sábado, 26 de enero de 2013

La décima es un árbol, dedicada a Martí


Poesía para niños,
en el cumpleaños
160 de «El hombre
de La Edad de Oro»


 Mildre Hernández durante su lectura, junto a Mariana.


Nos reporta nuestra hermana
Mariana Pérez Pérez, representante del Grupo Ala Décima en Villa Clara, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol. Fotos enviadas por la autora


Comienza el año y, con él, un nuevo período de «La décima es un árbol». El pasado 18 de enero estuvo dedicada a «El Hombre de La Edad de Oro», por lo cual iniciamos el encuentro con algunas citas del Maestro acerca de la educación de los niños y una glosa de sus versos, que fuera publicada por nuestro Leoncio Yanes en su libro A la sombra de un ala:


SÉ DE UN PINTOR ATREVIDO

Sé de un pintor atrevido
que sale a pintar contento
sobre la tela del viento
y la espuma del olvido

José Martí


Yo sé de la flor temprana
el perfumado derroche,
cuando recoge en su broche
el llanto de la mañana.
Conozco de la mundana
aspiración el sentido,
y hondamente conmovido
por la virtud del amor,
sé de un poeta pintor,
sé de un pintor atrevido.

Yo sé de la mano herida
que olvidando su dolor,
siembra semillas de amor
en los surcos de la vida.
Sé de un joyero que cuida
las prendas del sentimiento,
y plasmando el pensamiento
más sublime del humano
yo sé de un pintor hermano
que sale a pintar contento.

Yo no soy como el traidor
que falsa bondad pregona;
yo soy la rama que dona
sombra, aroma, fruto y flor.
Yo camino sin temor
de manchar el pavimento,
me remonto al firmamento,
dialogo con las estrellas
y pinto imágenes bellas
sobre la tela del viento.

Yo soy pintor y poeta
de pensamiento profundo
y voy feliz por el mundo
con mi lira y mi paleta.
El que copia la violeta,
el árbol, la flor, el nido;
yo pinto, doy colorido,
aunque pinte sobre el aire,
en el lienzo del desaire
y en la espuma del olvido.


Luego —como esa tarde no hubo improvisadores, aunque fueron invitados— se presentó el Catálogo rimado Nº 62, sin mucha dilación de manera que nuestra invitada, la poetisa y narradora para niños
Mildre Hernández Barrios, tuviera el mayor protagonismo.

La presencia de Mildre Hernández significó un gran disfrute para quienes la escuchamos (¡qué pena que los múltiples avisos por la radio, la cartelera y otros medios, lleguen a oídos sordos, ojos ciegos y mentes poco estimuladas por la lectura!), pero antes la presenté con toda la seriedad que caracteriza a la tertulia y que esa autora merece [Ver: «Tojosita@palma, o los disparates de Mildre»]. Esta presentación estuvo coloreada por un breve debate acerca de la métrica.

Ya casi al final, hicimos entrega a Caridad González Sánchez «La Abuela» del Premio «Toda luz y toda mía» (foto a la derecha), que le otorgó ese grupo espirituano en el Concurso Décima al filo, así como la Primera Mención de dicho certamen. Estos premios llegaron acá gracias al interés de Merari Mangly.

Por último, el Licenciado Jesús Llorens León nos presentó una misteriosa figura de mujer, que movió nuestra fantasía y originó un interesante intercambio de opiniones.

Así de sencilla fue la tertulia de enero, pero con esencias de buena poesía, como lo merece «El Hombre de La Edad de Oro».


Santa Clara, 20 de enero de 2013





Tojosita@palma,
o los disparates de Mildre



En enero de 2009 invité por vez primera a Mildre Hernández Barrios, escritora nacida en Jatibonico (Sancti Spíritus), quien varios años atrás decidió radicarse en Santa Clara. Llegó a esta ciudad tan modesta y calladamente que al principio no sabíamos —al menos yo lo ignoraba— cuánto talento había en ella. En pocos días recibimos la noticia de su Premio Abril de poesía para niños 2002; enseguida fuimos descubriendo que tenía reconocimientos anteriores: Premio Eliseo Diego, 1997; Pinos Nuevos 1999; Fayad Jamís, 2000. Después no ha parado de obtener éxitos, hasta alcanzar, en octubre de 2012, el codiciado Premio La Edad de Oro por su cuaderno La novia de Quasimodo (también en este concurso obtuvo mención Alberto Rodríguez Copa con Apuntes de Merlín).

Producto de los concursos ganados y de su oficio constante, ya Mildre cuenta con muchos libros publicados. Ella confesó a Enrique Pérez Díaz que, si en un naufragio tuviera que salvar algunos libros, salvaría sus 18 títulos, lo que equivale a salvar su vida. (1) El propio Pérez Díaz la califica como:

exigente consigo misma, abierta a nuevas formas expresivas, creativa, apasionada, ávida de encontrarse y llena de caminos para llegar hasta el misterioso predio de su propio corazón, lugar recóndito poblado de hechizos y cartas de amor nunca escritas o devotas e inconfesas declaraciones, fuente de su ya laureada y conocida obra literaria, ánima de su paso por esta vida que le ha dado muchas alegrías y algunos sinsabores.

Mildre afirma que se inició en un taller literario a los veintidós años más o menos (2) pero —según sus palabras a Enrique Pérez Díaz— «No leía. Solo los libros de clases y porque mi madre y la maestra me obligaban. La primera con un cinto, la segunda con una regla. Prefería mataperrear con los niños del barrio». (3) Es decir, que a partir de su ingreso a los talleres comenzó una carrera de velocidad en busca de metas para las que su entorno rural se hacía pequeño, pero sin renunciar al octosílabo, como se demostrará de aquí en lo adelante.

