domingo, 6 de agosto de 2017

Tecla con Ala en Guaracabulla


Sueños al centro de Cuba

Aunque esta vez no pudo participar ningún miembro del Grupo Ala Décima, por su alta espiritualidad y la presencia siempre de décimas en sus encuentros, sentimos como “Tecla con Ala” la cita que en julio, una vez más, celebró el movimiento de tecleros, seguidores de la columna La tecla del Duende, del periódico Juventud Rebelde, continuadora de La tecla ocurrente, de Guillermo Cabrera Álvarez, para recordar su partida física, diez años atrás

 Solidaridad, honradez y bondad fueron algunas de las esencias compartidas por periodistas y lectores en este ocurrente encuentro. Foto: Jesús Arencibia

Ampliado de Juventud Rebelde

Habíamos preguntado, para recordar al cronista a diez años de su ausente presencia, ¿qué es lo central para ti? Y Nayeli González Prada, una tímida y preciosa niña de Guaracabulla, respondió desde la hondura de sus 13 años: «Es el órgano principal de mi sistema. Es la fuerza que me impulsa a levantarme cada vez que la vida me golpea. Es como el motor para los autos, como la raíz para las plantas, como el brillo de las estrellas. Ella es mi motor, mi raíz, mi brillo. Ella es mi madre. No llores, mamá, me dijiste que un libro era un sueño, y en mi libro yo decidí escribir sobre ti, porque tú eres mi sueño más hermoso, el centro de mi vida».

Como esta, traigo un manojo de ternuras del centro de la Isla: las que hablan de la angustia de los duendes de Holguín —Cary al frente— por llenar una guagua y no perderse el abrazo; las que describen cómo los espirituanos de Arminda no cupieron en su vieja Girón V y trajeron desde allá el poema de Nidia, porque ella, enferma, no pudo sumarse, y el jabuco de libros de Teresa Toyos, solo con su nombre y teléfono en la primera página, para que la llamaran de vuelta. No se me despintan los desvelos de Katy, la anfitriona estelar, o la conducción en palabras y en canciones, respectivamente, de Pablo Mirabal y Michel Madero. Conservo la imagen de los pirograbados de Yeni, que por cualquiera de sus costados siempre regalaban algo para ennoblecer la existencia. Me destella en el recuerdo el esfuerzo enorme de los trabajadores de la UBPC, de la CCS Luis Ramírez, del Consejo Popular, de la escuelita Enrique Villegas y de la Casa de Cultura, todos guaracabullenses, por garantizar asientos, audio, opciones culturales y almuerzo para tantos visitantes. Y la callada entrega de choferes y logísticos de uno y otro terruño. No olvido que las autoridades del Partido y Gobierno de Placetas y la radio local se sumaron con entusiasmo a la idea que va por 11 ediciones y promete apuntar al infinito. Tantos amigos, tantos nombres, tanta emoción, como la de Nieves, que casi no pudo hablar, pero estuvo allí para recordar que una década antes prometió a Guillermo Cabrera Álvarez una peña en Las Tunas y era, hace ya una década, vibrante realidad...

Y en medio de todo, en esta tecla No. 500 después del reinicio de 2007, una certeza: aunque «los sueños, sueños son», a veces, también, pueden ser la vida.

 Algunos que comenzaron en esta familia mayor de JR siendo apenas niños, asistieron al encuentro de la mano de sus hijos. Foto: Jesús Arencibia

 La encantadora voz de la espirituana Ivet Echemendía Cepeda deleitó a los amigos con temas clásicos y actuales. Foto: Jesús Arencibia


Versión original: Sueños al centro de Cuba


Yayabo y Holguín a todo tren

Con el placer inefable de regalarse amigos y buenos momentos, las tertulias que multiplican esta diminuta columna en varias provincias del país siguen acumulando historias. Así, este julio, además de nuestra peña gigante en el centro del caimán, festejaron sus cumpleaños las familias tecleras del Yayabo y Holguín. En tierra espiritual y santa estuvo mi colega Mileyda Menéndez, y de allá nos cuenta:

«En el museo espirituano Serafín Sánchez, cuatro generaciones reunidas en el cariño hacia la Tecla celebraron el onceno aniversario de su encuentro fundacional. Yanela, Carlos, Yoania, Arminda y otras almas iniciadoras contaron las peripecias de aquella primera tertulia, y entre todos recordamos anécdotas de entonces en campismos del territorio y expediciones a otras provincias para realizar hermanamientos o acompañarlas en sus respectivas festividades, así como los lauros obtenidos en certámenes literarios, como el concurso Cartas de amor, y las convocatorias de esta propia sección.

 En Sancti Spíritus ocurrentes de cuatro generaciones renuevan sus afanes. Foto: Mileyda Menéndez

«También se honró el vínculo provechoso con la UJC provincial, varias instituciones culturales y la Cátedra del Adulto Mayor, y se agradecieron los gestos favorables de muchas personas que, sin ser “tecleros activos”, han contribuido a perpetuar los teclazos en esa ciudad. Como evidencia risueña se mostraron fotos de las pasadas aventuras y se intercambiaron regalos en la tradicional rifa misteriosa que caracteriza a la peña espirituana».

En la Ciudad de los Parques, la cita de duendes también fue mucho con demasiado. El Club Siboney, con sus más de cien sillas en el salón, quedó pequeño para acoger a los entusiastas y sus acompañantes. Cary, guardiana de la disciplina y el cariño, tomó la batuta de inmediato. La tarde tuvo de todo: desde juiciosos reconocimientos a instituciones y organismos de la provincia que apoyan las aventuras de esta guerrilla —PCC, Gobierno, UJC, Ómnibus Escolares, Servicios— hasta el despelote del «dímelo cantando», que tanto gusta al pequeño Jorgito. Cake, almuerzo delicioso, regalos para los niños, recordatorio de cumpleaños individuales, complicidad del programa radial Tiempo de plenitud (y, al día siguiente, del televisivo A buen tiempo); remembranza feliz de una larga lista de empeños y logros que colmaron los 12 meses desde julio de 2016; recibimiento a dos «embajadoras» gozosas de Guaracabulla; y planes, muchos planes para ahorita mismo. Cuentan que hasta quien no sabía (ni sabrá) bailar, terminó seducido por una bailadora divina. ¿Acaso se puede pedir más?


Versión original: Yayabo y Holguín a todo tren


En la cita de Guaracabulla, Juventud Rebelde reconoció el trabajo del periodista y poeta Jesús Arencibia Lorenzo al frente de este movimiento, el cual incluyó la siguiente estrofa de la joven y talentosa periodista y poetisa repentista Yunet López Ricardo:

MIL TECLEROS Y UNA ESTRELLA
 
Cuando Guillermo se fue,
el Duende nació en Jesús.
Dos hombres: la misma luz
diez años después se ve.
Rebeldes trillos y un pie
que dejó ocurrente huella.
Y ante cada frase bella
que escribió Guillermo un día
Jesús por él lograría
mil tecleros y una estrella.


Encuentros similares de “Tecla con Ala” se produjeron antes en mayo del 2009 y en febrero del 2010, este último como parte del programa por el décimo aniversario del Grupo Ala Décima, así como en febrero del 2011, en junio de ese año, por el Día de los padres, en febrero del 2012, en marzo del 2014, cuando los tecleros de JR celebraron dos cumple, el 13 de la La tecla y el noveno de las tertulias de los seguidores de esa sección del periódico Juventud Rebelde, y en julio del 2015, durante el noveno encuentro nacional de las tertulias de JR con sus lectores, en Guaracabulla. Y en febrero de este 2017, cuando los tecleros se encontraron en el patio del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) para festejar los 16 años de la columna y los 12 de sus peñas ocurrentes en diversas provincias: Periodismo de familia.






No hay comentarios: