Indio Naborí
Su pueblo
no lo olvida
Palabras de la investigadora y profesora María Eugenia Azcuy (Maruly), miembro del Grupo Ala Décima, en el acto de homenaje al poeta en su tierra natal, San Miguel del Padrón, durante el cual fue inaugurado el Parque Naborí. Lunes 17 de mayo del 2010, Día del Campesino.
Se me ha dado la gran responsabilidad de decir algunas palabras al gran poeta y maestro que fue Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, en este acto homenaje dentro de las actividades del Cubadisco 2010. Agradezco a todos la confianza depositada.
Los pueblos necesitan mantener y desarrollar en bien de su nacionalidad aquellos rasgos que los identifiquen del concierto de otros pueblos. Esta razón avala desde sus raíces patrimoniales la dedicatoria del Cubadisco este año, a la defensa y preservación de la poesía oral improvisada.
En los últimos tiempos la décima y el canto improvisado han ganado prestigio dentro de nuestra nación para saltar de los ámbitos guajiros y entrar en la ciudad con todo el derecho que su tradición y cubanía le otorga.
No cabe duda que en Cuba y en Iberoamérica, Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, es dueño de la más remota herencia que conoce la historia universal: la de vaciar en versos la contemplación de la naturaleza, la moral, la leyenda, la historia y los anhelos del hombre. Elevó la décima criolla a privilegio de poema universal, por tal razón coincide el día de su nacimiento con el Día Iberoamericano de
Es curioso e interesante que un poeta de hondas raíces populares pueda mostrarnos hoy a 51 años del triunfo de
Luchador desde lo alto de su estatura humana por el porvenir y dicha de la nación, su poesía siempre ha estado presente en el reconocimento a las grandes hazañas ocurridas a lo largo de la historia.
En múltiples entrevistas planteó que el punto de partida de su carrera artística y literaria había sido el folclor campesino, heredero de las costumbres de los campos de Cuba, especialmente las tonadas, la décima y el repentismo.
Tan entrañables eran las décimas y el canto rural en la tradición de la familia, que Naborí improvisaba cuartetas y espinelas a los nueve años. Esta era y continúa siendo también una tradición en San Miguel desde el 2 de abril de 1798 en que se iniciaron las fiestas al Santo Patrono de San Francisco de Paula, devenida fiesta popular principal en la etapa de la colonia.
En estas celebraciones se arraigó como costumbre la décima espinela cantada por nuestros campesinos, tradición heredada por Jesús Orta Ruiz quien precisamente en estos festejos, asistió por primera vez a una canturía pública.
Jesús Orta Ruiz fue alumno de la escuela primaria No. 71 de Juanelo. Desde pequeño sintió suyo el dolor del campesino y sufrió el drama del desalojo en su propia familia.
Perteneció a la juventud comunista y participó en las luchas revolucionarias y en los movimientos de agitación popular. Con sólo catorce años escribió su primer soneto, “Elegía a Luis Melián”, (primer mártir comunista de San Miguel del Padrón), obra que estuvo en el mural del local del Partido, en Matos No. 7 y que Rodolfo Moya, su maestro, quitó en ocasión de un enfrentamiento con la policía.
Hoy, poema expuesto en la librería de este municipio que lleva el nombre del mártir, gracias al trabajo conjunto que se ha propuesto el Grupo Gestor del Proyecto Naborí con el apoyo brindado por la dirección de Cultura, organizaciones, instituciones y el Gobierno y Partido del municipio.
Las primeras manifestaciones poéticas de Naborí fueron en San Miguel del Padrón. Recordemos “Estampas Campesinas” (1940), “Guardarraya Sonora” (1946), editadas en la imprenta Carlos Gardel, del reparto
En 1955, cantó para más de 10 mil personas con Angelito Valiente en el Estadio Campo Armada, la legendaria Controversia del Siglo.
Fue también en San Miguel del Padrón donde cantó por última vez con Pablo León para un numeroso público, en ocasión del homenaje que su terruño le rindiera por su aniversario 60 en el cine Continental.
Premio Nacional de Literatura 1995, periodista e investigador de la cultura popular hispanoamericana, murió en las primeras horas de la madrugada del 30 de diciembre del 2005, año en que le fue dedicada
Se cumplen hoy cinco años de que acudiera Naborí convaleciente aún de una neumonía, a San Miguel del Padrón para celebrar junto a los hombres y mujeres de su tierra natal el Día del Campesinado Cubano. Mucho tiene que agradecerle la poesía cubana y en particular la décima y el repentismo a Jesús Orta Ruiz a quien San Miguel le debe obligado y permanente homenaje.
No cabe duda que Naborí alcanzó el destino mayor de los poetas, confundirse con la creación popular. Su pueblo no lo olvida, entre otras cosas por sernos tan necesario y por encarar de forma irrepetible eso que llamamos “lo cubano”.
Muchas gracias.
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