domingo, 8 de septiembre de 2013

De Argel Fernández, al Maestro Amado


Tributo al reconocido arpista
venezolano Amado Lovera


El poeta, narrador y profesor Argel Fernández Granado, presidente de la Filial del Grupo Ala Décima en la provincia de Las Tunas, nos da a conocer la dolorosa noticia del fallecimiento de este músico popular, cariñosamente llamado Uña de Oro, y nos envía las palabras que escribió para sus funerales. Nos dice Argel en su mensaje:

Hermanazo mío, hoy recibí a tempranas horas de la mañana una llamada desde Venezuela, la noticia del trágico fallecimiento de un gran amigo, el maestro Amado Lovera, arpista reconocido en Venezuela como patrimonio vivo de la cultura venezolana, del cual tuve el honor de ser amigo personal . Él fue el arpista acompañante del gran Mario Suárez y de Plácido Domingo cuando estuvo en Venezuela, pero su mérito mayor fue ser un hombre sencillo que dedicó su vida a propagar el arte auténtico del arpa llanera, que tan bien interpretaba. La llamada me la hizo la escritora Jenny Morales, de San Carlos de Austria, Estado de Cojedes (la puerta de los llanos venezolanos); ella, conociendo de la amistad que me unía al gran músico, me pidió que escribiera algo para leerlo en los funerales y yo le respondí lo siguiente, que pongo a tu disposición para lo que desees. Un abrazo de tu hermano Argel.


Al Maestro Amado

El día 18 de agosto del año 2007, en la parrillera del señor Ortiz, en San Carlos de Austria, gracias a la gentileza de Jenny Morales, tuve la suerte de conocer al maestro Amado Lovera y sus amigos, o discípulos y seguidores; tras breves palabras cruzadas entre ambos, nació una amistad luminosa que atesoro con respeto y cariño, porque el Maestro me pareció un Cristo moderno rodeado siempre de sus apóstoles, a los que me sumé con devoción para disfrutar la luz que despedía su personalidad. En aquel momento escribí una décima que le agradó mucho a Él y repito en esta ocasión en su honor:

Ya conocí a Lovera
el gran maestro arpista,
natural y optimista
como la primavera.
En su diestra sincera
—digo diestra y no mano
derecha— está el hermano
junto al músico diestro
y el fraternal Maestro
del corazón humano.

Siguiendo sus palabras y su consejo de escribir cortico, pero con sustancia, en este momento de dolor, cuando acabo de saber de su trágica muerte física, me uno a sus amigos y familiares con estos versos bien sentidos:

La vida es una quimera
llena de luces y sombras,
pero nunca la abandona
quien escogió bien la senda.

Quien como tú bien se aferra
al bien, conquista el confín
de lo eterno y al decir
partió, la muerte se apena.

Tú seguirás tu faena
musical junto a nosotros,
ahora eterna UÑA DE ORO,
MAESTRO AMADO LOVERA.


Poeta Argel Fernández Granado
Las Tunas, Cuba, 5 de septiembre de 2013












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