domingo, 8 de enero de 2017

Waldo Leyva nominado a Premio Literatura


El Grupo Ala Décima lo saluda

El poeta Waldo Leyva Portal, fundador del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado y su director hasta el 2010, ha sido nominado al Premio Nacional de Literatura
 Foto: Susana Méndez

Por Susana Méndez Muñoz
Tomado de Cubaliteraria

Con la presencia de Abel E. Prieto Jiménez, Ministro de Cultura de la República de Cuba, se realizó en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, un panel de análisis y valoración de la obra del poeta Waldo Leyva Portal  con motivo de haber sido éste nominado al Premio Nacional de Literatura.

Este panel estuvo integrado por los escritores Enrique Saínz, Norberto Codina, Roberto Manzano, Fidel Orta y Jesús David Curbelo, quien moderó las intervenciones. Entre todos lograron un retrato de todas las facetas de la personalidad de Waldo: en premier lugar el poeta; el agudo entrevistador; el ensayista y el eterno promotor cultural desde su pertenencia a  la primera graduación de Instructores de Arte del país.

Manzano comenzó realizando un profundo análisis sobre la trayectoria poética de Leyva Portal y expresó en los preliminares que éste es un poeta que se caracteriza por morir y resurreccionar, manteniendo su identidad pero realizando constantes transformaciones.

Se refirió igualmente al eclecticismo estilístico de su obra, en la cual se pueden hallar los recursos del coloquialismo pero también “el amor a las pautas, por su cultura rural”; explicó cómo ambas vertientes se han ido integrando en sus textos y destacó la capacidad de su  construcción poética de ser presentada en público además de ser musicalizada, “porque sus composiciones están orquestadas acústicamente por dentro”.

Como otra importante característica señaló: “Waldo Leyva ha devenido poeta de asuntos históricos pero no exterioristas y sí convertidos en sustancia íntima, en visión del mundo, en filosofía de la existencia; leyendo su obra en secuencia se puede leer el transcurso político de Cuba en su relación con el mundo; hay toda una dialéctica de relación con los asuntos de la realidad, siempre vistos desde posiciones políticas homogéneas y fieles a sus principios”.

Añadió que en los poemas de  finales de los ochenta y principios de los noventa de Leyva Portal, “siempre atento al sustrato histórico y a la posición que toman los individuos frente a la realidad y sus cambios, hay exámenes éticos profundos de las circunstancias y una honestidad creadora extraordinaria”.

Enumeró el escritor algunos de los cambios estilísticos que se aprecian en la obra de Waldo: se acrecienta el interés por  el individuo a la vez que existe una búsqueda de la memoria y una centralidad permanente que lo lleva a tener pensamientos cada vez más sentenciosos con lo cual gana su visión filosófica del mundo.

Un aspecto relevante que abordó Manzano es la comunicación que logra Waldo con el público; “gana con rapidez el alma de la gente, pero cuando uno lo lee silenciosamente siente un deslumbramiento porque hay un texto válido, definitivo (…) En el caso de Waldo se unen pueblo y alta cultura en forma natural, por eso es que él triunfa en cualquier área  de la incorporación pública de la poesía”.

Al inicio de sus palabras Enrique Sainz sentenció que la poesía de Waldo provoca “una gratificación espiritual de primera categoría” y a continuación repasó algunos de sus poemarios, escritos a lo largo de cuarenta años, comenzando por La ciudad y sus héroes, de 1976.

Luego significó el “buen gusto, el refinamiento en el decir, en el pensar, en el  mirar, en el saber, en el oír, lo cual creo le da una categoría singularísima a estos contenidos”.

Del poeta afirmó, “está imantado con la historia”, y en este sentido enfatizó en la propuesta de Waldo de fusionar lo inmanente con lo trascendente en una poesía en la cual uno de los centros vitales es invariablemente el amor.

Consideró que en sus creaciones se aprecia una imperiosa necesidad de constituirse a sí mismo y que el testimonio que brinda en sus versos no es solo el de la historia sino el del diario vivir, “del diario estar entre otros”.

Entre los libros que ponderó se encuentra El rasguño en la piedra, 1995, en el cual según el orador se encuentra “una poesía sustantiva, hecha de muchas fuerzas creadoras”.

En un momento de su intervención aseguró que “Waldo es un fruto riquísimo de los tiempos que vinieron después de 1959; es un ejemplo de a dónde puede llegar un hombre limpio y honesto en un contexto como el nuestro” y subrayó que su poética está llena de meditación y cuestionamiento y que su escritura  es de una “calidad deslumbrante”.

El profesor seguidamente abundó en los valores de la poesía de Leyva Portal; dijo que la lectura de sus piezas brinda un indiscutible placer musical al oído, pero a la vez despiertan percepciones, apreciaciones, ecos, resonancias de nuestra propia vida; “es una poesía que nos dice quiénes somos y cómo podemos mirar el mundo que nos rodea”, apuntó.

Jesús David Curbelo insistió en la particularidad de Leyva como poeta “pues a pesar de  ser coetáneo con dos grupos fundamentales de la poesía cubana de los 60, El Caimán Barbudo y El puente, no se afilió a ninguno de ellos”.

También volvió sobre las características y fortalezas de la poesía de Leyva y retomó el cuaderno El rasguño en la piedra, del cual opinó es un título capital para entender el momento histórico que refleja; en el cual, señaló, se encuentra el desencanto, la incertidumbre de la época pero con un alto nivel de eticidad y de solución artística, sin llegar nunca al panfleto, “es un libro de una exquisitez y de una fineza conceptual que lo hacen realmente una pieza valiosa”, donde se acentúa el interés por la reflexión y por la preocupación de cómo los fenómenos de la realidad afectan la sensibilidad del individuo. El rasguño en la piedra es un ejercicio magistral en tanto captar el espíritu de una época”.

Curbelo calificó a Waldo de poeta complejo y argumentó lo anterior a partir de la presencia en su obra lírica de ejercicios de superposiciones temporales; de indagaciones del pasado, del presente y el futuro; de un pensamiento antitético; de una aguda selección lingüística y de un juego con la polisemia de las palabras; de la utilización de las paradojas y de “un sujeto lírico que todo el tiempo está mirando la realidad”.

Añadió que el poeta adopta una posición filosófica y en sus libros más recientes hay una búsqueda de temas como el paso del tiempo, la senectud, la muerte cercana, dado por la madurez de su pensamiento y distinguió no obstante que “a medida que se hace un poeta más profundo, habla más claro”.

Norberto Codina, director de la prestigiosa revista La Gaceta de Cuba, tomó como tema los vínculos de Leyva con el periodismo; hizo un inventario de las publicaciones que Waldo fundó, dirigió o con las cuales se ha relacionado a lo largo de su vida y reseñó especialmente un libro de la autoría del poeta que se encuentra en proceso de impresión y que se titula Al otro lado del catalejo, el cual recoge nueve entrevistas realizadas por Waldo a importantes intelectuales y artistas cubanos y extranjeros, ocho de las cuales fueron publicadas por primera vez en La Gaceta…., entre las cuales Codina reconfirmó la calidad e importancia de la conversación con el notable intelectual cubano Sergio Corrieri.

Fidel Orta reafirmó las ideas expuestas sobre la poesía de Waldo y llamó la atención sobre sus lazos también con el ensayo, la narrativa, los guiones de cine, parcelas casi desconocidas de su producción literaria.

Los panelistas coincidieron en que la obra literaria de Waldo Leyva Portal carece de los trabajos críticos que merece y lamentaron que los ejercicios críticos, en sentido general, no acompañan de verdad la evolución de la poesía cubana contemporánea.

El Ministro de Cultura recordó el momento en que fue publicado El rasguño en la piedra, año 1995, y los sucesos históricos que lo marcaron: “yo creo que el estremecimiento de raíz que provocó en gente como Waldo hizo crecer su poesía, la hizo mucho más honda. Él logró sintetizar ese momento como muy pocos y eso tiene que ver mucho con la posición de Waldo frente a la vida, a la literatura y a la historia. Waldo es muy auténtico como persona y como creador”.

Waldo Leyva por su parte agradeció a todos los panelistas sus apreciaciones  y dio lectura a un grupo de sus más importantes poemas, entre ellos Contra la desmemoria, y Raúl.

El Premio Nacional de Literatura será entregado en el contexto de la Feria Internacional del Libro, 2017, y para él han sido nominados, además de Waldo Leyva Portal, los reconocidos intelectuales cubanos Eugenio Hernández, Delfín Prats, Lina de Feria, Maggie Mateo y Luis Álvarez.


Versión original en Cubaliteraria.


Waldo Leyva Portal nació en 1943 en Remedios, Villa Clara. Fue director del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, desde la fundación de esa institución, en el 2000, hasta el 2010, en que fue designado agregado cultural de la embajada de Cuba en México. En ese mismo año, alcanzó el X Premio Casa de América de Poesía Americana, en Granada, España, con su poemario El rumbo de los días. En el 2012, ganó la IV edición del Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora con su libro La memoria en tiempos de desolación. En nuestros archivos, de su autoría, décimas por el Año Nuevo 2007; los poemas en una sola estrofa Quién soy, pregunto al espejo y Quise encontrar en el río, recogidas en el primer tomo de Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (1900-1959), antología de Mayra Hernández Menéndez y Waldo González López; así como una estrofa, perteneciente a su poemario Ocultas claves para la memoria, del cual puede ver más información, mediante el siguiente enlace con el blog Arco y espuela, del poeta y artista cubano de la plástica Guillermo Aldaya. En nuestra sección Decimacontexto, el comentario de Waldo Leyva titulado En la muerte del Indio Naborí.










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