Tributo al reconocido arpista
venezolano Amado Lovera
El poeta,
narrador y profesor Argel
Fernández Granado, presidente de la Filial
del Grupo Ala Décima en la provincia de Las Tunas, nos da a conocer la
dolorosa noticia del fallecimiento de este músico popular, cariñosamente
llamado Uña de Oro, y nos envía las palabras que escribió para sus funerales.
Nos dice Argel en su mensaje:
Hermanazo
mío, hoy recibí a tempranas horas de la mañana una llamada desde Venezuela, la
noticia del trágico fallecimiento de un gran amigo, el maestro Amado
Lovera, arpista reconocido en Venezuela como patrimonio vivo de la cultura
venezolana, del cual tuve el honor de ser amigo personal . Él fue el arpista
acompañante del gran Mario Suárez y de Plácido Domingo cuando estuvo en
Venezuela, pero su mérito mayor fue ser un hombre sencillo que dedicó su vida a
propagar el arte auténtico del arpa llanera, que tan bien interpretaba. La
llamada me la hizo la escritora Jenny Morales, de San Carlos de Austria, Estado
de Cojedes (la puerta de los llanos venezolanos); ella, conociendo de la
amistad que me unía al gran músico, me pidió que escribiera algo para leerlo en
los funerales y yo le respondí lo siguiente, que pongo a tu disposición para lo
que desees. Un abrazo de tu hermano Argel.
Al
Maestro Amado
El día
18 de agosto del año 2007, en la parrillera del señor Ortiz, en San Carlos de
Austria, gracias a la gentileza de Jenny Morales, tuve la suerte de conocer al
maestro Amado Lovera y sus amigos, o discípulos y seguidores; tras breves
palabras cruzadas entre ambos, nació una amistad luminosa que atesoro con
respeto y cariño, porque el Maestro me pareció un Cristo moderno rodeado
siempre de sus apóstoles, a los que me sumé con devoción para disfrutar la luz
que despedía su personalidad. En aquel momento escribí una décima que le agradó
mucho a Él y repito en esta ocasión en su honor:
Ya
conocí a Lovera
el gran
maestro arpista,
natural
y optimista
como la
primavera.
En su
diestra sincera
—digo
diestra y no mano
derecha—
está el hermano
junto
al músico diestro
y el
fraternal Maestro
del
corazón humano.
Siguiendo
sus palabras y su consejo de escribir cortico,
pero con sustancia, en este momento de dolor, cuando acabo de saber de su trágica
muerte física, me uno a sus amigos y familiares con estos versos bien sentidos:
llena
de luces y sombras,
pero
nunca la abandona
quien
escogió bien la senda.
Quien
como tú bien se aferra
al
bien, conquista el confín
de lo eterno
y al decir
partió,
la muerte se apena.
Tú
seguirás tu faena
musical
junto a nosotros,
ahora
eterna UÑA DE ORO,
MAESTRO
AMADO LOVERA.
Poeta
Argel Fernández Granado
Las
Tunas, Cuba, 5 de septiembre de 2013
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