Poesía para niños,
en el cumpleaños
160 de «El hombre
de La Edad de Oro»
Mildre
Hernández durante su lectura, junto a Mariana.
Nos reporta nuestra hermana Mariana Pérez Pérez, representante del Grupo Ala Décima en Villa Clara, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol. Fotos enviadas por la autora
Comienza
el año y, con él, un nuevo período de «La décima es un árbol». El
pasado 18 de enero estuvo dedicada a «El Hombre de La Edad de Oro», por lo cual iniciamos el
encuentro con algunas citas del Maestro acerca de la educación de los niños y
una glosa de sus versos, que fuera publicada por nuestro Leoncio
Yanes en su libro A la sombra de un
ala:
SÉ DE UN PINTOR ATREVIDO
Sé de un pintor atrevido
que sale a pintar contento
sobre la tela del viento
y la espuma del olvido
José Martí
Yo sé de la flor temprana
el perfumado
derroche,
cuando recoge en
su broche
el llanto de la
mañana.
Conozco de la
mundana
aspiración el
sentido,
y hondamente
conmovido
por la virtud
del amor,
sé de un poeta
pintor,
sé de un pintor atrevido.
Yo sé de la
mano herida
que olvidando
su dolor,
siembra
semillas de amor
en los surcos
de la vida.
Sé de un joyero
que cuida
las prendas del
sentimiento,
y plasmando el
pensamiento
más sublime del
humano
yo sé de un
pintor hermano
que sale a pintar contento.
Yo no soy como
el traidor
que falsa
bondad pregona;
yo soy la rama
que dona
sombra, aroma,
fruto y flor.
Yo camino sin
temor
de manchar el
pavimento,
me remonto al
firmamento,
dialogo con las
estrellas
y pinto
imágenes bellas
sobre la tela del viento.
de pensamiento
profundo
y voy feliz por
el mundo
con mi lira y
mi paleta.
El que copia la
violeta,
el árbol, la
flor, el nido;
yo pinto, doy
colorido,
aunque pinte
sobre el aire,
en el lienzo
del desaire
y en la espuma del olvido.
Luego —como esa tarde no hubo improvisadores, aunque fueron invitados— se presentó el Catálogo rimado Nº 62, sin mucha dilación de manera que nuestra invitada, la poetisa y narradora para niños Mildre Hernández Barrios, tuviera el mayor protagonismo.
La
presencia de Mildre
Hernández significó
un gran disfrute para quienes la escuchamos (¡qué pena que los múltiples avisos
por la radio, la cartelera y otros medios, lleguen a oídos sordos, ojos ciegos
y mentes poco estimuladas por la lectura!), pero antes la presenté con toda la
seriedad que caracteriza a la tertulia y que esa autora merece [Ver:
«Tojosita@palma, o los disparates de Mildre»]. Esta presentación estuvo
coloreada por un breve debate acerca de la métrica.
Ya casi
al final, hicimos entrega a Caridad
González Sánchez «La Abuela»
del Premio «Toda
luz y toda mía»
(foto a la derecha), que le otorgó ese grupo espirituano en el Concurso
Décima al filo,
así como la Primera
Mención de dicho certamen. Estos premios llegaron acá gracias
al interés de Merari
Mangly.
Por
último, el Licenciado Jesús Llorens León nos presentó una misteriosa figura de
mujer, que movió nuestra fantasía y originó un interesante intercambio de
opiniones.
Así de
sencilla fue la tertulia de enero, pero con esencias de buena poesía, como lo
merece «El Hombre de La Edad de Oro».
Santa
Clara, 20 de enero de 2013
Tojosita@palma,
o los disparates de Mildre
o los disparates de Mildre
En
enero de 2009 invité por vez primera a Mildre
Hernández Barrios, escritora nacida en Jatibonico (Sancti Spíritus), quien varios años atrás
decidió radicarse en Santa Clara. Llegó a esta ciudad tan modesta y
calladamente que al principio no sabíamos —al menos yo lo ignoraba— cuánto
talento había en ella. En pocos días recibimos la noticia de su Premio Abril de
poesía para niños 2002; enseguida fuimos descubriendo que tenía reconocimientos
anteriores: Premio Eliseo Diego, 1997; Pinos Nuevos 1999; Fayad Jamís, 2000.
