejemplo, de «Premio reservado», cuya sugerencia
es muy clara para quienes hemos participado en certámenes artísticos. De todos
modos, a los niños les bastará con el valor musical y el humorismo que aflora
junto a la poesía.
En Diario
de una hormiga, el hormiguero es la comunidad, la patria chica, el centro
de cuanto acontece. La fabulación se desenvuelve con el ritmo de las palabras y
los versos. Allí hay de todo, desde el incumplimiento de la ley (por un
cuentapropista, con patente y presunto ladrón), hasta una historia de desamor
que juega con versos de dos canciones populares, una contemporánea y otra
antigua:
…
pero te fuiste y perdiste.
¡Allá tú con tu condena!
¡Allá tú con tu condena!
También
hay anuncios de bodas, de serenatas gatunas, y mucho más.
Un suceso
gracioso ocurre en «Toque de queda», donde un subalterno envía mensaje urgente
a su comandante por una posible invasión enemiga, esta vez de santanicas, cuyo
jefe es un santanico intelectual. La mención de los premios «Ser Fiel» y
«Nobel» hace que el comandante, con escasa cultura, confunda las cosas y envíe
una disparatada respuesta, aunque —y esto es muy importante— en ella aboga por
la paz.
En la
última sección, «Mayores deseos», compuesta por quintillas, existen referencias
a la música cubana y al ambiente festivo de las cuarterías (el hormiguero),
lugar donde las distintas especies pueden convivir en permanente y pacífica
alegría.
Diario
de una hormiga
—en mi opinión— reúne las características de cómo deben ser actualmente los
libros para niños: es educativo (sin didacticismo), lúdico, cuenta historias
con frescura y humor, es contemporáneo por sus referentes y, sin ser oscuro,
incita a pensar.
Seguramente,
si existiera entre los humanos un lugar parecido a ese hormiguero, no
dudaríamos mudarnos para allí, aunque la hormiguita escritora no se haya
decidido todavía.
Mariana
Enriqueta Pérez Pérez
Agosto, 2015
Agosto, 2015
Versión
original en:
DE LA
AUTORA DEL REPORTAJE:
Muestras de la obra poética de Mariana
Enriqueta Pérez Pérez, pueden
verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo
en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y
versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella
aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón
en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las
albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel
Feijóo. La
décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra,
interesante aporte sobre ese período. La
décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de
diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su
obra en versos, está en el 2013 la mención
que recibió en el concurso Oscar Hurtado. En septiembre del 2014, mereció
el Premio
del VI concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí por su
conjunto Embriaguez
(rosa, espada, luz).
Este año, publicado en nuestro sitio su poema A Caracas, en solidaridad con Venezuela.
Visite el sitio web de la tertulia
La décima es un árbol:
La décima es un árbol:
Visite el sitio web Arboleda, de Mariana:
En ese sitio:
MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA DÉCIMA EN ESTA
PROVINCIA HACIENDO CLIC AQUÍ:
VILLA CLARA
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