En la ocasión anterior hablamos de su libro Días de hechizo, Premio Sed de Belleza 2006, (4) y decíamos que en él se aprecia una forma muy contemporánea de asumir la décima, aunque se respeta la estrofa tradicional, y que las cartas de amor —entre animales— poseen una gracia inigualable e introducen elementos de actualidad como el correo electrónico. En aquella tertulia se anunciaba un decimario inédito, El próximo disparate, que fuera publicado por la Editorial Oriente en 2010, el cual comentaremos hoy. (5)

El próximo disparate constituye una edición donde se amplía y se presenta con nueva estructura lo que ya estaba en Días de hechizo. Se encuentra organizado en tres secciones: «Ciertos cuentos», «Dentro de 7 burbujas» y «—@puntocomversación».

En «Ciertos cuentos» aparecen décimas inspiradas en personajes tradicionales: Bella durmiente, Peter Pan, Pinocho, Soldadito de Plomo y Cucarachita Martina; de este último personaje son las décimas «Propuesta» y «Confesión de una cucaracha», que no estaban en el libro anterior. Lo original radica en la contemporaneidad que la autora logra y en el juego con el lector, sin ñoñería ni sencillez que subvalore a los niños.

«Dentro de 7 burbujas» también incorpora textos anteriores, algunos con cambio de título, más ocho décimas nuevas. Los protagonistas pertenecen al mundo de la flora y la fauna, preferiblemente los menos poetizados por otros autores, y en parejas de notoria diferencia; así: una pulguita y un ciempiés, la escoba amarga, un gajito de cundeamor, una hormiga escritora cortejada por un elefante, la urraca y el pájaro carpintero, una paloma que habla francés y un güije. Se destaca en estas décimas el amor y el desamor, dados a través de cartas y mensajes, así como los chismes, malentendidos, confusiones. También, el matrimonio y los viajes intergalácticos en luna de miel. La fantasía, que recorre la sección —y todo el libro— es conceptuada a través de las musarañas: un bullicioso cortejo / con un mosquito muy viejo / y novecientas arañas (…) Y viven, de lo mejor, / en casa de los poetas.

La última parte, «—@puntocomversación», como su título indica, es la que incluye una mayor dosis de modernidad. Buzones, e-mail, sitios web, aunque no desdeña la tradicional carta de amor ni los viejos apartados de correo. Hay que destacar que las cuatro cartas cursadas entre el rinoceronte y la tojosita han sido muy difundidas, gracias a su novedosa forma donde los signos de puntuación forman parte de las imágenes y de las rimas. Algunas de estas décimas ya estaban presentes en Días de hechizo.

En esta sección aparecen también dos interrogatorios (policiales) a la Oruga y a la Polilla, insectos cercanos al entorno del niño. Dentro de ella también se presenta, con muchísima sutileza y tacto, la comunicación erótica, vía Internet, entre personajes del mismo sexo (Polilla y Alcaldesa). Sin embargo, lo que más llama mi atención adulta es la presencia, siempre jocosa y entre animales, de la Literatura dentro de la Literatura, como la crítica al fraude en los concursos (ver «Fallo del jurado»), las relaciones escritor–editor en «Fe de rata», las ferias del libro («Feria de polillas»), así como una «Agencia literaria de orugas» y «¿Presentación?», donde se satirizan las presentaciones de libros.

Creo que no es necesario seguir abundando en este decimario fresco, vibrante y, al mismo tiempo educativo sin ser didáctico. Aquí no se siente la idea de un autor paternalista ni prepotente, solo hay juego: con las palabras, las situaciones, los personajes, las rimas… Pero como mi función aquí es presentar las virtudes y deslices del libro, debo decir que encontré dos versos de nueve sílabas (¿y la editora no los detectó?) en «Primer interrogatorio» (¿Su nombre y apellido? —Oruga.) y en «Segundo interrogatorio» (¿Nombre y apellidos? —Polilla.), lo cual no significa mucho porque ambas décimas son buenas, y las restantes son perfectas. De manera que solo falta saber cuáles son «los próximos disparates» que Mildre Hernández tiene engavetados, aunque le recomiendo se cuide de esas polillas retozonas que pueblan su espacio poético.


En Santa Clara, 18 de enero de 2013


NOTAS:

1.- ENRIQUE PÉREZ DÍAZ: «Mildre Hernández Barrios: ¿Es raro ser Mildre?»,  En CUBARTE, 2013-01-03. http://www.cubarte.cult.cu/periodico/entrevistas/mildre-hernandez-barrios-es-raro-ser-mildre/24000.html

2.- MARIANA PÉREZ PÉREZ: «Conversando con Mildre», En La décima es un árbol, Invitados (11), Mildre Hernández Barrios, enero 2009. http://www.cenit.cult.cu/decimas/

3.- ENRIQUE PÉREZ DÍAZ: Op. Cit.

4.- MILDRE HERNÁNDEZ BARRIOS: Días de hechizo, Ediciones Sed de Belleza, Santa Clara, 2006, 34 p.; il. (b. y n.).

5.- ________: El próximo disparate, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2010, 84 p.; il. col.



Vea en Decimacontexto amplia reseña del quinto aniversario de esta tertulia (septiembre 2012), por Isbel Díaz Torres, miembro del Grupo Ala Décima, en representación de la dirección de la agrupación para este encuentro:
Cinco gajos tiene el árbol de Mariana

Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Álbum nocturno y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia.


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en su nueva dirección:


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VILLA CLARA





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