viernes, 2 de octubre de 2009


Jesús Orta Ruiz

Eterno juglar
de la espinela

Por Fefita Gutiérrez Ferrer
Foto: Cortesía de la familia
(Tomado de El habanero,
de la provincia de La Habana)



En cada rinconcito, hasta el más insospechado de Cuba y La Habana, se multiplica tu imagen. Mentiría si dijera que no extraño tu amor paternal y, sobre todo, ese saludo matutino en tonadas, tan guajiras como tu estirpe que hoy vibran con tu octosílabo infinito por el Día de la décima iberoamericana que, a sugerencia de la payadora argentina Martha Swint en el VI Encuentro del Festival Iberoamericano de
la Décima y Verso Improvisado, efectuado en Las Palmas, Gran Canaria, España, nació justo el 30 de septiembre en honor a tu onomástico.

Tu legado poético perdura y renace en las presentes y futuras generaciones de improvisadores encargados de perpetuar tu obra en La Habana e Iberoamérica, como merecido reconocimiento a tu empeño por la preservación del arte campesino, principalmente la espinela.

Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí o el Novio Eterno de la Décima cubana, acentúa sus legítimos relumbres populares y sigue ofreciéndonos esa poesía, cuya austera ternura todavía brota desde lo más hondo del corazón de los cubanos, en los repentistas y peñas campesinas de La Habana como lo hacen, entre otros, Rafael García, en Nueva Paz, Olga Lidia Posada y José Tostón, en Artemisa, Horacio Llanes, en Güira de Melena, además de encuentros y festivales que continúan realizándose en varios países del mundo hispano, como tributo a tu memoria.

Entonces, cuando la amarga realidad subraya el eterno espacio en que no estás ni estarás físicamente, acuden a mi mente estos afamados versos de Nicolás Guillén, con quien compartiste tanta historia literaria y poética, contenidos en el poema Che Comandante, amigo, cuando escribió: No porque hayas caído/ tu luz es menos alta/… No por callado eres silencio...

Los repentistas, poetas, improvisadores y payadores de Cuba e Iberoamérica sabrán darle al oficio de la improvisación lo mejor, como lo hiciste tú, viejo, inmortal juglar de la espinela.


Versión original, mediante este enlace, en El habanero.


No hay comentarios: