martes, 18 de abril de 2017

Un árbol ignorado, no caído


La tertulia en la Feria

Nos reporta la poetisa e investigadora Mariana Pérez Pérez, fundadora y conductora de la tertulia La décima es un árbol y representante del Grupo Ala Décima en la provincia de Villa Clara

 Varios de los poetas participantes en la tertulia. Fotos enviadas por Mariana.


«Un árbol no cabe en el periódico» —dice mi amigo El Mexicano— y yo agrego: aunque a ese árbol quieran ignorarlo, es tan corpulento que no puede hacerse leña.

Después de este comienzo un tanto raro, voy a comentar lo más insólito. No me considero una recatada-pacata, yo también me divertí con eso que llamaré «excesivamente popular», es decir el fenómeno de masas, la apoteosis, que ocurrió el sábado 1º de abril, en la sala René Batista de la Feria Internacional del Libro en Santa Clara, a la hora meridiana. No estoy en contra, ni siento envidia, de que los hacedores del Diario de la feria hayan dedicado media página a describir lo sucedido en la presentación del libro Decimerón de Yamil Díaz Gómez, porque realmente fue un suceso extraordinario que pocas veces ocurre con motivo de un libro. Y que conste, yo también lo compré, voy a leerlo y a reírme durante la lectura, aunque por pudor no lo comparta con otras personas. Y si he ofrecido esta extensa explicación es porque me he sentido molesta, y hasta «discriminada» (para decirlo con una palabra que algunos esgrimen por ahí) al ver que el susodicho Diario no publicó ni una línea acerca de lo acontecido ese mismo día, toda la mañana, antes del gran mediodía de Yamil. Entonces, ya que ellos lo silenciaron, voy a contarlo para que la verdad histórica sea completa y nadie pueda escamoteárnosla.

Cuando los organizadores de la Feria estaban elaborando el programa, les pedí que dedicaran un espacio (como ha ocurrido antes) a la tertulia «La décima es un árbol», que este año celebra su X Aniversario. Ellos aceptaron y decidieron que fuera en la sala «René Batista», algo que me alegró porque René fue escritor y difusor de dicha estrofa. Su hijo Alejandro y Edelmis Anoceto —responsables de esa área ferial— asumieron la idea con entusiasmo. Los invitados serían mis contertulios, desde hace diez años: Caridad González Sánchez La Abuela, Olimpia Pombal Duarte y Leonardo Albeo Valdés Ferrer, porque su obra es verdaderamente destacada, y no solamente porque hayan recibido reconocimientos importantes, como el Premio Cucalambé y Décima al Filo 2016 (Caridad), Premio de glosas «Jesús Orta Ruiz» 2016 y Premio de tema comunitario en el Concurso Ala Décima 2017 (Olimpia), Segundo lugar del Concurso Iberoamericano de Décima Humorística 2015 y Premio «El Guardabosques» —por tercera vez— en el Concurso Ala Décima 2017 (Leonardo). También fueron invitados los poetas improvisadores José Manuel Silverio León —fundador y participante casi permanente de la tertulia— y Eduardo Cruz León, quien también asiste cuando puede, junto a músicos que nos han acompañado en algunos momentos a lo largo de la década: Juan Campos, Eduardo Cruz, hijo, y Yasel Giralt, sin olvidar a Víctor Silverio, que desde pequeñito concurría a los viernes de tertulia junto a su padre, y ahora canta con él.

Víctor.

Hasta ese momento pensábamos que la tertulia sería como los encuentros habituales, pero Maylén Domínguez me avisó de que para esa fecha visitaría Santa Clara nada menos que Efraín Riverón Argüelles, reconocido poeta cubano de la oralidad y la escritura, autor del libro, entre otros muchos, La palabra en el espejo (Letras Cubanas, 2014), compilado y prologado por Roberto Manzano, otro de los grandes cultores y defensores de la estrofa nacional. Por tanto, no podíamos dejar pasar ese acontecimiento, había que invitarlo a la tertulia, presentar su libro y, principalmente, celebrar el centenario de su padre, Francisco Riverón Hernández (2/4/1917 – 13/1/1975), uno de los más importantes repentistas, escritores y músicos cubanos, quien junto al Indio Naborí «desalmidonó» la décima cubana (para decirlo a la manera de Alexis Díaz-Pimienta). También se imponía recordar, una vez más, a Leoncio Yanes Pérez, por los 30 años de su desaparición física (7/4/1987).

Nos dimos a la tarea de organizarlo todo con la emoción de saber que nuestro árbol iba a parir ese día frutos muy orgánicos. Y no fue en vano. En ese breve tiempo los invitados cantaron y leyeron poesía de extraordinario valor. Además, la sala se mantuvo llena, por supuesto sin el desbordamiento que alcanzó al mediodía (mucha gente es así, corre tras lo «excesivamente popular», pero jamás se acerca a lo que no puede, aunque debiera, comprender).

Como se infiere de lo dicho antes, dividí la tertulia en dos momentos. En el primero, José M. Silverio y Eduardo Cruz improvisaron; después presenté a mis otros invitados de la casa, en la forma con que a veces me gusta hacerlo, con décimas anecdóticas y datos de su historia literaria, para dar paso a la lectura.

Comenzó Caridad González con un extenso y profundo poema de su libro Palabras del emigrante, Premio Cucalambé 2016.  Olimpia Pombal, modestamente, nos demostró que en la décima cubana existe una zona de cultura elegante, refinada, al regalarnos «1812», Premio Especial «Ada Elba Pérez» del XI Concurso Nacional Ala Décima, que recrea en versos octosílabos toda la potencia y emoción de la música de Chaikovski (1). Finalmente, Leonardo A. Valdés leyó dos glosas de excelente nivel poético, la primera sobre versos de José Martí, y la segunda con versos de Jesús Orta Ruiz, finalista del concurso que rinde homenaje a este poeta.

Efraín Riverón.

La segunda parte del programa fue dedicada a Francisco Riverón Hernández, con la presencia de Efraín Riverón Argüelles, que improvisó brillantemente aunque estaba afectado de la voz. Después rendimos homenaje a su padre, de quien ofrecimos información biográfica: 

El 2 de abril de 1917 nació en el poblado de Güines, en La Habana, Francisco Riverón Hernández. A través de su existencia fue un destacado poeta, escritor y decimista, que tuvo a su cargo la realización del guión del popular espacio de la Televisión Cubana «Palmas y Cañas». También trabajó como redactor publicitario y compositor. En esta última faceta se destaca su obra Bodas Guajiras, zarzuela a la que puso letra y música. A lo largo de su trayectoria artística colaboró con distintas publicaciones, entre las que se destacaron El Estudiantil, Bohemia, El País Gráfico, Carteles, Zig-Zag y Alma Máter. De él ha dicho Alexis Díaz-Pimienta:

“Una de las mayores figuras de [la generación naboriana] lo fue sin dudas Francisco Riverón Hernández, excelente repentista güinero y fino poeta, seguidor de la escuela romántica española, fundamentalmente, de las obras de Ramón de Campoamor y Núñez de Arce. Es, precisamente en este aspecto, donde notamos que ambos bardos se diferencian más. Naborí es un poeta admirador de la obra de Darío y de todos los modernistas, pero sobre todo seguidor de la corriente neopopularista española que capitaneaban los vates de la generación del 27 (Lorca, Guillén, Alberti, pero sobre todo, Lorca) y Riverón Hernández es un poeta mucho más apegado a la poética de los románticos tardíos, y a los creacionistas. No obstante, ambos lideraron, juntos, un movimiento poético-repentista que comenzaba a desalmidonarse y que nacía necesitado de líderes, separándose en gran medida de las tipologías anteriores”.

Décimas de Leoncio Yanes a Francisco Riverón.

Y comoquiera que estábamos conmemorando el centenario de Francisco Riverón y las tres décadas de la muerte de Leoncio Yanes, leí de este último para aquel, unas décimas de ocasión, tomadas de la sección «Zig-Zag en nuestros campos», que dirigía el poeta Riverón, en la publicación humorística Zig-Zag. (2)

José Manuel Silverio cantó algunas décimas del poeta güinero, entre ellas las dedicadas a Camajuaní. Seguidamente, presenté a Efraín Riverón y dialogamos acerca de su obra para dar paso a la lectura, que no solo incluyó décimas, sino también sonetos y verso libre, principalmente de temática familiar.

Para no extenderme más, considero que la omisión de este encuentro obedece más a la indiferencia que a la falta de espacio en el Diario de la Feria. Indiferencia (¿o desprecio?) por la historia de la décima cubana y por las personalidades que la han preservado durante más de tres siglos, tanto en la oralidad como en la escritura, para la cultura nacional. Y está claro, ya que el programa de ese día en la sala «René Batista» estuvo dedicado totalmente a la estrofa nacional, y era imposible dejar de mencionarlo, los periodistas prefirieron la parte que había generado más expectativas. Por supuesto, repito que eso no me molesta, pero siento que ignorar la anterior presencia y creación de tantos poetas valiosos fue una gran falta de sensibilidad y de respeto. En cuanto a mi persona, todos saben que no busco promoción ni protagonismo, si he cuidado el árbol de la décima mes tras mes, a lo largo de casi diez años, es para que siga «en producción». Quizás Leoncio Yanes, Francisco Riverón Hernández, Naborí, y otros grandes, me lo agradezcan desde la dimensión en que se encuentran. Eso sería lo eterno, porque un diario, efímero y volátil, no soporta el peso ni el encanto de ese árbol.

Santa Clara, 7 de abril, 2017


NOTAS:

1.- La Obertura 1812, Op. 49 es una obertura romántica escrita por el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski en 1880. La pieza fue escrita para conmemorar la victoriosa resistencia rusa en 1812 frente al avance de la Grande Armée de Napoleón Bonaparte. La obertura fue estrenada en Moscú el 20 de agosto de 1882. La obra es reconocida por su final triunfal, que incluye una salva de disparos de cañón y repique de campanas.

2.- Por tratarse de un fragmento fotocopiado no se conoce la fecha en que fueron publicadas las décimas, aunque es probable que fuera entre 1958 y 1960.


DE LA AUTORA DEL REPORTAJE:
Muestras de la obra poética de Mariana Enriqueta Pérez Pérez, pueden verse mediante los siguientes enlaces con el blog Odiseo en el Erebo y la antología on line Arte poética. Rostros y versos, ambos del poeta salvadoreño André Cruchaga. Varios estudios realizados por ella aparecen en nuestra sección Decimacontexto: Polizón en la aljaba de Eros, sobre la décima de amor escrita en Villa Clara. Las albas rumorosas, acerca del libro Jiras guajiras, de Samuel Feijóo. La décima cubana durante las guerras de independencia: los poetas de la guerra, interesante aporte sobre ese período. La décima escrita en Villa Clara, sobre la poesía concebida en estrofas de diez versos en esa provincia. Entre los reconocimientos merecidos por su obra en versos, está en el 2013 la mención que recibió en el concurso Oscar Hurtado. En septiembre del 2014, mereció el Premio del VI concurso nacional de glosas Jesús Orta Ruiz, Indio Naborí por su conjunto Embriaguez (rosa, espada, luz). En el 2015, publicado en nuestro sitio su poema A Caracas, en solidaridad con Venezuela. En ese mismo año, mereció el Gran Premio en el VIII concurso Décima al filo.



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