Después no ha parado de obtener éxitos, hasta alcanzar, en octubre de 2012, el
codiciado Premio La Edad
de Oro por su cuaderno La novia de
Quasimodo (también en este concurso obtuvo mención Alberto Rodríguez Copa
con Apuntes de Merlín).
Producto
de los concursos ganados y de su oficio constante, ya Mildre cuenta con muchos
libros publicados. Ella confesó a Enrique Pérez Díaz que, si en un naufragio
tuviera que salvar algunos libros, salvaría sus 18 títulos, lo que equivale a
salvar su vida. (1) El propio Pérez Díaz la califica como:
exigente
consigo misma, abierta a nuevas formas expresivas, creativa, apasionada, ávida
de encontrarse y llena de caminos para llegar hasta el misterioso predio de su
propio corazón, lugar recóndito poblado de hechizos y cartas de amor nunca
escritas o devotas e inconfesas declaraciones, fuente de su ya laureada y
conocida obra literaria, ánima de su paso por esta vida que le ha dado muchas
alegrías y algunos sinsabores.
Mildre
afirma que se inició en un taller literario a los veintidós años más o menos (2)
pero —según sus palabras a Enrique Pérez Díaz— «No leía. Solo los libros de
clases y porque mi madre y la maestra me obligaban. La primera con un cinto, la
segunda con una regla. Prefería mataperrear con los niños del barrio». (3) Es
decir, que a partir de su ingreso a los talleres comenzó una carrera de velocidad en busca de metas
para las que su entorno rural se hacía pequeño, pero sin renunciar al
octosílabo, como se demostrará de aquí en lo adelante.
En la
ocasión anterior hablamos de su libro Días
de hechizo, Premio Sed de Belleza 2006, (4) y decíamos que en él se aprecia
una forma muy contemporánea de asumir la décima, aunque se respeta la estrofa
tradicional, y que las cartas de amor —entre animales— poseen una gracia
inigualable e introducen elementos de actualidad como el correo electrónico. En
aquella tertulia se anunciaba un decimario inédito, El próximo disparate, que fuera publicado por la Editorial Oriente
en 2010, el cual comentaremos hoy. (5)
El próximo disparate constituye una edición donde se
amplía y se presenta con nueva estructura lo que ya estaba en Días de hechizo. Se encuentra organizado
en tres secciones: «Ciertos cuentos», «Dentro de 7 burbujas» y
«—@puntocomversación».
En
«Ciertos cuentos» aparecen décimas inspiradas en personajes tradicionales:
Bella durmiente, Peter Pan, Pinocho, Soldadito de Plomo y Cucarachita Martina;
de este último personaje son las décimas «Propuesta» y «Confesión de una
cucaracha», que no estaban en el libro anterior. Lo original radica en la
contemporaneidad que la autora logra y en el juego con el lector, sin ñoñería
ni sencillez que subvalore a los niños.
«Dentro
de 7 burbujas» también incorpora textos anteriores, algunos con cambio de
título, más ocho décimas nuevas. Los protagonistas pertenecen al mundo de la
flora y la fauna, preferiblemente los menos poetizados por otros autores, y en
parejas de notoria diferencia; así: una pulguita y un ciempiés, la escoba
amarga, un gajito de cundeamor, una hormiga escritora cortejada por un
elefante, la urraca y el pájaro carpintero, una paloma que habla francés y un
güije. Se destaca en estas décimas el amor y el desamor, dados a través de
cartas y mensajes, así como los chismes, malentendidos, confusiones. También,
el matrimonio y los viajes intergalácticos en luna de miel. La fantasía, que
recorre la sección —y todo el libro— es conceptuada a través de las musarañas: un bullicioso cortejo / con un mosquito muy
viejo / y novecientas arañas (…) Y
viven, de lo mejor, / en casa de los poetas.
La
última parte, «—@puntocomversación», como su título indica, es la que incluye
una mayor dosis de modernidad. Buzones, e-mail, sitios web, aunque no desdeña
la tradicional carta de amor ni
los viejos apartados de correo. Hay que destacar que las cuatro cartas cursadas
entre el rinoceronte y la tojosita han sido muy difundidas, gracias a su
novedosa forma donde los signos de puntuación forman parte de las imágenes y de
las rimas. Algunas de estas décimas ya estaban presentes en Días de hechizo.
En esta
sección aparecen también dos interrogatorios (policiales) a la Oruga y a la Polilla, insectos cercanos
al entorno del niño. Dentro de ella también se presenta, con muchísima sutileza
y tacto, la comunicación erótica, vía Internet, entre personajes del mismo sexo
(Polilla y Alcaldesa). Sin embargo, lo que más llama mi atención adulta es la
presencia, siempre jocosa y entre animales, de la Literatura dentro de la Literatura, como la
crítica al fraude en los concursos (ver «Fallo del jurado»), las relaciones
escritor–editor en «Fe de rata», las ferias del libro («Feria de polillas»), así
como una «Agencia literaria de orugas» y «¿Presentación?», donde se satirizan
las presentaciones de libros.
Creo
que no es necesario seguir abundando en este decimario fresco, vibrante y, al
mismo tiempo educativo sin ser didáctico. Aquí no se siente la idea de un autor
paternalista ni prepotente, solo hay juego: con las palabras, las situaciones,
los personajes, las rimas… Pero como mi función aquí es presentar las virtudes
y deslices del libro, debo decir que encontré dos versos de nueve sílabas (¿y la
editora no los detectó?) en «Primer interrogatorio» (¿Su nombre y apellido? —Oruga.) y en «Segundo interrogatorio» (¿Nombre y apellidos? —Polilla.), lo cual no significa mucho
porque ambas décimas son buenas, y las restantes son perfectas. De manera que solo
falta saber cuáles son «los próximos disparates» que Mildre Hernández tiene
engavetados, aunque le recomiendo se cuide de esas polillas retozonas que
pueblan su espacio poético.
En
Santa Clara, 18 de enero de 2013
NOTAS:
1.- ENRIQUE
PÉREZ DÍAZ: «Mildre Hernández Barrios: ¿Es raro ser Mildre?», En CUBARTE, 2013-01-03. http://www.cubarte.cult.cu/periodico/entrevistas/mildre-hernandez-barrios-es-raro-ser-mildre/24000.html
2.- MARIANA
PÉREZ PÉREZ: «Conversando con Mildre», En La
décima es un árbol, Invitados (11), Mildre Hernández Barrios, enero 2009. http://www.cenit.cult.cu/decimas/
3.- ENRIQUE
PÉREZ DÍAZ: Op. Cit.
4.- MILDRE
HERNÁNDEZ BARRIOS: Días de hechizo,
Ediciones Sed de Belleza, Santa Clara, 2006, 34 p.; il. (b. y n.).
5.- ________:
El próximo disparate, Editorial
Oriente, Santiago de Cuba, 2010, 84 p.; il. col.
Vea en
Decimacontexto amplia reseña del quinto aniversario de esta tertulia
(septiembre 2012), por Isbel
Díaz Torres, miembro
del Grupo Ala Décima, en representación de la dirección
de la agrupación para este encuentro:
Cinco gajos tiene el árbol de Mariana
Cinco gajos tiene el árbol de Mariana
Muestras de la obra poética de Mariana
Enriqueta Pérez Pérez, pueden
verse mediante los siguientes enlaces con el blog Álbum
nocturno y la antología on line Arte poética. Rostros y
versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella
aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón
en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las
albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel
Feijóo. La
décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra,
interesante aporte sobre ese período. La
décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de
diez versos en esa provincia.
Visite el sitio web de esta tertulia
en su nueva dirección:
en su nueva dirección:
MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA DÉCIMA EN ESTA PROVINCIA HACIENDO CLIC AQUÍ:
VILLA CLARA
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